Una tarde de verano

Ya lo dice el titulo, es lo que me ocurrió una tarde de verano, mientras me preparaba, para los exámenes de septiembre.

Ya pasó la mitad de las vacaciones del verano, sin dar palo al agua, y se aproxima el mes de septiembre, ese mes favorito de los estudiantes, que no hacen nada, durante el curso.

Como cada tarde y por aburrimiento y también un poco por obligación, me iba a mi cuarto a estudiar, bueno, a mirar apuntes: de civil, internacional, etc., etc., y eso día tras día. Hasta que una tarde, me intentaba concentrar en no sé qué articulo y una música, rompió la monotonía, el sonido venia de la casa de mis vecinos, me acerque a la pared y efectivamente mi vecina había tenido mas suerte que yo, disfrutaba del verano...

Pero de repente el volumen de la música descendió, y pude escuchar como rechinaban los muelles de la cama, más fuerte de lo normal, iban a ritmo de la música, se aceleraban o se ralentizaban, la música y los muelles se mezclaban con pequeños gritos de placer, que iban haciendo que mi corazón también "bailara", la música acabó y se pudo oír un gemido, que rompió el silencio de la tarde y me dije yo y ahora quien se concentra con los estudios.

Al día siguiente, cerraba la puerta del ascensor y de repente, una mano lo impide, es ella, mi vecina, :

-¿qué pasa?¿Cómo va el verano? Pregunté yo.

Ella respondió: -muy bien pasado mañana me voy con mis abuelos al pueblo. A continuación y sin pensármelo le dije:

  • la próxima vez que tenga "un concierto" me llamas-, ella se ruborizó, miró al suelo, no dijo nada y saliendo del ascensor, me dijo:

-no te preocupes la próxima vez, tendrás primera fila, - y se metió en su casa.

Llegó la tarde y se volvía a repetir toda la rutina: Apuntes por aquí, libros por allá y muy pocas ganas de estudiar, cuando de repente la música del otro día, rompió el silencio y como un tiro se me metió en la cabeza, a renglón seguido el timbre de mi casa soltó un "ding dong", más fuerte de lo habitual, me apresuré a abrir la puerta, y mientras la abría, se escuchó: - "el concierto" va a comenzar -, efectivamente era mi vecina, que se daba la vuelta y se encaminaba a su casa, apenas le pude decir, que se esperara un momento, mientras yo, cogía las llaves y decía hasta luego en mi casa.

Dejo la puerta abierta, entré en su casa y la música me dirigió hasta su habitación, me acerque a ella y me paro, me dijo que me sentara en una silla que había colocado a los pies de la cama, allí estaba yo, mientras mi vecina, una "niña" de 22 años, de 1,70, rubia y con una figura espectacular, al ritmo de la música empezó a bailar sensualmente, yo me estaba poniendo a cien, se quitó, primero la camiseta que llevaba, dejando entre ver un sujetador de una talla 95, seguía con sus movientos eróticos, a continuación se deshizo de los pantalones, mostrando un tanguita negro, que hizo que mi polla buscara una salida en mi pantalón, se tiro en la cama, sacó un consolador, y se lo refregó por todo el cuerpo, se lo metió en la boca y lo chupó de tal manera que creía que le quitaba la pintura, se acerco a mí y me dio la espalda, para que le desabrochara el sujetador, mis manos temblorosas tardaron un poco, no dejó que cayeran al suelo, los aguantó con una mano, se dio la vuelta y los tiró, sus pechos eran perfectos, sus pezones eran pequeñitos, rosaditos y estaban muy tiesos, mientras seguía jugando con el consolador, yo no podía más, me saqué la polla, pero ella se vino hacia mi y me susurró al oído, que me la guardara, se tiro, de nuevo a la cama, los muelles rechinaron, abrió las piernas, y se quito el tanga, dejando ver su sexo, y una línea de vello negro, muy bien depilado, se acercó el consolador a su rajita, ya muy humedecida y como un director de música, lo movió a ritmo, introduciéndoselo poco a poco, su cara lo decía todo, yo, ya no podía más, siguió masturbándose delante de mí, cada vez que yo intentaba sacarme, mi polla, me hacia gestos con la cabeza, diciéndome que no, estaba ya próxima a correrse, en una de ella dejo escapar un gemido espectacular, y su cuerpo se retorció, parecía que se iba a romper, dejo de moverse, a la vez que la música cesaba, se levantó completamente desnuda y se dirigió hacia a mi y me dijo, con una sonrisa en la boca:

-la próxima vez será un "dúo"

Es la 1ª vez que escribo, espero sus comentarios a: h_atila_72@hotmail.com