Una tarde de sueños realizados
La lectura de relatos eróticos, hacen revivir momentos de un estupendo sexo.
Eran las 12'30 de la noche, después de haber pasado toda la tarde tumbada en el sofá, mirando la televisión, pero no viéndola. Había estado con fiebre y era lo único que me apetecía hacer.
De pronto me vino a la cabeza que mi amante me había dicho que me iba a escribir un relato basado en nuestras experiencias con mi marido. Salí corriendo y al abrir mi correo, allí estaba esperándome ese relato tan deseado.
Lo leí primero muy muy deprisa intentando engullir todas esas experiencias que fantaseando me había escrito. Sentí que cada vez me iba poniendo mas caliente y que mi coño que en ese momento se inspiraba por si solo empezaba a rezumar fluidos y que mis braguitas cada vez estaban mas húmedas, pensé en ese momento que necesitaba calmarme yo sola pero me di cuenta que no iba ha hacer falta ya que la tercera persona que figuraba en su relato era mi marido y en ese momento ya estaba segura que si le leía las fantasías de mi amante estando el también como protagonista podríamos aprovecharnos tanto él como yo de mi coño, de su polla de mis labios que aunque pequeños sabían juguetear por la boca de cualquiera que se le acercaran a besarlos.
Imprimí corriendo mi lectura después de haberla leído y releído varias veces. Yo ya me la sabia casi de memoria y casi con los ojos cerrados podía leerle bajo el edredón de la cama de nuestros tríos todo y cuanto ponía en ese papel que estaba leyendo.
Su polla se fue apoderando de la furia que nos hacia a los dos pensar en por qué no estaba aquí esa tercera persona pero aun así nos fuimos acariciando poco a poco y en vez de terminar de leer el relato, se lo fui contando yo al oído poco a poco pues me lo había aprendido.
Así que cuando termine sus manos después de acariciarme todo el cuerpo. fueron quitándome la ropa que impedía que pudiera comer y chupar mis pezones que en ese momento se encontraban erguidos y necesitando los chupetones y los mordisquitos que después fui recibiendo, su boca estuvo un rato merodeando con su lengua y pasando de un pecho a otro mientras que sus manos me quitaron el tanguita pequeño color rojo con el que me había acostado para así empezar suavemente ha acariciarme los muslos y después acercándose a mis labios mayores. Yo rezumaba tanto que temía manchar la sabana pero todo me daba igual, sus caricias se volvieron cada vez mas rápidas y ronroneaban como cuando acaricias a un gato sobre mi clítoris, ya no podía mas y le pedí que me comiera el coño como bien detallado estaba en su relato, cada vez que sentía su respiración en mi pagina sentía la necesidad que esa respiración fuera ocupada por sus dedos y parecía que me iba leyendo la mente pues iba haciendo todo tal y como yo pensaba.
Después de varios minutos el estallido que tuve fue inmenso tanto que me puse a gritar y me tuve que tapar la boca yo misma para que no me oyeran en todo el piso.
Sin dejarme respirar me penetro y fue como si en vez de dos personas estuviéramos los tres. Sentía manos polla, besos, caricias y todo solo por leer un relato de mi otro hombre.
Por ultimo la corrida de los dos fue sonada y después de besarnos y quedarnos abrazados los dos nos echamos a dormir....