Una tarde de castigo

El relato de una alumna problematica y el ejemplar castigo que su profesor le propino.

La tarde estaba calmada, un día largo cuidando alumnos a quienes sus papas no les hacían caso por estar demasiado ocupados y que preferían mimarlos con regalos y dinero, los peores alumnos que un maestro podía tener.

Pero esta alumna era algo especial, en cada clase se las arreglaba para insinuarse un poco mas, usando minifaldas mas y mas cortas, blusas pegadas presumiendo que no usaba sostén, y esa mirada que me invitaba a correr a todos del salón y quedarme con ella.

Sus notas eran las peores de la clase, así que decidí tomar un poco de ventaja, devolverle un poco de lo que ella me había echo, o al menos esa era mi idea al principio.

La vi entrar desafiante al salón, con su minifalda apenas cubriendo sus redondas y sensuales caderas, su blusa muy pegada, permitiéndome claramente ver sus pezones ya erectos por el aire acondicionado, el color chocolate de sus aureolas se apreciaba perfectamente debajo de su blusa, su cabello negro flotaba en el aire mientras sus caderas se contoneaban desafiantes a cada paso.

Buenas tardes señorita Carla, es bueno ver que es puntual para sus citas.

Buenos días profesor, es que usted me pidió que viniera sola y me dio mucha curiosidad el saber para que me quería ver.

Lentamente se acerco a mi escritorio, sonriendo como si tuviera todo el control de la situación, seguramente tenia un plan con el cual esperaba dominarme por completo.

La razón por la cual la mande llamar señorita, es debido a que sus notas están demasiado bajas, a este ritmo usted reprobara el semestre, me temo que tendremos que informar a sus padres para que ellos tomen las medidas necesarias.

Su rostro cambio de inmediato, si sus padres se enteraban de sus notas, significaba el fin de su vida cómoda, no mas celular, no mas Internet, no mas salidas por las noches ni dinero para comprar ropa, el temor envolvió su rostro mientras intentaba buscar una salida.

Pero profesor, por favor, no llame a mis padres, es que, ellos no entenderían, por favor no lo haga

Sus ojos se entornaron como los de un cachorro, incluso se le formaron una pequeñas lagrimas, era difícil saber si estaba realmente preocupada o era la mirada que usaba cuando quería conseguir algo.

Me temo que no hay otra manera, el reglamento es muy claro en estos asuntos, sus padre deben ser informados para que ellos puedan disciplinarla de la mejor manera.

Mientras hablaba camine hacia a ella, lentamente me fui acercando mientras veía en su rostro como su desesperación crecía, su plan no iba a funcionar, estaba desesperada, en ese momento volteo hacia mi y se arrojo en mis brazos, su cara estaba apenas por debajo de la mía y podía sentir sus senos pegados encontrar de mi pecho, podía sentir sus pezones presionando mi piel con cada respiración, sus manos se aferraban de mis brazos intentando acercarse un poco mas.

Por favor profesor, no le diga a mis padres, por favor, ellos me castigaran y me quitaran todo, por favor, por favor, por favor, yo yo, yo haré lo que usted quiera, pero por favor, no les diga a mis padres.

En ese momento sentí como sus piernas comenzaban a moverse en medio de las mías, lentamente rozando mi piel, obviamente había llegado a su medida mas desesperada para poder conseguir su objetivo, y era justamente lo que yo había estado esperando.

La tome de los hombros y la separe de mi cuerpo mirándola fijamente a los ojos

Esta segura de lo que acaba de decir señorita Carla?

Ella asintió suavemente con la cabeza mientras me veía a los ojos, una leve sonrisa se dibujo en sus labios mientras ella pensaba que ya había conseguido su objetivo.

Bien, no llamare a sus padres pero usted aun debe ser castigada.

Me miro extrañada por un momento

Castigada? Como? No entiendo lo que me quiere decir.

No se preocupe, en un momento me entenderá

En ese momento la empuje hacia el escritorio, le di la vuelta y la obligue a doblarse sobre el mismo, ella volteo la cabeza confundida

Pero, pero, pero, que esta haciendo, que es lo que me va a hacer

Sin contestarle mantuve la presión de mi brazo para obligarla a seguir sobre el escritorio, mientras con mi otra mano comencé a desanudar mi corbata, me la quite y la amarre en una de sus muñecas, ella forcejeaba para evitar que la amarrara, pero tome su otra mano y las amarre juntas.

Que hace, por que me amarra, que hace?

Te dije que tienes que ser castigada, las alumnas que se portan mal tienen que ser castigadas, y los viejos métodos son los mejores para los castigos.

Ella me miro confundida, no sabia de lo que estaba hablando, estos alumnos de hoy en día, en serio no prestan la menor atención a la historia.

Con sus manos atadas detrás de su espalda fue mas fácil usar mi brazo izquierdo para mantenerla sobre el escritorio, intentaba moverse pero era inútil, mi mano derecha comenzó a recorrer lentamente sus piernas moviéndose hacia arriba, hasta llegar al borde de su falda, entonces metí mi mano por debajo de su falda y la levante lentamente, al irse retirando la tela de su breve falda su hermoso trasero se fue revelando, tal y como lo imaginaba estaba usando una breve tanguita rosa, sentí su cuerpo temblar levemente mientras la tela subía hasta su espalda, me miraba intrigada, preguntándose que le iba a suceder ahora, lentamente pase mi mano sobre su trasero, apenas rozando su piel.

Señorita Carla, esta usted consciente de que debe ser castigada?

Ella me seguía mirando extrañada, su respiración se había vuelto un poco mas superficial, estaba preocupada por lo que iba a pasar en ese momento.

Señorita Carla, como su maestro es mi deber disciplinarla para que no vuelva a cometer los mismos errores.

Pero señor,yo no

En ese momento, levante mi mano sobre mi hombro, y rápidamente la deje caer sobre su trasero, un sonoro Paff se dejo oír por todo el salón, su cuerpo dio un respingo al sentir mi mano estrellarse contra su trasero, y un gritito se escapo de su garganta.

Aaaaahhhhhhh

Por que hizo eso, me dolió mucho

Una pequeña lagrima se formo en su ojo mientras hablaba, entonces levante mi mano de nuevo y le pegue una segunda nalgada.

Aaaahhhhhh!!!!

Señorita Carla, este es el castigo que se ganan las señoritas que descuidan tanto sus estudios como usted.

Pero profesor, por favor, me duele mucho

Nuevamente levante mi mano y comenze a nalguearla, una y otra vez mi mano subía y al bajar se estrellaba en su trasero con mas fuerza cada vez, dejando una marca roja en su blanca piel, una y otra vez hasta que todo su trasero quedo rojo, sus ojos tenían lagrimas y ella gemía levemente.

Me quede mirándola por un momento, su escultural cuerpo temblando levemente sobre el escritorio, su hermoso rostro con un leve gesto entre dolor y placer, respirando rápidamente, entonces pase mi mano sobre su trasero nuevamente, ella dio un pequeño salto.

Que es lo que le pasa señorita Carla, acaso no esta de acuerdo con el castigo?

Yo, yo, es que, me duele mucho profesor, me duele.....

En donde le duele señorita carla

En mi, en mi, atrás

Ya veo.

Mi plan había sido tan solo castigarla, pero al verla así no pude resistirme, camine detrás de ella y lentamente me incline hasta que mi rostro estaba apenas a un centímetro de la tersa y enrojecida piel de su trasero

Ya veo, entonces tendré que hacer algo para que se sienta mejor

Suavemente me acerque y le plante un suave beso, seguido de una larga lamida sobre su piel enrojecida, entonces me reincorpore me fije en su rostro.

Se siente mejor señorita carla?

Un poquito, quizás si hace eso un poco mas me sienta mejor

Le sonreí brevemente y volví a acercarme a su trasero, esta vez puse mis manos justo a los lados de sus caderas para equilibrarme, suavemente comenze a besar su tersa piel, lentamente moviéndome de un lado a otro, alternando besos con lamidas, poco a poco cubriendo toda la piel de su trasero, moviéndome de lado a lado, mientras lo hacia podía escuchar como su respiración se iba haciendo mas profunda y soltaba gemiditos.

Me levante un momento para observar su rostro, tenia los ojos cerrados, respirando profundamente, un dejo de placer le iluminaba, en ese momento abrió los ojos y me miro fijamente.

Por favor, no se detenga profesor, por favor.

Le sonreí de nuevo, entonces moví mis manos rozando suavemente sus piernas, subiendo por sus caderas hasta encontrar los bordes de su tanguita, entonces comencé a jalarla hacia abajo, ella no opuso resistencia alguna, al contrario, junto sus piernas para ayudarme a que bajara mas fácilmente, lentamente fui bajándola disfrutando de la sensación de is descubriendo la hermosa vista de su vagina, lentamente se fue revelando ante mis ojos la dulce visión de los labios de su vulva, tan solo una delgada linea de vellos púbicos se asomaban, obviamente se depilaba para lucir aun mejor en su pequeña tanguita, mientras observaba mis manos seguían su viaje hacia abajo, hasta llegar a sus tobillos donde ella rápidamente alzo sus pies uno tras de otro para sacar la tanguita por completo, la puse en el suelo mientras movía mis manos de nuevo hacia arriba, acariciando suavemente sus torneadas piernas.

Le gusta lo que ve profesor?

Me encanta señorita Carla, es usted sencillamente deliciosa.

Lentamente acerque mi cara a su vagina, el delicioso olor que emanaba me hizo sentir intoxicado y lleno de deseo lentamente extendí mi lengua hasta tocar la dulce piel de su vulva, lentamente moví mi lengua hacia arriba, siguiendo el contorno de sus labios mayores, hasta llegar a la delgada capa de piel que separa su vagina de su ano, entonces me aleje de nuevo, mire su rostro que estaba iluminado por una sonrisa y gotas de sudor que le perlaban la frente, la tome de la cintura y la ayude a incorporarse, comenze a desatarle las manos pero ella me lo impidió

No, por favor, déjeme las manos así profesor, por favor.

La mire a los ojos un momento y le sonreí entonces acerque mi rostro al suyo, hasta que mis labios tocaron los suyos y la bese suavemente, sus labios se sentían dulces y suaves, suavemente comenze a presionar mi lengua contra sus labios mientras la besaba, ella dejo penetrar mi lengua en su pequeña boca y comenze a explorarla mientras ella hacia lo mismo, nos besamos profundamente por un rato, mis manos recorrían sus piernas subiendo por su abdomen lentamente hasta meterse por debajo de su blusa, mis dedos comenzaron a recorrer la piel de sus senos apretando suavemente mientras mis dedos se movían hacia sus pezones, cuando llegaron a ellos comencé a presionarlos, un poquito mas fuerte cada vez, sintiendo como su cuerpo respondía a mis apretones aumentando su respiración y gimiendo entre mis besos.

En ese momento, saque mis manos de su blusa, la tome por la cintura y la eleve un poco, sentándola en el escritorio, un pequeño gemido de dolor escapo de sus labios.

Aun le duele señorita Carla?

Si, pero esta bien, ya no me duele tanto.

Le bese de nuevo en los labios, entonces me hinque frente a ella, comencé a besarle las piernas suavemente, avanzando hacia su entrepierna, besando poco a poco, levantando su faldita con mis manos mientras avanzaba besándola, al acercarme a su vagina pude sentir el excitante aroma que emanaba de ella, extendí mi lengua fuera de mi boca hasta tocar la pequeña capucha de piel que cubría su clítoris, lentamente la empuje con mi lengua hasta dejarlo al descubierto, entonces comencé a lamer su clítoris lentamente, suavemente, disfrutando de los gemidos que emitía cada vez que mi lengua hacia contacto con su delicada piel, moví mi lengua hacia abajo, y comencé a lamer desde la parte mas baja de su vagina, usando toda mi lengua para disfrutar el sabor y la textura de sus labios mayores, lentamente moviéndome hacia arriba, presionando con mi lengua para separarlos suavemente, deleitándome con el sabor de sus jugos que comenzaban a fluir.

Comenze a lamer su vagina lentamente, moviendo mi lengua desde en medio de sus labios, subiendo lentamente, como si estuviese disfrutando de un caliente y cremoso helado, hasta llegar ala capuchita que cubría su clítoris, nuevamente repetí la lamida, una y otra y otra y otra vez, mientras lamia su deliciosa vagina, podía sentir como sus caderas se comenzaban a mover empujándola contra mi cara, incitándome a lamer mas rápido, pero seguí con mi ritmo, lento y preciso, disfrutando de su delicioso sabor, entonces, cuando escuche que sus gemidos comenzaban a disminuir, moví mi lengua rápidamente sobre su clítoris, izquierda, derecha, arriba, abajo, rápidamente mi lengua se movía sobre su clítoris lamiendo solo ese punto de su cuerpo, entonces comencé a lamer lentamente de nuevo, desde en medio de sus labios hacia arriba, lentamente, sus caderas se movían mas pidiéndome que complaciera su clítoris de nuevo, me tome mi tiempo, lamiendo lentamente, y entonces de nuevo comencé a lamer rápidamente solo su clítoris, rápidas lamidas a su punto mas sensible, su respiración se volvía mas y mas pesada y sus piernas se cerraban alrededor de mi cabeza queriendo aprisionar el placer, entonces comencé a lamerla lentamente de nuevo, repitiendo la secuencia mientras sus caderas presionaban su vagina contra mi cara, entonces, puse mis labios sobre su clítoris y comencé a succionarlo, chupando y lamiendo, poniéndolo en medio de mis colmillos y mordiéndolo muy suavemente, dos de mis dedos penetraron suavemente su vagina mientras mi pulgar penetraba su ano, podía sentir como su cuerpo temblaba de satisfacción mientras se aproximaba al orgasmo, comencé a mover mis dedos tan rápido como sus caderas me lo pedían, mientras seguí chupando y lamiendo su clítoris,entonces sentí como todo su cuerpo se puso rígido, sus piernas apretaron mi cabeza y su vagina mis dedos, un gemido de placer escapo fuertemente de su garganta, en ese momento no lo pensé, pero tuvimos mucha suerte que nadie estuviera cerca, su cuerpo siguió explotando por el orgasmo por unos momentos mas hasta que cayo de espaldas sobre mi escritorio, con su cabello totalmente revuelto, su frente bañada en sudor, y una enorme sonrisa de satisfacción

Me levante y comencé a lamer mis dedos, ella me miro y me sonrió suavemente, intento incorporarse pero sus manos seguían atadas, así que la tome delos hombros y la ayude a incorporarse, ella me beso mientras le desataba las manos, luego me abrazo y nos quedamos así por unos minutos.

Creo que ya ha sido suficiente castigo señorita carla.

Ella se levanto de mi escritorio dando un pequeño salto, se agacho a recoger su tanguita y me miro.

Pero profesor, aun soy una mala estudiante, creo que necesitare muchas clases privadas.

Se acerco a mi con una gran sonrisa en sus labios, me abrazo y metió su tanguita en la bolsa de mi pantalón

Esto es para que me recuerde profesor.

Me beso en los labios una vez mas y se alejo, se acerco a mi escritorio y tomo mi corbata.

Este sera mi tesoro profesor.

Me sonrió y camino lentamente hacia la puerta, antes de salir del salón volteo y me lanzo un beso, luego se alejo corriendo.

Camine hasta mi silla y me deje caer, metí mi mano en la bolsa de mi pantalón y cerré los ojos mientras pensaba en ella.