Una tarde de alcohol y tránsito, que mas quedaba

Después de la noche de lujuria con el compadre y mi esposo, pasamos varias semanas sin vernos, con el problema que tenia con su mujer, estaba de bajo perfil y aunque según él, vivían juntos, aun ella no le había perdonado del todo y lo tenía a pan y agua (ósea… nada de sexo).

Después de la noche de lujuria con el compadre y mi esposo, pasamos varias semanas sin vernos, con el problema que tenia con su mujer, estaba de bajo perfil y aunque según él, vivían juntos, aun ella no le había perdonado del todo y lo tenía a pan y agua (ósea… nada de sexo).

Como él estaba sin empleo, mi esposo hablo en la empresa donde trabaja y lo aceptaron como ayudante del chofer, ellos estaban juntos toda la semana pero como les comente, para perderse de su casa y coger conmigo era casi que una misión imposible.  Después de unas semanas, los astros jugaron a nuestro favor y se dio una oportunidad que nos vino como anillo al dedo.

Nuestra ciudad esta casi totalmente recorrida por un sistema de trenes que le llamamos el Metro.  El asunto fue que un día hubo un problema de electricidad y todo el sistema de trenes se colapso, incluso serraron algunas estaciones y por ende el trasporte público se volvió un caos.

Mi esposo me llamo en la tarde.

─ hola amor ¿Cómo esta? -Me saludo.

─bien cielo ¿viste que peo ahora que no hay metro?

─ ¡sí! Te estaba llamando para eso, hay que despachar una mercancía en Antimano y el chofer no quiso salir por la tranca que hay en la calle, le dije al jefe que si me presta la camioneta cuando me valla, me comprometo con (el nombre del compadre) a pasar por el taller y dejar la mercancía antes de ir a casa.

─ok amor, entonces me pasas buscando.

Antimano es un barrio que queda de camino a casa así que no sería problema para mi esposo dejar la carga en el lugar y los tres íbamos por la misma ruta.

Llagada la hora, hice mi ritual de siempre, fui al baño, lave mi cuca y mi culo. Siempre uso una tolla sanitaria de las diarias, pero esta vez solo bote la que estaba sudada y no coloque la otra. Pensé que si el compadre estaba en la camioneta, no perdería oportunidad de meterme mano y no quería nada obstaculizando sus maniobras.

Cuando baje de la oficina, ellos ya estaban esperando, salían una hora antes que yo, así que cuando llegue, ya estaban algo contentos con las cervezas que habían tomado mientras me esperaban.

Nos saludamos y subimos a la camioneta, yo iba al centro y mis dos hombres, uno a cada lado.

─vamos a comprar otras para el camino ─dijo mi esposo mientras arrancaba para ir a la licorería.

Compramos doce cervezas de latas y agarramos camino a casa, la verdad que la ciudad estaba convertida en un infierno, entonces mi esposo decidió tomar la autopista para ver si era menos el congestionamiento pero que va, todo estaba igual, era un inmenso estacionamiento.

Nos movíamos unos treinta metros y luego nos deteníamos por unos quince o veinte minutos, caos total. El calor era insoportable, lo bueno era que la camioneta tenía aire acondicionado y nosotros íbamos resguardados del calor en los confines del vehículo (el modelo de la camioneta para que tengan una idea es: mitsubishi panel l300, no sé el año)

Nosotros íbamos bebiendo y charlado de los acontecimientos del día, y mi compadre acariciaba una de mis piernas, la que estaba más cerca a él, lo hacía de una forma despreocupada como quien no quiere la cosa.

Después de un rato, el compadre asciende mas con su mano y me da un apretón en la cuca por sobre el pantalón. Yo pego un pequeño salto.

─ quédate quieto que nos pueden ver ─ le digo riendo.

─disculpa comadre, es que tengo un tiempo sin hacer nada─ mirándome con carita de perro regañado ─ ¡mis manos se mueven sola!

─si ya veo, tienes rato amasándome la pierna ─ le contesto con una carcajada.

Esta vez intervino mi esposo.

─ negra(como me dice él) los vidrios tienen papel ahumado y la única forma es que pase un carro alto como un autobús y tendrían que estar viendo hacia atrás para ver algo por el parabrisas delantero, e igual ese también tiene papel, aunque es más claro, no creo que se vea nada.

Con estas palabras me estaba dando permiso para hacer lo que se antojara en ese momento.

Me giro hacia el compadre y le digo cariñosamente.

─ pobrecito, ¿así que mi cosito está bien cargadito de lechecita? ─ le decía esto acariciándole la verga por sobre el pantalón.

─si comadre, la verdad que estoy grave, ¿no sientes lo dura que esta?

Me le acerco más y me siento sobre sus piernas, luego lo abrazo y meto mi lengua en su boca con un beso apasionado. Muevo mis caderas sobre su bulto y lo sentía exquisito, duro por mí y para mí.

Después de ahí, no dejábamos de meternos manos y besarnos, hablábamos con mi esposo, pero no dejábamos de acariciarnos. Cualquiera que nos viera desde afuera, pensaría que éramos un par de novios prodigándonos amor.

Estuvimos un buen rato así, el me apretaba el coño y yo meneándome sobre su verga. La verdad que ya estaba bien caliente y le digo a mi esposo.

─ ¡papi! ¿Y nosotros nos vamos a parar en algún hotel? ─ pongo mi vos melosa y lo veo con esa carita de niña angelical que esconde tremenda puta en su interior.

El me hace señas a la parte trasera de la camioneta y me dice…

─ cariño mira la cama que tienes allí.

Me doy cuenta cuando observo, que en realidad los sacos de llevaban de mercancía sin coser, iban uno al lado de otro y dejaban toda la parte trasera de la camioneta acolchonada.

Me paso a la parte trasera, y comienzo a desvestirme arrodillada sobre los sacos, me saque solo el pantalón y me deje mis pantaletas tipo hilo de color negro. De la parte de arriba no me quite nada por si tenía que vestirme de prisa.  Les bailaba lentamente apretando mis seños y la cuca.

Mi esposo me veía por el retrovisor y el compadre si estaba de medio lado hacia mí, mi esposo podía voltearse cuando el tráfico se detenía y apreciaba mejor el baile.

El compadre tenía la cabeza apoyada del espaldar del asiento y me veía como embobado. Entonces se me ocurrió hacer una de las mías, viéndolo a los ojos, aparto el hilo a un lado y abro los labios de mi vagina.

─¿te quieres comer esto verdad? ─ me la sobo y meto dos dedos, luego los saco impregnados de mis flujos y se los meto en la boca. El los saborea, me los chupa y dice

─ ¿puedo? ─ aunque no dejaba de verme, esa pregunta iba dirigida a mi esposo.

─ dale pues ─ le respondió mi esposo, y el ya se estaba subiendo al asiento para pasarse a la parte trasera. Venia por mí,  estaba sediento de sexo y yo sería la victima que apagaría ese fuego que tenía acumulado por días. Pero no crean que era un problema para mí, yo estaba complacida y excitada de saber que las ganas que tenia por culpa de su esposa, serian aplacadas con mi cuerpo, su placer y su semen me iban a pertenecer nuevamente y su esposa sin saberlo, creyendo que le estaba castigando, me lo dejaba en bandeja de plata, cargadito y con ansias de placer para mí.

Llego junto a mí, y lo ayude a desvestirse, luego le agarro la verga y comienzo a masturbarlo lentamente mientras nos besábamos, sus manos estaban, una en mi coño y la otra acariciando mis tetas.

Luego me acostó, y se fue directo a mi cuca, comenzó a mamármela con un frenesí exquisito.

─date la vuelta anda, yo quiero también comértela─ le susurro, y el inmediatamente me complació, puso su verga sobre mi cara y yo solo abrí la boca para que entrara, mientras la chupaba, el hacia movimientos con su cadera como cogiéndome por la boca. Era una sensación sabrosísima. Me estaba penetrando por la boca mientras me comía el coño.

Me vino el primer orgasmo ¡exquisito por cierto! Y él se vino en mi boca.  Como yo estaba debajo, el solo empujo su pene por mi garganta y todo el semen paso por mi esófago directo al estomago.

Era gran cantidad de leche pero no se perdió ni una gota. Le di las gracias mentalmente a mi esposo por haberme acostumbrado a recibir la verga tan profunda en mi garganta.  Siempre le fascino esa práctica, y me forzó a meter su vergon en mi boca mucho más allá de mi úvula. En principio tosía y me ahogaba, pero con el tiempo fui capaz de meterla toda hasta que los testículos tocaban mis labios sin problema.

Luego de reponernos, destapamos otras cervezas que nos pasó mi esposo, bebimos unos sorbos y nos preparamos para el segundo polvo.

Le digo al compadre que se acueste.

─ahora es mi turno ─ le masturbo un poco la verga para que se ponga dura de nuevo y me acomodo sobre él para meterla en mi cuca, esta posición me gusta mucho, cabalgo la verga mientras aprieto mis senos, me meto un dedo en el culo o le doy besos a mi cogedor. Ya elijo lo que hare después de estar sobre ella.

─¡así no veo nada! ─ era la vos de mi esposo, quedamos de frente  a él y no veía la penetración. Me levanto y le digo al compadre que se dé la vuelta, ahora si quedamos con los pies hacia él y podía ver cómo me iba entrando toda la verga por el coño.

Me baje despacito sobre el compadre hasta clavarme toda la verga por el coño, luego me acosté sobre él y comenzamos a darnos besos de lengua. La cabalgata la hice despacio pero la acompañaba con las apretadas de mis músculos vaginales. Corrobore en ese momento que mi compadre si estaba en abstinencia como me había comentado, porque se vino rapidísimo, su acabada fue abundante, sentía como el semen salía de mi coño rodando por mis labios vaginales.

El espectáculo que estaba viendo mi esposo de seguro lo tendría alucinando, viendo mi coño ensartado chorreando semen y flujos por todas partes. Yo me demore un poco más en acabar pero… solo un poco.

─ ¡HAY PAPI, PAPI! ¿VISTE COMO SE VINO EL COMPADRE EN MI COÑO? ¡SU LECHE ESTA RIQUISIMA! ¡CALIENTICA! ¡AAHHHAAA! ¡AAAHHHHH! ─ le decía a mi esposo mientras aumente la velocidad de mis movimientos.

El sonido «plof, plof » que hacia mi coño con las envestidas, producto de la leche del compadre, me pusieron en un trance de placer que me llevo al orgasmo pocos minutos después que el.

─ ¡UUHHH! ¡UUHHHUUU! ¡ME VOY PAPI! ¡QUE RICO TE SAQUE LA LECHE! ─ahora le hablaba al compadre mientras nos besábamos, no separábamos los labios así que literalmente le decía las frases dentro de su boca.

─ ¡HAY CARIÑO! ¡ME VOY, ME VOY! ─ Y fue mi turno de acabar, un orgasmo fuerte y largo me sacudió todo el cuerpo.

Nos quedamos ensartados y dándonos besos mientras nos recuperábamos, luego cuando me levanté, lo hice despacio y apretaba los músculos de mi vagina para que fuese saliendo el semen y quedara sobre la verga del compadre. Luego me di la vuelta y comencé a mamarle la verga mientras le quitaba todo los restos de semen había sobre ella.

Una vez le deje limpio de leche, nos vestimos y pasamos al asiento. Destapamos un par de cervezas y le pregunto a mi esposo.

─¿Qué te pareció cielo? ¿Te gusto el show?

─ ¡estuvo genial! ─ me contesto él y luego señalando su verga agrega ─. ¡Pero tengo este problema!

Me sonrió y comienzo a sobarlo por sobre el pantalón, pero después de un rato decido sacarle la verga, me acomodo acostada sobre sus piernas y comienzo a mamársela. El me dijo que desde afuera no podían vernos, así que me deje llevar por las ganas que tenia de mamarle la verga y darle placer.

El compadre no perdió el tiempo, y como yo estaba de lado con las nalgas hacia él, empezó a meterme mano en el culo y la cuca por sobre el pantalón mientras yo le hacia una mamada magistral a mi esposo.

Imagino que el show que le di a mi esposo cogiendo con el compadre, lo tenia de a toque, porque no se demoro mucho en correrse en mi boca.

Se la limpie con mi lengua al igual que al compadre y me acomode en mi puesto después de guardársela.  Seguimos bebiendo y charlando, el compadre no paro de meterme mano y me seguía sobando el coño por sobre el pantalón.

Separe  un poco las piernas y lo deje hacer mientras conversábamos tranquilamente, pero… después de tantos toqueteos, me tenía la pepita caliente, así que comencé a sobarle yo también la verga por sobre el pantalón, pero no hacía falta porque ya se sentía que estaba bien dura.

Como si estuviera haciendo lo quehaceres de la casa, mientras hablábamos, le fui soltando el pantalón y lo ayude a bajárselos hasta medio muslo, le sigo acariciando la verga pero esta vez ya fuera de su encierro podía masturbársela con comodidad.

Luego me bajo mi pantalón igual a medio muslo y me siento sobre su regazo.  El compadre fue guiando su verga y la fue incrustado en mi coño, como no podía apartar mucho las piernas, entro apretadita. Mi coño quedo con un guante sobre su verga, pero de los quirúrgicos que quedan bien ajustados.

El compadre me abraso por la cintura y yo coloque mis brazos alrededor de su cuello y comenzamos a darnos besos de lengua bien ricos. Mi esposo que nos observaba desde su puesto, me dice: ─ ¡estabas muy nerviosa de que te vieran, pero ahora estas como toda un puta clavada en la verga del compadre otra vez y delante de todo el mundo!

─¡siii verdad! ─ le contesto sonriendo ─, ¡es que el compadre con esa sobadera me volvió a calentar! ─ y terminando la frase, le estampo otro beso al compadre en la boca.

Ahora es el compadre quien me interpela.

─¡sí! ¿Cuál era el miedo de hacerlo aquí, si ahora estas ensartadisima en mi verga?

Prorrumpí con un largo suspiro, empujándome fuertemente hacia abajo para encajar toda la verga en mi coño, y luego le contesto.

─ Estaba nerviosa, pero después que mi esposito me dijo que no nos verían, me anime y se me paso un poco. Aunque te confieso que ahorita  me gustaría que me vieran así cogiendo como una puta ¡yo tengo una fantasía! ─le confieso de súbito ─. Aunque si hubiese tenido otro estilo de vida, más bien seria como un trabajo. ¿Cómo es eso? ─, me interrumpe el compadre ─. Me gustaría haber trabajado en un club de stripper. Pero mi show sería algo especial ─ Mi esposo dejo escapar una sonrisa. Hace algunos años, cuando yo le confesé esa fantasía, vino a colación porque casualmente un primo de él, que vive en la ciudad de Mérida. Estaba por comprar un burdel y llamo a uno de mis cuñados para que fuese su socio, y él a su vez, le propuso a mi esposo, que si se daba la compra, aceptaríamos mudáramos a esa ciudad para que nos hiciéramos cargo del negocio. ¡Se imaginaran la mar de fantasías que tuvimos imaginándonos la cantidad de puterias que haría con cuanto desconocido entrara al burdel! Habíamos acordado que yo trabajaría algunos días de incognito y si se podía, pondríamos cámaras escondidas para grabar el acontecimiento. Pero al final no se dio el negocio. ─ ¿Así? Mira pues que putica me resulto la comadre. ─ vuelve el compadre.

Le doy otro beso y continuo con la confesión ─ ¡sí! saldría a escena vestida con un baby dolls corset con liguero en color negro. Comenzaría bailando ─, y muevo mis caderas sobre la verga del compadre simulando el baile mientras le doy otro beso de lengua ─. Me movería así, muy sexi. Después me bajaría de la tarima y le iría bailando uno a uno a los hombres en el local «MMMM, MMMM meneo las caderas fuerte, otro beso de lengua» ¡pero aquí viene lo bueno! Mientras bailo, les voy sacando las vergas y se las voy mamando, se las pongo duras y luego me siento sobre ellas, les bailo, las acaricio con mis nalgas, y en el momento preciso… ruedo las pantaletas a un lado, y me voy incrustando la verga despacito mientras muevo mis caderas al ritmo de la música. Me la meto hasta las bolas y los dejo que me manoseen por donde quieran mientras me quedo recostada sobre ellos «MMMM, AAHHHH, suspiro fuerte y otro beso». Así, voy probando todas las vergas en el recinto. ─¡HAY COMADRE QUE FANTASIA TAN RICA─, intervino el compadre.

─ ¡AUN VIENE ALGO MEJOR! ─ le respondí, mientras hacía círculos con mi cadera y apretaba su verga con los músculos vaginales con besos de lengua incluidos ─. Cuando subo de nuevo a la tarima, ya han colocado un banco largo en el escenario. «Meneo de caderas y mucho flujo saliendo de mi coño, AAHHH, AAHHHH suspiro fuerte» subo dos chicos a la tarima, los que tengan las vergas mas grades, los hago sentarse en el banco, de frente con las piernas entrelazadas. Me termino de desnudar y me quedo solo con las medias y los zapatos de tacón, me subo sobre los hombres y les digo que acomoden sus vergas de forma que una me entre por el culo mientras la otra se va encajando en mi coño. ¡ME DEJO CAER SOBRE ELLOS! «AAAHHHH, AAAHHHAAA, movimiento de caderas descontrolado, y el orgasmo asechándome para atacarme en el momento menos esperado.

─¡YA VA, YA VA! ─ le digo, mientras le doy besos, ─ ¡DEJAME CALMARME, FALTA POCO!

Nos quedamos quieto un rato, pero no mucho. ─después de que me cogen así, y los dos acaban dentro de mí, viene el final del espectáculo. Me acuesto en la tarima e invito a todos los presentes a que me cojan por donde les dé la gana ─, en esta parte reanudo el movimiento de caderas y le sigo contando mi fantasía al compadre, me abandone al orgasmo para que hiciera conmigo lo que quisiera, lo azuzaba metiendo mi lengua en la boca del compadre, le decía una frase y la lengua, otra frase y la lengua ─. Así acostada en la tarima, me van metiendo sus vergas por el culo, el coño y les voy mamando a los otros que están esperando para penetrarme, me acaban por todos mis agujeros, trago leche sin cesar, desbordo semen por todos mis agujeros y con incontables orgasmos en mi cuerpo, termina el show. ─¡AAHAHHHH, AAHHHH, AHORA SI ME VOY PAPI,  ME VOY, DAME TU LECHE, AAAAAAAHHHHH! ¡AAAAHHHHHHHH!

Exploto en un orgasmo riquísimo, y mi compadre lo sazona con una gran acabada. Los latidos de su verga y la sensación de su semen saliendo, impregnando todas mis paredes vaginales, le dan el toque final para llevarme a un mar de placer indescriptible.

La amena charla con juego sexual, nos hizo la ruta menos tediosa. Cuando nos dimos cuenta, estábamos bastante cerca de nuestro destino. Nos arreglamos, pero antes tuve que darle una buena mamada al compadre para eliminar los restos de semen y flujo en su verga y la ingle, no queríamos que ocurriera otro accidente como cuando su esposa lo descubrió cogiéndome, aunque ella nunca supo que fui yo la que me disfrutaba su verga.

Entregamos la encomienda y el compadre pidió el baño prestado a la dueña de casa. Después nos comento que fue a lavarse un poco para estar seguro. Luego lo dejamos en su casa y seguimos camino a la nuestra.

No es necesario contarle que cuando llegamos a casa, antes de ir a buscar a nuestra hija a casa de mi madre. Mi esposo me llevo casi que arrastras a la casa, era su turno de disfrutarme y darme una buena cogida, cogerse a la puta de su esposa por el coño recién cogido y chorreando leche del compadre.

Clavo su verga en mí y se desborda el semen que ya ocupa mi coño. ─ ¡AHYY, ASI PAPI METEMELA DURO! ¿SIENTES COMO ME CHORREA EL SEMEN DEL COMPADRE?

─¡SI MAMI, DEMASIADO RICO─ y sigue dándome duro.

Yo con mis piernas levantadas y el pantalón a medio quitar, recibo esa verga como si estuviera entrando a la gloria.  Me coge como a una puta en un callejón a escondidas.

─¡DAME DURO PAPI, COGETE TU PERRA! ¡CASTIGAME POR PORTARME MAL! ¡AAAHHHHH! ¡ASI PAPI! ¡ASI BEBE! ¿ME BAS A CASTIGAR CADA VEZ QUE ME PORTE MAL?

─¡CLARO QUE SI PUTA! ¿TE GUSTA LA VERGA VERDAD?

─¡SI NEGRO! ¡ME GUSTA MUCHO! ─ le contesto mientras separo mis nalgas con las manos para facilitarle la cogida. Me daba golpes secos, arrancándome oleadas de placer y escalofríos por todo el cuerpo.

Lo saca y hace que se lo mame así impregnado de mis flujos y la leche del compadre, y una vez que se lo limpie, me dice…

─¡AHORA SI TE VIENE TU CASTIGÓ POR ZORRA!─ Me levanta de nuevo las piernas pero… ya se a donde se dirige con su verga. Siento el glande rozar mi esfínter y de una vez llevo mis manos a la nalgas para separarlas y dejar mi culo expuesto. Entro como un rallo, me dio un poco de dolor pero al instante ya lo estaba disfrutando como la puta que soy.

─¡AAHHHHHH BEBE! ¡ESTE CASTIGO SI ME GUSTA! ¿PERO SABES UNA COSA? ¡QUIERO LA VERGA DEL COMPADRE PARTIENDOME EL COÑO MIENTRAS ESTAS EN MI CULO COMO LA OTRA VEZ!

─¡TRANQUILA ZORRA QUE ESO YA LO ESTAMOS CUADRANDO!

─¡¡AAAHHYYY NEGRO! ¡NADA MAS IMAGINARLO YA ESTOY ACABANDO! ¡AAAAHHHHHHH! ¡AAAHHHAAAAA! AAAAAAA, AAAAAAA, AAAA!

Acabamos riquísimo, tuve mi cuarto orgasmo del día. Diferente, si. Porque era con mi esposo, aunado al morbo de la complicidad de nuestras aventuras.

P.D. con este relato, enviare nuevas fotos bernarda3000@hotmail.com

Quiero pedirle encarecidamente que no me escriban por otro medio que no sea mi correo. No contestare a ningún otro. También quiero dar las gracias, a todos los que me mandaron fotos de sus vergas.  A los que ofrecieron las fotos y nunca las mandaros. También les doy las gracias por leerme. Un gran beso para sus vergas, besos muchos besos para todos ustedes, mis íntimos lectores.