Una sumisa en el Camino de Santiago

Cómo una sumisa prepara un tramo del camino de santiago para complacer a su amo.

Una sumisa en el Camino de Santiago

Hace unas semanas mi amo me pidió que me reservara una semana de mis vacaciones para estar juntos. En un principio dudé. Nuestras relaciones de amo y esclava se limitaban a pasar unos buenos ratitos en habitaciones alquiladas, después cada uno a su casa.

Poco a poco fui haciéndome a la idea de dejar una semanita a mi familia y pasarla con mi amo. En cuanto se lo comenté vi en su rostro señales de alegria. Aquel dia le hice muy feliz y no me echó cera caliente en los pezones cuando llevaba las pinzas.

La excusa para pasar fuera diez dias fue un curso de inglés que subencionaba mi empresa. No podemos decir no al inglés y mucho menos a la disciplina inglesa (chiste fácil, lo siento)

En nuestra siguiente cita mi amo me comunicó dónde iríamos de vacaciones, yo pensaba que seria un lugar de la costa o como mucho las Baleares, pero no, mi sorpresa fue mayúscula cuando me comunicó que haríamos un tramo del Camino de Santiago

-Mira sumisa, no abras la boca si no es para chuparme la polla- empezó mi amo, con un tono de voz que no admitia réplica alguna- haremos el camino, no te      quejarás, cargarás con tu equipaje y este esfuerzo fortalecerá tu disciplina , para         mi será mas placentero y tu llegarás a unos niveles más altos de sumisión.

Con la mirada supliqué permiso para hablar. Unos ligeros cachetes me indicaron que primero tenia que chupar

Empecé a pasar la lengua por sus huevos, le encanta y se muesta més clemente, luego le chupé la polla de arriba a abajo, de abajo arriba , demostrando mi habilidad parar tagarme su polla entera. Me sacudió violentamente la cabeza, y se corrió en mi boca. Le limpié con la lengua, como tenia por costumbre y entendí que tenia su permiso para hablar.

-        Amo empecé- aun de rodillas y con las manos atadas- se me hará muy difícil hacer el camino con usted, caminar todo el dia y cumplir como a usted le gusta.

-        Por que putita?- replico mi amo- te gusta pasarlo mal, te gusta que use tu magnifico culo, el caminar será un ejercicio estupendo.

-        Después de caminar no podré servirle amo- contesté a la desesperada.

-        Si que lo harás putita- contesté- porque si no ya sabes lo que te espera.Pasaremos por bosques de abedules y avellanos y siempre podrás elegir la vara con la que deseas ser azotada por la noche. Te recuerdo que eres mi esclava y estás siendo insolente.

Sabia que habia sido insolente, sabia lo que me merecía y esperé lo que vendria a continuación.

Empezó a golpearme las nalgas con la mano, de momento no habia usado el temido citurón, yo no me movia y procuraba no lanzar gemido alguno. Empezó a tirarme de los pezones y a comprobar si estba caliente.

Muy a pesar mio estaba húmeda. Nunca entenderé porque me ponen los azotes y que me tiren de los pezones pero no lo puedo evitar. Después empezó a golpear suavemente mi coño completamnete abierto.

No puede aguantar más y empecé a suplicar que me dejara chuparle otra vez o que por favor me follara con lo que fuera un nabo, un pepino, una zanahoria...

Me soltó y empecé a lamerle con una zanahoria metida en el culo. Empecé por los pies, seguí rápidamente al interior de los muslos hasta sus huevos,le encanta que me ponga un huevo en la boca, y después el otro, continué por  su culo para finalmente acabar con un homenaje a su gan polla.

Acabamos la sesión.

Iba a ir al camino con mi amo

Pero a efectos prácticos debíamos cambiar alguna de las normas que regían nuestros encuentros.

En primer lugar y sintiéndolo mucho, la norma de ir sin bragas siempre que mi amo estuviera presente no la podia cumplir. Andar unos veinte kilómetros diarios sin bragas produce un gran escozor , llagas y otras lesiones que imposibilitan cualquier cosa que se quiera hacer después.

La segunda norma consistia en que las ataduras siempre las llevaba yo. En este viaje no podria usar ni esposas ni correajes con candados para atarme puesto que añadirian mucho peso. Decidí que con unos cuantos metros de cinta de seda ya nos arreglariamos.

La tercera norma es el uso del collar. Cada vez queme encuentro con mi amo me pongo un collar de perro. Soy un poco presumida y tengo de varios colores para que combine con la vestimenta , en todos ellos pone o puta, o sumisa, o cualquier nombre con el que mi amo se digne a nombrarme. Para ir por la calle me tapo el collar con un foulard. En el camino no podia ser, hace mucho calor y no se pueden llevar pañuelos.

Finalmente me decidí por un sencillo collar negro con las letras de puta chapadas en oro. Me lo podia poner al revés y mi amo accedió a que podia llevar escondida la correa del collar debajo de mi camiseta.

Otra de las normas es que mi amo tiene todo el derecho a exhibirme si a él le complace. Esta clausula en una gan ciudad no es demasiado humillante porque siempre estás rodeada de desconocidos .

Lo bueno que tiene el camino es que se hacen muchas amistades pero que caminas con las mismas personas , los mismos dias y más o menos el mismo número de kilómetros.

A mi amo le encanta que le dé el tanga húmedo en el metro o que enseñe las tetas al camarero que nos sirve en el restaurante, normalmente son personas anónimas, pero claro rodeada de conocidos es distinto. Finalmente decidimos que me exhibiria sólo ante una persona por dia.

Finalmente la norma de la vestimenta también la suavizamos. Para andar durante el dia siempre que llevara el collar, podía vestir lo que me pareciera más adecuado. Por la tarde, una vez limpia y perfectamente depilada debia ponerme el vestido negro de tirantes sin nada más.

El tema del calzado fue más duro de negociar. Mi amo quiere que vaya con zapatos de talón siempre que esté con él. Entiendo que es mi amo y tiene toda la razón pero no se puede andar con talones de diez centímetros por caminos de pueblo.

  • Muy bien putita- contestó- no quieres llevar zapatos de puta , pero sabes que      eres             una puta.

-Sí amo soy una puta pero no puedo romperme los tobillos y seguir caminando-             replique.

Entiendo pero para no llevar talones debes pagar una prenda, y ahora mismo sabes que mereces diez azotes por replicar. Rápidamente me cogió la pierna para escribir el la suela de mi zapato diez azotes.

Decidí no ser más insolente, fui rápidamente al lavabo del bar . Me desnudé y me pinté en las tetas diez azotes. Me hice una foto y se la mandé. A continuación con el cepillo que siempre llevo en el bolso me pegué diez veces por la parte de las puas (de esta manera el culo queda más rojo) y le envié otra foto de mi culo enrojecido.

Cuando llegué a la mesa que compartíamos estaba más calmado. Me recordó que no debia borrarme el castigo escrito en las tetas hasta el dia siguiente. Ya lo sabía y me limité a bajar la mirada.

Al final llegamos a un acuerdo y me permitió usar unas sencillas chanclas de goma por la tarde siempre y cuando mi manicura estuviera impecable.

  • De todos modos putita- me dijo mi amo- a la próxima insolencia vas a chupar     la polla de quien yo te diga, cuando te diga y donde te diga.

  • Si amo – repliqué con un ligero temblor de excitación.

Le besé los zapatos y nos despedimos.

Empezaríamos el viaje el próximo jueves.