Una Sorpresa, primera parte
El marido regala a su mujer un fin de semana especial, con sorpresa incluida.
Una Sorpresa, Primera parte
Hola, me llamo Isabel, tengo cuarenta y ocho años, y a pesar de mis añitos, me encuentro en plena forma y tengo un cuerpo, que sin ser nada del otro mundo, esta bastante bien y es de los que gusta, atrae y seduce a cualquier hombre que se precie. Soy atractiva, tengo un buen par de tetas, buenas piernas y un bonito culo, y trato de cuidarme haciendo ejercicio cada día para mantenerme así el mayor tiempo posible. Estoy casada, y Luis, mi marido, que tiene cuatro años mas que yo, también se mantiene bastante bien. Nuestra relación funciona bien y practicamos sexo con bastante frecuencia, hacemos jueguecítos, usamos juguetes eróticos, leemos libros sobre el tema, vemos porno y nos hacemos fotos y videos que luego vemos y disfrutamos juntos. Tenemos una mentalidad bastante abierta y hacemos todo lo posible porque la pasión no decaiga y la monotonía no anide en nuestra relación, aunque reconozco que no es lo mismo que antes, ya que siempre se produce un desgaste se quiera o no. pero aún así no nos quejamos en absoluto de como lo llevamos. En definitiva somos una pareja tradicional pero con una mentalidad bastante abierta, y en la cama nos esforzamos por sorprendernos y complacernos mutuamente para disfrutar mas y mejor y mantener la llama de la pasión siempre viva.
Algunas veces, cuando hemos estado con la cabeza y el cuerpo calientes, cachondos perdidos y con unas ganas de follar como locos, cuando el lenguaje se vuelve mas directo, lujurioso y obsceno, nos hemos preguntado o insinuado sobre si practicar algo diferente, algo distinto, como hacer tríos, intercambio de parejas, o si nos gustaría ver como folla tu pareja con otra persona, pero la verdad es que nunca hemos pasado de ahí, de simples comentarios cachondos en un momento de calentón, quizás por miedo, quizás por las posibles consecuencias posteriores, o simplemente por falta de decisión Y aunque hablado en esos momentos de excitación la cosa parecía tremendamente atractiva, luego en frio jamás hemos tocado el asunto, aunque pensamos que un poquito de morbo siempre viene bien y resulta muy excitante.
Llevámos casados bastantes años, y a pesar de haber tenido nuestros altibajos, como cualquier pareja imagino, no nos quejamos de como nos van las cosas en ningún sentido, incluido el sexual por supuesto, aunque como he dicho, a veces nos hemos hecho sugerencias o lanzado algunas indirectas en ciertos momentos de excitación por tratar de romper la monotonía y lo establecido tradicionalmente como normal o habitual.
Un día, mi marido me comento que quería hacer algo especial, y que me iba a dar una sorpresa, y yo le dije que me parecía muy bien y que estaba ansiosa por saber de que se trataba, pero el no me quiso decir en que consistiría dicha sorpresa, y ahí quedo el asunto. Así pasaron varias semanas, y aquello hasta se me había olvidado, cuando un buen día entro muy sonriente diciéndome que me preparara, que había llegado el momento, y que había reservado una habitación en un hotel para pasar una noche diferente. Ante sus repentinas palabras me puse algo nerviosa e impaciente, y comencé a arreglarme de inmediato. Me puse una falda bastante ajustada que se ceñía como una segunda piel, resaltando cada curva de mi cuerpo, una camisa de seda con un buen escote que mostraba generosamente buena parte de mis pechos, unas medias que realzaban sensualmente mis piernas, y unos zapatos de tacón. Y como ropa interior, solo llevaba un minúsculo tanga que apenas tapaba ligeramente mi coñito completamente depilado, ya que deje mis hermosas tetas libres y sin sujetador, con un dulce e insinuante bamboleo capaz de volver loco a cualquier hombre.
Una vez arreglados, nos fuimos al hotel que estaba algo alejado de la ciudad, junto a un lago con unas vistas increíbles. Aparcamos el coche en la puerta, y pasamos a la recepción, donde nos recibieron muy amablemente. Dejamos nuestros datos y nos dieron la llave de la habitación que estaba en la última planta, todo ello sin que el recepcionista dejara de mirarme descaradamente las tetas ni un solo instante. Subimos en el ascensor, y Luis, mientras me miraba de arriba a abajo con los ojos muy abiertos y cara picarona, me dijo. Cariño, siempre estas buenísima, pero hoy estas sencillamente espectacular, estas tremenda. ¿Has visto como te miraba las tetas ese chico?. Jajajaja, si, ya me he dado cuenta, me hubiera follado ahí mismo si hubiera podido, pero este premio no es para el, respondi yo. Acto seguido mi marido se abrazo a mi y me beso apasionadamente mientras apretaba su cuerpo contra el mio, y su mano se colaba bajo mi falda y acariciaba ligeramente mi coñito sobre el minúsculo tanga. Confieso que yo ya iba bastante predispuesta, pero ese beso y ese abrazo me terminaron de poner cachonda perdida. El ascensor se detuvo, y con ello nuestros cuerpos se separaron con desgana, y salimos con una sonrisa y una mirada insinuante. La habitación era muy amplia, la cama era de dos por dos y el sol entraba deslumbrante por la puerta de una terraza, en la que había una mesa y unos cómodos sillones de mimbre con mullidos cojines. Sobre la mesa había dos copas y una botella de champan metida en un cubilete lleno de hielo, y junto a ella un par de rosas rojas y unos bombones de chocolate. El día era radiante y el paisaje que se divisaba desde allí arriba era fantástico, lo abrace de nuevo y lo bese.
Después de admirar el paisaje desde la terraza, y ver con detenimiento la habitación, nos sentamos cómodamente en los sillones y abrimos la botella de champan. Así pasamos un rato en una amena charla, acariciados por el sol, ante aquel maravilloso e idílico paisaje. La temperatura fue subiendo entre sorbos de champán y una picara e insinuante charla, y yo ya veía los efectos de todo ello en el bulto que crecía bajo el pantalón de mi marido, estaba excitado, muy excitado y su polla lo delataba claramente. Yo no me quedaba atrás pues notaba como mi coño se iba calentando y humedeciendo por momentos también. Entonces Luis desabrocho mi camisa, dejando mis hermosas tetas libres para su goce y disfrute, y no se lo pensó un instante. Su boca busco frenética mis pezones que ya estaban duros, los chupo, los lamió y los mordisqueó, arrancando con ello mi primer gemido de placer. Ahhhhhhhhhhh que caliente me estas poniendo cariño, y mis manos se fueron directas hacia aquel bulto en su pantalón, y palpe su nada despreciable polla que estaba vibrante, caliente y tremendamente dura. Has visto como me pones mi amor, la tengo que me va a reventar, y tu eres la única culpable de ello. Le desabroche los pantalones y libere su hermosa polla, que quedó apuntando orgullosa y erecta al cielo. Oh que maravilla mi amor, no sabes como me gusta esta polla que tienes tan rica Ummmmmmm. Y diciendo esto cogí una copa de champan y metí su polla dentro, la saque de la copa y me la metí en la boca, saboreando aquella delicia impregnada en champan, fresca y caliente a la vez. Tenía un delicioso sabor agridulce, una mezcla entre el champan y los jugos producidos por su propia excitación. Ummmmmm que cosa mas rica, Diossssssss como me gusta comértela y sentirla tan dura y tan caliente en mi boca. Y me la metía hasta la garganta lenta y suavemente, y la volvía a sacar, para lamerla y chuparla de nuevo ante la mirada lujuriosa e incrédula de mi marido. Ahhhhhhhhhhhh que bien me la comes, Diosssssssss, siiiiiiiiiii, siiiiiiiiiii sigue asi, mi amor sigueeeeeeee joderrrrrrrrr que bien lo haces, siiiiiiiiiiiiii ahhhhhhhhhh. Y mientras el se moría de gusto con mi mamada, me cogía las tetas, me las tocaba, me pellizcaba los pezones y se retorcía de gusto en el sillón. Joderrrrrrrrrr paraaaaaa, paraaaaa mi amor paraaaa que me voy a correrrrrrrrrr Diossssssss paraaaaaaa, y saco su polla de mi boca. Uffffffffffff madre mía casi me corro. Eso es lo que quería, mi amor, deseaba toda tu leche en mi boca, anda dejame que siga, quiero esa polla y esa leche en mi boca y para mi. Tranquila me dijo, no tengas prisa. Ven vamos a la cama, y me cogió de la mano y me llevo hacia la cama. Me desnudo y se desnudo el también. Tumbate, me dijo. Y entonces cogió unas cintas y una especie de antifaz para dormir. Metió un par de cojines bajo mi culo para que este se elevara, y comenzó a atar mis piernas y mis brazos, extendidos y abiertos, quedando mi cuerpo como una gran X sobre la cama. Una vez atada, me puso el antifaz, a lo que yo proteste. No, no me pongas eso, quiero verte. No mi amor, esto se trata precisamente de que no me veas, solo que sientas y te abandones a las sensaciones. Me quede totalmente ciega, no veía nada en absoluto, y no sabia que hacía ni donde estaba. Sentí entonces su mano acariciar mis pezones, después mis caderas y mi vientre, muy, muy suavemente. Después su lengua recorrió mi cuello y mi oreja, se retiro, y de repente su polla rozaba ligeramente mis labios, y yo la chupe de nuevo con deseo, pero la retiro al instante, bajó hacia mi entrepierna y rozo con ella los labios de mi coño caliente y mojado. Diossssssss me estas poniendo mala, muy, muy mala, follame ya, follame por favor, métemela. Pero el no me hacia caso, y volvía a acariciar por aquí, y por allá, una y otra y otra vez recorriendo todos y cada uno de los rincones de mi cuerpo. De repente sentí de nuevo su polla en los labios de mi coño, los entreabrió y entonces empujo y se clavo en mi hasta el fondo.
Note como su polla gorda y dura, caliente y húmeda entraba y entraba y me penetraba por completo, metiéndose en mi hasta los huevos, lo que me produjo un placer indescriptible, y jadee con fuerza. Ahhhhhhhhhhh, siiiiiiiiiii siiiiiiiii asiiiiiii, follame mi amor, follame, dame esa polla que tanto me gusta, dámela todaaaaaa siiiiii así dame fuerte, asiiiiii siiiiiiii mas fuerte Ahhhhhhhhhhhh. Pero entonces la saco de golpe. Nooooooooo no la saques, dame esa pollaaaa, damela por Diossssss, no la saques. Pero hizo caso omiso a mis palabras, y pasaron unos larguísimos segundos en los que no ocurrió nada mientras yo estaba desesperada, ansiosa y caliente como una perra. Entonces apareció su polla de nuevo rozando mis labios, y yo la chupe de nuevo, desesperada y con ansia como una puta, pero me la volvió a quitar, mientras el se sonreía de verme así de caliente y ansiosa. Entonces fue su lengua y su boca lo que sentí en mis muslos, junto a mi coño, acariciando muy suavemente toda la zona, pero sin tocar mi coño. Yo estaba ya rabiando y me removía, tratando de llevar mi ardiente coño hasta su boca, y el se reía, y seguía lamiendo por las zonas contiguas, pero sin tocarlo. De repente ceso en sus caricias y dejo pasar nuevamente unos larguísimos segundos. Yo no sabia donde estaba ni que iba a hacer, y entonces sentí muy levemente un ligerísimo toque con la punta de su lengua en mi clítoris y di un respingo. Su lengua empezó entonces a moverse muy lenta y suavemente a lo largo de mi raja, de arriba a abajo, una y otra vez, y eso me estaba volviendo loca de gusto. El muy cabrón sabe como comerse un coño, y lo hacia a las mil maravillas. Diossssssssss siiiiiiiiiiiii comeme el coño, siiiiiiiiii asiiiiiiiiii joderrrrrrrrrr que bien lo haces cabrón, siiiiiiiiiii asiiii, sigueeeee, siiiii asiiiiiiiiiii. Me hubiera gustado apretar su cabeza con fuerza contra mi coño, pero estaba atada y bien atada de pies y manos, y solo podía retorcerme como una perra, ante el inmenso placer que me estaba dando. El siguió con su trabajo, y se ve que disfrutaba plenamente con ello, porque lo hacia cada vez mejor y con mas ganas. Ummmmmmm que coño mas rico tienes, me encanta comértelo, siiiiiiiii me encanta. Se volvía loco chupando, lamiendo, mordisqueando y metiendo su lengua dentro de mi, y yo estaba que no aguantaba, iba a explotar de un momento a otro. Siiiiiiiiiiiiii asiiiiiii, sigueeeeee, sigueeeeeee, siiiiiii asiiiiiiiiiii Diosssssssss me vas a matar de gusto, siiiiiiiii sigue, sigue, sigue, sigue siiiiiiiiiiiii no pares, no pares, nooooo asiii, asiiiiiiiii asiiiiiiii siiiiiiii siiiii siiiiii yaaaaa, yaaaaaa yaaaaaaa ahhhhhhhhhhhhhhhh me corrooooooooo cabrón, me corroooooo siiiiiiiiiiii ahhhhhhhhhhh, Y me corrí como una puta toda entera en su boca y en su cara, inundándolo por completo, pero el no paraba de chupar y de comérmelo, seguía y seguía y seguía, y así, me volví a correr de nuevo, una corrida incluso mayor que la anterior. Diosssssssss me corro otra vez, ahhhhhhhhhhhh siiiiiiiiiiiiiii siiiiiiiiiiiiii asiiiiiiiiiii no pares cabrón sigue, sigue, sigue, sigueeeee ahhhhhhhhhhhh siiiiiiiiiiiiiiiiii yaaaaaaaaaaaaa otra vez ahhhhhhhhhhhhh. Yo estaba ida por completo, dos orgasmos seguidos me habían dejado temblando. Entonces y sin mediar palabra, retiró su boca de mi coño chorreante, se incorporo y clavo su polla hasta el fondo en mi coño aun palpitante. Toma polla ahora, me dijo completamente excitado, toma toda mi polla ahííí hasta el fondo tomaaaaaaaa, tomaaaaa y empezó a embestirme como un animal, y yo me estaba volviendo loca de gusto, me retorcía, gemía, gritaba y pedía mas y mas y mas, y el me follaba salvajemente y empezaba a jadear como un animal encelado. Tomaaaaa, siiiiiii toma polla, tomaaaaaa asiiiiiii toda para ti, tomaaaaaaaaa. Ahhhhhhhhhh que gusto Diosssss, que coño mas rico tienes, ahhhhhhhhh me encanta follarte, siiiiiiiiiiii me encantaaaaa tomaaaaaa, tomaaaaaa puta, tomaaaaaa.
De oírlo tan excitado, mas lo que yo llevaba ya en mi cuerpo, estaba ida, completamente ida. Siiiiiiiiii dame fuerte, asíiiiiiiii, siiiiiiiii reviéntame el coño, dame, dame, dame mas fuerte asiiiiiiiiiiii siiiiiiiiiii vas a hacer que me corra otra vez cabrón, dame, dame, dame mas, mas, mas, quiero mas, mas, así, fuerte, dame mas fuerte, dame, dameeee ahhhhhhhhhhh que me corroooooooo cabrón que me corroooooo otra vez siiiiiiiiiii ahhhhhhhhhh. Y mientras yo me corría, el empezó a jadear mucho mas fuerte a la vez que explotaba en mi interior, Ahhhhhhhhhh, me corroooooooo, puta me corroooooooo, toma, tomaaaa tomaaaaaaa ahhhhhhhh siiiiiiiiiii tomaaaaaaaaa ahhhhhhhhhhhhhhh toma mi leche tomalaaaa todaaaaaaaa para ti, para tu coño, toda para ti, ahhhhhhhhhhh siiiiiiiiiiiiii. Y mientras yo me seguía corriendo con el, sentía sus abundantes chorros de leche inundar mi coño, mientras el seguía follándome hasta que no pudo mas, hasta llenarme el coño de leche, hasta caer exhausto sobre mi, sobre mis tetas, mientras su polla, ya inmóvil, palpitaba con fuerza dentro mi, mientras arrojaba sus últimas gotas de leche. Y así permaneció jadeando y con la respiración muy alterada durante unos minutos sobre mi, y dentro de mi. Joderrrrrrr que polvazo me has echado mi amor, me he corrido como una perra tres veces, y a cual de ellas mejor, aún me tiembla todo el cuerpo, ha sido una maravillosa sorpresa. Pues solo acabamos de empezar, me dijo con voz aún jadeante, mientras se incorporaba y sacaba su polla chorreando del interior de mi agradecido y mojadísimo coño. Yo seguía atada y con los ojos tapados sin ver absolutamente nada. Vino hacia mi, me beso, y me dijo, chúpamela, quiero que la pruebes con los jugos y la corrida de ambos, y me la puso en la boca. Yo por supuesto no me negué a ello, y comencé a chuparla y a degustarla suave y delicadamente pero con ganas…. Así me gusta, así, eres increíble chupándola, joderrrrrr que gusto me das, y verte haciéndolo me pone como una moto. Y yo se la chupaba con deleite mientras sentía como mi coño iba derramando lentamente parte de la gran cantidad de leche que me acababa de echar. Y en esas estaba yo, cuando de repente note que algo suave y caliente rozaba por fuera mi coño empapado, di un fuerte respingo, y chille..¡¡¡¡¡Ahhh que es esto!!!!!, No te preocupes mi amor, tu sigue chupándola, relajate y disfruta, ¡¡¡¡¡¡Pero que dices!!!!!!...Que sigas chupándomela. Y me cogió la cabeza y empujo hasta meterme la polla casi entera, trate de protestar, pero el no me dejaba sacárla. Y aquello seguía acariciando mi coño.
Era una lengua, y no la de mi marido obviamente. Estaba entre asustada y sorprendida, pero el cabrón que fuera, sabia hacer bien su trabajo, sin importarle en absoluto como me chorreaba a raudales la leche que me acababa de echar mi marido, y la verdad es que me estaba dando un gustazo que me moría, y eso fue a mas y mas, y ya no era solo una lengua, sino una boca muy caliente la que me comía el coño como nunca antes lo habían hecho. Por fin pude sacar la polla de mi marido de mi boca un instante, lo suficiente para jadear y gemir como una guarra. Ahhhhhhhhh Diosssssss pero que es esto, madre miaaaaaaaa, joderrrrrrrrrr me muero de gusto ummmmmmm. ¿Te gusta? ¿Te gusta como te están comiénto el coño? pregunto mi marido. Siiiiiiiiii ya lo creo que me gusta, Ummmmmmmmmmm, me esta volviendo loca, quien es, por Dios...Ahhhhhhhhh pero que no pare, por favor, que no pare, nooooooo Ahhhhhhhhhhh Diosss que boca tiene. Ahhhhhh me esta volviendo loca, Sigueeeeee, sigueeeeee, sigueeee Ahhhhhggjhhhh, vas a hacer que me corra otra vez Diossssssss no pares, sigue asiiiiiiii asiiiiii siiiiiiiiii ahhhhhhhhhhhhh cabrónnnnn que me corroooooooo otra vez siiiiiiiiii, siiiiiiiiii yaaaaaaaa, yaaaaaaaaa, ahhhhhhggghhghhh. Y me corrí como una perra por cuarta vez, mientras mi marido se reía, y me ponía de nuevo la polla en la boca. El tipo, siguió lamiendo y chupando mi coño un poco mas y por fin se retiro dejándome temblando y jadeando. Yo estaba en otro mundo, pero sentí como se incorporaba en la cama, se situaba entre mis muslos, me los abría por completo con sus fuertes brazos, y entonces fue cuando sentí “aquello”, algo caliente, mojado, suave y enorme que trataba de entrar en mi coño. El tipo lo movió de arriba a abajo entre los labios de mi coño, buscando la entrada, y al encontrarla, empezó a empujar suavemente. Me dolía, pues aquella polla era enorme, pero finalmente consiguió meter su enorme cabeza dentro de mi, y yo chille... Ayyyyyyyy cabrón que me lo rompes hijo puta, y mi marido reía y me decía.. relájate y sigue chupándomela. Una vez metida la enorme cabeza de aquella impresionante polla, el tío empezó a empujar lenta, muy lentamente abriéndose paso dentro de mi, y aquello entraba, y entraba, y entraba y parecía no tener fin, creí que me iba a reventar el muy cabrón, aquello tenía que medir más de 25 cm y era gorda como un brazo, Diosssssss que pedazo de polla tenia aquel hijo puta, jamás había visto y mucho menos había sentido algo así, pero el muy cabrón poco a poco me la metió entera hasta los huevos, y entonces empezó a sacarla lentamente, y de nuevo a meterla, y así una y otra, y otra, y otra vez, muy lenta y suavemente, hasta que mi coño se fue adaptando a aquella enorme polla poco a poco, algo que también facilito lo mojadísimo que estaba entre mis fluidos, mis corridas y el polvazo que me acababa de echar mi marido. El dolor inicial fue dando paso a un gustillo que iba aumentando lentamente, hasta que el vio que ya no me quejaba, sino que al contrario aquello me iba gustando y mucho, y entonces fue aumentando la fuerza y la frecuencia de sus embestidas hasta que finalmente empezó a follarme de verdad, metiéndome aquel pedazo de polla con fuerza y hasta los huevos, y yo la sentía llegarme hasta el fondo, muy profundamente, hasta las entrañas, y entonces fue cuando yo empecé a sentir un placer como pocas veces había sentido. A cada embestida se me movía todo el cuerpo y las tetas me bamboleaban como locas, mientras yo jadeaba, como una puta como podía, con la polla de mi marido en la boca, entre chupada y chupada, y el mientras tanto me decía..¿Te gusta? ¿Te gusta como te están follando mi amor? ¿Te gusta sentir ese pedazo de polla dentro de ti?. Siiiiiiiiiiiiiii, me gusta mucho, me encantaaaa.. Joderrrrrrrrrr me esta destrozando, me va a reventar, siiiiiiiiiii me va a reventar Diosssssssss que pedazo de polla tiene el cabrón, madre mia, pero que no pare. No, nooooo, no pares, clavamela hasta el fondo, siiiiiiiiiiiii, asiiiii, sigue así, follameeeee, follameeeeee, no paressssss, dame, dame mas, mas, mas, quiero mas siiiiiiiiiiii asiiiiiiiiiiii Diosssssssss. quiero sentir esa polla dentro, muy dentro de mi siiiiiiiiiiiiiiiiiii, sigue, sigueeeeee, asiiiiiiiiiii…...pero soltadme por favor soltadme, quitádme las correas…quiero estar libre. Vale, me dijo mi marido, pero con la condición de que no te quites el antifaz bajo ningún concepto. Siiii, siii de acuerdo siii pero soltadme. Y Luis me quito las ligaduras dejándome libre por fin, entonces me dijo que me pusiera de rodillas a cuatro patas sobre la cama, momento que aproveche cuando sacaron aquella enorme polla de mi coño, para cogerla con mis manos. Quería tocarla, palparla, acariciarla…..sentirla.
La cogí con ambas manos y no podía cubrir con ellas ni su longitud, ni su grosor, era enorme y estaba muy mojada, la acaricie con verdadera ansia en toda se extensión, de arriba abajo como si la masturbara mientras decía…Diosss mio que pedazo de polla, que maravilla y que suave, caliente y dura que está joderrrrrrrrrr, ummmmmmmm me encanta, y no pude reprimir el deseo de chuparla, así que me la metí en la boca, me costo trabajo, apenas me entraba de lo gorda que era, y solo pude meter el enorme capullo y poco mas, pero chupar aquello fue una verdadera delicia y casi me corro de gusto al hacerlo, y entonces pensé para mis adentros, pero mira que eres puta. Pero es que aquella cosa no era normal, aquello no se veía todos los días y mucho menos se podía disfrutar. Mi marido me miraba mientras se la chupaba a aquel tio y me dijo...Se ve que te ha gustado el regalíto eh, pero ya está bien, ponte como te he dicho a cuatro patas sobre la cama, y me la saco sin mas de la boca cuando mas entusiasmada estaba. Me hubiera gustado estar un buen rato chupando aquella maravilla y poder disfrutarla plenamente hasta que hubiera explotado en mi boca y me hubiera inundado de leche, pero obedecí muy a mi pesar y me puse de rodillas a cuatro patas, y al instante tenia a mi marido delante de mi dándome su polla de nuevo en la boca, y al otro tipo encajándomela de nuevo en el coño por detrás, pero esta vez, aunque apretada, entro con mucha más facilidad. Cuando me la metió, aquel tipo me cogió por las caderas y empezó a darme polla fuerte, duro y rápido, y a cada empujón mi cuerpo se movía y la polla de mi marido me entraba hasta la garganta, lo que me atragantaba, pero a el le producía un enorme placer y jadeaba como un animal…asiiiiii chupamela como tu sabes, asiiiiiiii, entera hasta los huevos, asiiiiiii trágatela entera siiiiii asiiiiiiiii ahhhhhhhhhhhhh pero que puta eres, siiiiiiiiiiii sigueee sigueee asiiiiiiii que ya estoy casi a punto otra vez ahhhhhhhhh. Yo estaba como loca con aquellos dos machos dándome caña a la vez, y sentía sus pollas entrar y salir de mi con un ritmo frenético, haciéndome volar, mientras ambos jadeaban de placer. Aquella enorme polla que tenia clavada y bien apretada en mi coño, se deslizaba con fuerza y velocidad dentro de mi, y me estaba subiendo literalmente a los cielos, y el muy cabrón parecía no cansarse nunca y seguía y seguía follándome sin parar. Me volví a correr otra vez y el coño me chorreaba abundante con la corrida, pero el tio no paraba y continuaba dándome mas y mas y mas, me seguía follando fuerte sin parar y me volví a correr un par de veces mas, y el hijo puta no paraba de follarme. Las piernas me temblaban y casi no me aguantaban, y en esas mi marido jadeo con fuerza Ahhhhhhhhhhhhhh sigueeeeeee sigueeeeeee no paressssss me corroooooooooooo ahhhhhhhhhhhhh toma, toma, tomaaaaaa guarra tomaaaaa, y su polla empezó a lanzarme chorros de leche caliente en la boca que me llegaban a la garganta mientras el sujetaba con fuerza mi cabeza contra su polla para que no me perdiera ni una gota. Apenas si podía respirar, y no me quedo mas remedio que tragar y tragar y tragar leche y mas leche que ya me chorreaba por la comisura de los labios. Y mientras estaba recibiendo en mi boca toda la leche de mi marido, sentí jadear al otro tio, fue como un gemido inhumano, fuerte y grande como su polla, y sus embestidas fueron mas intensas, mas fuertes y profundas aún. Diossssss creí por un momento que su polla me iba a llegar a la garganta, y entonces entre gemidos y fuertes embestidas, aquella enorme polla empezó a descargar copiosamente toda su leche en lo mas profundo de mi coño. Todo iba en consonancia con el tamaño, y sus enormes chorros de leche los notaba uno tras otro llenándome por dentro, se estuvo corriendo un buen rato en mi, dentro de mi, echándome leche y mas leche a chorros, aquello no era normal, no, no lo era, y al sentir aquello dentro de mi me volví a correr con el como una puta. Me corrooooo, me corrooooo otra vez, Oh Diossssssssss siiiiiiiiiiii siiiiiiiii asiiiiiiiiiii dame, dame tu leche cabrón, si dámela toda, asiiiiiii la quiero toda, mas, mas, dame mas, mas, asiiiiiiiiiii. Siiiiiiiiiiiii Ahhhhhhhhh. Finalmente se quedó quieto, tembloroso y jadeando como una bestia clavado hasta el fondo en mi, y su enorme y dura polla palpitaba con fuerza y parecía brincar dentro de mi. Por fin, la saco, y mi coño empezó a vomitar leche a raudales, estaba muy dilatado y la leche chorreaba y goteaba desde sus labios entreabiertos y chorreaba sin parar por mis muslos impregnándolo todo. También había tragado una buena cantidad de mi marido, pero parte me había chorreado por la comisura de los labios, la barbilla y me había chorreado hasta las tetas. Me deje caer sobre la cama, agotada y temblorosa, pero tremendamente satisfecha, ni se cuantas veces me corrí, estaba llena de leche por todos lados, y todo mi ser olía y sabia a leche y a macho, aquello fue una verdadera pasada, jamas lo olvidare.
Me quede adormilada, y no se cuanto tiempo pase en ese estado, pero si que fue un buen rato. Me despertó mi marido con una copa de champan diciéndome.. Hola mi amor, que tal estas, te apetece un sorbito de champan. Si dame una copa, le dije, tengo en la boca de todo, te has pegado una buena corrida en ella, aún me sabe a polla y a leche, me has hecho que me la trague casi toda. Pero a ti te gusta ¿verdad?, me dijo. Además no es la primera vez que lo haces, pero dime, ¿te ha gustado la sorpresa?. Joderrrr no me lo esperaba, y el tamaño de su polla es bestial, me ha dejado hecha polvo, pero Diossssss como me ha hecho disfrutar el muy cabrón, ¿Quién es?, me gustaría saberlo. Lo siento mi amor, pero eso no podrá ser, eso era parte del trato. Y diciéndome esto me cogió de la mano y me llevo a la terraza, me puso sobre la mesa, me abrió de piernas y comenzó a comerme el coño otra vez. Ummmmmmm mi vida, como empieces así la vamos a liar otra vez, sabes que me encanta que me coman el coño, que me vuelvo loca con ello y me pongo a mil.. Ahhhhhhhhhhh que bien me lo comes mi amor, siiiiiiiiiiiii sigueeeeeee, sigueeeeeee, joderrrrrrrrrr que bien me lo haces. Dame tu polla cariño que yo también te la quiero comer. Echamos los cojines al suelo, el se tumbo sobre ellos y yo me puse encima con mi coño sobre su boca, le cogí la polla y empece a chupársela con deseo. Reconozco que hasta entonces la polla de mi marido me parecía bastante grande, pero después de la hermosura que había tenido alojada en mi boca y en mi coño, ahora la de mi marido me parecía bastante pequeña, pero me seguía gustando, y lo pensaba hacer disfrutar y mucho, por el buen regalo que me había hecho. Así que puse todo mi empeño en chupársela como nunca. El a su vez se estaba esmerando conmigo y me tenia ya en el séptimo cielo. Ahhhhhhhhhhhh que gusto me das, siiiiiiii, si sigues así me voy a correrrrrrrr vida mia, aghhhhhhhhhh eres un verdadero experto comiendo coños siiiiiiiiii sigueeeeeee sigueeeeeee asiiiiiii siiiiiiiiiiiiiii. El también jadeaba ya ante mis caricias, y su polla me llegaba hasta la garganta, y la degustaba a placer. Joderrrrr mi amor como me la estas comiendo hoy Diossssssss que gusto, Ummmmmmmm que maravilla, siiiiiiiiiiii asiiiiiii chupala, siiiiii chupala todaaaaaa, todaaaaaaaa ahhhhhhhhhhh Diossssssss. Yo ya estaba a punto de correrme, no aguantaba mas… Ahhhhhhhhhh me voy a correrrrrrr mi amor ahhhhhhhh siiiiiiii me corrooooooo mi amor me corrooooooooo, no pares no, no, no pares ya, ya, yaaaaaa me voyyyyy yaaaaaaaaaa agghhhhhghhhhhhh y me corrí como una bestia en su boca llenándosela con mi corrida, y esta vez fue el quien se la trago toda. El estaba también a punto, yo se lo notaba, pues su cuerpo se retorcia, se enervaba y jadeaba como un animal. Ahhhhhhhhh, siiiiiiiiiii asiiiiiiiiiiii siiiiiiiiiii Diossssssss que buena eres chupandola Ahhhhhhhhh, siiiiiiiiiiiii asiiiiiiii, Ahhhhhhhhhh, me corrooooo, me corroooooo ya, ahhhhhhhhh siiiiiii yaaaaaaa tomaaaaa tomaaaaaaaa tomaaaaaaaa ahhhhhhgghhhh y me volvió a llenar la boca de leche, y yo trague y trague y aguante hasta que le salió la última gota.
Nos sentamos un rato en los sillones, ambos desnudos y contemplando el paisaje mientras charlábamos desenfadadamente. Yo le decía que me había sorprendido mucho lo que había ocurrido ese día, y que la actuación de ambos había sido como muy natural, a pesar del susto inicial que me había llevado cuando note el primer contacto del desconocido en mi coño, ya que no lo esperaba. Le insistí para que me dijera quien era, pero el se volvió a negar, diciéndome nuevamente que no podía ser.
Estaba cayendo el sol en el horizonte lentamente, y la vista era fantástica, entonces el se levanto, me cogió de la mano y me llevo hasta la barandilla, y me dijo que me apoyara sobre ella, entonces se puso detrás de mi, me separo ligeramente las piernas y me metió la polla que nuevamente estaba bien dura y con ganas de coño, y empezó a follarme de nuevo, y yo a gemir desde que la sentí dentro de mi. Me incline mas sobre la barandilla para ofrecerle mejor mi coño y que el me penetrara mucho mejor y mas profundamente. Entonces me cogió por las caderas y empezó a darme fuerte y duro, y su polla me entraba hasta los huevos haciéndome sentir un placer increíble. Una de sus manos la llevo hasta mis tetas y empezó a tocármelas, apretármelas y a pellizcar mis pezones, y eso disparo aún mas mi placer, y ya jadeaba como una perra Ahhhhhhhhhh mi amor que bien me follas, me encanta sentirte dentro de mi Diossssssss que gusto me das, Ummmmmmm siiiiiii sigue así amor mio, sigue, sigue asiiiiii, no pares, dame fuerte, muy fuerte, mas fuerte, Y el me embestía con fuerza y mis tetas se movían como locas. Diossssss como me gusta follarte, mi amor, me decía, tienes un coñito verdaderamente delicioso Ummmmmmmmm que cosa mas rica tienes aquí, que gusto me das, tomaaaaa vida mia, toma polla, siiiiii toma polla ahhhhhhhhh. Siiiii dame, dame , dame fuerte quiero esa polla dentro de mi, le decía yo, dame fuerte mi amor, reviéntame el coño asiiiiiiiiiii siiiiiiiiiiii vas a hacer que me corra mi amor. Yo ya estoy a punto, siiiiiiii me voy a correrrrrrrrr siiiiiiii te lo voy a llenar de leche otra vez siiiiiiiiiii yaaaa yaaaaa ahhhhhhhhhhhh tomaaaaaaaaa tomaaaaaaa, ahhhhhhh tomaaaaaaaaa ahhhhhhhh…Y su polla empezó a lanzarme su leche chorro a chorro, mientras el seguía jadeando y empujando. Siiiiiii así, correte en mi, dámela toda, quiero toda tu leche siiiiiiii asiiiii dámela toda ahhhhhhhhhh que gusto mi amor siiiiiiiii correte en mi siiiiiii. Dio unos cuantos empujones mas, se quedo unos instantes con su polla palpitando en mi interior y me la saco. Pero cuando me fui a volver me dijo , espérate un momento, quédate tal y como estas, no te muevas. Yo no comprendía que quería, pero le hice caso. Y entonces me cogió de nuevo y me volvió a abrir las piernas, yo no sabia que quería hacer, pensé que me la quería meter de nuevo, y me puse otra vez en posición, agachándome de nuevo para que me entrara mejor, y efectivamente eso era lo que quería, pero,…. no era el….era nuevamente el tio de la polla enorme, y nuevamente, con mi coño chorreando leche, me la metió hasta los huevos con cierta facilidad, aunque seguía entrando muy apretada. Nada mas metérmela, jadee fuerte como una perra al volver a sentir aquella maravilla dentro de mi, me agarre a la barandilla, y deje caer mi cabeza abandonándome a lo que ya sabia se me venia encima, y yo estaba deseando. Diosssssss como me gustaba aquella polla.
El empezó a follarme con fuerza, me embestía como un toro el muy cabrón, y hacia que me temblaran las piernas desde el primer momento. Ahhhhhhhhh que pedazo de polla tienes Diossssss mio, como me gusta, siiiiiiiii dame, dame asiiii fuerte, Siiiiii dame fuerte, mas fuerte, dame masssss, quiero polla, dame polla, siiiiiiiiiii dame esa polla aahhhhhhhhggg reviéntame cabrón, me vuelves loca, loca, loca ahhhhhhhhggg. Y el me follaba y me follaba cada vez mas rápido y cada vez mas fuerte, no hablaba, pero ya jadeaba de placer también, y siguió dándome mas y mas y mas, y a mi me temblaban las piernas que ya no me sostenían y me escurria, pero el me sujetaba y me levantaba de nuevo sin parar de follarme. Ahhhhhhhhh Diosssssssss me vas a reventar, me vas a matar cabrón, No paressss, sigue follandome, masss, masss, quiero masss, sigue siiiii sigue asiiiii cabron asiiiiii siiiiiiii sigueeeeeeee ahhhhhhhhhhh me corrooooooo siiiiiii me corrooooooo ahhhhhhhhhhhhhhh. Y me corrí como nunca y el coño me chorreó hasta formar un charco a mis pies, y el seguía follándome y follándome sin parar, y yo ya ni veía, tenia los ojos en blanco y las piernas se me doblaban, solo el me sujetaba mientras seguía follándome duro y mas duro y mas fuerte y entonces la voz se le quebró, y salio ese animal que llevaba dentro, y gritó, y gimió, y jadeó y su polla volvió a llenar mi coño con interminables chorros de leche caliente, muy, muy caliente, la sentía dentro, muy dentro de mi, la sentía llenar, inundar mis entrañas y al sentirla, nuevamente me corrí con el como una puta. No me lo podía creer, aquel cabrón hacia de mi lo que quería y me llevaba a donde nadie antes me había llevado.
Siguió embistiéndome con fuerza pero cada vez mas pausadamente hasta que dio una ultima y fuerte embestida y se quedo allí, bien clavado en mi hasta los huevos, hasta lo mas profundo e intimo de mi ser, y yo sentía la tremenda fuerza de aquella enorme polla palpitar y vibrar dentro de mi, y me volví a correr por mis temblorosa piernas abajo sin poderme controlar. Diossssssssss. jamas antes había sentido nada igual. Cuando me la saco, no tuve fuerzas ni para girarme y mirarlo, me agarre como pude a la barandilla y me fui resbalando y desplomando poco a poco lentamente hasta caer al suelo con todo mi cuerpo temblándo, y mi coño convertido en una fuente de jugos y de leche, mucha, mucha leche que se derramaba lentamente y suavemente empapándome y formando un gran charco en el suelo. Así, tirada en el suelo y medio inconsciente, gire como pude ligeramente la cabeza para verlo, pero ya no estaba el, solo estaba mi marido, mirándome con los ojos muy abiertos, incrédulo, absorto, y completamente perplejo.