Una Sorprendente Experiencia.

Una tarde en casa delante del ordenador, se convierte en una sorprendente experiencia. Para mi el mejor de mis relatos. Espero sus comentarios.

Llevaba tiempo sin hacer nada de nada. La verdad que me tiraban mas las tías, pero me encanta también una buena polla juguetona. Soy un chico abierto a nuevas experiencias y había tenido ya experiencias con chicos pero aquella tarde iba a suponer un punto de inflexión en mi sexualidad.

La verdad que no me esperaba que todo fuera a suceder de esa manera. Mi chica, con la que vivía hacia tres años, trabajaba mucho, demasiado… y eso hacía que folláramos más bien poco, en parte por su desapetencia al estar tan absorbida por su trabajo, en parte por mi, cada vez más creciente, curiosidad hacia los chicos.

En fin… como estaba contando, la tarde la había previsto para estar en casa tranquilo, con mis juegos de PC, mirar el correo y también tenía previsto como no… calzarme una buena paja viendo porno.

Al cabo de un rato estaba abriendo páginas porno y estaba chateando con otros tíos “con mis mismas inquietudes”. Poco a poco la excitación me fue subiendo, derivando unas páginas a otras y de estas a otras más…

De pronto, sonó el aviso de un mensaje en el chat. Atendí en seguida, como suele pasar con estas conversaciones y tras comentarnos nuestras edades, descripción, etc.… centramos el chateo en los gustos de cada uno y en la morbosidad del sexo con otro chico. Mi compañero de juegos se llamaba Carlos y yo me hice llamar Juan, por dar mi verdadero nombre.

Ambos teníamos poca experiencia con chicos, se había reducido a unos magreos torpes y nerviosos con un compañero de fatigas. Decidimos darnos el contacto y pasar la conversación a través de una plataforma con video-llamada, así podríamos vernos y excitarnos aun más.

Ahí estábamos, con la imagen de mi compañero puesta en el PC, vista la mía en una ventanita pequeña y en gayumbos. Nos habíamos cambiado direcciones de páginas con imágenes y videos de alto contenido sexual y explicito y estábamos excitados. De pronto, deje de ver la imagen. Oía lo que me decía por los altavoces pero no podía ver. Empecé a intentar recuperar la imagen con la cámara pero nada… imposible. No se veía nada. Mi amigo empezaba a impacientarse…

-          Mira las conexiones a ver qué pasa!!!... decía un poco exaltado.

-          Espera un poco… dame unos minutos….

Me levante de la silla y empecé a tocar las conexiones y las clavijas que tenía el ordenador. Reconozco que nunca he sido muy bueno con estos aparatos.

En un instante…. Toqué un cable negro grueso, que entraba a mi PC con una clavija negra de plástico y que tenía dos puntitas metálicas… le pasé los dedos y zas!!!

Sentí como mi cuerpo se quedaba sin peso, como si se desvaneciera, se gasificaba como la canción de mecano. La cabeza entro en una espiral oscura. Apenas veía a nada. Hasta que, de entre la oscuridad, empezó a aparecer la imagen de alguien. De una persona fornida, con el torso descubierto, alta, cabello corto y bien parecido. Su voz atrajo mi atención:

-          ¿Estas bien? ¿Te encuentras bien?

-          Si, si… creo que sí. – contesté. ¿Qué ha pasado?

Estaba como aturdido. Poco se me fue pasando el aturdimiento. Mi sorpresa fue mayúscula cuando mire a la persona que me hablaba y me di cuenta que era él. El chico del chat.

-          Joder tío!! Me sobresalte. ¿eres tú? ¿Cómo has llegado tu aquí? Estas en mi habitación.

-          No no no … jejeje. Tú estas en la mía!.

Mire a mi alrededor, y me di cuenta que tenía razón. Efectivamente este no era mi cuarto. Mas aturdido aun, sorprendido, quise encontrar sentido a aquello.

-          Pero… ¿Cómo es posible? Yo hace un minuto estaba en mi cuarto y…. - intentaba encontrar una explicación lógica.

Relájate… simplemente, continuamos con nuestro juego pero el uno junto al otro. Carlos me tenía entre sus brazos y para que me relajara comenzó a jugar con su mano en mi pecho, a acariciarlo, haciendo círculos en mis pezones. Su boca se acerco a la mía. Sus labios eran suaves y dulces. Se juntaron y Carlos comenzó a lamer mi cuello a la vez que su boca abría la mía para que nuestras lenguas se juntaran. Yo me sentía contrariado. Nunca había besado a un tío pero lo hacía como si fuera de lo más común.

Fruto de esos besos, de las caricias de sus manos en mi cuerpo, me volví a excitar. Yo respondía a sus besos con juegos de mi lengua con la suya mientras mis manos apretaban aquel cuerpo fornido y musculado que tenia junto a mí.

Me recostó en la cama boca arriba. Se coloco encima de mí. Su lengua pasó del morreo que nos estábamos dando a centrarse en mi cuello, en mis pezones… volvía a mi boca… usaba sus manos para darme pequeñas caricias en mis brazos, mi pecho… y lo mejor… se encontraba sentado sobre mi cintura haciendo que sus muslos apretaran mi polla sobre mis slips. Era un perfecto conocedor de mis debilidades, era como si supiera lo que quería.

-          Ufff tío… me estas volviendo loco.- le susurré.

-          Relájate.-

-          Uffff…. Carlosssss

Quise ser yo el que le devolviera las caricias. Cambiamos las posiciones y pase a recorrerlo con mi lengua, mi boca lamia cada centímetro de su cuerpo. Le propine un beso en su pequeña boquita que nos hizo estremecer. Mi mano buscaba su pecho… bajaba a su ombligo jugueteando con el… haciendo circulitos… deslizando un dedo por el hilito de vello, que como hormigas, se perdía en el interior de sus bóxers negros. Baje mi mirada hacia el recorrido que llevaba mi mano y descubrí un magnifico bulto, remarcado, en su entrepierna.

Sin pensármelo, introduje mi mano izquierda en aquella oscuridad, busque el cilindro que guardaba y lo abracé con ella, lo apreté… lo recorrí descubriendo su humedad y su calor. Debía tener un tamaño magnifico, notaba al tacto las venas que lo recorrían desde la base y como su glande estaba totalmente al descubierto. Mis caricias estaban provocando que Carlos suspirara y respirara de forma profunda. Estábamos encantados.

Mi boca bajo a su ombligo a hacer el mismo juego que unos minutos antes había hecho mi dedo índice. Mi lengua recorrió el vello hasta su bóxer y empecé a mordisquear aquella polla por encima del bóxer. Tenía un sabor salado, olía a hombre. A sexo. Mordisqueaba su polla desde su nacimiento hasta su capullo mientras mi mano la apretaba.

Carlos se deshizo de la mordaza de  su polla y se bajo los bóxers dejando al descubierto su polla. Ahora me encontraba sentado en la cama lamiéndola desde la base, dando pequeños lametones en todo el recorrido hasta la punta.  Sin dudarlo, superexcitado, me metí en la boca su polla. Mis ojos miraron al techo buscando su cara. Tenía los ojos cerrados y estaba disfrutando con mis caricias. Sus manos agarraron mi cabeza y la llevaron a introducirse toda la polla en el interior de mi boca. Intentaba zafarme de ese abrazo, pero Carlos estaba literalmente follandome la boca. Su polla entraba y salía al ritmo que él marcaba provocando que se me saliera la saliva por los laterales. Carlos había tomado el mando, algo que yo agradecía.

-          Ufff… que bien la comes cabrón… - susurraba con la voz entrecortada

-          Agggg… Agggg.- yo no podía ni respirar… cuanto menos contestar.

-          Asiiiii… cómemela toda… mmmmm. – estaba disfrutando de mi mamada.

Me encontraba disfrutando de una verga enorme. Mamándosela a Carlos. Abrazado a sus muslos. Obligado por sus manos a marcar un ritmo pausado.

Trascurridos unos minutos, Carlos empezó a acelerar el ritmo. Estaba fuera de sí. Jadeando. Gritando. Su polla salía de mi boca y volvía a entrar hasta chocar contra mi garganta cada vez más rápido… cada vez más fuerte. Mis labios la apretaba… los dientes la envolvía… mi lengua la abrazaba. Carlos estaba a punto de correrse y me estaba temiendo que lo hiciera así.

-          Aggggg Aggggg.- jadeaba cada vez más seguido. – sigue Juan sigue… Aggggg Agggg Agggg.

Sus manos no paraban. Sus ronquidos anunciaban el final feliz….

-          Voy a correrme… Agggg. ME CORROOOOOO AGGGG AGGGGG AGGGGG.

Al menos me avisa. Pensé. Sus piernas comenzaron a temblar. Sus brazos forzaban aquella polla en mi interior sin dejar que me separara y comencé a saborear un liquido caliente y espeso que me estaba inundando la boca. Mi mano derecha le cogió la polla y la estrujó pidiéndole más semen, mientras este se salía de mi boca por la comisura de mis labios.

Cuando termino de eyacular, su polla salió de mi boca llevándose tras de sí el semen que había expulsado mezclado con mi saliva. Lo mire, encontré la cara de felicidad después de haber alcanzado el éxtasis.

-          Qué bien me lo has hecho.- me agradeció además con una sonrisa.

-          ¿te ha gustado?- pregunte algo que estaba claro.

Carlos se inclino hacia mí buscando mi boca. Me besó. Me morreó como había hecho al principio de la tarde. Me recostó de nuevo en la cama. Recorrió con su lengua mi cuello, mi pecho… mi ombligo… mi polla… la lamio, se la introdujo en la boca. La succionó. La acarició con su mano. La pajeaba mientras me dijo:

-          Ahora te toca disfrutar a ti…

-          Siiiii. – yo estaba excitado….- Siiii Carlos.

Su boca me acariciaba mi polla. La sorbía, la succionaba… la comía literalmente. Estuvo un rato que me paso como un suspiro concentrado en la mamada. Se incorporo sin dejar de sobarme.

-          Date la vuelta. –me dijo con autoridad.

Me gire sobre la cama colocándome bocabajo. Me separo las piernas. Su mano se metió entre mis muslos. Agarro mi polla. La apretó. Masajeo mis huevos mientras su boca los lamia desde atrás. Mi cuerpo se arqueaba para que su lengua lamiera bien. Su mano llevo mi polla hacia atrás. Cerré los ojos y me abandone a su mamada, a sus caricias. Su lengua lamia mis huevos desde detrás y se metía mi polla en la boca, lo que provocaba que me excitara más aun. En unos minutos su lengua me estaba recorriendo la zona de los huevos al culo, se paró en mi entrada, y comenzó a jugar. Lo lamia, lo presionaba sin poder llegar a mas y de vez en cuando lamia toda la raja para volver a centrarse en mi polla y terminar de nuevo en la entrada de mi orto.

-          ¿Te gusta lo que te hago?. Me preguntó.

Solo tuve que coger con mi mano su cabeza y volver a hundirla en mi culo. Estaba cachondo como una perra. Mi otra mano agarro el brazo que acariciaba mi polla de la muñeca y lo llevo a mis nalgas.

Carlos comprendió que no quería que me tocara la polla para aguantar más tiempo con esas caricias.

-          Ohhhh… que bien me comes…. Ufffff. – Le susurré gimiendo.

Mi cara estaba pegada contra la cama mientras mi cuerpo estaba cada vez más arqueado disfrutando de aquel placer. Carlos comenzó a jugar con sus dedos en mi culo. Tenía unos dedos gordos, largos… su lengua se aplicaba entre tanto sus dedos daban círculos alrededor de la entrada hasta que uno de ellos empezó a buscar el modo de acceder y poco a poco, fruto de la presión, consiguió ir entrando. Note como una quemazón pero Carlos sabia como hacerlo. Con suavidad.

-          Aggggg… Aggggg…

-          Mmmmm… disfruta….- me susurraba.

-          Siiii….

En unos minutos había introduciendo primero un dedo y después el otro. Los movía en mi interior, haciendo círculos. Con maestría. Yo estaba súper caliente. Mi corazón se me salía de la excitación y mi respiración era cada vez más fuerte. Jadeaba con un dedo en el culo.

-          Quédate quieto, no te muevas! – me sonó como una orden así que obedecí.

Note como sus manos se posaban en mi cintura. Una de ellas se separo y en ese momento note como algo duro se posaba en mi culo. Me la iba a meter!!!! Al notar mis nervios, Carlos intento tranquilizarme…

-          No te muevas… tranquilo cielo… veras que placer.

-          Hazlo con cuidado… .-  mi deseo sexual me hacia desear que aquello pasara de verdad, pero tenía miedo ante mi primera vez.

-          Siiii… .- me dijo ya como pidiéndome que me callara que iba a ello.

Note una fuerte presión en mi ojete. El dolor no era tan fuerte como me temía. Poco a poco se abría paso en mi interior. Rompiendo la oposición inicial, su rabo fue entrando poco a poco hasta acomodarse entera.

-          OHHHHHHHH OHHHHHHHHH…. DIOS….

-          Quieto…. Ya está. …

Mi cuerpo se arqueo y busco una postura que facilitara aquel fin para acostumbrarse.

-          Muévete tu… busca tu posición… date placer… - Me aconsejó Carlos.

Intente alejarme de él y después acercarme pero me parecía imposible…

-          Despacioooo…. Poco a poco…..- Carlos intentaba guiarme.

Poco a poco me fui acostumbrando a estar preñado y me alejaba y me acercaba a su cuerpo primero un poco, luego un poco más… hasta que Carlos, de nuevo cogió la batuta, me agarro de la cintura y empezó a guiar la follada. Su boca soltaba pequeños gemidos….

-          Ohhhh siiiii…. Juan…. Que culito tienes….

-          Mmmmmmmm- yo empezaba a disfrutarlo.

-          ¿te gusta, verdad?

-          Siiii sigueeee…

-          Eso es… pídeme mas…

-          Dame mas…. Dame… OHhhhh… por el culooooooooo

El ritmo se había acelerado ya. Su polla entraba y salía de mí con una facilidad pasmosa. El placer me inundaba y sentía que estaba a punto de correrme. Carlos lo noto también.

-          Quietooo aun noooo. - Me susurro. - No quiero que te corras aun…

Me coloco boca arriba. El de frente a mí. Se inclino hacia mí para besarme. Al tiempo que su polla entraba de nuevo su boca me morreaba. Los golpes de su cuerpo contra el mío sonaban cada vez más fuerte… más seguidos… PLASHH PLASHH PLASHHH PLASHHH.

-          Como me pones… UFFFF… Carlos estaba cachondo como durante la mamada.

Ya no atendía a mimos ni delicadezas. Cada vez me follaba más fuerte y con más ritmo..

-          Agggg agggg aaaaggggg aggggg. - Mis gemidos eran mayúsculos.

-          Tomaaaaa. – Carlos se separaba para decirme y luego volvía a comerme la boca.

-          MMMM MMMM MMMm. Sigueeeee Dame mas mas mas…. – le pedía cada vez que su boca se centraba en mi cuello.

Tras unos minutos bombeando, se incorporó sin dejar de metérmela. Me agarro la polla y comenzó a moverla a masajearla… a masturbarme… supe que se iba a correr pronto. No quería q se separara de mi. Quería verle mientras se corría. Intentaba tener los ojos abiertos fijos en su cara.

-          Córrete dentro cielo…. Quiero todo dentro… quiero ver tu cara.

-          ¿Lo quieres dentro?... Lo quieres dentro!!!. Afirmó

-          Siiii Hazlo… córrete… haz que me corraaaa.

Su cuerpo se empezó a poner más tenso. Su mano dejo de masturbarme y me agarro de la cintura apretándome contra sí. Note como me inundaba. Note como su polla se escurría al entrar y salir. El semen caliente de Carlos me resbalaba por mi ojete mientras Carlos gritaba de puro placer.

-          OOOOHHHH DIOSSSS… OHHHHHHH.

-          AGGGGGHHH AGGGGG UFFFF… me corrooooo…. Aggggg. DIOSSSS

Mi vientre estaba llenándose con los lefazos que estaba dando. Mi cuerpo sentía placer por entero. Carlos había vuelto a agarrar mi polla para estrujar toda la lefa que pudiera contener mis huevos sin dejar de meter y sacar su aun vigorosa polla de mi interior.

Terminamos exhaustos. Tendidos en su cama. Abrazados el uno al otro. Pringados por el semen en nuestros cuerpos.

-          Tenemos que repetirlo. Le dije.

-          Cuando quieras, Juan. Me ha encantado disfrutar esta tarde.

-          Eres la ostia tío. El compañero de juegos que quiero.

-          Tú también me vuelves loco. Habrá que repetirlo.

Cerré los ojos por un instante, intentando asimilar todo aquello. Carlos era el amante que necesitaba. Adivinaba todo cuanto quería probar y hacer en el sexo.

Al abrirlos estaba en mi habitación, Carlos había desaparecido de mi lado. Mire a mi alrededor, vi el ordenador apagado. Era tarde, de noche. Estaba desnudo en la cama. Mi cuerpo estaba pegajoso, pringado de semen. Me levanté. Di la luz y me metí en la ducha. Mi culo estaba dolorido. Me lo limpié y note como soltaba restos del semen de Carlos. Recordé todo lo sucedido superexcitado otra vez…. “! Claro que si… Claro que habrá que repetirlo Carlos!”… pensé.

La explicación, si quieren dársela, de cómo llegue de vuelta y  de cómo fui junto a Carlos lo dejo a la imaginación de cada uno de los lectores. Espero vuestros comentarios para mejorar mis futuros relatos así como que me lo sepan evaluar correctamente.