Una Señal muy lejana : El buen soldado. (1.)

¿ Que sucedería si en verdad los hombrecillos verdes contactaran con el ser humano? , aquí en esta saga conoceremos como puede afectar esta sencilla pregunta a toda la población en la tranquila localidad de Greymountain . Disfrutad de nuestros nuevos amigos …. ¿ Por qué serán amigos, no?

02:38 h del 8 de Octubre de 2016.

Lugar:

Greymountain, condado de Daniels.

Base militar al norte de Montana.

La guardia amenazaba con transformarse en otra interminable jornada de tediosa rutina para Devlin Peterson . De vez en cuando añoraba algo de su antiguo trabajo en la NASA allá por los ochenta . El nerviosismo de quien descubre un quasar, o la impaciencia ligada al lanzamiento de una misión tripulada. Ahora, por el contrario a dos semanas de la jubilación , se encontraba confinado en una base recóndita de las fuerzas armadas, aburriéndose en la tarea de catalogar y registrar los movimientos de uno de los muchos radares de defensa. Lo que fuera con tal de sujetar el genio y no volver a pelearse con su nieta y armarla grande . Dos semanas, catorce días , trescientas treinta y seis horas se repetía cada vez que lo sacaba de quicio.

Y despues, cuando la dejara instalada en el campus de la Seattle Pacific , recorrería todo el país en la auto caravana a la que había echado el ojo .Con cincuenta y dos años cumplidos estaba en plena forma – resoplo fastidiado –

El parpadeo en la pantalla le indico un leve cambio de orientación de la antena receptora , atrayendo su atención.

De nuevo, el automatismo activo el protocolo de rastreo en la orientación de la antena y miles de engranajes iniciaron el seguimiento habitual . No era tan extraño, en una era donde los nuevos aliados eran sus antiguos enemigos naturales. Si se trataba del nuevo sistema de espionaje nor-coreano debía actuar tal y como recomendaba el protocolo.

Era técnico de este radar desde hacia mas 16 años , sabia distinguir algo fuera del habitual dentro de esa estática. Si en verdad estaban jugando con nuevos aparatitos no podía comprometer la seguridad de todo el sistema sin grabar y documentar . Si eran lo rusos, los chinos o los malditos vulcanianos le daba igual , el cumpliría con su cometido descartando posibilidades.

Aunque probablemente todo aquel estruendo se redujera a otro nuevo despliegue de la Fuerza Aérea , continuo rastreando la señal. Si se trataba de otro jodido hacker aburrido, en verdad disfrutaría destrozándolo con el nuevo cortafuegos de su invención.

Apurando el ultimo sorbo de café frio , tecleo en la consola el cuadrante de donde provenía la inusual señal, filtro la estática y se dispuso a escuchar por los altavoces el sonido de la estela de ese ultimo cachivache de las fuerzas armadas.

Los altavoces no le devolvieron el conocido rastro sonoro de un avión a reacción, en su lugar un leve zumbido parecía modularse convirtiéndose en una señal acústica aguda y molesta . Hubo de deshacerse de los cascos para poder continuar con su labor.

El extraño pitido le provoco un ligero zumbido en los oídos, no encajaba en ningún perfil que él conociera, no se asemejaba a la estela dejada por un misil al abandonar un silo.

Entonces, ¿ Se trataba de otro tipo de arma ?

Encontrándose en Defcon 4 debía obrar con sigilo para `provocar otra alerta innecesaria, no fuera a estropear su perfecta hoja de servicios.

Sobre la consola principal ejecuto la búsqueda de nuevos datos, apuntando el resto de antenas al lugar donde la señal había sido captada y amplifico la potencia mientras descolgaba el teléfono y despertaba a Barry , su superior dieciocho años mas joven .

Descartada las fuerzas aéreas, comprobó el rastro del resto de emisiones habituales. Sus homólogos al otro lado del charco , corroboraron su sospechas. Ninguna actividad militar se desarrollaba fuera de la habitual normalidad. Barry apareció bostezando cuando un viejo colega de la Nasa despejaba el ultimo paso del protocolo de seguimiento .

  • No se trata ni de las Fuerzas Aéreas , ni la OTAN – corroborado por la NASA. Procurar serenar el entusiasmo- La señal no proviene de ningún satélite terrestre...-- dejo en suspenso.
  • Bueno , si los hombrecillos verdes finalmente llaman a la puerta , habrá que estar seguro al 100%. – bostezo Barry Manclow tecleando en su monitor- Si vamos a despertar a todo el mundo sera mejor preparar mas café- sentencio el ingeniero jefe.

Cerca de 6 horas despues, la actividad en la base militar parecía haberse cuadruplicado . Decenas de científicos de la nasa desplazados a la base , parecían estar de acuerdo con la afirmación de los operarios del radar. La señal no era de origen terrestre, seguía un patrón pautado cuyo origen parecía venir de la galaxia GN-z11. El lugar mas distante del Universo conocido, a 32 mil millones años luz de la tierra.

SALA DE MANDO DE GREYMOUNTAIN

DOCE HORAS MAS TARDE ...

Esos eran los únicos datos verificados desde el inicio de la inquietante emisión, al menos era un comienzo. – presento el sargento Lester Lewis ante sus superiores-- Si en verdad, tenían éxito , seria todo un desafió mantener todo aquello bajo secreto. Ser el responsable del buen funcionamiento de la seguridad de la base se convertia en todo un desafió , y todo ello se lo debía a la desconcertante señal . Por eso era necesario mantener un férreo control de las idas y venidas de todo el personal en la base-- Cito dando un carpetazo final sobre la mesa -- . Así es como entiendo hacer un buen trabajo-- siguió exponiendo. .

Si se daba un paso en falso podía cundir el pánico general entre la población civil, debía irse con pies de plomo en todo lo referente a los marcianos. De lo contrario, se corría el riesgo de provocar otra histeria colectiva entre todos aquellos chiflados por los ovnis . Si se filtraba la historia, a lo sumo en una semana la tranquila vida de Greymountain estaría en cada uno de los televisores estadounidenses . -- Por eso , era necesario desviar el flujo constante de científicos alrededor de las instalaciones – mostró el dossier con las instrucciones.

Después de dicha reunión, Lester apresuro los preparativos del dispositivo , una pequeña brecha en las comunicaciones del “evento” y pronto la entera seguridad de la base meteorológica estaría comprometida.

Ante todos la estación era eso, un enclave para el seguimiento terrestre de los satélites meteorológicos ,algo así como el retiro del soldado herido. Un lugar donde los heridos en campañas en el extranjero se recuperaran de su heridas , aunque ese no era su principal objetivo. Rastreaban si, pero no solo los fenómenos meteorológicos, también lo hacían con cada uno de los nuevos juguetitos de los gobiernos no aliados.

La Base disponía de viviendas familiares, supermercado , una escuela habilitada para primaria y secundaria , salon de belleza y uno de los mejores hospitales de rehabilitación de todo el estado , básicamente eran una pequeña ciudad bastante auto- suficiente .

El lugar, era algo como un lugar de paso para gran parte de ellos. Incluido el propio Lester, veterano de los 2 últimos conflictos en el golfo y ahora retirado de la primera linea de fuego . Él era, el mejor ejemplo de esa dura adaptación con heridas de guerra y un matrimonio destrozado para demostrarlo. Y si él podía, todo y cada uno de aquellos buenos muchachos también lo harían .

Su presente estaba ahora en Montana resoplo rotando el dolorido hombro .

Ayudaba el echo de poder disponer de las instalaciones subterráneas . El imponente entramado edificado en plena guerra fría serviría para trasladar a todos aquellos científicos chalados por la antigua ruta del carbón en la entrada suroeste . Alejada la prensa , la presión disminuiría.

Solucionado el flujo de circulación , anoto en sus ordenanzas el incremento de los turnos de guardia en el perímetro de la valla de acceso. Una vez hubo acabado, Lester salio de su despacho bajo las instalaciones y recorrió el trecho hasta el corazón de la gruta natural; El laboratorio. Trago otras dos tabletas de aspirinas cuando ya se encontraba junto al hangar habilitado.

El zumbido molesto de su cabeza pareció disminuir al centrar su atención en los progresos de todos aquellos chalados en bata.

A través del cristal pudo ver el incansable ir y venir de hombrecillos nerviosos, ataviados con auriculares de protección . s. Era todo un espectáculo verlos pasear sobre la gran tarima mientras garabateaban en la pizarra blanca, ajenos al echo que el molesto ruido parecía atravesar cualquier filtro de sonido que se instalase .

Aun llevando auriculares , el molesto ruido seguía siendo extraordinariamente irritante , hasta el punto de provocar fuertes jaquecas a todo quien que se expusiera mas de tres horas continuadas.

De ahí las continuos cambios de grupo en el estudio, la vigilancia y el reemplazo . Los médicos de la base habían recomendado los turnos cortos, la continuas revisiones en casos de aumentar la duración de las jaquecas .

Nadie dio la alerta , ni relaciono el aumento de las refriegas violentas entre las primeras 96 horas despues de la primera exposición . Todos estaban demasiado entusiasmados para no achacarlo al nerviosismo del descubrimiento , Pero cuando pronto esa irritabilidad afecto personalmente a varios de los cientificos a hacerse patente , cambiaron la manera de abordar el estudio de “ La Señal”. ¿Como imaginar que tras una exposición de solo cinco días , algunos de estos comportamientos se recrudecerían ?

Pesadillas, cansancio, aumento de la agresividad, esos fueron los primeros indicios que detectaron en parte de los individuos expuestos, pronto la enfermería experimento un goteo de consultas por jaquecas, migrañas, falta de sueño, cambios en la conducta.

A Lester el primer sueño le llego tras su sexto día de exposición, envuelto en sudor frio y sensación de ahogo había despertado sin recordar la pesadilla , ni un whisky doble consiguió que sus manos dejaran de temblar. Después de esa noche, volvió a padecer esos terrores nocturnos y por primera retener un breve recuerdo , apenas un reflejo fue recortado por su maldita memoria ; el rostro de una de sus hijas.

Otras dos noches siguieron a esa primera pesadilla, sin poder hacer nada para que con el transcurso de la segunda semana su estado mental se resintiese, sueño y pesadillas, Realidad o Ficción, los rostros a veces ensangrentados, las cabezas agujereadas se transformaban en perturbadores jadeos .

Le retaban a avanzar hacia donde distinguía a una mujer de rostro borroso, desnuda y con las piernas abiertas. La mano de esta cubriendo su coño mientras se procuraba una masturbación lenta, era imposible no mirarla y no excitarse ante las palabras que brotaban de su desdibujada boca.

  • Tengo el coño tan humedooo.... ufff.. creoo que ni con tres dedos me basta- necesito una polla-- ., se apresuro a destaparse ese lugar donde antes se trabajaba con ahínco. – Vas a joderme Lester ? – Y el sin detenerse a pensar en las consecuencias se aproximaba y se hundía si preocuparse en otra cosa que no fuera empujar y envestir hasta que la desconocida le drenase los huevos y su cara se convirtiera en el sudoroso rostro de Lee.

Solo eran eso, espejismos que finalizaban al despertar cubierto de esperma , de nuevo erecto y dispuesto a repetir un par de veces mas. Culpable y aliviado al descubrirse siempre en la soledad de su habitación. Tras esos primeros días, se acostumbro a ser el primero en salir de su hogar, eliminar cualquier rastro culpable y fingir una normalidad cada vez mas quebradiza.

Varios científicos asociados al proyecto fueron abandonando el servicio activo con trastornos psicológicos graves e ingresados en la unidad psiquiatrica . No conocían el desencadenante de los sueños, esa urgencia primaria, ese algo inaudito apoderándose de una voluntad debilitada . Pronto , los medicamentos antidepresivos dejaron de hacer efecto y muto de nuevo en algo diferente.

Casi como si una plaga invisible se apoderase de todos ellos, los hombres bajo su cargo empezaron a sufrir imprevistos y violentos ataques psicóticos.

A simple vista , los individuos parecían normales ; salvo por algún rostro con evidentes signos de cansancio, ojeras e inconfundible mal humor asociado , todo parecía normal. Salvo cuando los estallidos de ira se apoderaban de ellos, ahí era donde la agresividad se volvía violencia irracional y todo se escapaba de control.

Los conatos de lucha, condujeron a las dos primeras victimas en una pelea absurda , luego el tiroteo y el posterior arresto del Cabo Follson , por ultimo la batalla campal en el comedor , donde el grado de violencia había llevado a incrementar otras 3 nuevas victimas y 5 heridos de diversa consideración .

Los forenses patólogos seguían sin dar con la causa en las cuatro muertos ni aun despues de las autopsias, ¿ Que insensato no decretaría una rigurosa cuarentena ?

Cada vez se lo preguntaba con mayor preocupación, contemplando el espasmo tembloroso en sus manos.

Solo los heridos y detenidos en alguno de estos disturbios eran considerados como sujetos de aislamiento, el resto seguía peligrosamente en el abismo. Los médicos y psiquiatras siguieron seguían sin descifrar la causa de tan extraña psicosis, como si todos ellos buenos muchachos hubieran enloquecido de la noche a la mañana. Lester cerro el puño intentando contener la extraña reacción de su cuerpo.

Sus muchachos eran buenos soldados, con intachable historial , ¿ A caso podían trastornarse hasta convertirse en monstruos? .

Dos de ellos , hijos de buenas familias del sur, sin esposas e hijos. Salvo el soldado de primera Ryan Follson, divorciado desde hacia 11 meses y convaleciente de la amputación de 2 dedos de la mano y parte del pie del lado derecho. Y seguía sin entenderlo...

Lester no era el primero en padecer las migrañas, cada uno de los individuos de la base las había padecido en alguna medida. No seria él, quien solicitara una baja por pesadillas y terrores nocturnos. No debía asustar a su familia, no ahora que las cosas empezaban a enderezarse.

Si podía apañárselas con las tabletas de aspirinas y algún que otro trago de whisky cumpliría su objetivo en el turno rotativo de 3 semanas. Transcurrido el mismo , marcharía a la cabaña de pesca a olvidar cualquier tipo de tontería relacionada con hombrecillos con antenas.

Esas eran sus intenciones, cuando finalmente detuvo el jeep junto a la puerta de la casa habilitada como vivienda dentro de la base. Respiro hondo, enderezo la gorra del uniforme y se preparo para fingir una normalidad aparente aun a costa de su temblor en las manos. Despacio entro en el que era su hogar fuera de Loissiana. A pesar de mudarse cada cierto tiempo, tanto Joanna y las chicas siempre lo habían echo sentir que cada nuevo destino era tan parecido al dejado atrás. Salvo por alguna que otro hueco en las fotos familiares colgadas junto a la escalera, no extrañaba su vieja casa junto al rio. Aquella , ahora pertenecía a su ex-exposa y su antiguo mejor amigo .

Por eso no era bueno apegarse a las cosas materiales, pensaba.

Y no era solo por la traición de Joanna con Martin, su mejor amigo desde el instituto, se trataba de algo mas profundo y casi lo había destrozado .

Al igual que entonces, la cocina seguía siendo el centro neurológico de la casa y tal como siempre hacia, guardo su arma reglamentaria a buen recaudo y colgó la gorra junto al perchero de la entrada. Soltando un largo suspiro de alivio se apresuro a entrar al interior de la confortable cocina.

Mascullo un saludo inteligible a las chicas y se apresuro a tomar una helada cerveza de la nevera. No estuvo atento al zumbido provocado por la conversación de las chicas. Lee , su hija mayor , picaba algo en la tabla de madera y parecía ajena a las puyas de la otra chica.

Algo serio debía haberle sucedido , lo intuía. Aunque en verdad, estas chicas siempre se estaban tirando de las greñas, la una no podía vivir sin la otra.

En verdad no sería para tanto-- admiro minuciosamente el estupendo trasero de Lee.

Carraspeo , adelantando un par de dedos y atraer la atención de Jolene , – Que demonios le pasa a tu hermana ? , murmuro con el ceño fruncido.

  • Nada..., en serio Papa, llego esta tarde con esa cara de venado herido y se puso a preparar el gumbo sin soltar palabra-- Para mi que ha tenido bronca con Dylan – se la quedo mirando con algo de pena. –
  • Ve a terminar tus tareas , anda, o de lo contrario seras tu quien se encargue de hacer la colada tras la salida de maniobras.-- le atizo un cachete a la menor de sus hijas. Y , si por casualidad me sueltas lo de la mujer emancipada que crees ser – , ten seguro que limpiaras el lavabo con cepillo-- las asusto mientras se aproximaba a la mayor de sus hijas.

Despacio apuro la cerveza apoyado en la encimera justo tras Lee, el cabello rubio de esta parecía a buen recaudo en uno de esos intrincados recogidos tan a la moda . A pesar de llevar una de aquellas camisetas deformes podía adivinarse el ancho tirante del sujetador asomando sobre su hombro, se recreo deteniéndose en la cintura estrecha, el imperceptible rumor del cuchillo troceando a penas disminuyo su atención al generoso trasero redondo, ni ciego hubiera podido dejar de admirar ese culito enfundando en los ajustados pantalones . Sin entenderlo fantaseo con el aspecto de este sosteniendo un pene entre sus cachetes, trago otra larga bocanada de cerveza intentando despejar la perturbadora imagen.

  • Que es lo que cuenta esa lianta de tu novio? – murmuro esperando la respuesta de esta.-- Vamos, ya sabes que soy un perro de presa, no me moveré hasta que lo sueltes? –
  • Ese idiota pretencioso ya no es nada mio , me ha soltado no se que trola en cuanto a lo de salir con otras personas- lo señalo con el cuchillo en alto-- Sera gilipollas, ya se yo con quiere salir ese capullo con aires de grandeza!-- dejo el cuchillo sobre la encimera y volcó el contenido de la tabla de corte.-- Va tras Leslie Davenport , la hija menor del general Davenport! – resolló resistiendo las lagrimas.
  • Bueno, bueno... , pensaba que seria algo mas grave! – Si tras 2 minutos de estar junto a esa sosa de cojones no vuelve con el rabo entre las piernas , es que en verdad el cretino no lo merece. – Vamos pequeña, cosas mas graves hemos pasado tu y yo. – la abrazo inhalando el aroma a verdura y rosas del cuerpo de la mayor de sus hijas.
  • Es que yo, yo..., me había echo ilusiones, sabes papa? – Llevo mas de 13 meses sin meterme nada , y en mis reuniones ya había contado que pronto podría irme a vivir con ese cabrón sin corazón. Y me suelta semejante gilipollez al recogerme del trabajo!-- se atrevió a llorar ya a moco tendido.

Al igual que todas las veces en las que los sentimientos desbordaban a las chicas , y lo hacia muy a menudo, se quedo envarado. Nunca acaba de acostumbrarse a los estallidos emocionales de sus chicas. Ya fuera por su innegable nulidad en todo lo referente a la demostración de afecto , permaneció tenso mientras Lee lo estrechaba fundiéndose en lagrimas.

Primero con algo de incomodidad levanto los brazos y enmarco su cuerpo con cuidado, no se le daba bien y aun así , la se abrazo rígido a esta y poco a poco fue relajándose . Las lagrimas fluían sobre la tela de camuflaje del uniforme de diario y el solo se moría por alejarse a tomar una segunda cerveza , o quizás tres.

  • Tenia sueños, sabes? – Aun yendo poco a poco con la terapia , quería probar suerte en un nuevo trabajo fuera de la base-- No me entiendas mal, ser secretaria de jefe de suministros te lo debo en parte a ti. – aspiro las lagrimas separándose – Pero debo hacer las cosas por mi misma, entiendes? – enfrento los duros ojos marrones- Y quería saber, si podía encontrar mi sitio fuera de aquí, un trabajo, una casa, una relación normal , no se... lo que todos quieren , no? Hasta puede que me replantease eso de los críos y el matrimonio.
  • Puedes hacerlo igualmente, siempre lo he sabido – cabeceo divertido-- Parece mentira que te lo diga yo, siempre hay alguien hay fuera-- señalo imitando a cierto extraterrestre cabezón-- tontita-- sostuvo el mentón depositando un suave beso sobre los húmedos labios.-- No te he dicho siempre que hay tiempo para todo, y esta sera siempre tu casa-- Volvió a dejar esta vez un beso algo mas largo de lo habitual.

El rumor de la olla barboteando acabo con ese intimo momento de vulnerabilidad, disolviendo ese instante. Lester carraspeo , consciente que había pasado demasiado tiempo sin besar a una mujer tan apetecible como su hija mayor. La fugaz ensoñación fue suficiente para recuperar su rígida disciplina y poder alejarse con sus estrambóticas fantasías a un lugar mas cercano a la realidad. – Sera mejor que vaya a ….-- balbuceo señalando a su espalda – Limpiar … ya sabes. – se alejo sin detenerse--

En verdad la falta de sueño lo acabaría con él? O seria otra cosa? – se pregunto sentado ya con la 9 Milímetros desmotada .

La clara erección descollaba sobre la cinturilla de su uniforme descarada, desarmar, disponer y engrasar su arma de repuesto siempre lo relajaba. Por una vez la relajante actividad no conseguía distraerlo del perfecto sabor de la boca de Lee y del dolor en la entrepierna.

Lee lo vio alejarse hacia su estudio , frustrada por la manera brusca e incomoda con la que su padre huía de la palabra cuando las emociones parecían resquebrajar su fachada. No solo era eso, desde hacia algún tiempo tenia la impresión del peso del mundo sobre sus hombros.

La apeno terriblemente no poder ayudarlo , su padre cargaba con el equipaje extra de un horrendo divorcio por abandono, exceso de trabajo y nula diversión. ¿Cuanto tardaría en sufrir un colapso nervioso ?.

A pesar de todo, jamas se planteo vivir con su madre y Martin. En cierto modo, los había abandonado a todos ellos y por eso la odio con la misma fuerza que la había querido. Reconocerlo le había costado 6 meses de terapia en narcóticos anónimos . Ahora limpia de mierdas emocionales, seguía batallando en el día a día.

Tenia su trabajo en la base, su casa y el cariño de los suyos , ¿ a caso se olvidaba de algo?- suspiro a la vez que cerraba la puerta de la despensa .

Sabia de la afluencia extraordinaria de personal externo, ella era la encargada de redactar y enviar cada uno de los pedidos de material y provisiones. Todos aquel constante flujo de ir y venir de personas debía de ser un quebradero para alguien tan disciplinado como su padre. Sus problema, se le antojaban algo insignificantes en comparación al rostro cansado que cada noche acudía al hogar de los Lewis.

Puede que despues de todo, tuviera razón, había cientos de Dylan esperando a ser conocidos, y si el casto Dylan Thompson no la deseaba, pues... encontraría la manera de calmar ese fuego interno.

Dispuso los manteles sobre la mesa , disponiendo la sopera en el centro de la mesa y acudiendo al despacho a avisar a Lester.

Con cuidado y procurando no distraer mas de lo necesario la concienzuda limpieza de sus armas , se asomo dispuesta a susurrarle lo de la cena. Lo que vio la dejo clavada junto al dintel sin saber como , o que decir. Allí abandonada sobre la mesa la pistola permanecía limpia mientras su padre con los pantalones parcialmente desabrochados se hacia una paja sin importarle nada.

Quiso salir corriendo o carraspear, pero ¿ de verdad se atrevería? Desde su escondite podía ver las facciones relajándose mientras su mano subía y bajaba por una polla gigantesca. A punto estuvo de soltar una risotada, a primera vista su larga verga era oscura y gordisima, incluso la gigantesca mano de este a penas podía abarcarla . Ni que decir de la punta en forma de flecha a punto de desafiar la gravedad.

Por un instante la boca se le seco al imaginarse el sabor en su boca, ese añorado sabor salado y algo amargo . El molesto cosquilleo de su entrepierna volvió a traicionarla al suponer la inmensa cantidad de semen que ella podía succionar de ese tronco interminable.

Solo imaginarse montando semejante monstruo ya le mojo las bragas, con cuidado retrocedió hacia el mismo pasillo y respiro al tomar aliento gritando: – La cena ya esta preparada, a la mesa ! – se escucho con voz estrangulada.

Humedeció su rostro con un trapo de cocina, consciente del tiempo extra que debía proporcionarle para no incomodarlo.

Se mantuvo ocupada disponiendo los manteles en la mesa, regañando a Jolene cuando esta apareció con el inseparable móvil, coloco el frutero justo en el centro , ordeno los cubiertos y esperaron otros diez minutos hasta que el sonido de lavabo de abajo y el fluir del agua atormento la intuición de que su padre por una vez , no se deshacía de grasa de pistola. Las mejillas se le colorearon ante la aparición de un sosegado Lester.

Con cuidado y procurando ocultar el contacto directo de sus ojos , Lee se sentó, sin importar que por una vez su húmeda entrepierna pudiera dejar rastro sobre la funda de poliéster de la silla. El incomodo aprieto no era tanto si juntaba sus rodillas y miraba al plato. Lo que fuera para no echar miradas furtivas a la entrepierna de cierto uniforme de camuflaje.

Volvió a sonrojarse violentamente.-- En verdad Lee, estas desesperada...-- se regaño.

Algo mas tarde, lo que quedaba de la familia Lewis cenaba alrededor de la mesa de la cocina. La humeante sopa desaparecía de sus platos conforme la entusiasmada Jolene parloteaba de su excelente en matemáticas . La sonrisa en el curtido rostro de Lester surgió espontanea. A lo sumo , en el próximo semestre su pequeña abandonaría el instituto de la base y accedería a Loyola . Menos, si como creía el marido fantasma apareciera en el reemplazo de rigor.

Si ya le resultaba raro hacerse a la idea de dejarla marchar a la universidad, aun lo era mas imaginarla casada. Era duro hacerse a ello. Pero así era su inconsciente hija menor, estaba casada con un soldado en el frente.

No entendía la urgencia de estos, incluso llego a achacarlo a un embarazo no deseado, así que cuando su inteligente hijita le presento al cabo Norman Darren a punto estuvo de agarrarlo por el pescuezo y lanzarlo por el porche. Por lo visto, el cabo Darren se incorporaba a las tropas en Afganistán y prefería tener a su esposa viviendo con su padre a hacerlo en una habitación vacía en otra base.

. Confiaba en que su hija abriera los ojos en ese tiempo de espera y viera la insensatez de unirse a un casi desconocido. Por lo visto, en buen cabo había tenido otra ex-exposa antes de unirse a su bonita Jolene.

Cuando regresara del frente charlaría como el perro de presa que era , entonces tomaría la decisión adecuada. No deseaba entrometerse mas de lo estrictamente necesario, si era buen tipo, lo sabría. Si se trataba de otro cabrón, siempre se estaba a tiempo para solicitar la anulación oportuna – se convenció tragando otro sorbo de cerveza.

Era Lee la que volvía a atraer su atención, su hija mayor hacia tiempo que debía haber seguido su rumbo, y lo habría echo de no haber sucedido lo de su ex.

Aquello pareció hundirla, ella, tan unida a Joanna y tan decepcionada con su huida.

Despacio, su hija pequeña fue abandonando la mesa llevándose sus cubiertos, él , por el contrario permaneció unos instantes apurando el fondo de su tercera cerveza. Lee se retraso cargando el lavavajillas, era su turno asignado a limpieza semanal de la cocina, y solo cuando todo estuviera perfectamente en su lugar correspondiente podría considerarlo como acabado. En eso, su hija mayor era como él.

El relajante ronroneo del electrodoméstico calmo sus cansados gestos, Casi sin darse cuenta los parpados volvieron a pesarle, despues de todo la paja le había calmado los nervios. Si, era eso. Podía aprovechar para intentar dormir toda una noche entera , pestañeo intentando despejarse .

  • Creo que si...,-- bostezo ruidosamente-- ha sido un día muyyy, muuuuy largo..., – buenas noches chicas-- se despidió con gesto cansado.

Escucho el rumor de la televisión conforme sus piernas lo conducían escaleras arriba, si en verdad tenia suerte un sueño reparador lo arreglaría todo. Se refresco el rostro entre una jungla de medias húmedas en el cuarto de baño. Se seco con una de aquella toallas rosas, reparando en la incipiente barba sobre duro contorno de su mandíbula. Encontró las aspirinas en el armario tras el espejo y trago otras dos. Poco a poco se despojo de la guerrera, deshizo los nudos de sus botas y sentado coloco el aparatoso calzado militar junto a las zapatillas de peluche de Jolene. Estaba tan cansado que tras soltar la cremallera del pantalón del uniforme apenas le quedo ganas para introducirse en la ducha y sacarse toda la mierda del día de encima.

La tomaría a la mañana siguiente, se convenció apagando la luz y saliendo hacia el pasillo en camiseta y clip.

Ya en su habitación se desprendió de la camiseta, dispuesto a tomar el pijama perfectamente doblado bajo su almohada, y desistiendo ante la torpeza de sus dedos . Cansado, demasido cansaaadooo... – Los brazos, las piernas , cada musculo y articulación parecieron aliviarse al desplomarse como un árbol golpeado por un rayo .

Pronto los títulos de crédito del programa aparecieron sin que la atención de Lee fuera consciente de ello, ¿ Ya había terminado? . Primero Papa y luego Jolene fueron a darle las buenas noches marchándose hacia sus respectivas habitaciones en el piso de arriba.

Su atención había estado dispersa, cuantas noches llevaba su padre sin descansar con normalidad? , un breve vistazo al piso superior fue suficiente para torcer el gesto. Nunca hasta ese momento había comentado nada con su hermana menor , pero llevaba escuchando sus gritos desde hacia mas de 5 días, desde que toda aquella actividad en la base se agitara como un avispero. Sabia lo de las muertes, era del todo imposible ocultar algo de ese calado en la pequeña micro-ciudad militar.

Desde entonces, los gritos, el rumor de pasos por el pasillo y el crujir de los escalones en el piso inferior parecían haberse convertido en una rutina.

Casi nunca estaba suficiente tiempo despierta para volver a escucharlo volver hacia la habitación, ¿ Por que volvería ? ¿ No? . Algo atormentaba a Lester, no entendía si eran las muertes o la responsabilidad derivada de ello , pero debía ser algo espeluznante para hacerlo chillar de esa manera.

Mas de una vez estuvo tentada a levantarse y intentar averiguarlo , pero , siempre , en cada nueva mañana el semblante del sargento Lewis era el habitual de otra jornada mas. Aparecía perfectamente afeitado, uniformado y pertrechado para otra larga jornada . ¿ Serian imaginaciones suyas?.

Acaso era la primera grieta de su coraza ? Todo veterano suele llevar un bagaje emocional a veces aterrador. En su caso, con decenas de intervenciones la cuenta se multiplicaba. Cargaría sobre su conciencia la muerte de esos cuatro pobres soldados? O , ¿ Seria aquello solo la punta del iceberg? . Era lógico pensar que el limite de toda persona puede llegar en cualquier momento, nunca se reconoce hasta traspasar sus limites.

Los aullidos , las pesadillas podían ser esa primera señal? bebía mas de lo normal, tomaba aspirinas de manera compulsiva, y jamas pronunciaba queja alguna. Aun recordaba como había quitado hierro achacándolo al estrés .

Lee fue apagando cada una de las luces de la planta inferior, programo la cafetera y subió pensativa las escaleras al piso superior. La estampa de Jolene abrazada al cojin de terciopelo morado le pareció divertida, el regalo de su esposo fantasma era el primer y ultimo recuerdo con el que esta se dormía y se despertaba. Encajo su puerta con mucho cuidado y se dirigió al cuarto de baño, despacio se cepillo los dientes , soltó su larga melena rubia y se apresuro a vestirse con la supergastada camiseta de Loyola, el poco maquillaje desapareció de su rostro cuando el primer grito llego claramente perturbado.

Nerviosa y preocupada camino hacia la habitación de Lester, entreabriendo la ultima puerta . Con cuidado camino guiada por la débil luz del pasillo, procurando no tropezar siguió caminando hasta detenerse dar con el lugar de donde provenían los sollozos. Pronto descubrió la cama vacía sin deshacer, a tientas guiada por los sonidos lastimeros dio con el bulto agazapado y lloroso .

Cada sonido surgía del cuerpo ovillado, justo donde la puerta del armario y la pequeña butaca de piel formaban un angulo muerto . Tembloroso el bulto se mecía lloriqueando de manera escalofriante.

El corazón de Lee latió un poco mas despacio al reconocer la pistola de Lester en la temblorosa mano de este, casi sin medir las fatales consecuencias se arrodillo junto al gimoteante militar.

  • No lo haré..., murmuraba un hilo de voz casi imperceptible- No puedo... – lloraba un descorazonado Lester.
  • Shhhh, papa... no pasa nada, yaa – masajeo su rígido hombro – solo ha sido una pesadilla, shhh... acaricio suavemente tal y como solía hacer con ellas. – Ves, nada malo pasa. – percibió su vidriosa mirada parpadeando al reconocerla.
  • Solo debes beber un poco de agua, calmarte y veras que solo fue un mal sueño – Mmm...? – se apresuro a tomar el revolver y apartarlo del alcance de este. – Si quieres te acompaño al cuarto de baño, eh? – se incorporo escondiendo el arma tras su cuerpo-- Vamos? – le susurro tirando de su mano. – Venga, mientras arreglare las sabanas ?
  • Nooo hace falta..., -- murmuro cohibido al incorporarse – tomare un trago de agua -- avanzo hacia la luz del pasillo soltando un largo suspiro.

Lee respiro aliviada, decidió esconder temporalmente la nueve milímetros en el asiento de la ventana, justo en el hueco bajo los tablones sueltos. Procuro calmar su preocupación apartando colcha y sabana disponiéndolo de la manera mas rápida. Debía concertar una visita medica , ya fuera a escondidas o traición, a la vista estaba que ya no se trataba unicamente de cansancio crónico , algo mas serio parecía afectarlo. La visión del cañón del arma en poder de alguien trastornado lograba helarle la sangre .

Seguía pensando en ello, cuando la suave luz de la lamparilla ilumino la estancia a oscuras. Su padre parecía perfectamente cuerdo, aun seguía algo abrumado , sus gestos así lo indicaban.

  • Yo..., lo siento hija, siento haberte despertado . – se sentó en la cama apresurándose a meterse entre las sabanas sin enfrentar la mirada de esta-- No se que demonios me pasa..., el cansancio supongo ...-- murmuro girándose hacia un costado. – sera mejor que vuelvas a tu habitación cariño... –
  • Si, volveré a mi cuarto –-susurro --en cuanto te duermas, apagare la luz de la lamparilla--

De pie, de nuevo rodeada de la oscuridad, espero velando esos primeros instantes de sueño. Pronto escuchó la clara respiración masculina pausada y tranquila. Sus ojos fueron habituándose de nuevo a esa semi- penumbra , la luz de los reflectores seguía colándose a través de las persianas de madera, creando sombras deformadas sobre los muebles. El pijama desmadejado sobre la moqueta cuando observo ese el lento respirar de alguien exhausto. Estudio el contorno de la figura dormida, preguntándose cuan cerca habían estado del desastre.

Desde donde estaba volvió a ojear el escondite temporal , la antigua arma estaría a salvo , al menos eso quiso creer. Al día siguiente, muy seriamente conversaría con él, lo convencería de acudir al medico de la base, que este obrase como procediera.

Si lo mandaba a un especialista civil , que así fuera . Lo que hiciera falta para evitar una futura y fatal crisis nerviosa.

Con cuidado observo la figura de la cama, aun estando atenuada, la iluminación del área de viviendas familiares seguía siendo potente. El rostro de su padre volvía a crisparse , el ceño fruncirse. Estaba claro que de nuevo algo oscuro asomaba en sus sueños y atenazaba sus puños arrugando la ropa.

. ¿Cuanto había transcurrido, 10 o 15 minutos? , veinte a lo sumo , y de nuevo esa extraña agitación parecía tensionar toda la formidable musculatura .

Como una rama a punto de partirse, pensó Lee asustada.

El rechinar de dientes consiguió encoger otro nudo en su estomago, con cuidado trepo a la cama, tras él. Preocupada , imito el tono suave con el que su madre solía tranquilizar sus pesadillas. Eso y el relajante masaje circular entre los omóplatos pareció calmar momentáneamente el rechinar de sus mandíbulas. Despacio Lee, siguió murmurando esa suave letanía confiada en vencer los miedos tal como ella siempre le sucedía.

En que momento el peso de sus parpados venció a su voluntad , no lo recordaba. El estremecimiento llego casi con la misma potencia del ramalazo de placer. Aspiro con fuerza mordiéndose el labio inferior, sin entender como ,el suspiro había escapado de su boca. Durante un instante no reconoció el techo de esa habitación, solo advirtió esas deliciosas oleadas de placer arrasándola. Poco a poco en la oscuridad , fue abriendo los ojos, seguía sobre la cama de su padre. Un hueco vació justo donde había estado la cabeza de su padre la conmociono, casi al mismo tiempo de otra nueva oleada de placer brotando entre sus muslos vistosamente abiertos .

Trago aire y saliva entendiendo que, demasiado voces en su cabeza sabían donde encontraría la cabeza de Lester . Era consciente de las rudas manos sujetándole los muslos. Lee volvió a suspirar , notaba perfectamente la tira de su braga echada a un lado , la humedad brotando de los labios vaginales era demasiada para no adivinar a quien debía agradecérselo. Incrédula ante la reacción espontanea de sus piernas se abrieron brindándole un mejor acceso.

Era consciente de como cada punteo la lengua recorría sus labios vaginales y punteaba el clítoris, de como la humedad de su boca y de su vagina estaban se sincronizaban en atormentar su coño.

Lester admiro la ínfima linea de vello casi depilado, suave y perfectamente recortado. Demasiado tentador para no deslizar dos dedos en su interior y comprobar las estrechuras de un coño apretado. Era el mejor sueño hasta la fecha, sin duda de los que uno jamas piensa confesar ni aun ante un consejo de guerra. El respingo con el que reacciono lo animo a penetrarla suavemente con dos dedos , ayudándose de la lengua , se dedico a ensanchar el estrecho pasaje con la seguridad que tardaría muy poco en estar en el interior de tan acogedora estrechez .

La demoledora certeza fue tan reveladora como el cálido flujo que pronto comenzó a manar sobre su boca La pequeña zorra de sus sueños poseía un coñito prieto y cálido, derritiéndose con el simple roce de sus dedos.

El sabor en su boca enseguida enturbio sus últimos escrúpulos, aun a costa de su conciencia, se preocuparía mas tarde. Por lo pronto , continuo preparándola alternando los dos dedos con el punteo preciso para cuando finalmente su polla sustituyese a su lengua . Aun a pesar del dolor considerable de huevos, de la maldita congestión de su polla en el calzoncillo aguantaría lo que fuera para penetrarla y follársela como sus instintos ordenaban.

A eso estaba, esparciendo con cuidado el flujo y su saliva, procurando disponer del espacio suficiente para que la intima caricia intentase acoger a su ansiosa verga . Después de todo, Lester no había olvidado como hacerlo , la zorra de los sueños estaba tan necesitada como él , con pre disponerla a su tamaño conseguiría un polvo mucho mas placentero.

El imperceptible jadeo convenció a Lester de ir por el buen camino, la zorra era tan suave , tan excitable . Solo sus jadeos lo envalentonaban a chupar una y otra vez ese sensible clítoris . Lester fue turnando la penetración de sus dedos con los lametones, admirando la cadencia de las caderas de esta al explotar en el orgasmo.

Este pudo comprobar en su boca como cada espasmo placentero de su puta particular se derramaba como cálido néctar. Tragando tan magnifica ofrenda , espero hasta que cada hermoso estremecimiento uterino fue remitiendo hasta transportarla al estado perfecto para intentar su inicial acercamiento y tanteo.

De nuevo siguió estimulando el clítoris asegurándose de excitarla tal y como el deseaba. Dos veces bastaría para intentarlo , al menos así lo creía. La lujuria prendía de nuevo en ella, lo notaba en la forma en que los músculos internos de su vagina le apretaban reteniendo sus dos dedos. Estaba muy excitada, algo bueno para sus propósitos, si tal como pretendía conseguía tenerla receptiva, muy , muy, mojada , solo había que lanzarse a joder bien duro.

Lee respiro con dificultad, era demasiado tarde para no comprender donde conducía todo aquello. Cada terminación nerviosa de su piel temblaba ante el hecho que su padre la follaría en cualquier instante. A través de la semi- penumbra, pudo distinguir la imponente figura de este., enteramente desnudo, salvo por el triangulo de tela de su entrepierna.

Podía distinguir a este despegándose de sus muslos, el torso musculoso flexionándose al deshacerse de lo único molesto para su propósito; el bóxer blanco.

La tenue iluminación de los focos de la avenida externa le permitían ver su amenazador aspecto , la sombra de todo aquel vello corporal que terminaba en una flecha, allí donde sus ojos distinguieron el espeso vello púbico, lo suficiente para reconocer una enorme y excitada polla.

La estampa era temible, a pesar de haber visto a Clark y algún que otro tipo desnudo , el macarra que creyó su novio y antiguo camello, no podía compararse con el hombre duro y desnudo arrodillado sobre la cama. El cuerpo de su padre , había sido labrado para la lucha, era duro, fuerte e intimidatorio. Las cicatrices de metralla sobre el hombro, la quemadura del costado así lo atestiguaban. Hablaban del cuerpo de un soldado , cuyo torso cubierto de pelo castaño recubría cada centímetro de piel . Ese era el cuerpo de un guerrero , uno que no se detendría hasta conseguir su objetivo.

Tenia nociones de autoprotección, tanto ella como Jolene aprendieron a defenderse en caso de emergencia. Su padre así había insistido, así que , sabiendo quien era su contrincante jamas podría zafarse de alguien con semejante destreza. En más de un sentido, podía romperle el cuello de ocho manera distintas.

Lester se aproximo un poco haciéndola retroceder atemorizada . Su verga era enorme, increíblemente tiesa y gruesa, estaba segura que aquel brillo era el del liquido pre seminal de alguien terriblemente excitado.

El corazón amenazaba con escapar por su boca cuando su espalda topo con el cabezal metálico de la cama. El cocktel de miedo y excitación se mezclaron ante la mera reacción de este , si lo pateaba o si brincaba, incluso si corría con todas sus fuerzas hacia la puerta y despues hacia el pasillo. Podía esperar una bala o el cuello roto?

Este pareció leer su pensamiento, pues en el breve lapso de duda , aferro sus tobillos en un cincha férrea. Sin posibilidad de escabullirse, procuro no enfurecerlo quedándose quieta . Tendría su oportunidad, siempre que estuviera atenta y fingiese colaborar podía encontrarla.

Cuando este finalmente acomodo su cuerpo sobre ella , fue consciente del pobre gruñido del colchón hundiéndose con el peso de ambos. El rostro de su padre estaba a escasos centímetros de su cara era una mascara sin emociones y aun así , ni una sola palabra broto de su boca. Percibía la recia musculatura de su pecho inmovilizándola, inclusos sus brazos se tensaban dispuestos a lograr su objetivo. los bíceps cual bandas de acero apresaron sus muñecas por encima de su cabeza a la vez que, con una de sus rodillas le abría los muslos. El gesto impasible al bajar la vista y observarse sobre el cuerpo dispuesto para el sacrificio.

Lee asfixiada por la mole de musculo sobre ella supo que todo acabaría de un momento a otro. Ya nada podía hacerse, y solo cuando acomodado entre sus piernas balanceo su verga perezosamente sobre su entrepierna, supo que ya era demasiado tarde.

Su padre se preparo para montarla, percibió como su callosa mano tanteaba los labios del coño. Durante esos instantes aguanto la respiración. La resbaladiza fricción , ese primer tanteo embadurnándose , Nada puede compararse al ajuste de un monumental glande empujando contra ella con la fuerza de 95 kilos , para hundirse de un brutal empujón cuando aun no estaba preparada para ello. El fuerte chillido debió alarmarlo, pues antes de que pudiera repetirlo , soltó sus brazos y tapo su boca, incapaz de que las lagrimas dejaran de humedecer su rostro . Chillo con suficiente fuerza para que este le soltara los brazos y tapara su boca,e incapaz de evitar que el reguero de lagrimas mojase la fuerte mano cuando la primera envestida encajo su pelvis a hundirse y retirarse. El largo jadeo de deshago resonó sobre el chasquido de carnes entrechocando .

El eco de su grito fue acallado sin mas , sin importar cuan doloroso pudiese resultar. Se dejo llevar mientras este se clavaba hasta el fondo en su hipersensible vagina. Era doloroso, la polla de su padre era demasiado grande , la reventaría sin remedio. Toda aquella carne abrasaba cruelmente su interior , abriéndola monstruosamente.

La mano de Lester destapo su boca, incrédulo ante la humedad de las lagrimas sobre la palma de su mano, la zorra nunca ha llorado . A lo sumo le ha suplicado , lo ha guiado a endurecer el ritmo , pero nunca ha protestado llorando.

Por primera vez, un atisbo de confusión se cuela en la alucinación , no así en sus caderas incapaces de detenerse en machacar una y otra vez al ritmo ancestral. El placer lo envuelve, como nunca antes , goza cada uno de esos diabólicos sueños y este en particular . Como no hacerlo cuando el placer lo impulsa a endilgar empellones duros y profundos en una vaina tan apretada. Las voz de su cabeza gime exigiéndole entregarse al orgasmo, a la maravillosa sensación de ese coño aceptando su prolífica corrida sin gomas o barreras de látex .

Follar a pelo excita al mas reprimido, y Lester no es una excepción, el animal escondido en él , levanta la cabeza, procurando recrearse en el entrechocar de sus testículos sobre el cuerpo femenino, e incapaz de refrenarse , explota corriéndose como en ningún sueño anterior . El abandono le va invadiendo minutos mas tarde, cuando el sobre esfuerzo de sus caderas va deteniéndose con el ultimo chorro de esperma . Esa deliciosa sensación nunca parece tan placentera y se desploma sobre su blando descanso.

Las gotas del sudor y el olor a semen no son suficientemente fuertes para no percibir el sutil aroma a fresas brotando bajo su cuerpo. Un delicioso olor femenino , muy parecido al gel de baño usado por sus hijas.

Aun medio en sueños, tras esa agradable apatía tras un gran polvo , va percibiendo cada uno de los detalles que se despliegan al abrir los ojos y encontrar a Lee allí , en el lugar donde la zorra de sus sueños siempre vence . Siente el perfecto amarre de su pequeña vagina aun apresándolo. Traga saliva, es demasiado tarde para comprender que esta vez el sueño se ha convertido en una realidad espantosa.

Comprende como el fluir de su esperma ha lubricado el estrecho conducto y aprisiona su polla reteníendole sin remedio. No se trataba de otra pesadilla, aquello en verdad había sucedido , esta vez , no se trata de otro despertar culpable.

Ahora es su hija mayor quien yace bajo su cuerpo, el rostro vuelto hacia un lado , las pieles aun aceitosas tras la refriega. Esta vez es ella con la que despierta, no se encuentra estirado sobre la cama , ni son las sabanas las que retienen su polla miserablemente tiesa . Es el rostro de su hija mayor, con un claro rastro de lagrimas quien elude mirarlo. Sus cuerpos aun entrelazados como otros dos amantes aun algo inexpertos.

  • Ohhh dioos, diooos queee he echo – mascullo con voz estrangulada-- Mierda, Lee, contéstame por favor, por favor.-- se descubrió atemorizado como nunca antes lo estuviera--.

Sin confiar en su aguante en lo de intentar salir de tan prieto encierro , intento no moverse y a pesar de eso, percibió el leve escalofrió en los tirones de su verga al recuperarse y empalmarse sin remedio. En verdad quería apartarse , la intención era esa, pero de buenas intenciones esta lleno el infierno. – Nena, sera mejor que... – ohhgg, Leee , si pudieras relajar... Ohh joder, – no voy a poder aguantarme – protesto como si de una visita al odontólogo se tratara-- Oh nena, no, nooooo , no me hagas esto – la sujeto con determinación por las caderas –Ooohhhh , no voy a poder soportaaarr... – sudaba sobre la figura de su hija-- Yooo, yoooo-- envistió instintivamente sujetándola con determinación por las caderas-- Demasiado taaarde .--- Sudaba sobre la figura de su hija-- No puedo detenerme -- pronuncio incrementando la cadencia de sus caderas taladrando. -- Yooo, yooo, Lo siento.- envistió confuso y excitado. * Esta bien...-- giro la cabeza Lee resignada.

Esa tibia aceptación espoleo el bramido de Lester, que con un jadeo volvió a caer sobre el blando cuerpo femenino. Cualquier remordimiento fue dejado en un segundo plano, con el gesto concentrado y la cara hundida en la almohada junto a la cabeza de Lee, envistió con todas sus fuerzas . Cada musculo de su anatomía se movió impulsado por la necesidad. Rápido, duro , brutal , con ese tipo de apuro en el que pronto se acelero al escuchar sus grititos junto al oído. Pronto los chasquidos de sus partes entrechocando se confundió con el coro de gemidos de ambos .

Lee respiro con dificultad, la increíble fuerza con la que la jodía no disminuyo en ningún momento . Estaba atrapada bajo la osamenta musculosa golpeada por la fuerza de una naturaleza brutal. Como si la furia de cada empellón se recrudeciera hasta tornar a ella multiplicada por dos, estaba muy sensible, hinchada y repleta de una mole de musculo en movimiento. En algún momento la reglamentaria cama de acero empezó a golpear en un cadencia compenetrada al de los chirridos del colchón.

Todo en ella seguía esa crispada tensión, dejándose hacer ante la inagotable potencia de Lester , no supo cuanto tiempo follaron , perdió la noción del tiempo. Casi como si la polla de su padre llevara toda la vida machacando su vagina. Bombeando dentro, fuera, dentro , fuera.

El pelo sudoroso pegado a la cabeza , la cara congestionada, la impresión de las pieles pegadas y cuerpos congestionados al asaltarle el orgasmo, de repente Lee abrió los ojos crispada. El clímax la golpeo con la fuerza de un rayo, no pudo evitar estremecerse , la sorpresa la atrapo como un subidon de éxtasis. Notaba ese inicial calor transformando su cuerpo en un incendio. La potencia del clímax es tal , que arrasa cualquier escrúpulo al asaltarla a traición, sin disculpas, clara, potente. Nada puede hacer al sufrir la siguiente oleada de otro nuevo orgasmo, solo dejarse llevar.

Siente su cuerpo ajeno, le traiciona bochornosamente al aferrarse a la polla de Lester, su padre. E igual que si tratase de magia oscura no puede evitar apresarlo íntimamente mas cerca.

El rugido de este se amortigua al morder la almohada, la vagina de Lee lo retiene premiándolo , consigue arrancarle un alarido que la almohada amortigua. Espoleando la carrera de sus caderas hundiéndose mas y mas duro, y explotando al correrse de la manera mas deshinibida .

Lee aguanta, quiere creer que el fin esta cerca, puede notar los empellones ralentizarse , balanceándose mientras la avalancha de semen se derrama en su interior. Y la sobrecoge la calidez inundandola. Demasiado, demasiadooo... - piensa- , es incapaz de entender en que momento sus brazos han brotado espontáneamente sobre la amplia espalda de Lester. Así es, sus dedos perciben cada musculo tensionado de su dura espalda, músculos de acero relajándose. El sudor impregna las pieles de ambos, fluye el reconocible aroma a sexo y a Lee se le cae el cielo a los pies.

Puede notar perfectamente el semen resbalando por encima del algodón de sus braguitas, la relativa calma descubre a una Lee satisfecha y avergonzada, nunca en la vida habría imaginado acabar en la situación que se encontraba. Algo que raramente puede narrar en la terapia de grupo, ni ella misma era capaz de asimilar como un hombre maduro, a la vista perfectamente normal la había follado brutal y salvajemente bien.

Parpadea ante la demoledora verdad, a pesar de haberse tirado a unos cuantos chicos, ni de cerca se acercan a aquello. Lo llama “ aquello” porque no sabe como llamarlo. Es malsano y retorcido, y aun así... ,

Ufff-- traga saliva.

Sin todas esos filtros de comportamiento , reglamentos y conductas establecidas su padre era ese ser, alguien completamente visceral . Rodeo su nuca buscando el consuelo del que siempre estuvo a su lado, esa intima conexión que siempre rehuye, ¿ Que hacer o como actuar , prende el silencio entre los dos.

Los ojos de lester parecen vidriosos, conscientes de que a pesar de todo sigue agarrado a su coño . A pesar de ser padre e hija, aun teniendo todo bajo control, algunas veces las cosas mas inverosímiles suceden.

Las primeras luces del amanecer asoman entre los listones de las persianas cuando el contacto visual determina esa corriente oculta prohibida. Fluye entre los dos, sin palabras, sin recriminaciones hasta que es Lester quien poco a poco desciende hasta que sus bocas quedan a escasos centímetros la una de la otra. Y sin ya ninguna duda cubre la boca con la suya, lenta y caprichosamente consigue enlazar su lengua a la tímida respuesta de Lee. Despacio, muestra a su hija el ritmo adecuado para inflamar y endurecer a todo un veterano soldado.

Lester saborea la dulzura de Lee animándola a soltarse , pronto las salivas y los jadeos de besos consiguen impulsar sus caderas con vida propia y de nuevo todo vuelve a empezar.

Se recrea restregándose entre esas piernas abiertas , los besos y las caricias mientras su rígida verga se mece sobre los pegajosos labios vaginales y enviste.

El peso de su cuerpo no da muchas posibilidades a Lee , aun a costa de cada trabajosa respiración disfruta del peso y el empuje encima de ella y no le importa. Allí echada , la camiseta enrollada en la cintura, las bragas apartadas a toda prisa y los muslos abiertos de par en par , enmarcan tímidamente un cuerpo de acero. Colabora levantando la pelvis ante el intuitivo empuje con el se clava hasta el fondo. – Agggggggggggggg...-- sujeta sus manos sobre la duras nalgas masculinas. Y los cuerpos se acoplan engrasados a la perfección, las caderas de él emprenden esa lenta y machacona cadencia del que se sabe merecedor de un postre muy especial .

Lester goza de cada recoveco encierro , empujando de manera lenta mientras contempla el sonrosado rostro , su deseo se enciende con el de ella y ajeno al mundo fuera de ese colchón ,endosa riñonadas profundas. La lubricación de sus cuerpos permite envestir de manera dura . Goza al escuchar los ruiditos procedentes de su garganta, espolean el orgasmo y otra potente eyaculación .

Y es ahí, cuando con su semen derramándose en su interior, se detiene. El el gesto de placer que su cara dibuja es solo el comienzo-- comprende – El primero de muchos...

Lester sisea ante el ultimo empellón, cuando sus frentes se tocan sudorosas y sus bocas vuelven a enlazarse en un ultimo intercambio eléctrico.

Egoísta o no , su erección escapa casi con pena de su interior y consigue caer rendido hacia un costado. Todo ha terminado, las luces de un nuevo día asoman y el solo puede cubrirse exhausto la cara. No sabe que hacer o que decir, nadie prepara en la academia para algo de semejante calado. Carraspea al girarse y enfocar con las primeras luces de la mañana el cuerpo agotado de su hija mayor.

  • Sera mejor que vaya preparándome , consigue pronunciar mientras sus ojos se detienen en la boca de esta. Duerme algo mas – se aproxima hasta despacio volver a invadir su boca con determinación.-- Y no te preocupes cariño, todo se acabara arreglando-- murmura despidiéndose junto a la puerta.

Lee aun percibe el sabor de la boca, el rumor de sus palabras al verlo desfilar hacia el pasillo y contemplar el trasero desnudo abandonando la habitación. A la luz de la mañana todo parece increíblemente lejano, como de otro planeta, algo imposible, aunque la prueba de esa extraordinaria noche fluye entre sus piernas. Involuntariamente aprieta las piernas, quien sabe si queriendo detener ese flujo de semen . El rumor de la frase de despedida de Lester resuena poco antes de caer profundamente dormida.

Todo se acabara en verdad arreglando ? … – respira Lee con holgura-- O irán irremediablemente hacia el desastre?--suspira encogiendo sus rodillas hasta el estomago y abandonándose a una remota posibilidad.

Solo cuando Lester cierra el pestillo de la puerta principal , sube al jeep y enfila la acostumbrada ruta hacia el puesto de mando es consciente de que la migraña ha desaparecido casi de manera milagrosa casi como si nunca hubiera aparecido, tampoco temblaban sus manos al firmar la tablilla de cambio de turno.

Se podía decir, que salvo por la falta de sueño su estado físico volvía a ser el de siempre, por primera vez en mucho tiempo camino con paso firme . Saludo a su capitán , consciente demasiado tarde que las dos 2 cajas de condones abultaban demasiado en el bolsillo delantero de su guerrera y anunciaban a cualquier idiota en que había empleado la calderilla habitual del café diario.

Si se apresuraba, guardaría su botín en su taquilla hasta el cambio de turno y solo cuando se marchara hacia casa, los volvería a colocar en su bolsillo delantero.

Un buen soldado siempre planifica concienzudamente cada circunstancia, palmeo los condones con determinación. Y desde él era un buen soldado.