Una semana que cambió mi vida

Mi madre se fue una semana de viaje y su marido quedamos solos. Leed todo lo que paso.

IV

UNA SEMANA QUE CAMBIO MI VIDA.

La penúltima semana de enero mi madre tuvo que viajar por motivos de trabajo a Italia. Se fue el lunes por la tarde. Su marido la fue a llevarla a el aeropuerto y sobre las ocho de la tarde estaba de vuelta en casa. Yo estaba en mi habitación estudiando. Entro me cogió una de mis tetas, me beso en la boca y me dijo que se iba a duchar y si quería que nos fuéramos a cenar por ahí. Le dije que prefería que encargamos una pizza y cenar viendo la tele. Hacia frío en la calle y no me apetecía salir, además, acaba de llegar de clase y tenia ganas de estar con él.

Sentí el agua de la ducha. La puerta de mi habitación estaba abierta y el había dejado la

de la suya y la del baño también abierta. Sabia que en cuanto terminara aparecería desnudo en mi puerta y no pude resistir la tentación de desnudarme y caminar hacia el baño.

  • ¿Puedo compartir el agua de esta ducha?

No dijo nada y me colé al lado suyo bajo el chorro de agua. Tenia la polla relajada, me acerque a él y el me beso bajo el chorro de agua que nos empapaba. Me pidió que le restregara la espalda con una esponja, luego hizo lo mismo conmigo. Me abrazo y me beso por el cuello y la espalda debajo del agua tibia. Me acariciaba los pechos y bajaba hasta mi coñito. Me hizo poner de rodillas y coloco su polla en mi boca, empecé a chuparle mientras el agua seguía cayendo por encima de los dos.

Cuando salimos de la ducha su polla estaba muy dura, se puso detrás de mi y me hizo inclinarme sobre el lavabo. Me clavo sin ninguna delicadeza. Grite pero ya estaba clavada y sus movimientos hacían que mis piernas temblaran. Estábamos mojados, estábamos poniendo el suelo perdido de agua. Me coloco el albornoz de baño y me froto todo el cuerpo. Yo estaba deseando ir a la cama, pero nos fuimos al salón. Llamo para pedir una pizza y mientras esperamos nos estuvimos besando y chupando. Mi calentura era muy grande y la de él imaginaros. Cenamos y nos fuimos a su habitación. Nada mas acostarnos, llamo mi madre. Me dijo que me quedara calladita. Y me quede calladita pero no paraba de sobarle la polla, me daba mucho morbo. El hablaba con mi madre mientras yo le pajeaba la polla y se la chupaba.

  • Esta en su habitación…¿Quieres hablar con ella?...Ya estoy en la cama…Me estoy haciendo una paja…Algo tendré que hacer esta semana…¿Tu, no vas a hacer nada?...Cuidado….¿Has llevado condones?....Espera que le digo que se ponga

Salí disparada para el salón, cogí el otro teléfono y hable con mi madre un buen rato. Me dijo algo que me dejo pensando un rato: Que estábamos los dos solos en casa y que no creía que, Jaime, mi padrastro, su marido, pudiera aguantar una semana sin estar con alguna mujer y que tuviera cuidado o me dejara llevar. Volví a la cama con él y seguimos con nuestros juegos hasta que los dos nos corrimos y quedamos fundidos de sueño.

La mañana del martes se me hizo muy larga en el trabajo y él hizo que fuera mas larga porque tenia una reunión por la tarde en su trabajo y me llamo para que fuéramos a comer juntos. Así lo hicimos, le acompañé hasta el banco donde trabaja y me dijo que antes de las ocho no llegaría a casa.

Pasadas las 20 horas me llamo para decirme que iríamos a cenar. No me apetecía salir, quería que viniera y acostarme con él. La cena se me hizo larga, pero cuando llegamos a casa, la noche se me hizo corta. Follamos como locos, no se cuanto tiempo.

Miércoles, mañana de trabajo. Me llamó y volvimos a comer fuera de casa. Sobre las cinco estábamos en casa, yo tenia que ir a la facultad un par de horas, cuando llegue a casa, alrededor de las siete, no estaba solo. Estaba con un amigo, Juan. Ya lo conocía de haber estado en casa otras veces. Me vine derecha a la habitación y deseando que el amigo se fuera para quedarnos solos. Al cabo de un buen rato entro en mi habitación y me dijo que me fuera a tomar algo con ellos. No me apetecía. quería estar con él. Insistió y le acompañé. Estaba detrás de mi, me cogió por la cintura y empezó a besarme el cuello y acariciarme el pecho por encima de la ropa y delante de su amigo. Yo estaba un poco aturdida y nerviosa. Se deshizo de mi jersey y me quede con mi pecho a la vista de Juan que no tardo en acercarse y empezar a acariciármelo.

-Relájate y piensa en disfrutar-. Me susurró el marido de mi madre, al oído.

A partir de aquí todo empezó a sucederse muy rápido. Juan empezó a desnudarse, mientras el marido de mi madre me empezó a quitar la ropa. Estaba desnuda. Juan me cogió la mano y la puso en su polla. El marido de mi madre se estaba desnudando y así quedamos, en medio del salón. Los tres desnudos. Sus manos recorrían mi cuerpo. Yo seguía nerviosa, pero me estaba empezando a gustar el juego, las caricias que me hacían y me fui dejando llevar de la situación. Juan me empujo por los hombros hasta que me quede de rodillas delante de su polla. Me la coloco en la boca, mientras el marido de mi madre me acariciaba y empecé a chupar. Era mas larga que la del marido de mi madre pero mas fina. El marido de mi madre me cogió de las caderas y me levante mientras seguía con la polla de Juan en la boca. Juan se sentó. Seguí chupando mientras el marido de mi madre me clavó sin ninguna delicadeza. Estuvimos un rato así, hasta que el marido de mi madre nos dijo que nos fuéramos a la cama. Me tiraron en la cama. Juan se pudo encima de mi y me clavo. El marido de mi madre se había ido a mear. Sentía la polla de Juan muy adentro. Me follo duro. El marido de mi madre no venia. Juan coloco mis piernas sobre sus hombros y no pensé en lo que me iba a pasar, sin darme cuenta su polla paso de mi coñito a mi culo. Grité. De un solo golpe ya la tenia dentro. Me dolía. Gritaba. Al rato apareció el marido de mi madre, se acostó a mi lado, me acariciaba y me decía que aguantara un poco más.

  • Dile que me la saque, ¡por favor!

  • Aguanta, cariño – me dijo

  • ¡Ven!

Juan se apartó de mi y me puse encima del marido de mi madre. Me clavó, Me dolía el culo, pero estaba excitada y sentí su polla muy rica en mi chochito. Me chupaba y sobaba los pezones y sobre todo me clavaba. Me abrazó contra su pecho. Me besaba y me susurraba en el oído todo lo que iba a disfrutar y todo lo que los tres disfrutaríamos. Me apretaba muy fuerte a él, cuando sentí que Juan intentaba volver a encularme, intente moverme para librarme de una nueva encula pero fue inútil. Tenían mas fuerza que yo y ahora me sentía mucho peor. Tenia la polla de Juan dentro de mí por el culo y la del marido de mi madre por delante. Juan empezó a moverse dentro de mi. Creí que me moría y cada vez me daban mas fuerte. Poco a poco el dolor que sentía en mi culo se mezclaba con el placer que sentía en mi coñito y me deje llevar hasta correrme. El marido de mi madre se puso a cuatro patas en la cama. Juan se colocó detrás de él y lo enculó. Me hizo colocarme debajo de él y m metió su polla en la boca. Veía como los testículos de los dos se golpeaban. Yo chupaba al marido de mi madre y él a mi. Volví a correrme en su boca. Me sentaron en la cama, el marido de mi madre se puso detrás de mi, su cara pegada a la mía y en mi boca la polla de Juan, solo me había colocado la cabeza en mis labios y se masturbaba.

  • Trágate todo lo que te eche, cariño. Me decía el marido de mi madre.

Me sujetaba la cara, con la suya pegada a la mía. empecé a sentir la leche caliente de Juan en mi boca.

  • Traga, cielo, traga….No eches nada fuera.

No podía con todo lo que llegaba a mi boca y por la comisura de los labios se escapaba algo de semen que el marido de mi madre recogía con sus dedos y se metía en la boca.

  • Está muy rico, Juan.

El marido de mi madre tenia la polla muy dura y no se había corrido. Juan se apartó de mi boca, sacudió la ultima gota de semen en mis labios y empezó a vestirse. El marido de mi madre me tumbó en la cama, se puso encima y empezó a follarme.

  • ¡Que lo disfrutéis, chicos¡. Y Juan desapareció.

Me volví a correr mientras sentía la leche de Jaime llenarme el coñito. Nos dormimos.

Por la noche no hicimos nada, dormimos juntos pero sin hacer nada. Mi madre volvió a llamar y estuvieron hablando un buen rato. Por lo que poco que pude entender ella tenia planes para esa noche. Mientras hablaba con ella me empujo la cabeza hasta meterme su polla en la boca. Todo quedó en la mamada que le hice.

El jueves estuvimos hablando de lo que estábamos haciendo y me dijo que trajera a Noelia dormir el viernes para follarnos a las dos. Follamos como locos.

¿Cómo le decía a Noelia lo que quería?. Ella sabia que él me follaba, peo yo no sabia si ella querría estar con los dos.

No le dije nada, el viernes Noelia me fue a buscar al trabajo, nos fuimos a comer y de compras. Sobre las siete llegamos a casa. El marido de mi madre estaba viendo la televisión. Noelia y yo nos vimos a la habitación. Yo fui al salón, nos morreamos un poquito y me preguntó si Noelia venia dispuesta a todo. Le dije que no le había dicho nada pero que él tendría que ponerla "a tono".

  • Poneros unas falditas así…., cortitas. Esa blanca que me gusta y a ella algo así. Sin sujetador, ni bragas. Y morrearos un poquito las dos para que se vaya calentando, pero sin correros. –Me dijo.

Así lo hice, el seguía en el salón y Noelia y yó nos pusimos a jugar. Noelia estaba nerviosa, me decía que mi "padre" podría entrar y vernos.

Sobre las nueve de la noche sonó el timbre de la casa. Reconocí la voz de Juan, había otra voz de un chico y la del marido de mi madre. Noelia y yo seguimos, después de unos minutos de sorpresa, jugando. Estábamos mojadas y por cabeza pasó el pensamiento de que nuestro plan se iba a estropear.

El marido de mi madre llamó a la puerta.

  • ¡Venid, chicas!. Os voy a presentar a dos amigos.

Noelia se puso una falda vaquera mía mu cortita y yo una falda negra, también muy cortita. Llevamos dos top.

Nada mas que entramos en el salón, el marido de mi madre me cogió por la cintura y dijo los nombres de los cuatro a modo de presentación. Y nos dijo si queríamos tomar algo con ellos. Nos sentamos. El marido de mi madre cogió los vasos de lo que habían estado bebiendo. Nos preguntó que queríamos tomar y se iba para la cocina. Se volvió y le dijo a Noelia que le acompañara para ayudarle. Apenas si desaparecieron los dos, Juan se puso de pie y cogiéndome de la mano me levanto del sillón, tiro hacia abajo del top y mis tetas quedaron al aire, instintivamente mi mano se colocó para tapármelas, me quito la mano, mientras invitaba al otro chico a tocármelas.

  • Toca, veras que cosita mas dura.

Intente zafarme de su abrazo, pero no lo conseguí y las manos y la boca del otro chico me recorrieron las tetas y los pezones. Juan metió la mano por debajo de mi falda y apartando el tanga me empezó a acariciar el chochito.

  • Estas mojada, cariño. ¿Tienes gana de polla…?

Intentaba quitármelos de encima, pero solo intentaba. La verdad es que me gustaba sentir las caricias de los dos. pensé en Noelia que estaba en la cocina con Jaime. Me deje tumbar sobre la alfombra. Juan me seguí acariciando y besando. El otro amigo se quitó la ropa. Subió mi falda, apartó el tanga y me clavó sin mas. Di un pequeño grito.

  • ¿Qué tal?. –preguntó Juan

  • Muy estrechito. – respondió el otro.

  • ¿Y tú? –preguntó Juan mirándome.

No respondí. Me dolía y tenia una sensación diferente a las veces que me penetraba el marido de mi madre y cuando me había penetrado Juan. O era mas gorda o era mas larga. Era diferente y me estaba poniendo muy caliente. Juan se había desnudado también y ahora era quien me penetraba. Ví cerca de mi cara la polla del amigo, era gruesa y larga y curvada hacia arriba. Me la puso en la boca y chupe, mientras Juan me follaba lentamente. Pensé de nuevo en Noelia y el marido de mi madre. ¿Qué harían?.

Juan me siguió follando hasta que me hizo correr. Ahora su amigo había vuelto a ocupar su lugar y me di cuenta porque sentía diferente, su polla curvada rozaba la parte de arriba de mi vagina y me hacia sentir mucho placer. Estaba muy mojada y no tarde mucho en volver a correrme. Juan había desaparecido. Estábamos los dos solos. Me follaba mas fuerte y yo cada vez sentía mas placer. Estaba a punto de correrme de nuevo cuando un grito de Noelia me dejó tensa. Intente apartarlo de encima pero me dijo.

-¡Tranquila!. A tu amiga le estarán haciendo algo maravilloso.

Siguió dándome con fuerza. Oía a Noelia gritar, pero las ganas de correrme eran mas fuertes y me deje llevar hasta que un nuevo orgasmo me invadió. Jadeaba, estaba cansada y le dije que fuéramos a ver que hacían.

-Primero quiero echarte la leche. ¿Dónde la quieres?.

  • Dentro, nó. Por favor.

  • ¿ En la boca?

  • ¡Vale!

Sentí como llenaba el coñito. Intente apartarlo, pero fue imposible. Sentía los borbotones de su polla golpear mi vagina. Le decía que no fuera a dejarme preñada. Supongo que ni me oiría. Se descargó completamente dentro de mi coñito. Se quedó un rato dentro de mi, seguía oyendo los lamentos de Noelia. Me lo quité de encima y me fui al baño a lavarme.

Noelia, Juan y el marido de mi madre estaba en la habitación: Juan follaba a Noelia y ella tenia la boca llena con la polla del marido de mi madre. Me quede en la habitación con ellos. Juana le metió la polla en la boca y se corrió. El marido de mi madre hizo lo mismo en su coño.

Juan y su amigo se vistieron y se fueron. Noelia y yo nos quedamos dormidas. El marido de mi madre durmió aquí en mi habitación.