Una semana a tu lado (3 de 3)

Malentendidos y verdades que salen a la luz...

-Andrés, mis primos, Primos, Andrés un compañero de clases…-

-Richard…

-Hola Mucho Gusto, Adolfo.

-Andrés, mucho gusto-

Cada uno se presentaba dándose la mano, en especial me había quedado de brazos cruzados mirando como el último, Adolfo, muy efusivamente se presentaba… Paranoia, paranoia, no porque sea gay significa que le va a gustar cualquier hombre… no significa eso, no lo significa… me decía tratando de calmarme. Pero no podía evitar sentir como la sangre me hervía.

-¡Verga primo! ¡Como has crecido!- dijo Richard mientras me rodeaba por el cuello con su fuerte brazo apretando el bíceps.

-Si, y ya veo que a ti el tiempo tampoco te ha sentado nada mal- le dije tratando de apartarme su brazo del cuello para tomar aire.

-¿Lo dices por esto?- me preguntó al tiempo que hinchaba el brazo derecho y se daba un beso en el bíceps. Yo negué con la cabeza y le devolví una sonrisa.

Richard siempre había presumido de su cuerpo pero ahora que al parecer iba al gimnasio lo hacía aún más, aunque ahora si que tenía la razón,  tremendo cuerpazo el que tiene, más que iba vestido con una de esas franelas que la tela es ceñida al cuerpo.

-Viiiirgaaa pero tampoco vas por mal camino- dijo luego de pasarme la mano por el abdomen, mira Adolfo.

-A ver esos cuadritos- dijo estirando la mano para levantarme la  franela.

-Ay valeee- me burlé yo echándome para atrás –Ahora estos dos queriéndome ver el abdomen-

-Ahora si me compuse yo- se burló mi tía pasando a un lado con unas bolsas que luego bajo y se dirigió a abrazarme –Que grande estás Marquito-.

No pude evitar sonrojarme y sentir como miles de recuerdos de mi infancia venían a mi mente de solo escuchar eso, Marquito, todos mis primos mayores y tíos me llamaban así antes.

-¡Bendición tía! tiempo sin verlos-

-Si chico, si no nos encontramos aquí ustedes nunca van a visitarnos.

-Bueno, yo le digo a mi mamá pero nunca tienen tiempo.

-Bueno verdad, con tanto trabajo, si no es así…

-si… ¿Y mi tío Luis?

-No sé ya deben venir en camino.

Mi tía Marisol es una mujer ya de 40 años pero que a pesar de todo llevaba esa vitalidad al igual que mi abuela y mi mamá y como todos en mi familia en realidad, quedo viuda luego de que a su esposo cayera preso y muriera de un infarto, según decía mi mamá quizás por la misma preocupación, era policía y había quedado cómplice de otros que al parecer habían cobrado a unos ladrones para dejarlos escapar. Ella había quedado sola con sus dos hijos, Richard y Adolfo, de 4 y 2 años para entonces, no sé como le hizo para salir adelante pero siempre me da como cierta admiración por lo que hizo.

Y pues allí estaban mis primos Con 20 años Richard y 18 Adolfo…

-Él es un compañero de clases.

-¡Otro más! ¡Pero tú si tienes compañeros de clases pues! Mucho gusto, Marisol.

-Andrés, mucho gusto.

-Hablamos más tarde que estos tarajayotes no me ayudan en nada y tengo que cargar todo yo sola.

-Yo la ayudo señora- Dijo Andrés para luego ir a acercarse al maletero del auto de mi tía y comenzar a sacar las cosas.

-Muy juicioso este amigo tuyo- me comentó Adolfo.

Y en ese momento sentí como una pequeña chispa.

-Si…- respondí mientras lo miraba con  los ojos entrecerrados y el dirigía su mirada hacia Andrés que ya venía con algunas cosas.

-¿Y eso que los demás no vinieron?- Me preguntó Adolfo ahora mirándome con una sonrisa.

Yo era alto pero ellos me pasaban como por unos 5 centímetros, Richard moreno de piel y con el pelo rapado, había llegado en camiseta de seguro presumiendo de su cuerpo, y es que los pectorales se le marcaban todo por encima de la tela… los brazos… de verdad que mi primo estaba bastante bien, y Adolfo, es un poco más claro que su hermano, con el cabello largo dejándose el flequillo, o la “pollina” como le conocemos aquí, tiene la misma altura que Richard pero al parecer no hace tanto ejercicio como él porque no se ve tan formado.

-Es que cada quien anda en sus cosas…

-Ahmm ¿Pero si siguen de amigos no?

-Si, claro.

-¿Y Esteban?

-Ah él iba a venir pero se fue para Margarita…

-Ah ya.

Esteban por conocerlo desde pequeño había ido muchas veces a casa de mi abuela, ya todos en mi familia lo conocían.

-¿Y Julián y los demás?

-Ah… bueno Julián se fue para Oriente, Carlos con su papá y Alejandro se quedo con la novia que no se iba de vacaciones.

-Ah ¿Tiene novia?

-Si…

-No me digas ¿Por fin anda con la chama está que siempre decía?

-Si esa misma.

-Coñoooooo- mándale mis felicitaciones.

-Jaja, si te cuento, terminaron haciéndose novios limpiándose el vomito mutuamente.

-¿Qué?

Le conté a mi primo lo que había pasado en el parque mientras íbamos a ayudar a sacar las cosas del auto, ya quedaban pocas para cuando fuimos Andrés y mi tía habían hecho casi todo. Así que entramos y yo me recosté en el mueble mirando hacia donde estaban todos, Andrés estaba en la mesa al igual que Adolfo y mi mamá cerca de ellos de pie acomodando con mi tía y Richard que deambulaba de un lado al otro mientras que mi abuela servía el almuerzo porque ya había que irse a la iglesia.

-Venimos 4 días y pareciera que nos fuéramos a quedar durante un mes- Dijo Richard cruzándose de brazos mirando a mi tía y a mi mamá a organizar las cosas.

-No jodas, tú con ese cuerpote y no ayudas un coño- se quejó mi tía.

-Tía no me trate así que usted sabe que yo a usted la quiero- le respondió a mi mamá acercándose para darle un abrazo.

-Bueno arreglen todo que en un rato nos vamos a la iglesia.

-Waaaaaaaaaah- bostezamos Richard, Adolfo y yo a coro.

-Dios, por qué ninguna de ustedes dos pudo parir un Andrés-

Reí un poco por lo que acababa de decir mi abuela, Richard levantó una ceja pensativo mientras agarraba un balón de básquet que había traído y lo apretaba haciendo que se marcaran cada musculo de sus brazos… si seguía así iba a terminar excitándome viendo a mi primo.

-No vayas a jugar aquí con esa vaina que esto no es una cancha, además que ya vamos a comer- le dijo mi abuela a Richard mirándolo de forma amenazante, este enseguida soltó el balón.

-Ya abuela usted tampoco se ponga así, usted sabe que yo la quiero- e hizo lo mismo que con mi mamá y la fue a abrazar.

-Déjame muchacho pajuato- se sacudió mi abuela.

-Vamos déjate llevar abuelitaaa, sabes que me quieres-

-Anda pa´llá que voy a servir la comida.

-¿Y que hay de comida?- preguntó Adolfo.

-Sopa de pescado.

Luego de comer y de que mi familia se pusiera al día con las cosas de cada uno, el trabajo, los estudios, las novias (Si, al parecer todo el mundo se hacía el indiferente con Adolfo y mi mamá ni mi abuela le preguntaban a él), la política que no pudo faltar y otras cosas, cada quien fue a prepararse para ir a la iglesia a ver la fulana obra. De todos modos me había preparado mentalmente para repartir golpes de manera siniestra en el caso de que “Yoneiker” intentara hacerme algo, además que esta vez iba a estar con Andrés y mis primos.

Mi abuela había tenido 5 hijos. Pocos para los que en esos tiempos que no habían TV, mi mamá, Sonia, Frank y otros dos tíos que no venían este año porque se iban de viaje los dos a no sé donde, esos eran los mayores y algunos de sus hijos, mis primos, eran hasta completamente desconocidos, aunque creo que son mayores, si mal no recuerdo hasta  bisnietos le habían dado a mi abuela.

Mi tía Sonia tenía a Adolfo y Richard, mientras mi tío Frank vive con su esposa y tiene a Frander y otra más chica. Frander tiene 15 años y casi que junto con mis otros primos hacíamos una escalera.

Llegamos a la iglesia, yo con mi papá, mi mamá, Andrés y mi abuela en el auto de papá mientras mis primos venían en el de su mamá y mi abuelo se quedaba en casa, siempre se quejaba del Catolicismo de mi abuela, pero nada serio en realidad, a veces que si iba con ella a la iglesia, más bien era gracioso escucharlos pelear por eso.

Entrando a la iglesia nos habían dado un cronograma donde decía que hoy no era a obra sino la representación de “La última cena”.

-¿Te viste Bleach (un anime) ya?- me preguntó Adolfo entusiasmado, había quedado sentado a mi lado, a mi derecha Andrés y a la izquierda él.

-Si… ¿Por qué?

-Yo me quede en el capitulo 300, es que me contaron ya que en la lucha con Aizen, Ichigo pierde sus poderes y ya eso me jodió.

-No sabía que tú veías anime.

-No muchos, pero ese Bleach me encanta.

-Síguelo viendo, tampoco es malo después de la muerte de Aizen.

-¿Muere?

-De cierta forma-

-mmmm… bueno… tendré que verlo…

-¿Oye y como supiste que me gustaba el anime?

-Ah bueno… estee… lo vi en tu perfil de Facebook.

-¿En serio? Pero nunca me aceptaste…

-Ah es que bueno… se me olvido darle aceptar, cuando regrese a casa te acepto.

-¿Se te olvido desde hace más de un año que te la mandé?

-Si bueno… mira ya va a comenzar.

Me gire hacia el centro y allí iban entrando los chicos, de nuevo Yoneiker iba de primero con su túnica blanca y su barba postiza seguido de el resto de chicos con túnicas de distintos colores.

A poca distancia del altar estaba una mesa donde había pan y una vasija supuse que llena de vino.

Todos los “apóstoles” y “Jesús” se sentaron alrededor de la mesa hasta que comenzaron a decir unas cosas.

«En verdad les digo: uno de ustedes me va a traicionar.»

Todos actuaron haciéndose los sorprendidos y comenzaron a preguntarse

«¿Seré yo señor?»

«Señor ¿Quién es?»

-Aquel a quien yo le dé este pedazo de pan que voy a mojar en el plato- les contestó Jesús.

Acto seguido, mojó el pedazo de pan y se lo dio a quien supuse era Judas Iscariote, no estaba nada mal tampoco… aunque seguía con que Jesús estaba mejor, a pesar de que me había intentado golpear. Tan pronto como Judas tomó el pan Jesús le dijo:

-Lo que vas a hacer, hazlo pronto-

Ninguno de los que estaban a la mesa  pareció entender por qué le dijo eso Jesús. Judas se levantó y salió por una de las puertas de la iglesia.

Después todos se levantaron y caminaron sobre el altar y se sentaron a los lados de este en unos bancos que habían puesto.

La misa transcurrió como lo hacía normalmente, de vez en cuando Adolfo me preguntaba algo a lo que decía que no sabía, que solo se sabía el “padre nuestro” y de broma. Mientras que Andrés se inclinaba y le respondía desde al lado mio, dejándome en el medio de la conversación.

Llego un momento que uno de los hombres que acompañaba al padre tomo un balde con agua de no sé donde y lo puso al lado de los pies de uno de los apóstoles, el padre metió uno de los pies y el otro le vertía agua encima, el padre lo limpio con una toalla y luego le dio un beso…

-El lavado de pies- dijo Andrés al aire.

-¿Eh?- Preguntamos yo y Adolfo a mi lado mientras que Richard dormía muy tranquilo.

-Si, En Death Note lo parodian, no sé si te fijaste- dijo ahora volteándose hacia mí.

-No-

-Bueno, te explico, Jesús, ya sabía que alguien lo iba a traicionar y que… “su muerte” se acercaba, y a pesar de el ser “El rey”, decidió degradarse frente a sus discípulos lavándole los pies y luego les dijo que esperaba que los demás, los discípulos, hicieran lo mismo con el resto de la personas, o sea como que no se creyeran mas que los demás, como él había hecho.

Adolfo y yo nos habíamos quedado idos escuchando a Andrés… yo Sacudí un poco la cabeza…

-Interesante-

-Si un poco…

-¿Y cual es la referencia en Death Note?

-Cuando L le lava los pies a Kira, es como cuando Jesús lo hace con Judas, aun sabiendo que lo va a traicionar, a pesar de que son “amigos”.

-Ooooh ciertooo- dije comenzando a recordar todo… De verdad que era bastante interesante… No lo había visto de esa manera, más bien pensé que era algo así como un romance “yaoi” (Gay) que habían colocado en la serie.

Luego de que los de la obra y el padre representaran ese pasaje la misa siguió como si nada hasta que al final tomaron el “santísimo” donde guardaban la ostia y lo movieron hasta otro sitio donde iban a hacer algo así como una hora de rezos, en serio que iba a morir de aburrimiento si seguíamos ahí ¡y una hora más!, en fin, pusieron la ostia en el nuevo sitio y avisaron que allí estaría hasta Domingo a las 3 de la mañana que era el día de resurrección. Y se haría vigilia desde el sábado. Después recordaron que la obra sería mañana.

-Mañana venimos- soltó mi abuela.

Richard soltó un bufido mi abuela a través de sus lentes abrió los ojos completamente mirando a Richard con ganas de quererlo matar. Richard la miro con mirada desafiante.

-¡A mi no me estés mirando así muchacho!-

-Ya abuela, usted sabe que yo la quiero- y la abrazó.

-Busquen asiento que nos quedamos la hora santa…

-¿Queee?- preguntamos todos mis primos y yo a coro haciendo que mis tíos y mis padres se echaran a reír.

-Si mijo a ustedes les hace falta un poco la iglesia.

-Si, menos mal que no tiene nietos malandros vieja, si  los tuviera a esos si no les hiciera falta- le dijo Richard de nuevo desafiándola pero de alguna forma le había molestado y se notaba en su tono de voz, Adolfo le tomo por el hombro y le apretó un poco para luego pasarle el brazo por los hombros y besarle por la cien. Richard se río un poco y lo apartó.

A la final nos quedamos toda la hora escuchando a un grupo de jóvenes cantar y de vez en cuando decir una reflexión o pedir repetir con ellos una oración.

-Seguro que mi tío y su esposa vienen mañana y ahí si que no creo que quede espacio para seguir durmiendo solos.

-Entonces esta será la última noche que pasemos a solas ¿no?

-Si…

En la casa de mis abuelos había 5 habitaciones. En la planta baja no había más que la sala, en el primer piso está la habitación de mis abuelos y está la habitación donde duermen ahorita mis papás que era un cuarto para cuando alguien va a quedarse de visita, al lado había un cuarto con una biblioteca, un televisor, y varias cosas, mi abuelo le gustaba decir que era su espacio, de hecho, tenía en él colgados algunas cosas como una mandíbula de tiburón, un cuadro con algo así como fotos de él a lo largo de su vida dibujado a lápiz, unas cuantas medallas y títulos de cuando había sido policía militar y otras cosas, aunque por cosas de mi abuela decidió meter un sofácama que era donde dormía mi tía con Richard. Y en el último piso, en donde Andrés y yo estábamos, había otro cuarto donde había una cama junto con otro montón de “peroles” y que a nadie le gustaba porque hacía calor, aunque Adolfo decidió quedarse durmiendo allí, mientras que Andrés y yo dormíamos en el cuarto de al lado.

-Procura no gemir mucho cuando lo tengas todo adentro…- me susurró Andrés al oído haciendo que mi polla comenzara a hincharse.

-Trataré no hacerlo muy fuerte, pero es inevitable con esa bestia que tienes allí abajo.

-Ah si… ¿Te gusta?...- comenzó a decir frotando su paquete contra el mio, con la tela de los shorts de dormir de por medio.

-No, me encanta- Le susurré deslizando mi mano por su torso para llegar a su paquete y comenzar a sobarlo sintiendo como iba aumentando su tamaño y se iba poniendo cada vez mas duro –Está calientico-

Andrés me besaba por el cuello mientras susurraba algunas cosas que no podía entender.

-Te lo voy a meter enterito.

-Hasta el fondo.

-No te vas a poder sentar en días.

-Destrózame…

-Así que vamos en plan rudo ahorita…- Dijo juntando solo su nariz con la mia y mirándome divertido directamente a los ojos.

-Pues si es así, quiero que me maltrates-

Andrés gruño mientras se mordía el labio y colocaba su mano por mi muslo y la metía por debajo dejándola pisada entre el colchón y mis nalgas para luego apretarla un poco.

-Ese culito tan rico-

Yo sonreí un poco sin dejar de mirarle mientras ponía mi mano también sobre una de sus nalgas y le daba una pequeña nalgada para luego apretarlo.

-Pues el tuyo tampoco está nada mal-

-¿Te gusta?

-Me encanta…

Andrés se movió levantando un poco las nalgas mientras seguía a la altura de mi cara como tratando de que lo manoseara mas que fue lo que hice. Con ambas manos comencé a apretujar sus nalgas.

-¿Me vas a dejar estrenar ese culito algún día?- le pregunté ya fuera de mí

-No sé… puede ser…

No seguimos besando de forma apasionada, juntando nuestras lenguas, mezclando nuestras salivas que ya habían pasado a convertirse en una sola… También respiraba ese rico olor a menta en su aliento de la pasta de dientes. El beso cada vez se hacía mas salvaje y las mordidas de Andrés se iban haciendo más bruscas, me apretaba un poco los labios para luego halarlos y soltarlos para volver a acercarse y tomar otra parte y volver a tirar de ella para después juntándonos de nuevo y colocando su mano detrás de mi cabeza introducir toda su lengua en mi boca nuevamente pero esta vez el movimiento hizo que nuestros dientes se chocaran haciendo que nos separáramos ambos con una media sonrisa soltando aire a modo de risa, después fui yo quien tomó a Andrés por la nuca y lo acerqué hacia mi besándolo yo a él abriendo la boca completa como tratando de comerme la suya, pasando mi lengua por alrededor de sus labios.

Puse mis dos manos sobre sus nalgas de nuevo y mientras lo besaba se las iba apretujando y moviéndolas de forma circular, recorriéndolas de arriba y abajo. Coloque mis manos sobre la liga del short y lo baje de una vez junto con el bóxer hasta la altura de sus rodillas que era hasta donde su posición me lo permitía.

Andrés me quito la franela y luego sonriendo bajo hasta mi short, pero no con las manos sino con los dientes mordió la liga y comenzó a tirar de ella hacia abajo.

Me apoyé con los pies para dejar la cintura en el aire y permitirle hacer su tarea. Primero por un lado y cuando ya no podía bajar más por allí se iba para el otro hasta que tuvo el short a la altura de mis rodillas y decidió tirar de él con las manos.

-Sino voy a terminar mañana- dijo riendo.

Yo sonreí tirando de él que había estirado su mano hasta ponerla sobre mi polla y comenzar a sobar con el pulgar mis testículos y luego deslizar la mano como dando una media vuelta hasta que quedo envolviendo mi polla que descapulló todo lo que podía.

-Mira esa cabezota- Dijo mirando a mi pene mientras que con la mano lo colocaba hacia arriba y lo miraba como examinándolo. Lentamente fue acercándose a él y abrió la boca, pero una vez lo tuvo casi adentro la cerró y solo dio un beso en la punta. Para luego mirarme y mover las cejas como provocándome.

-Con que si- me senté en el colchón que estaba en el piso (donde él dormía) y en vez de empujarlo a él me puse de pie y tomándolo por la mano lo levanté a él también. Termine de bajar su short que aún estaba por sus rodillas y mientras me agachaba a bajar el short besé por su ombligo y baje hasta su polla de la que con la lengua recorrí solo una pequeña parte para después colocando mis manos en sus talones, ir subiéndolas hasta ponerlas sobre sus nalgas y empujar de ellas como si fuera a coger impulso para llevarme su pene a la boca, pero la desvié y di un pequeño beso en la base sintiendo como su vello chocaba contra mi cara, aspirando su aroma y luego volviéndome a separar para levantarme y ponerme de espaldas a él.

Con una mano tomé su pene y lo puse en vertical sobre mi raja, sin llegar a entrar en mí. Andrés tomo por ambos lados mi cintura y movió mis nalgas como dejando espacio para su pene que puso entre estás y luego apretó para comenzar a moverse como pajeandose con mis nalgas.

-Heeey- le dije separándome y volteándome hacia él –No va a ser tan fácil ¿Quieres provocarme? pues yo lo hago mejor-

-Sii, a ver si no me vas a pedir a gritos que te masturbe cuando haga esto- Y me acercó a él y bajando su mano la llevo hasta mis nalgas y comenzó a introducir un dedo haciéndome soltar un pequeño gemido que él silenció con un beso.

Comenzó a juguetear con su dedo dentro de mí moviéndolo dando vueltas para luego sacarlo y volverlo a meter pero esta vez un poco mas profundo y moviendo como solo la parte de la uña hacia arriba y hacia abajo.

-Vamos, sabes que quieres más que un simple dedo- y empujo un poco más adentro haciéndome volver a gemir, un gemido casi inaudible.

-Siii- dije soltando aire –Quiero más que eso- solté ya dejándome llevar… Caía muy rápido

-¿Y que será eso que quieres?

Me acerqué a su oreja  y con mis labios en ella le dije –Tú sabes muy bien que es-

-¿Seguro?

-Si

-¿Será otro dedo?- Dijo burlándose mientras que yo sentía que otro de sus dedos se iba colocando en la entrada de mi culo.

-No… Más que eso- le dije estirándome hacia él y mordiéndole por el cuello –Métemelo ya-

-¿Coño y que pasó con todo el juego de provocación?- dijo sonriendo chulo –A la final no puedes conmigo.

-Boboo- le dije riendo.

Andrés me tiro empujado al colchón haciendo que diera un pequeño rebote al caer sentado en este, luego se arrodillo y yo levanté mis piernas en forma de “v”.

-Mira como te preparas sin que siquiera te diga nada, eres todo un vicioso- y me besó mordisqueándome un poco la lengua. Yo me separé y le respondí.

-Como le hago si tú me pones así-

Andrés gruño un poco mientras que comenzaba a apretar mi cuerpo con sus manos y llego hasta mis piernas sosteniéndolas y primero hizo como si me penetrara pero tenía era su pene sobre el mio y lo deslizaba rosándolos.

-¿Te harás de rogar no?

-Mmmmm… no sé… puede ser…-

Yo entrecerré un poco los ojos y lo miré directamente.

-Ay si, como si me fueras a convencer solo mirándome así.

Bajó una de sus manos de mi pierna y comenzó como a enderezar el pene apuntando a mi entrada. Andrés se arrimó un poco y en vez de meterlo comenzó a frotar la cabeza de su pene alrededor de mi ano sintiendo como se deslizaba supuse que con ayuda del precum pero luego vi que Andrés se había untado un poco de saliva en él.

-¡Coñooo! No te hagas de rogar-

Andrés se rio y luego sentí como de un solo golpe introducía todo su pene dentro de mí haciéndome casi gritar pero al mismo tiempo esperando que lo hiciera puso una de sus manos rápidamente sobre mi boca y no dejo que gritará.

-¿Quieres que nos escuchen?- susurró

Yo negué con la cabeza mientras que con una mano apartaba la suya de mi boca y comenzaba a morderme el labio inferior para callarme yo mismo. Siempre, la primera estocada dolía, el sentir como su pene se abría paso dentro de mí, un ligero ardor, que poco a poco se iba convirtiendo en algo tan placentero.

-¿Como es que te gusta si cada vez pones esa cara de dolor?

-¿No has escuchado eso de Dolor igual a placer?-

-Okey, está bien pues- y movió sus caderas hacia atrás sacando su pene casi por completo para volver a empujar hasta el fondo haciendo que volviera a gemir pero esta vez de manera más moderada.

-Si supieras lo rico que se siente esto.

-¿Si?

-Apretadito…

-fffff-

Andrés volvió a sacar su pene esta vez por completo y luego volvió a introducirlo de golpe esta vez gimiendo al mismo tiempo que yo.

-Estrechito…

-¡Mételo todo!

Andrés empujo con fuerza y comenzó con el mítico vaivén pero con sus dedos pulgar e índice dirigiendo su polla para poder sacarla toda y volverla a meter sin fallar. Mientras lo hacía  se mordía el labio inferior mostrando sus blancos dientes al tiempo que sonreía y en su piel se iba formando una pequeña película de sudor.

Él me miraba sonriente, los ojos le brillaban como si los tuviera algo llorosos, la poca luz que entraba en la habitación se reflejaba en sus ojos… tenía la frente y todo el cuerpo con un ligero brillo proporcionado por el sudor que ya nos estaba comenzando a bañar a los dos, se echo un poco hacia atrás y luego bajando hacia mí dejando aún la punta de su miembro en mi interior, me dio un beso en los labios y luego chocando su frente con la mía al igual que la nariz  me miro directo a los ojos… -Te amo- yo sonreí como un tonto y le repetí  –Te amo…- haciendo que también sonriera mientras me miraba y luego tomándome de la cintura volver a darme una estocada…

Con cada empujón que daba, no me sentía en la gloria,  no me sentía en el cielo… me sentía más allá que eso… pero en serio ¿Es eso posible?... no sé pero él me hacia creer que si…

Y justo en ese momento se abre la puerta del cuarto de forma brusca, dando un portazo al chocar con la pared… La luz que había encendida afuera entraba en la habitación haciendo una inmensa sombra sobre nosotros de quien iba a entrar y que no dejaba distinguir bien, solo permitía observar una silueta que no pude reconocer de quien era, mientras, mi cuerpo aún inmóvil no reaccionaba y solo me había quedado mirando hacia  allí, mi novio al igual que yo yacía inmóvil mirando hacia la puerta, ya no había nada que hacer, alguien nos había descubierto…

Andrés y yo habíamos quedado deslumbrados, no podía ver nada, no notaba quien era, apretaba los ojos y los volvía a abrir y nada.

Andrés seguía aferrado a mis piernas, en cualquier otra situación estoy seguro que nos hubiéramos separado rápidamente, pero no me lo esperaba, no me lo esperaba… ¡PARA NADA ME LO ESPERABA! Estaba completamente seguro que ya todos estaban dormidos… No podía ser, no podía ser, no podía estar pasando… Al fin pude reaccionar y empuje a Andrés con los pies haciéndolo a un lado y él tomó unas sabanas y rápidamente se cabrío el pene.

Quien estaba en la puerta tomó aire hasta al parecer hubo llenado todos sus pulmones y luego lo expulso todo de golpe.

-No ha sido nada, mañana hablaremos de esto-

No lo pude evitar, todo mi cuerpo comenzó a vibrar, mis dientes comenzaron a chocarse involuntariamente, se me puso la piel de gallina y la respiración acelerada. Era todo como si de pronto hubiera entrado una ola de frio en nuestra habitación y me hubiera comenzado a recorrer de pies a cabeza. Un fuerte dolor de cabeza se apodero de mí que coloque una mano en la frente tratando de calmarme.

La puerta se volvió a cerrar tras de si, ya el mal estaba hecho. Me pasé una mano por el pelo como echándolo todo hacia atrás mientras abría la boca tratando de tomar aire.

-Olvidé pasar el seguro- dije casi llorando.

Andrés tenía la mano en la frente y luego la deslizó hacia abajo, hasta descubrir su boca

-La hemos cagado.

-Y feo…

Viernes

No había podido conciliar el sueño la noche anterior, luego de que nos encontraran a Andrés y a mí en “Pleno acto” ya no podía ocultar nada, ni mentir en nada, es ¿Qué le iba a decir? O sea Andrés estaba desnudo se resbaló y –Ta rán- ¡No! ¡No! Daba vueltas en el cuarto mientras me tomaba por el cabello tratando de pensar algo que decir, aunque todo estaba más que claro.

--Ya Marcos, tranquilo, ya escuchaste, dijo que no ha pasado nada- me dijo Andrés poniéndome sus manos en los hombros y apretando un poco.

-¡Por favor! ¡Claro que ha pasado no ves que nos encontraron haciéndolo!- me aparté de él.

--Pero ¿Qué es lo que puede pasar?

-¡Tu mismo has visto como se pone mi abuela!- le dije sentándome en un lado de mi cama.

--¡Pero que tanto te preocupa ella! No creo que sea capaz de decirle y menos sabiendo como se pone…- se sentó a mi lado y me intento abrazar pero lo aparté y me levanté

--Está bien… no abrazos.

-¡Deja las estupideces! ¡No estoy para bromas ahorita!

--¡Tranquilízate!

-¡Como me voy a tranquilizar! ¡Es que eres ciego, sordo, mudo y toda esas mariqueras! ¡Nos encontraron tirando! ¡Tú, Yo, Dos hombres! Sabes que mi familia no lo acepta.

--Pero ni que te hubieran visto todos, además dijo que no pasaba nada, parece no habérselo tomado mal.

-¡Como no se lo va a tomar a mal!

--Eso me parece

-¿Crees que le diga a alguien más?

-No

-¡Claro que si coño!

-¡Tranquilízate!

-¡Te dije que como carajo me voy a tranquilizar! ¡Pero claro! ¡Como no eres tú! ¡No es tu puta familia! ¡Es la mía coño!

-Sabes que igual…

-Yaaa déjame.

Me levanté de la cama y salí lanzando la puerta, baje las escaleras haciéndolas sonar hasta la sala donde aún no había nadie, todos seguían durmiendo al parecer. Busqué las llaves en el cuarto de mi abuela en silencio.

-¿A donde vas?- preguntó ella entre sueños.

-Voy a sacar a Dino, vuelvo al rato- le respondí tratando de ocultar la rabia.

Mi abuela levantó las cejas mirándome y luego se dio una vuelta para continuar durmiendo. Busqué a Dino y salí de la casa… era obvio a donde iba, quería estar solo, no quería saber nada de nadie y si a Andrés que era el único al que e había enseñado el lugar se le ocurría subir no sé como iba a reaccionar.

Y dices no querer ver a nadie, pero lo esperas, esperas que alguien se acerque a ti y te ayude, te escuche, te aconseje, te anime… Pero igual dices querer estar solo…

Allí estaba, había pasado calculaba yo una hora sentado en el pie de un árbol mirando a la ciudad… pequeña pero inmensa al mismo tiempo. No sabía como lo iba a afrontar y cada vez que recordaba ese –Mañana hablaremos de esto- un escalofrío recorría mi cuerpo entero haciendo que me sacudiera…

-Yo no elegí ser así-

-No, Si lo elegí, no tengo ningún motivo para ser como soy e igual lo soy-

-Pero que importa, a nadie le debe importar lo que haga con mi vida-

-Son mi familia todo acerca de mí les interesa-

-Quizás sucedió muy rápido…-

-Nada sucede por casualidad… todo pasa a su debido tiempo-

-No fui precavido-

-Todos cometemos errores-

-Soy un error-

-No… no soy un error, solo soy yo mismo… soy como soy, así me gusta ser, y nada lo va a cambiar-

-Eres raro-

-No soy raro… solo por ser gay no soy raro… soy normal… como todos…-

-Soy un maricon-

-¿Y si lo soy qué?-

///////// Esto de poner canciones en los relatos no lo había hecho antes, pero cuando lo estaba escribiendo tenía esta canción en mi mente http://youtu.be/dCOu1CSgeCg Si quieren la escuchan mientras leen lo siguiente //////////

-¿Hasta cuando vas a seguir haciéndote líos?

-Hasta… hasta… ¿Eh?-

-Tú mismo me has enseñado que te debes querer como eres ¿No? ¿Qué les importa a los demás? Ellos nunca van a estar conformes.

-¿Quienes?

-Tú sabes quienes… No te importa lo que piensen, sé tu mismo…

-…

-Aunque claro, creo que no he visto a nadie por ahí que vaya gritando “Soy heterosexual” Así que creo que es algo que no debes pregonar, tú eres el que sabe cuando, como y a quien le vas a decir las cosas.

No pude evitar reírme un poco.

-Por lo mismo… si yo hubiera elegido decirle…

-Bueno… pero que más se hace, si no tuvimos cuidado…

-Cuidado…

-Si, se nos olvido pasar seguro pero bueno, son cosas que pasan…

-Debí haber estado pendiente.

-Marcos, puedes estar pendiente, pero no puedes tener todo bajo control, nunca… siempre habrá algo que se te escape, que no te hayas dado cuenta antes es otra cosa…

Me quedé callado asimilando lo que Andrés me había dicho mientras acariciaba a Dino por la cabeza.

-Además tú eres quien mi metió en esto, ¿No me vas a dejar solo no?... Es que ya lo veo todo, te vas a ir con esa Zugey y me vas a dejar a mí aquí enamorado solo y solo porque nos descubrieron- Andrés puso la mano en su barbilla –Mmm, no me imagino con otro hombre, así que creo que serán dos “raros” menos para este mundo-

-“Raros”… Ni que fuéramos monstruos-

-Si… pensándolo no es tan mala idea, me busco una chama, tú te buscas otra y hacemos como si nada de esto pasó.

Voltee a mirarlo y mi mirada inevitablemente se detuvo en la piecita de rompecabezas que colgaba de su cuello.

-No quiero eso-

-Entonces… Te gusta como eres… por qué negarlo…-

-Porqué…

-No hay porque que valga… Nunca pensé que sería yo quien te aconsejara con esto, imaginé que sería lo contrario.

-Pues… aquí me tienes- dije irónico.

-¡Vamos! ¡Por qué negarte hacer lo que te gusta!!Es una tontería!

-…-

-Tranquilo… no va a pasar nada

Andrés me levantó de donde estaba sentado tirándome por la mano y una vez estuve arriba me abrazo fuerte.

-Te amo Marcos... y de verdad que no quisiera cambiar esto por nada...

Comencé a llorar mientras lo miraba, él juntó su nariz con la mía...

-Ni quisiera que todo acabara así...- dijo y sentí un ligero escalofrío que recorrió todo mi cuerpo.

-No quiero que esto acabe...- le dije

-Yo tampoco bebé- Sentí como una de sus manos se posaba en mi mejilla y extendía sus labios hasta los mios para besarme.

-Tengo miedo...- dije separando nuestros labios.

-No va a pasar nada...- me dijo pasándome ambos brazos por la espalda - estoy contigo... en las buenas y las malas...-

-Me lo... ¿Me lo prometes?

Andrés estiro su dedo meñique y con él, buscó el mio y lo apretó.

-Te lo prometo...

-Andrés... amarte es poco para lo que de verdad siento por ti...

Andrés al escuchar esto se puso a llorar junto conmigo y recostó su cabeza en mi hombro.... yo hice lo mismo en el de él y deslizando mis manos hasta su cintura comencé a moverme de lado a lado sin saber por qué lo hacia...

Andrés volvió a colocar su mano sobre mi mejilla y la deslizo hasta mi oreja que pellizco con un poco de cuidado... luego con el dedo índice comenzó a enrollar su dedo en mis patillas... mientras me miraba sonriendo, luego movió su mano y la deslizo como acariciándome el cabello hasta que llego a mi nuca y me acercó a él para volverme a besar y luego continuar abrazados. Y así estuvimos durante un rato hasta que nos separamos

-Ya tu abuela preparó el desayuno- me aviso limpiándose las lagrimas...

-¿Ya se despertaron todos?- pregunte aspirando un poco los mocos que me habían tapado la nariz.

-Si…

-No quiero ir.

-No va a pasar nada, además... fíjate en tu primo, ¿lo asesinaron o algo?

-No creo que lo hayan visto como a mí.

-¡Baaah! Vamos y ya deja de hacer rodeos- dijo poniendo una sonrisa que más que sonreír buscaba decir que todo estaba bien.

-Bueno…- le dije tomando a Dino por su correa para devolvernos a casa de mi abuela.

///////// Para los que colocaron la canción, ya la pueden quitar si quieren

/////////

...

-Pásala Marcos coño e tu madre-

-Yo les dije que no sabía jugar- Y en eso sentí un empujón propiciado por Adolfo.

Andrés apareció de no sé donde y atravesándose en medio miraba desafiante a Adolfo quitándole el libre acceso a hacer otra anotación.

Adolfo al sentirse acorralado por mí y Andrés hizo el balón botar y luego de tenerlo apretado entre ambas manos y moverse de lado a lado rápidamente se lo lanzó a Juan que junto con Omar y Francisco no se negaron cuando los invitamos a jugar un rato básquet, luego de haber almorzado atún en salsa con espaguetis y plátano.

Juan corrió lo más rápido que pudo hacia el aro y se lanzó pero Francisco que estaba cerca de  este se puso en medio y dando un brinco también bloqueo el lanzamiento de Juan. El balón quedo rebotando solo en el medio de la cancha y rápidamente Richard salió de la nada e hizo una anotación que le puso final al partido.

Todo era como si nada había pasado y eso me asustaba, no sabía que pensar, si le había dicho a alguien o no, además todavía no me había llamado para hablar.

-Ahora les toca a ustedes pagar el refresco.

-Que más dá- Dijo Andrés Hablando por mí y Francisco.

Omar que se había quedado a un lado de la cancha, había jugado una ronda antes junto con Andrés y conmigo, e igual perdimos contra Juan, Adolfo y Richard.

Fuimos a la tienda y compramos una Coca-Cola que compartimos entre todos mientras íbamos de regreso a cambiarnos para ir a la iglesia a ver la obra.

...

Y al igual que los dos días anteriores estábamos en la iglesia, esta vez sin casi aire para respirar de tanta gente que había adentro para ver la obra. Nos habíamos puesto de acuerdo con mi otro tío para encontrarnos allí y él había llegado junto con su esposa y mis dos primos. No sé como habíamos hecho para entrar en dos asientos, pero allí estábamos, apretados, arrecochinados, como sardinas en lata o como le quieran decir, la cosa es que todos estábamos sofocados y solo por ver la obra.

Todo transcurrió con normalidad hasta que llego el final cuando crucificaban a Jesús,  y María se ponía sobre él a llorar rogando por su hijo, luego de que terminó mi tío me mandó a comprar un agua a lo que accedí, pero como era el único que podía salir porque estaba a la orilla del asiento salí yo solo, ya la obra había terminado pero el padre seguía hablando, y no sé como pero comenzó a hablar de la relación que algunos libros decían de María Magdalena con Jesús y terminó hablando de la homosexualidad –¿Casualidad?, ¿no que no existen?- Tampoco me sentía muy cómodo y no lo pensé dos veces cuando mi tío me mando a comprar agua.

Ya era de noche cuando salí, en la cantina de la iglesia estaba la señora buscándome las tres botellas de agua que acababa de pedir cuando a mi lado aparece… Nada más y nada menos que Yoneiker…

-Epale-

Yo voltee hacia él extrañado, fuera de lugar, desencajado… Él aún seguía con la barba y el pelo planchado como Jesucristo.

-Anteayer me quieres caer a coñazos sin motivo aparente y hoy me saludas como si nada-

-Es sobre el otro día… ya que estás aquí… quería disculparme por eso, no sé que estaba pensando.

-Vamos que es raro que Jesucristo te pida perdón.

-Y bueno, la verdad que respeto mucho a tu abuela y todo, no me gustaría que se llegase a enterar.

-Así que a eso le temes.

-Siempre la veo cuando viene a misa y pues he hablado con ella y ella me había hablado de ti, no sé que estaba pensando ayer, y por eso de verdad te pido disculpas.

Las únicas respuestas que le había dado eran en mi mente, el solo estaba allí diciéndome las cosas.

-Gracias- le dije a la señora entregándole el dinero y tomando las botellas de agua mientras me iba y dejaba a Yoneiker hablando solo sin saber bien por qué lo hacía. No me esperaba recibir una disculpa, y quizás estaba siendo algo dramático pero bueno.

-Por favor- escuché cerca mio, a mi espalda.

-No te preocupes por eso, tampoco me llegaste a hacer nada- le dije y seguí con mi camino no  sin antes notar como medio sonreía y bajaba la cabeza para devolverse con una botella de agua también entre sus manos a supuse que donde se estaban vistiendo.

Sábado

Habíamos decidido (mi tío en realidad, dio la idea y todos se animaron, con la condición que había puesto mi abuela que era volver para la vigilia hasta las 3 am en la iglesia) ir a la playa.

Andrés y yo habíamos ido a comprar unas veradas, y junto con mi abuelo antes de salir habíamos hecho unos papagayos para mi y mis primos excepto Richard que se había molestado porque el papel de seda no había alcanzado para hacerle uno a él, aún con 20 años, eso le molestaba.

Nos bañamos en la playa, hicimos batallas uno sobre los hombros del otro, yo sobre Adolfo, Andrés sobre Richard y Frander sobre mi papá que también se había unido al juego.

A la final siempre Adolfo y yo eramos los que más perdiamos.

Estuvimos brincando las olas y despues salimos y estuvimos tomándonos fotos y bebiendo algo que había preparado Richard que estaba poniéndonos a Andrés, Frander y a mí más alegres de lo normal. Luego Andrés junto con Frander y su hermanita se pusieron a hacer castillos de arena. Richard se habia ido a pedir tostones y... Pescado. Para que los llevaran a nuestro lugar y mientras tanto Adolfo y yo quedamos sentados mirando el montón de gente que abarrotaba la playa pasándonos el vaso de aluminio donde habían preparado la bebida.

-Cualquiera se pierde aquí- dijo y luego sorbió un poco.

-Claro, estamos en temporada.

-Casi que ni en el agua hay espacio, y con mi tía que no deja que nos vayamos a 3 metros de la orilla porque su nene se le puede ahogar.

-baah, mentira.

-Sabes que es así- dijo pasándome el trago.

-Yo se nadar.

-Igual no te dejan ir mas allá que de donde entre tú papá-

Tomé un poco mientras me quedaba callado aceptando que era verdad.

Adolfo se echo a reir sin despegar los dientes.

-Ya, solo te cuida, algún día se le pasa.

-Será.

-Ay primo, recuerdo cuando estaba chiquito- me pasó un brazo por los hombros y me dio unos golpecitos en la espalda yo solo me reí.

-Eras más ladilloso quer coño-

-¿Que?-

-jaja, solo juego... ¿Que me cuentas de ti? Casi no hemos hablado.

-Ehmmm pues nada, no sé que contarte.

-Andale, que si sabes... Los estudios, que piensas estudiar, las novias no sé.

-Ehmm- y no sé por que en ese momento se me ocurrio contarle que era gay, no que era novio de Andrés ni nada de eso. Quizas sería mas facil hablar de eso con alguien que ya lo había pasado, para saber como lo había afrontado, como lo recibio mi tía y su hermano y todo eso.

-Si quieres empiezo yo pues, estoy estudiando derecho, voy por el 4to semestre, casi no tengo amigos allí porque son una cuerda de vagos, me junto mas con los mayores. Sigo practicando beisbol. Gané un maraton que organizaron en la universidad. Acabo de terminar una relación de 2 años con mi novia.

-¿eh?... ¿Dos años?- dije ignorando todo lo demás que había dicho. -Ah terminaron por eso de que eres gay...

-¿Que? ¿Que soy gay? ¿Y a ti quien te dijo esa vaina!?- dijo riéndose.

-Ehmmm nadie-

-jmmm mira que dicen que un gay reconoce a otro.

-...- ¿no era gay?

-Nah tranquilo primo, no eres el primero que me lo pregtunta, hay unos que se lo creen y se me insinúan jaja, y los más atrevidos me preguntan directamente. Pero tu ya lo suponias. Jaja- dijo  luego se echó otro trago.

-Si es que...

-Esa fue mi tía seguro, es que solo puse esa imagen de perfil y ya todo el mundo se pone a sacar conclusiones.

-Ah coño...

-Si bueno... ¿Por qué? ¿Te decepciona que no sea gay? ¡Vamos! ¡Que sería medio incestuoso no crees!-me dijo pasándome el vaso.

Yo solo me eche a reir y luego continuamos hablando y bebiendo.

Tenía pensado ponerme ebrio para evitar cualquier tipo de conversación acerca de lo del jueves pero justo cuando comencé a tomar grandes tragos, la esposa de mi tía dijo que ya no quedaba más nada, todo se lo habían bebido ya. Así que no había forma de evitarlo.

Richard llegó junto con otros dos tipos que traían unas mesas plásticas con la comida. Comimos y después reposamos un rato llevando sol y conversando. Andrés ya se había puesto colorado y se quejaba de que la espalda le estaba ardiendo así que se echo protector solar y yo le ayude un poco a frotarselo por la espalda. A mi no me gustaba mucho usarlo porque no me gustaba sentirme lleno de grasa, menos porque ese bloqueador que había llevado mi abuela era el peor de todos, parecía que te estuvieras echando aceite de cocina con la unica diferencia que era blanco. Andres se quitó un poco el exceso de bloqueador y me llenó el pecho a mi.

-Ere- dijo como el juego que uno jugaba de niño y salío corriendo.

-Ah con que si-

Salí corriendo tras él hasta entrar en la playa y las olas hacer que ambos corrieramos mas lento. Me lancé como pude e hice que Andrés se cayera al agua y lo mantuve hundido por un rato afincandome en su cabeza, luego tirandole por el pelo.

-¿Quien es tu padre?- Dije halándolo del cabello para sacarlo de bajo el agua.

Andrés se quedo callado apretando los labios mirándome a los ojos como niño que no va a decir nada.

-Con que si- le dije y lo volví a sumergir unos segundos.

-¿Quien es tu papi?-

Andrés volvio a quedarse callado tratando de ocultar una sonrisa y no se de donde alguien me empujo y ahora yo tambien estaba bajo el agua luchando por salir.

-Entonces quien es tu papi- escuché cuando al fin me dejaron salir tomé una gran bocanada de aire.

-Ya ya, está bien, tu eres mi papi.

-Claro que si hijo mio Jajaja.

Mi papá se habia puesto detrás de nosotros y nos habia hundido a Andrés y a mí.

-jajaja, literalmente- dije yo.

Andrés se reia un poco nervioso alternando la mirada entre mí y mi papá.

-Ya en un rato nos vamos para descansar un rato antes de ir a la iglesia en la noche.

-okey.

Los tres nos quedamos alternando las miradas. De pronto de abajo del agua salió mi primita que estaba con un respirador, salió y nos miró de reojo a todos.

-Se siente la tensión- nos dijo y luego se volvió a sumergir.

-¡Cuidado Manueeeel!-

Se escucho un grito y de pronto mi papá desaparecio bajo el agua, Richard lo había empujado. Más atrás venía mi mamá caminando con las manos abiertas señal de que le molestaba el frio del agua

-Pfff si que está fría.

-Yo aquí la siento calientica tía- dijo Adolfo que venía tras ella. -Usted sabe por qué-

-¡Cochinooo! ¡Te orinaste!-

-Ay si disculpa, la que nunca ha orinado en una playa...

-Si si pero por lo menos vete mas adentrico chico que aquí todos nos vamos es a bañar en tu pipí.

Todos nos echamos a reír. Mi papá salió junto con Richard  de abajo del agua riéndose también para luego con cuidado también empujar a mi mama bajo el agua, ella al salir de bajo el agua sacudió el cabello mojando a todo el mundo.

-¡Mamá!! ¡Cuando entres te traes el balón!- Gritó Adolfo a mi tía que hizo una seña que si con la mano.

De pronto una inmensa ola venía y antes de poder darnos cuenta ya yo estaba dando vueltas bajo el agua, me había entrado agua por la nariz y sentía ese dolor en la cabeza. Me levanté como pude mas cerca de la orilla medio mareado y allí estaba Andrés que me dio unos golpecitos en la espalda.

-¿Estás bien?

-Si si… solo me entro agua en la nariz.

-Uy… eso ahorita se te pasa.

Nos devolvimos más adentro esta vez junto con mi tía y me iba a montar en la espalda de Andrés para que me llevara a caballito pero tan pronto vi que todos estaban allí preferí no hacerlo, sobretodo delante de él, que aún no había tenido esa “conversación” conmigo y actuaba indiferente. Y no sé si eso era bueno o malo. Si quizás estaba esperando ya al final para decirme que no quería volverme a ver con Andrés… Eso si sería bastante difícil…

Ya como a eso de las 2 de la tarde, después de haber jugado con un frisbee y volar papagayos junto con mi abuelo que solo nos observaba a todos desde una silla regañándonos de que así no se hacía. A Andrés el suyo se lo llevo la brisa y termino aterrizando en el agua, mi abuelo lo vio con ganas de quererlo asesinar y luego se echo a reír mientras comenzaba a toser para luego encenderse un cigarrillo con la excusa de que eso le iba a quitar la tos. Nos fuimos de la playa y ya a eso de las 4 de la tarde estábamos en la casa de mis abuelos de nuevo todo el mundo había llegado cansado, la mayoría había dormido en el auto. Yo aprovechándome de que había tanta gente en el auto y de que “tenía sueño” y no sabía que hacía, me recosté sobre Andrés y este pego su cabeza con la mía y así nos dormimos…

Los dos despertamos con dolor de cuello así que nos fuimos a dormir hasta que sonara la alarma a las 9 de la noche para comer e irnos a la iglesia.

-Que jodida es mi abuela- dijo Richard antes de caer dormido en el colchón donde

Había dormido Andrés, luego Adolfo se acostó al lado de él y Richard entre dormido y despierto le pasó un brazo por el cuello. Luego cerré los ojos y no supe más nada hasta que era de noche.

Nos despertamos, todo el mundo se bañó, comimos y luego como a eso de las 10 íbamos de camino a la iglesia.

Llegamos había más gente de la que creí, gente mayor, jovenes y niños, unos que se estaban durmiendo en el regazo de sus madres mientras otros corrian a todos lados...

Yo con Andrés y mis primos nos sentamos en uno de los bancos y comenzamos a echar broma.

Domingo

Como a eso de 10 para las 3 llegó el padre con otras personas que cargaban un monton de fuegos artificiales y los fueron colocando alineados en la calle que quedaba frente a la iglesia.

Fue a las tres en punto que comenzaron a encenderlos y todo el mundo se levantó de sus asientos y dejaron lo que estaban haciendo para presenciar el juego de luces.

Morados, verde, amarillo, rojo, eran un montón los colores que adornaban al cielo junto con sonidos explosivos que debían estar despertando a todas las personas de los edificios que quedaban alrededor.

Andres me pasó un brazo por el hombro mientras seguía viendo hacia arriba los fuegos articiales haciendo que los distintos colores se reflejaran en su rostro y el mio. Andrés se giro y me dijo al oido -te amo- haciendo que volteara hacia el con una sonrisa en el rostro iluminado de colores mirandolo a él sonreir.

-¡Fotooooooo!- grito Adolfo que aparecio a un lado seguido de Richard por el otro y luego frander y mis tios, nos acomodamos todos y mi papá tomó la foto de forma que de fondo aparecián los fuegos artificiales. Junto con mi familia, y en el medio de la foto seguiamos Andrés y yo abrazados, luego me puse al lado de mi mamá y fueron alternandose quien tomaba la foto. Una con Adolfo ambos levantando el pulgar. Una con Richard apretandome el cuello con su brazo. Con frander abrazado, con mi tio y su esposa. Con mis padres, con Andrés y mis padres por sugerencia de Adolfo que decían que por ahora era su hijo adoptado. Luego con mis abuelos y a la final todos juntos con el padre que tambien levantó ambos pulgares sonriendo y la foto la tomó un tipo que pasaba y le pedimos el favor.

No sé hasta que hora estuvimos allÍ solo sé que me dormi y me desperté cuando mi papá me estaba acostando en mi cama y Richard ponía a Andrés a mi lado. No sé si me habían cargado o si había caminado dormido. Solo sé que alli estaba acostado... Y continue con mi sueño.

...

Para ya despedirnos decidimos hacer una parrilla... ¡Carne! ¡Por fin! Con musica y mis tios bailando entre ellos con mi mamá, habíamos invitado tambien a la señora Sonia junto con su familia que tambien se iban hoy y también a Juan y Omar.

-Marcos vamos a comprar hielo que se acabó.

Un escalofrio me recorrio entero sin embargo no podía escaparme para siempre, y no esperaba que se le olvidara.

-Puede ir...

-Vamos nosotros dos nada mas- dijo sin dejarme terminar de decir - será rapido.

-ok

Sentía el corazon latirme fuertemente.

Durante el camino no me dirigió palabra alguna. Llegamos a uno bodega compramos el hielo y no fue hasta que estabamos de vuelta a casa de mi abuela que detuvo el auto a un lado de la salida.

-Veo que harás como si yo no hubiera visto nada...

-No.

-Claro que si... Te dije que hablariamos y no he visto siquiera que te acerques a mí.

-¡Es dificil!

-Si pero! No sabes como me haces sentir... Es como si no me tuvieras confianza... Desde pequeño me habias contado todo y ahora me sales con esto- dijo golpeando el volante con ambas manos.

-Yo solo esperaba el momento indicado- dije ya sintiendo como mis ojos se ponían llorosos involuntariamente.

-¿Y eso cuando iba a ser?

-Cuando me sintiera capaz.

-¡Si! ¡Claro! Estoy seguro que ese momento no iba a llegar en mucho tiempo…

-Lo siento…

-…

-De verdad que no quiero ser así.

-¡Como que no quieres ser así! ¡Andas para todas partes con ese chamito y no quieres ser así! ¡Por favor!  El jueves no vi como si no te gustara lo que estabas haciendo. ¡Ese cuento no te lo crees ni tu mismo!

-Discúlpame…

-¡Pero que te voy a disculpar!

-¡No sé!

-¡Marcos mírame! ¡MARCOS!

-¿Qué?- Voltee forzado por su mano que me obligaba estar frente a él pero bajaba mi  mirada hacia la palanca de velocidades.

-¡MIRAME!

-¿Qué?

-¿Qué crees que me molesta?

Con mi mano aparte la suya que me sostenía por el mentón y quede mirando hacia mis pies.

-¡Marcos! ¡Mírame! ¿Qué crees que me molesta?

-Que… que…- dije sintiendo un nudo en la garganta.

-¿QUEEE?

-¡Que sea gay!- solté de golpe rompiendo a llorar mas fuerte que antes.

Mi papá soltó aire y volvió a tomar inflando su pecho.

-No… me molesta que no me lo hayas dicho-

-¿Ah?

-O sea, no es que quería tener un hijo gay, lo normal que uno se imagina es ver a su hijo casarse con una mujer, tener una familia y todo pero… pero…-

Mi papá comenzó a llorar mirándome, nunca lo había visto llorar, a mi mamá miles de veces… pero a él… nunca. No pude evitar llorar yo aún más fuerte.

-Si así tú eres feliz, no te voy a negar la felicidad… Ni deberías de negártela tu mismo.

Comencé a llorar más fuerte y  escuché un pequeño –clack- que no se de donde venía seguido de otro y luego la correa del cinturón arrastrándose por mi pecho hasta quedar en mi brazo. Mi papá me rodeo entre sus brazos.

-Siempre te voy a querer… como seas… es lo que todo padre debería hacer.

Lloraba, lloraba y no paraba de llorar, no sé que era lo que sentía… si era felicidad, tristeza, culpa… Ver a mi papá llorar… era… era… difícil.

-Ya mi ángel, no llores…- me dijo besándome el pelo.

Me agarre fuerte a él… sintiendo como ahora una tranquilidad me invadía… sentía que perdía un peso de encima… era… como sentirse libre… Estuve un rato así hasta que me separe de él y aspire un poco los mocos que ya tenía en la nariz y estaban por llegar a mi boca.

-¿Mamá sabe?- pregunté preocupado y con la voz quebrada.

-No…

-¿No le has dicho nada?

-No…

-¿Por qué?

-Espero a que se lo digas tu mismo… cuando te sientas capaz… ella tampoco se lo merece…

-…

-Solo ten más cuidado… por favor… El… el jueves no era la primera vez que te veía.

-¿Qué?-

-El día que Andrés se quedo en casa…

-¿eh? ¿Cual?

-El día que se quedo, que estaba lloviendo y no se pudo ir… que habían peleado…

-…- el día… el día que había peleado con Andrés… el día… de nuestra primera vez.

-Me paré a orinar y como todas las noches fui a tu habitación a arroparte.

Abrí los ojos completamente sorprendido.

-Si… los vi a los dos durmiendo abrazados... sé que podía no significar nada… pero por favor, eso sería muy inocente de mi parte… Luego todas esas miradas y todo eso… me lo confirmaron…

Solo lo miraba… no sabia que decir.

-Por qué crees que esa mañana te dije “no dejes ningún rastro en la escena del crimen”, y te avise que tu mamá y yo íbamos a tardar y tendrías bastante tiempo.

Recordé perfectamente cuando mi papá me había dicho eso hace más de un mes… -“¿Asesinaste a Andrés y lo escondiste tras de la puerta?“Recuerdano dejar ningún rastro en la escena del crimen para antes de que lleguemos tu mamá y yo… Vamos al mercado… Con tu mamá solo Dios sabe cuando regresemos, así que tienes bastante tiempo,  tranquilo”… Ya se imaginaba todo…

-¿Por qué no me lo habías dicho?

-Creo que quien debía decir algo eras tú… estuve esperando a que lo hicieras… pero… creo que jamás lo ibas a hacer, y el jueves la verdad que olvide por completo… entraba a ver si querías salir el viernes por ahí… con Andrés y tus primos...

-Y…

-Si bueno no hablemos de lo que pasó ahí… solo te espero que te cuides…

Yo reí un poco haciendo sonar mi nariz y que salieran un poco los pocos de ella, mi papá agarro una servilleta y me limpio para luego mirarme fijamente.

Le devolví la mirada y sin poder contener las lágrimas me acerqué a él y lo abracé…

-Te amo… papá…

-Yo te amó mi niñito, como seas… siempre te voy a querer.

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“Muchos padres harían cualquier cosa por sus hijos, excepto dejarlos ser ellos mismos”-Banksy-

Este capitulo y sobretodo el final fue bastante difícil de escribir para mí. Espero les haya gustado.

Creo que lo mejor es esperar hasta uno sentirse verdaderamente preparado… porque puede que ellos nunca lo estén.

Aunque claro, habrán los que solo les hace falta que se lo confirmen porque ya se lo imaginan -jaja-

A quien le haya gustado el especial, y quiera seguir con la historia, espero verlos en el próximo capitulo de Juntos por Siempre :), Muchas gracias por sus lecturas, comentarios, correos y todo. Saludos y muchas gracias a todos.