Una semana a tu lado (1 de 3)

Marcos y Andrés pasan juntos una semana de vacaciones. Una semana en la que cambiaran muchas cosas para ambos ...

Él me miraba sonriente, los ojos le brillaban como si los tuviera algo llorosos, la poca luz que entraba en la habitación se reflejaba en sus ojos… tenía la frente y todo el cuerpo con un ligero brillo proporcionado por el sudor que ya nos estaba comenzando a bañar a los dos, se echo un poco hacia atrás y luego bajando hacia mí dejando aún la punta de su miembro en mi interior, me dio un beso en los labios y luego chocando su frente con la mía al igual que la nariz  me miro directo a los ojos… -Te amo- yo sonreí como un tonto y le repetí  –Te amo…- haciendo que también sonriera mientras me miraba y luego tomándome de la cintura volver a darme una estocada… Con cada empujón que daba, no me sentía en la gloria,  no me sentía en el cielo… me sentía más allá que eso… pero en serio ¿Es eso posible?... no sé pero él me hacia creer que si…

Y justo en ese momento se abre la puerta del cuarto de forma brusca, dando un portazo al chocar con la pared… La luz que había encendida afuera entraba en la habitación haciendo una inmensa sombra sobre nosotros de quien iba a entrar y que no dejaba distinguir bien, solo permitía observar una silueta que no pude reconocer de quien era, mientras, mi cuerpo aún inmóvil no reaccionaba y solo me había quedado mirando hacia  allí, mi novio al igual que yo yacía inmóvil mirando hacia la puerta, ya no había nada que hacer, alguien nos había descubierto…


Hola! primero que nada me presentare, soy Marcos Rivero, estudiante del 5to año de bachillerato con solo unos 3 meses para graduarme. No me considero bien parecido ni nada, ni recibo cumplidos de nadie más que de una que otra chica que me acosa en el liceo, claro que cuando dicen algo solo pienso que lo hacen por molestar y no me lo tomo muy en serio. Tengo el pelo negro, moreno de piel tirando a blanco, algo café con leche, como me gusta decirle. Aún no me han colocado tratamiento de ortodoncia por lo que tengo uno que otro diente desviado –jaja-, la nariz perfilada pequeña y los ojos marrones algo claros. No tengo un cuerpo de infarto como muchos de mi edad, que por cierto tengo 16, y de está misma edad terminare el liceo para ir a la Uni, algunos dirán que tan joven pero bueno así es en Venezuela y no me quejo de ello, pero bueno, no tengo el cuerpo de un atleta pero tampoco estoy gordo ni nada, estoy más plano que una tabla, no tampoco así, soy delgado de nacimiento y se me marcan un poco los abdominales ya que siempre hago ejercicios solo en mi casa,  jugando al wii fit o a veces que salgo a trotar con mis amigos o con mi chico, lo que también me ha dado unas piernas fuertes con las que en las carreras les gano a todos ellos –jaja- pero en fin, había pasado todo el 2do lapso del liceo y más que todo la ultima semana con el estrés de tantas tareas, las peleas con mi novio (antes de volvernos novios) y todo eso… y al fin se venía un descanso, ¡La Semana Santa! Si bueno, de mi parte muy santa no sería ya que junto con mis padres y mi novio iríamos a quedarnos a casa de mi abuela.

Al principio iba a ir con todos mis amigos Julián, Esteban, Alejandro, Carlos y mi novio Andrés, pero cada uno tenía sus cosas que hacer, hasta el mismo Andrés, así que iba a ir con Esteban de no ser porque a último momento sus padres compraron unos boletos y se iban a Margarita a pasar el asueto de Semana Santa. Mientras que mi novio que me había dicho que no podría ir término viniendo con nosotros, se iba a quedar cuidando a su hermano pero a la final su mamá decidió dejarlo con su abuela unos días mientras que iba a hacer no sé que cosa.

-¿Entonces ninguno de los muchachos va?- me preguntó mi mamá como por tercera vez

-Si mamá, Andrés.

-Si yo sé que él va pero digo de los demás, siempre van 2 o 3, esta vez va solo él, y eso que apenas lo conocieron este año.

-¿Por qué? ¿Te cae mal?

-No, sino que es extraño, se hizo amigos de ustedes muy rápido.

-Eso mismo digo yo- dijo mi padre mientras sacaba unas maletas con ropa y las ponía en la entrada del apartamento.

-Bueno es que es tratable.

-Si el chico es bastante tranquilo y todo, pero es que tu tenías tiempo estudiando con Julián y los demás y viniste presentándonoslo fue hace unos meses- dijo mi papá –Sin contar a Esteban que jugaban juntos desde niñitos- interrumpió mi madre.

-Papá a Julián lo trato desde hace como 3 años, y bueno algunas amistades tardan mas que otras en hacerse ¿No crees?

-Si bueno, es verdad- dijo mi papá mientras entraba en la cocina y cogía un vaso para luego tomar una jarra de la nevera y llenarlo de agua.

-Pero entonces ¿Por donde viene? Mira que ya estamos listos y a mi no me gusta esperar a nadie.

-Ya va mamá, me dijo que ya viene en camino.-

-Por don…- intento decir mi papá ahogándose con un poco de agua haciendo que empezara a toser- tanto mi mamá como yo asustados comenzamos a darle golpes por la espalda –Gracias- exclamo mientras intentaba tragar aire para recuperarse.

-Llámalo a ver por donde viene- dijo mi mamá

-Ok- dije al tiempo que sacaba mi móvil del bolsillo y buscaba el número de Andrés.

-Epa Andrés mira ¿Por donde vienes?- dije aparentando una normal “amistad” con mi novio frente a mis padres.

-Ya voy llegando, dile a tus papás que me disculpen es que tuve que ir a hacer una broma primero.

-Ok yo les digo pero apúrate.

-Ok.

-Que ya viene en camino me dijo.

-¿Por donde?-

-Ehmmm- dije rascándome un poco el pelo.

-No le preguntaste

Yo solo sonreí pelando los dientes haciéndoles entender que no.

-Pero vamos bajando de todos modos que si ya está por llegar es que ya viene por ahí mismo, él no es de llegar tarde.

-Bueno…

Llegamos al estacionamiento del edificio y en unos minutos ya habíamos guardado todo en el auto y aún Andrés no llegaba. Mi mamá me veía de una forma que si las mirdas mataran, estaría en china, porque ni siquiera 3 metros bajo tierra. Pero fue solo cuestion de unos minutos para que apareciera Andrés corriendo entrando al edificio, llego a nosotros y con las gotas de sudor sobre la frente se acerco a mi mamá para saludarla con un beso en la mejilla pero se detuvo en seco de seguro dándose cuenta de lo sudado que estaba y a la final solo la saludo con la mano, luego saludo a mi papá y por ultimo me extendio la mano para hacer el saludo que tenia con el y los demás chicos de mi grupo mientras me sonreía mirandome directamente a los ojos.

Andrés es algo parecido a mí, por lo menos físicamente. Más blanco de piel que yo, 180 de altura, de pelo negro liso que de vez en cuando lleva peinado hacia un lado, de resto peinado por uno que otro sitio, sin marca alguna en la cara, con la nariz perfilada un poco más grande que la mia, algo así como mediana y los labios finos y de un color rosáceo como si siempre se estuviera muriendo de frio. Es un poco más fibrado que yo. Pero lo que más  me gusta desde que lo conocí es su sonrisa, creo que con nadie sonreía como lo hacia conmigo (desde antes de ser novios), sin contar que antes de yo conocerlo no trataba a nadie del salón, y bueno, eso de alguna forma te hace sentir especial…

Guardó su bolso, que no era nada comparado con lo que yo llevaba, dicen que los gays siempre llevamos ropa de mas... Aunque si el es mi novio... Ehmmm...

Bueno, nos subimos al auto y comenzamos a hablar Andres y yo que ibamos en la parte trasera. Al cabo de un rato mi papá puso en el reproductor un disco de Red Hot Chilli Peppers a muy bajo volumen, Andrés hizo un gesto como tratando de afinar el oído mientras hablaba conmigo para poder escuchar bien la cancion y al final le termino preguntando a mi papá que si eran RHCP a lo que el contesto que si y luego entablaron una conversación acerca de grupos musicales, mi papá y Andrés habian escuchado uno que otros en comun, AC/DC, RHCP, U2... Y hablaban que si los discos nuevos no eran como los anteriores, que si se había muerto tal miembro y otras cosas. Y así estuvieron durante un rato mientras mi mamá y yo estábamos como cucarachas en baile de gallina , no que yo tambien no escuchara de esos grupos, solo que no soy de indagar mas allá de lo que escucho que sí los integrantes o cosas así.

Luego de que Andres termino de hablar con mi papa volteo hacia mi sonriendo y en un impulso de no sé qué me dijo.  -¿Y tu que me ves? ¿Te gusto?- a lo que yo primero me rei y luego le contesté-No, sino que tienes un moco enorme- haciendolo encojerse rapido hacia un rincon limpiandose la nariz. -Mentirosooo, que no tenia nada- dijo apenas tocandome con el puño como si me iba a golpear mientras yo solo reía.

-Tú no viste lo que paso aqui hace como uno o dos meses- dijo mi mamá de pronto.

-¿Que cosa?- pregunté yo.

-El accidente de una gandola que se llevo a la parejita esta.

-¡Ah! ¡La de los maricos!- dijo mi papá… De verdad que se siente triste a veces cuando hacen eso, sin saber, critican las cosas, pero no los culpo después de todo no saben nada, ni creo que se lo imaginen.

-¿Ah eso no era de un triangulo amoroso o algo así?- Preguntó Andrés

-Si bueno, uno vivia con otro tipo, pero al parecer tenían problemas y decidio irse a vivir con el otro y como que cuando se iba a mudar se pusieron a celebrar teniendo relaciones ¡En plena autopista!

-Y despues el carro se les apago en medio de la calle y se los llevo una gandola- Completo mi papá.

-Perro...- (Si, delante de mis padres eso remplaza a la palabra mierda).

-Si, y al parecer uno la mamá lo había abandonado o algo así por ser gay, y no lo había visto sino hasta después del accidente y ya estaba muerto.

Yo me quede callado mientras sentía como una tristeza se apoderaba de mí al escuchar esa historia.

-Uno quedo en terapia intensiva.

-¿Sigue vivo?- pregunté, me alegro de cierta forma.

-Así decía.

-Ahmm.

Andrés busco mi mirada y cuando la encontró me sonrió, fue algo reconfortante, después acercó su mano a la mia y tapando con un cojin que habia en el auto me tomo de la mano y comenzó a acariciarme haciéndome sonrojar un poco mientras lo miraba.

Pasaron más o menos como 30 minutos y ya estabamos en casa de mis abuelos, ¿Por qué no íbamos más seguidos? Ni idea, pero bueno. Mi abuela apenas me vio fue corriendo (lo que los años le permitían llamar correr) me abrazo y me lleno de besos, llevaba ese olor de siempre a lavanda ligado con el olor a abuelito -jeje-, mi abuelo tambien me dio un abrazo y un beso en la mejilla, él llevaba ese olor de siempre que me traía recuerdos, como a ropa guardada, sumado con un ligero olor a cigarrillo que no molestaba y ese perfume que venía en una barrita de metal que siempre compraba y una vez me castigo por quebrarle una. Luego me hizo las mismas preguntas de siempre, yo le repondia animado que ya estaba por salir del liceo -¡Ay como pasa el tiempo mija!- decía mi abuela a mi mamá que también estaba escuchando, luego les presenté a Andres y los recibio igual que como antes habia hecho con los demás chicos, con una sonrisa más forzada que no sé qué, ninguno le había caído bien porque según decía eran una cuerda de desadaptados por las cosas que yo inventaba estando con ellos. Comenzó a decirle a mi mamá que al menos este se veía mejor que los otros mientras que yo tomaba a Andrés de la muñeca y lo llevaba a lo que seria nuestra habitacion durante la semana. Luego de eso pasamos el resto del día acomodando las cosas y haciendo mercado para el resto de la semana...

Domingo

-Mañana vamos a la bendición de las palmas- Dijo mi abuela entusiasmada la noche anterior, lo que llevaba a intuir que habria que levantarse temprano.

Y en efecto, eran las 8 am y ya todos estamos preparados para ir a buscar las palmas y ofrecercelas al nazareno.

Como a eso de las 9 comenzo una procesion detras de unos chicos disfrazados de apóstoles y otro de Jesus que iba sobre un burro y a su lado María. La representación de la famosa entrada de Jesús a Jerusalem, todo el mundo cantaba y agitaban sus palmas en el aire, hasta el mismo Andres, segun me habia dicho, nunca iba a la iglesia pero se conocía toda la historia porque siempre leía de cualquier cosa, y por lo mismo hizo que mi abuela se interesara en él, en el buen sentido claro, pero lo secuestró y comenzó hacerle preguntas acerca de como sabia y que hacia mientras yo al lado de mis padres caminaba viendo a las demás personas que iban, me fije un poco más en el que hacía de Jesús, la verdad que no estaba mal el chico, llevaba el pelo largo por los hombros y no era peluca al parecer, era moreno de piel, mas oscuro que Andres y que yo, con las cejas gruesas y pobladas casi juntas y unos ojos color miel, de resto nada de otro mundo, bueno, la túnica que cargaba encima tampoco es que dejaba apreciarlo en su totalidad, luego fui entre los apostoles aplicando un descarte de cual estaba mejor y solo uno llego como a un 7/10 jaja, el Jesús si debía tener como un 8, y Andrés el 10 para mí por supuesto -jaja-

Llegamos a la iglesia y alli pasamos como 2 horas que duró el padre hablando. Estando en la misa mientras el padre hablaba me quede ensimismado viendo al jesucristo en la cruz que estaba sobre el altar, alguna vez llegue a leer algo de un hombre que recordaba excitarle esa imagen, cabello largo, un perfecto sixpack marcado, unas piernas y brazos que se veian no fuertes pero si definidos de tanto trabajo en la carpinteria de su padre... -Que mierda estas pensando Marcos!!!- me dije mientras sacudia la cabeza de lado a lado y me concentraba en la misa o al menos eso intente, pero ahora al lado del altar estaba Jesus, bueno el que actuaba de Jesús. Me quede de nuevo mirandolo y como cuando las miradas pesan el chico volteo a mirarme haciendo que se cruzaran nuestras miradas y lo que hizo que volteara rápidamente hacia otro lado.

Y hasta que por fin llegó el momento de bendecir las palmas y de irnos. Yo tome las palmas que habian agarrado mi papa mi mama y mi abuela e hice una cruz para cada uno, esas que luego pegan detras de las puertas para alejar las cosas malas y eso, según dicen.

Llegamos a la casa y allí estaba mi abuelo mirando Tv, con Dino echado a sus pies.

-Él es Dino- Le Dije presentandole el perro de mis abuelos a Andrés.

-Ah! que bonito ¿Qué raza es?- Dijo acariciándole un poco en la cabeza haciéndole mover la cola de lado a lado.

-Setter irlandés-

-Ahmm ya-

-¿Te gustan los perros?- dijo mi abuela.

-Si, un poco… es que mi papá es veterinario y me enseñaba algunas cosas.

¡Ay niño! ¡Lisbeth que muchacho tan maravilloso! Hubieras tenido una hembra y ya mismo los casamos.- Dijo efusiva mi abuela, al parecer le habia caido de maravilla Andres el rato que charlaron.

-¿Tu no tienes novia muchacho?- le preguntó.

-Tenía abuela- respondí yo -Ahora tiene novio- terminé en mi mente.

-¿Y que paso?- De verdad que mi abuela a veces quer se pasa de curiosa.

-No se, termino conmigo.

-¿Termino? Mmm... ¡Quien sabe que le habras hecho!

-Yo... Nada...

-Ja seguro... Mira que las mujeres nos damos cuenta mas rapido de las cosas...

-Ay ya mamá ¡Deja a ese muchacho en paz!...

-Mira que le voy a decir a mi abuelo...- dije yo.

-¡Ah!- dijo ella aspirando aire fuertemente...- Por favor ustedes se pasan, cuando en mis tiempos yo le iba a decir algo así a mi abuela. Solo estoy hablando con él para saber... No es como los otros elementos esos que habían venido antes dijo sacudiendo las manos en el aire.

-Si mama ya sabemos que no te gusto que tumbaran todos los mangos de la mata.

-¡No fue eso chica!- dijo apenas empujando a mi mamá con el codo mientras que picaba el aliño para el almuerzo -esos muchachitos son una cuerda de alborotados.

-¡Ves! Si fue por la mata de mango…

-¿! Cuando a Marcos se le iba a ocurrir el solo monearse en esa vaina!? ¡Claro que fueron ellos!-

-Abuela siempre lo había querido hacer y no me dejaban porque que me podía caer- dije mientras cruzaba los brazos acostado en el mueble y Andrés desde el otro que estaba al frente me miraba divertido.

-¡Ah! ¿Así que hay una mata de mango aquí?- preguntó Andrés.

-Si… en el patio...- respondió mi mamá volteando los ojos.

-¡Vamos a tumbar unos cuantos!- dijo Andrés como tratando de hacer cambiar lo que mi abuela pensaba de él.

-¡Vamos!- dije yo levantándome del mueble.

-Ay mijo yo que ya te iba a montar un altar- dijo mi abuela riéndose.

-Ten cuidado Marcos que tu no eres de esas cosas y Andrés parece que tampoco-

-Tranquila mami yo le enseño ya Julián nos enseño.

-Ja, si claro.

Salimos al patio Dino se levanto de los pies de mi abuelo que estaba viendo TV en la sala y se fue hacia nosotros, siempre que venía solo era mi compañía pasando largos ratos echado en la tierra mirando al cielo y recostado sobre él. Además que más de una “Aventura” habíamos vivido juntos, como cuando me hizo caer por una ladera solo por perseguir a un pajarito.

Se acercó y se empezó a recostar sobre mi pierna como pidiendo que lo acariciara, que fue lo que hice. Amaba su pelaje color chocolate medio rojizo, característico de su raza.

-Espera aquí que voy a subir con mi novio al árbol ¿Si?- le pregunté mientras le acariciaba por el cuello debajo del hocico.

-Mira ¡Que le puede decir a alguien!

-¡Bobo!- le dije a Andrés riéndome – Vamos- le exclame mientras lo tomaba del hombro y lo llevaba al árbol de Mango del patio, tenía mas o menos la misma altura de la casa y de verdad que nunca se me había ocurrido montarme en él hasta que había venido con los demás chicos. Me agarre de una rama y apoyando un pie abajo tire y me impulse hasta quedar sentado sobre el tronco principal.

-Nunca he subido a un árbol- dijo Andrés mirando al suelo, en su voz pude notar algo de pena y miedo al mismo tiempo.

-Anda, tranquilo, que yo no dejo que te pase nada-

Andrés se rio un poco y luego volteo a mirarme,  yo le piqué un ojo haciendo que se riera negando con la cabeza. Comenzó a subir agarrándose al árbol y luego tomándome una mano. Tiré un poco de él y después de caminar en horizontal sobre el tronco llego a donde estaba y en un tropezón quedo sobre mí acostado sobre una rama lo suficientemente gruesa para mantenernos a ambos.

Me miro directo a los ojos por unos segundos, esa mirada que buscaba… no sé que buscaba pero era impresionante como parecía penetrar en mí, y me recorría entero solo con ella y a través de los ojos.  Andrés se sonrojo un poco y luego se levanto. Yo hice lo mismo y me incorpore un poco más arriba de la rama.

-Vamos más arriba- le dije animado mientras me ponía en pie y agarrándome de otra rama me impulsaba para subir un poco más. A cada rama que me aferraba se escuchaba el sonido de las hojas chocar unas contra otras mientras que la sombra en el patio se dibujaba sobre el césped con el montón de hojas y dos figuras entre ellas intentando escalarla, quería llevar a Andrés lo suficientemente alto como para que las hojas nos cubrieran.

-Sígueme, has lo mismo que yo- le dije mientras que me agarraba con las dos manos a una de las ramas y con las dos piernas caminaba en una haciendo equilibrio.

-Mira pues, si estás hecho todo un gato en esto- me dijo Andrés.

En eso él piso una rama algo débil haciéndolo casi caerse a lo que yo rápidamente me estire y le sujete de la mano. Andrés había quedado sujetado a una rama y a mi mano y por poco perdía el equilibrio y resbalaba, solo una pierna le había quedado en el árbol.

-Ok, eso me dio bastante miedo- alcanzó a decir mientras que trataba de tomar aire con la respiración algo acelerada.

-Ya tranquilo- le dije sonriéndole.

Después de ahí le deje que anduviera adelante mio y una vez que estuvimos lo suficiente alto nos apoyamos de dos ramas que parecían un perfecto asiento. A la altura que estábamos observábamos el techo de la casa. Y una que otra casa adyacente que las hojas nos permitían ver.

Tímidamente lleve mi mano por su muñeca hasta llegar a la palma de la suya y deslizar cada uno de mis dedos entre los de él. Andrés apretó un poco y luego aun sujetándola la llevo hasta la altura de sus labios y en el dorsal de mi mano deposito un pequeño beso cerrando los ojos mientras que yo solo miraba lo que hacía y casi que me derretía.

-¿Sabes que te amo no?

-Ehmmm si…- dije sonriendo un poco.

-Por si acaso… aunque de todos modos… te amo.- dijo sin soltarme la mano y mirándome fijamente. Estaba a su lado, pero me daba miedo rodarme un poco no fuera a resbalarme así que tomándome de la rama de la que estaba recostado me levante y quedé sentado. Luego le pedí a Andrés que se pusiera igual y me acerqué a él y le di un beso solo tocándonos los labios… pero fue lento… bastante lento... pude sentir el calor de su respiración sobre mi mejilla, luego aún sin abrir los ojos pude sentir como su mano se acercaba y delicadamente la iba deslizando por mi cara, su dedo pulgar se poso sobre mi cien y poco a poco fue bajando pasándolo por mis pómulos y luego separando sus labios de los míos y yo sin aún abrir los ojos pude sentir como con su dedo recorrió mis labios hasta que quedo en el medio del inferior y fue bajando hasta detenerse en mi hoyuelo, abrí los ojos y encontré los suyos mirándome como un niño… no sé por qué pero un calor recorrió mi cuerpo de pies a cabeza… hace rato que mi amiguito había despertado en mi pantalón pero por alguna razón no quería sexo en ese momento… todo era como vivir un sueño… además, no creo que sea posible tener sexo entre dos ramas de un árbol, por lo menos no sin terminar con alguno “caído de la mata” literalmente.

De pronto una fuerte brisa sacudió las ramas del árbol haciendo que Andrés y yo nos separáramos y buscáramos de donde aferrarnos ambos con una cara de espanto terrible, pero luego de que la brisa pasó no echamos a reír como locos.

Nos pusimos a hablar un poco y Andrés me contó  de que su mamá últimamente había mejorado con lo de su papá que hasta hace poco le afectaba y que estaba más en su casa que antes pero que justo está semana iba a tener que salir unos días a arreglar no sé que documentos del divorcio y él se iba a tener que quedar cuidando a Kevin, pero a la final cuando le dijo que iba a viajar con unos amigos su mamá decidió dejar a su hermanito con su abuela.

De pronto noté a Andrés como más callado y pensativo… como preparándose para decir algo…

-Marcos…

-¿Aja?- pregunté extrañado

Y justo en ese momento mi mamá desde abajo comenzó a llamarme.

-MARCOOOOOOOS!- escuche desde abajo.

-¿QUE PASOOO MAMÁ!?- le grite desde arriba inclinándome un poco hacia abajo sosteniéndome de una rama.

-¡¡QUE TUMBES MANGOS QUE CONVENCÍ A MI MAMÁ DE HACER JALEAAA!!!-

-¿NO QUE NO QUERÍA QUE ME MONTARAAA?-

-SOLO APURATE Y HAZLO-

-Esta bien!!- Le dije al tiempo que levantaba de al lado de Andrés y me garraba a una rama tendiéndole la mano para que se levantara –Vamos a tumbar mangos-

-mmm está bien…- respondió Andrés al tiempo que se levantaba apoyándose entre las ramas poniendo un pie delante del otro manteniendo el equilibrio… dio unos cuantos pasos y arranco una rama.

-¿Que harás con eso?

-¿Tumbar mangos no?

-No tonto, mira como se hace...- le dije mientras me levantaba y me sujetaba fuerte a una rama y la sacudía haciendo caer varios mangos.

-… que tonto me siento…-

-Jajajaja, bueno pero si nunca lo habías hecho-

-Cierto… ya no me siento tan tonto- Dijo ahora poniendo una sonrisa forzada.

-Estúpido- susurre caminando hacia donde se encontraba haciendo equilibrio hasta llegar a él y luego con la mano derecha bajarla hasta su abdomen y deslizarla de ahí hasta su cintura poniendo mis dos manos a los lados de esta y volviéndolo a besar mientras él con ambas manos se sostenía de la rama de arriba.

-Si sigues así vamos a tener que hacer otra cosa…- dijo mirando de reojo hacia  nuestros pantalones… que muy bien habían montado un campamento o algo así allá abajo.

-De verdad que no creo que sea muy cómodo hacerlo en un árbol.

-Con una hamaca o algo abajo… es posible… pero a estas alturas yo ni loco- dijo echándose a reír ahora.

-Jajajaja… vamos- exclame al tiempo que comenzaba a sacudir otras ramas y otros mangos caían hasta la tierra, algunos reventándose y salpicando de su fruto al caer.

-mmmmm ¿Y si me caigo?- preguntó.

-Me lanzo contigo

-Tonto me dijo sonreía tímidamente y se ponía algo colorado.

Yo reí un poco –Tranquilo que no te vas a caer tienes equilibrio-

-¿Si?

-Definitivamente no viste cuando Alejandro se montó, teníamos que andar detrás de él porque se nos iba cayendo, te digo que más equilibrio tiene mi abuela.

Andrés soltó una sonrisa al tiempo que apretaba un poco los parpados haciéndome sonreír a mi también de lo lindo que se veía así –jaja-. Agachado se iba acercando hacia el otro extremo del árbol y comenzaba a sacudirlo fuertemente haciendo caer unos cuantos mangos también. Dino comenzó a ladrar desde abajo por lo que grite un poco para calmarlo. Luego seguimos sacudiendo de rama en rama hasta que vimos que habíamos tumbado lo suficiente y nos bajamos.

Después de comer el almuerzo… (Pescado, que mi abuela acostumbraba a hacer de todos los tipos a lo largo de la semana santa, hoy domingo, asado) salimos a caminar  un rato mientras mi  abuela y mi mamá comenzaban a preparar la jalea… quería llevar a Andrés a un lugar al que antes iba siempre con Dino, pero ahora lo habían cercado y al parecer no había forma de entrar a menos que fuéramos por otra entrada de la urbanización así que preferí seguir caminando y en tal caso lo dejaría para unos días después…

Lunes

-Déjame… Déjame Marcos…

-¿Eh?- exclame yo al no estarle haciendo nada a Andrés. Me medio levante de la cama apoyándome con el antebrazo y mire hacia el colchón donde dormía en el piso a un lado de mi cama, habíamos decidido no hacer nada la noche anterior y que esperaríamos un poco… aunque nos costó y terminamos haciéndonos una paja antes de dormir.

-Ya ya- decía riéndose con los ojos cerrados y con las manos tratando de “apartarme” pero en realidad era Dino que se había colado en el cuarto y ahora estaba lamiendo su oreja.

Andrés abrió los ojos y cuando se encontró con la lengua de Dino recorriéndolo se sobresalto y quedo sentado en una esquina del colchón…

-¡Que susto me ha dado! ¡Yo pensaba que eras tú!

-¿Que? ¿Quieres que te despierte lamiéndote la oreja también?

-Jajaja, bueno no estaría mal-

Yo me levanté de la cama  y cerré la puerta de la habitación donde estábamos y tirándome en el colchón donde él se encontraba le abrí los brazos y me metí entre estos. Quedando acostado a su lado, Ambos habíamos dormido en franelilla y short, por el calor que estaba haciendo en la noche pero ahora era algo de frio lo que hacía. Andrés se giro y abrazándome doblo sus piernas haciendo que doblara yo también las mías y quedáramos haciendo cucharita, podía sentir toda su erección matutina chocar y restregarse contra mis nalgas, pero si nos habíamos aguantado en la noche porque quisimos de cierta forma, ahorita lo teníamos que hacer por obligación, ya podía haber alguien despierto. Yo solo  cerré los ojos y me limite a sentir como su pecho se inflaba y se desinflaba pegado a mi espalda, al igual que él parecía estar haciendo lo mismo.

Dino dio unas vueltas en la habitación y luego se monto sobre el colchón al lado nuestro.

-¡Venga! También te abrazo a ti, pero recuerda que este chico es mio- le hable a Dino.

-¡Ya te va a entender!

-Yo soy Elizabeth Thornberry

-Jajajaja ¡Bobo!... tiempo sin escuchar de esa comiquita-

-Si, era buena…

-Si…

-Ahora todo lo que pasan es aburrido.

-¡Nah!, es que hemos crecido.

-mmm cierto.

Luego de haber pasado toda la mañana haciendo… nada, y después de almorzar (pescado, frito) y comer jalea, esperé un rato y comencé a decirle a Andrés de ir un rato a la piscina, el insistía que no le gustaba mucho llevar sol mientras que yo halándolo por la mano trataba de convencerlo.

-¡Ándale! ¡Que no ves lo blanco que estás! ¡Ya hasta pareces Gasparín!

-¡Ah! ¡Con que no te gusta que sea blanquito eh! ¡Pues anda a buscarte otro negro, mira que dicen que lo tienen más grande! Me dijo ya más bajo, no teníamos nadie alrededor, pero mejor prevenir que lamentar.

-¡Aja! ¡Con que muy informado el tipo!

-Jajajaja, eso siempre se ha dicho.

-¡Pero bueno andaaa vamooos! ¡Te digo que va a ser chévere!

-¡Si claro!, especialmente en vacaciones, ¡Te digo que no debe caber ni un alma!

-Ya te vas a poner como Carlos que dice que las piscinas son “coladeras de meado”, ¡No! Entonces nos quedamos afuera llevando sol, necesito un bronceado yo también o voy a quedar como tú y ya nos creerán una nueva versión gay de twilight.

Andrés comenzó a reírse –Bueno bueno está bien ¡Vayamos!- dijo por fin convencido… -Pero dime que tu me pondrás el bloqueador- Dijo ahora poniendo una sonrisa chulesca.

-¡Hey! ¡Pareceremos maricones con eso!-

Andrés se comenzó a reír más fuerte que la primera vez.

-¡Además el bloqueador es para niñitas!, Vamos a cambiarnos para irnos- le dije mientras comenzaba a subir las escaleras, Andrés se acercó un poco a mí y me dijo en voz baja-

-Ah… yo me había traído mi speedo pero veo que no quieres que me exhiba-

Yo me detuve subiendo las escaleras para ir ya al 2do piso y me gire hacia él con los ojos abiertos completamente

-¡POR SUPUESTO QUE NO!- le dije en voz alta.

-jajajajaja-

Deje a Andrés subir hasta el ultimo piso donde dormíamos y me fui acercando a él poco a poco hasta quedar pegando su nariz a la mía…

-Eres solo mio- le susurre con voz “seductora”.

-Grrrr.

Yo me reí un poco mientras me alejaba y dejaba que Andrés buscara su short mientras yo me ponía el mio…

-Everybody all for one, A real summer has just begun! Let's rock and roll and just let go, feel the rhythm of the drums-

-¡Hey! ¡Esa canción se me hace conocida!

-Eh?- dije levantando una ceja y mirando a Andrés mientras trataba de contener la risa-

-Si… se me hace que la escuche en otra parte…

-jajajaja… no me digas que te viste HSM!

-¿QUE!? ¡No! ¡Ni loco! ¿Esa canción es de allí?-

Yo comencé a reír más fuerte…-¡Si, jajaj diciendo que no te la viste! ¡Mentiroso, seguro y te las pasabas buceándote a Zac Efron ¡jajaja!

Andrés se sonrojo un poco…

-¡Estaba más pequeño pues! ¡No había decidido que tipo de música me gustaba y había visto esa película pues!

Yo me seguía riendo mirando como trataba de salvarse de mis risas, se le veía que estaba un poco avergonzado.

-¡Bah! Tranquilo yo también la vi era de mis favoritas- le dije dándole unos golpecitos en el hombro

-Ayyyy valeee-

-Bobo- le dije dándole un pequeño golpe en el brazo.

Como habíamos pensado estábamos en lo cierto, había bastantes personas en la piscina pero a pesar de todo podíamos entrar y estar cómodos.

Llegamos y colocamos las toallas en una de las sillas de la piscina y nos fuimos a las duchas. Subimos el pequeño escalón que las separaba del nivel del suelo y Andrés se coloco en una mientras yo me quede observándolo de lejos, abrió el chorro y el agua comenzó a caer sobre él bajando desde su pelo y recorriendo como un chorro desde ambos lados de su cara hasta juntarse y convertirse en uno solo que bajaba desde su cuello pasando por su pecho y por ultimo llegando a sus abdominales hasta llegar al short que cada vez se iba poniendo más oscuro por el agua…

-Pffffff…. Si que está fría- dijo soplándose los labios y sacudiéndose un poco, yo solo me reí desde lo lejos.

-Anda ven-

-Ya va-

-¡Porque te quedes allí esperando no se le va a pasar el frio!-  Y diciendo esto comenzó a frotar sus manos en su cabello y comenzaron a salpicar unas pequeñas gotas como rocío hacia mi.

-SI me vas a mojar mucho así-

-No, pero así si- Dijo arrojándome agua que ahora había juntado con sus manos-

-Idiota-

-Veeen amor- dijo picándome un ojo en uno de esos momentos en los que se hacía el chulo y luego sin que me diera cuenta por la rapidez me tomo de un brazo y tiro de mi hacia la regadera  haciéndome estirar completamente como un gato crispado y luego  tomar una gran bocanada de aire.

-¡Ves! No era tan difícil-

-Está muy fría-

-¿Quieres que te haga entrar en calor?- me susurro al oído.

-¡Heeey! ¡Contrólate!- le dije poniendo mi mano en su pecho y separándolo un poco… -Déjalo para la noche- le susurre haciendo a Andrés reír un poco.

En ese momento mire hacia un lado de Andrés y note como algunas personas miraban hacia donde nosotros estábamos, luego gire con la mirada viendo hacia toda la piscina y en otros lugares también se nos quedaban mirando… Entre chicas y chicos y uno que otro mayor… Me sentía como el centro de atención y no me gustaba sentirme así por lo que instantáneamente me puse de modo que Andrés me tapara…

-¿Y que ven hacia acá?

-Ni idea. Debemos de gustarles jaja.

-Será-

Dejamos de ducharnos ya cuando los dos estábamos lo suficiente mojados y luego nos pusimos el bloqueador… ¿Aunque debió haber sido al revés no? Me puse a un lado observando la piscina y puse el pie sobre la superficie del agua para poco a poco ir acercándolo hasta tocar y sentir en que temperatura estaba… Y justo en ese momento… Andrés me empuja…

Traté de agarrarme como pude ¿Del viento? Bueno no sé pero tire y tire hasta que alcance a tomar a Andrés de un brazo y lo arrastre conmigo a la piscina.

Sin soltar su brazo bajamos hasta el fondo de la piscina donde abrí los ojos por fin y pude ver borroso como Andrés había hecho lo mismo y me miraba con lo que parecía una media sonrisa. Los dos nos impulsamos con los pies y subimos a la superficie…

-¡Quisiste hacer una gracia y te salió una morisqueta!- le dije echándome a reír.

Andrés se rio mientras que con una mano me salpico un poco de agua en la cara… Estuvimos un rato nadando haciendo carreras las cuales por poco nada más Andrés me ganaba, después tonteamos un poco en el agua hasta que un balón apareció de la nada y me golpeo en la cabeza y luego reboto hacia Andrés que lo atrapo…

-¡Pásala por favor!- le gritaron

Andrés tomó el balón y lo lanzó hacia los chicos que estaban jugando.

-Está bien no pidas disculpa grité yo hacia allá haciendo que todo el grupo que estaba jugando volteara a verme… y otra vez me sentía el centro de atención –Joder-

-¿Marcos? Soltó la chicas del grupo.

-¿Eh?

-¿Lo conoces? Le preguntó el chico que tenía el balón de voleyball en las manos, que de pronto y extrañamente se me comenzaba a hacer conocido.

-¿Tiffany?- Dije más para mí que para que me escucharan.

-¡Marcos! ¡El nieto de la Sra. Josefina!

-¡Mierdaa!!- Exclamo el chico -¡Tiempo sin vertee!

-Tiffany y… Ehmmm- comencé a apretar el ojo izquierdo… como si eso me fuera ayudar a recordar -¡Francisco! ¡Claro! ¡Guau! ¡Años sin verlos!

-¡Na guara! Si ayer estábamos jugando la ere y hoy ya… ¡Míranos! Supongo que también te vas a graduar ahorita ¿No?

-Si si…- voltee buscando a Andrés y lo llame moviendo la mano hacia mí.

-Él es un compañero de clases-

Los tres se presentaron y luego nos presentaron a dos chicos más que estaban con ellos y que también vivían en la misma urbanización, en realidad a Francisco y a Tiffany los conocía desde hace mucho… teníamos como 6 años o algo así y fue porque mi abuela y la de ellos  casi siempre se la pasaban charlando… Pero ellos al igual que yo no vivían con ella y desde hace como 4 años que nuestras vacaciones no se cruzaban. Tanto que ni en Facebook los tengo.

Estuvimos jugando un rato al vóley y después hablamos de que había pasado que pensábamos estudiar y otros temas triviales. Cuando nos despedimos ellos nos invitaron a Andrés y a mí a salir un rato en la noche a caminar o jugar un partido de futbol, les dije que aún no sabía jugar y Francisco se burlo un poco pero termino por decirme que no importaba que me seguían enseñando como hacían antes y luego le preguntó a Andrés que le dijo que sabía un poco.

A la final como a eso de las 8 salimos y caminamos hasta la casa de la señora Sonia, que creí recordar aún la dirección, lo peor que aún sin pensarlo no les había pedido el numero de telefono. Termine llamando a mi mamá para que le preguntara a mi abuela donde es que era la casa y así fue que por fin llegamos después de haber estado caminando en círculos con Andrés.

Una vez salieron los chicos (Que ya estaban en Casa de Francisco y Tiffany) y Tiffany que estaba texteando por el móvil sacaron un balón y después de caminar un rato mientras charlábamos llegamos a un espacio abierto donde comenzamos a jugar.

Nos pusimos en equipos de 3, con nosotros jugó Omar y en el otro equipo jugo Tiffany junto con Francisco y si mal no recuerdo Juan.

Los primeros en anotar fueron ellos con un gol de Francisco. Yo estaba porteando mientras que Andrés y Omar jugaban, no podía evitar el miedo a que me dieran un pelotazo por lo que a cada rato que veía venir el balón en vez de bloquearlo lo evadía dejándole el paso libre. Hasta que comencé a cubrirme con las manos y fui perdiendo el miedo y dejaron de hacernos goles tan tontos.

Luego cambiamos de posiciones y jugamos yo y Andrés contra Tiffany y Francisco, Tiffany ya me había sorprendido con haber querido jugar, pero aún más cuando dominaba el balón de una forma excepcional y no lograba yo ni mantenerlo unos segundos entre mis pies porque ya me lo había quitado. Andrés si defendía un poco más y llego a anotar unos cuantos goles mientras que yo solo unos dos de pura suerte.

A la final nos invitaron a dar una vuelta en bicicleta por la urbanización al siguiente día a lo cual tuve que decir que no porque Andrés no tenía una pero Omar dijo que en su casa sobraba una de su hermano y que la podía usar si quería, Andrés se negó con algo de pena al principio  pero terminaron convenciéndolo.

Martes

Eran como eso de las tres de la tarde, hace un rato que habíamos almorzado (Sardinas). Fuimos a casa de Francisco y Tiffany yo con mi bicicleta, una montañera Rin 26 negra, con todos esos periquitos que se le pueden poner, luz trasera, delantera, cambio de velocidades y eso, me la habían regalado mis propios abuelos hace unos años junto con un casco y todo el equipo de protección, me quedaban grandes para entonces pero ahora era lo contrario, solo llevaba el casco, Andrés iba detrás mio en los posa pies.

Una vez llegamos salieron ellos con sus bicicletas, la de Tiffany una Benotto de un color fucsia y recuerdo y la de Francisco de la misma marca pero azul, solo Tiffany llevaba un casco de color rosa. Le deje mi bicicleta a Andrés para que la manejara y yo me monté en los posa pies mientras íbamos a casa de Omar donde le prestaron la bici a Andres, luego buscamos a Juan y nos fuimos a la laguna. No es raro que en cada casa haya al menos una bicicleta porque de verdad que el lugar se presta mucho para pasear con ellas con sus amplias calles poco transitadas el clima y las distintas vistas que te ofrecía al ser una urbanización en una montaña.

Al salir del conjunto de casas e ir a la parte de debajo de la urbanización debíamos bajar por una rampa inclinada como 90 grados que debe medir como unos buenos 600 metros.

A Omar se le ocurrió la loca idea de hacer una carrera del primero en llegar al final de la bajada a lo que todos accedimos, aunque yo con cierto miedo porque tenía bastante tiempo sin manejar bicicleta.

-3- Dijo Omar luego de que todos estábamos en posición.

-2- Contó Tiffany.

-1- Dijimos todos mientras yo sentía como ya me iba llenando de Adrenalina.

-Cero!- Dijo Francisco al tiempo que salía antes que todos levantando los pies del suelo y comenzando a pedalear rápidamente.

Luego los 5 le seguimos atrás también bastante rápido, yo al bajar por allí no suelo pedalear porque no hace falta, con la inclinación agarras la velocidad suficiente, pero no quería llegar al ultimo y pedaleaba, al igual que los demás.

Sentía toda la brisa pegándome fuertemente en el rostro haciéndome entrecerrar los ojos, al tiempo que la franela que cargaba luchaba contra el aire y los bordes de ambos lados se iban hacia atrás. Había logrado quedar de segundo detrás de francisco como por 2 metros de separación, luego Omar me repasó por el lado derecho. No me di cuenta que había un hueco por el canal que íbamos y Francisco había comenzado a bajar la velocidad mucho antes que yo, tuve que frenar bruscamente, menos mal y no confundí los frenos el delantero con el trasero o sino hubiera casi que llegado al país del nunca jamás de lo alto que iba a salir disparado, A mi lado pasaron a toda velocidad Juan que se había levantado del asiento y estaba pedaleando levantado del asiento y Atrás Tiffany y Andrés.

Llegamos a una parte plana como de unos 20 metros por donde la calle se cruzaba con otras dos  y se volvía algo así como una cruz que era por donde más transitaba autos, era una parte plana antes de continuar con la ultima parte de la rampa y en eso los chicos no se dieron cuenta que un auto venía Cruzando desde el lado Derecho.

Vi como Tiffany y Francisco adelantaron el auto y atrás les seguía Omar, pero Andrés no sé como perdió el equilibrio y Juan le fue a pasar por un lado tratando de sostenerlo con una mano haciendo que los dos perdieran el equilibrio mientras que el auto se aproximaba hacia ellos…

-ANDREEEEEEEEEEEEEES!- Alcancé a gritar haciéndolo voltear hacia mi y por consiguiente ver el auto que se aproximaba hacia ellos…

No Alcanzo ni a exclamar palabra alguna solo quedo mirándose fijamente al auto haciendo que Juan también se diera cuenta…

-Mierda…

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La próxima semana… publicare el próximo capitulo J jaja.

Espero les haya gustado este capitulo especial de la historia de “Juntos por Siempre” una serie de relatos que vengo publicando desde hace un tiempo. Solo que este es un especial algo apartado de la trama de la historia en sí (puede leerse sin haber leído la otra sin ningún problema). Aunque si quieren leerla pueden hacerlo (entrando a mi perfil), allí aparece como se conocieron estos chicos y todo lo que han pasado hasta ahora J.

Y no les adelantare nada del próximo capitulo, solo espérenlo la próxima semana. Espero sus comentarios y opiniones, sobretodo me gustaría que me digan si les parece bien el largo del capitulo ya que me he saltado algunos detalles. El próximo debe ser ¿Más largo y detallado o Más corto? Cuento con sus respuestas.

Saludos.