Una relacion un tanto especial
Mi vida con mi hermana y su novio (hetero, filial, scat, pissing, orgía, lesbi,- si son muy puritanos absténganse de leerlo-)
Me llamo Jessica, tengo 27 años y vivo con mi hermana Tamara de 18 en Madrid, España. Su novio actual se llama Martín, tiene 19 años y nunca me cayó bien. Nunca entendí como mi hermana había dejado a su ex, por este chico que abandonó el colegio y no tenia ningún futuro.
Nuestros padres murieron cuando ella tenia 11 años, quedándome yo a su cuidado y cuando cumplió 17 pensé que podía empezar mi vida nuevamente; conocí a Roberto, un hombre de 32 años, divorciado.
Cierto día que estaba limpiando el cuarto de mi hermana me encontré con un cassette de video debajo de su cama. Yo acostumbro grabar programas de la televisión así que me lo lleve para usarlo. Baje a la sala para ponerlo en la videocassettera y ver si estaba vacío.
El trasero de una chica ocupaba toda la pantalla; se veían claramente la vulva depilada y el orificio del culo, porque ella se separaba las nalgas. La cámara estaba fija. Por la parte superior de la pantalla apareció un pene enorme; su dueño lo apoyó en el culo y empujó.
El grito de la chica me estremeció, era muy familiar. Seguramente estaba sufriendo, el chico ya había penetrado toda la longitud de su miembro y comenzaba a moverlo muy rápido. Al rato el chico detuvo el movimiento; dejando el glande dentro del ano. Por los gemidos que lanzaba evidentemente estaba eyaculando. Cuando retiro el pene la chica se metió rápidamente un dedo en el orificio dilatado; estaba sacando el semen hacia fuera. Cuando se dio vuelta para lamerse los dedos frente a la cámara, mi corazón se detuvo. Era mi hermana. El chico, que era Martín, su novio, acerco su miembro húmedo y lo refregó por toda su cara; a ella se le ponían blancos los ojos, evidentemente lo había disfrutado mucho. Pero lo que realmente me indigno fue que me di cuenta que lo habían hecho en mi cama.
Devolví el video a su lugar debajo de la cama de Tamara para que no notara su ausencia y trate de olvidarme del asunto. Pero los días pasaban y me obsesionaba el porque demonios lo habían hecho en mi cama y no en la de ella.
Pasaron los días y por presión de mi hermana tuve que acceder a que Martín se quedara a dormir con ella en su cuarto. La cuarta noche yo estaba recostada en mi cama y comencé a escuchar los gemidos de mi hermana desde su cuarto. Claro que yo sabia perfectamente que para eso querían dormir juntos, pero me pareció una falta de respeto total. Estuvieron Así durante 40 minutos mas o menos; me sorprendió cuanto aguantaba el chico. Al rato de no escuchar mas los gemidos, me sentí con ganas de ir al baño. Cuando prendí la luz no pude contener un grito de susto. Martín estaba totalmente desnudo, orinando.
- Pero que es esto de la luz apagada...
El muy cretino me miro de arriba abajo; continuaba orinando sin ninguna vergüenza.
Es una mala costumbre mía, disculpe Jessica
No voy a permitir que andes desnudo por mi casa. Esto ya es demasiado.... además de escuchar como tenés relaciones con mi hermana... creo que me debes un poco de respeto.
El chico se me puso enfrente muy cerca mío.
Salí por favor! Maleducado!
Usted es tan distinta a su hermana...¿Sabe donde me la garche por primera vez? En el baño de un boliche... su ahora ex novio la esperaba afuera.... el cornudo...
Marcelo es mucho mejor que vos
Qué... ¿lo probó?
Le di un cachetazo. Como respuesta él se acerco mas todavía, apoyando su miembro contra mi vientre. Ahora estaba firme y erecto. Su cuerpo olía al perfume de mi hermana. Me dio un beso en la boca. Yo sentía una tremenda repugnancia. Me llevo mis manos hacia su miembro, No se porque me deje llevar. Quizás porque nunca había tenido un pene de ese tamaño en mis manos, (el de Roberto media 13 centímetros). Me llevo hasta mi cama y me recostó boca arriba. Se puso encima mío y mirándome a los ojos apoyo su glande en la entrada de mi vagina. Me penetro lentamente, casi haciéndome rogar que la metiera mas fuerte.
Tenia las rodillas en mis hombros; el me hacia sentir el peso de su cuerpo mientras me penetraba totalmente. En esa posición fui perdiendo el asco que todavía sentía por el. No solo me besaba profundo, también me lamía la cara; no podía creer que un pendejo me estaba haciendo gozar tanto, pero no paraba de tener orgasmos y cada vez me entregaba mas. Incluso me hice encima, mojándole todo el miembro a mi macho y escuchar el chapoteo me puso a mil.
Me coloco en cuatro patas y me penetro agarrándome de la cintura Las sábanas estaban húmedas por mi orina, sentía todo mi sexo bañado y pegajoso. De repente saco el pene de mi vagina. Hice un quejido para hacerle ver que la necesitaba adentro, pero el chico tenia otros planes. Note como apoyaba su miembro en la entrada de mi ano. Mi esfínter estaba muy cerrado, así que trate de facilitar la penetración arqueando la columna para, parar más la cola
- Tan puta como la hermana...
Sus comentarios me aflojaban cada vez mas. Sentí que su glande ya estaba dentro y seguía empujando
Pará, pará que es muy grande....
Shhhhh - me dijo al oído. la tenia tan dura que no necesitaba sus manos para ayudarse; con una se sostenía y la otra acariciaba mi pelo. Su actitud de macho inflexible, junto con la habilidad con que me penetraba, termino por hacerme olvidar todas las inhibiciones que sentía. Lo mire de reojo, el, mirándome, termino de meterme su pene; sentí su vello púbico contra mis nalgas. Ahogo mis gemidos con un beso de lengua, luego se alzo sobre sus brazos y comenzó a bombearme con fuerza. Yo estaba totalmente acostada en la cama, sintiendo el recorrido de sus 20 centímetros dentro mío. Ya no gemía, gritaba; mis orgasmos se confundían uno con el otro. Cuando sentí que el ya estaba listo, deslice mi mano por debajo de mi cuerpo y alcancé sus testículos. Se los apreté mientras me descargaba dentro.
Martín se recostó boca arriba al lado mío, me di vuelta hacia el, baje y comencé a masturbarlo cerca de mi cara. La tenía bien dura, como si no hubiera acabado. Lo mire sorprendida a la cara. El adivino mis pensamientos, porque dijo:
- la ventaja de cojer con un pendejo de 19 - me dijo
El miembro estaba pringoso y olía fuerte, no solo a semen. El chico apoyo su mano contra mi cabeza y me empujo suavemente; con la otra se tomo el pene desde la base y me daba golpecitos en la cara. Yo estaba totalmente sometida a el, abrí la boca y me empujo para que la tragara, mientras le manoseaba los testículos.
- Así Jessica, límpiela toda....
Lo aferré desde los testículos y comencé a tragarme su miembro. Martín deslizo su mano hasta mi ano y me introdujo los dedos; lo tenia totalmente dilatado y sentía un gran calor. En ese momento note que la puerta estaba abierta y mi hermana estaba desnuda en el pasillo: sus ojos no me miraban, los dirigía hacia su novio. Yo seguí tragándome el pene de Martín.
- Bueno Jessica, no sea egoísta y deje algo para su hermana
El chico se levanto y abrazando a Tamara se la llevo a su habitación. Dejaron la puerta abierta para que escuchara todo, mientras me masturbaba. Finalmente ellos se quedaron dormidos en el cuarto de mi hermana y yo en mi cama.
Al día siguiente yo estaba terriblemente confundida. Me vestí, baje a la cocina y allí estaba mi hermana arrodillada haciéndole una fellatio a Martín. Ambos estaban totalmente desnudos. Mi hermana tenia una taza en la mano libre.
- Buen día Jessica - dijo Martín. Mi hermana no me miro. - Tamara no encontraba la leche para el café....
No les hable en todo el día, ellos a mi tampoco. Hice mis tareas habituales mientras ellos lo hacían en cualquier lugar de la casa, sin importarles si yo veía o no. No podía mirar a los ojos a mi hermana.
Cuando por la noche me fui a acostar a mi cama Martín entro a mi habitación y se recostó a lado mío. Esta vez la puerta estaba abierta. Tenia pensado repetir lo de anoche, pensé. Yo no ofrecí resistencia. El chico me beso en la boca y acariciaba todo mi cuerpo. Yo me estremecía totalmente en celo y entregada a su dominio. Mi casa se había convertido en el muladar de ese chico, había tenido sexo todo el día con mi hermana y por las noches me poseía a mi.
Pero esta vez fue diferente. Estábamos acariciándonos con Martín cuando mi hermana desnuda se acostó detrás de el. Yo no podía mirarla a la cara. Quise salir de la cama pero el chico me beso fuertemente mientras me introducía varios dedos en mi vagina. Yo gemía como una loca, sometida a ese chico; mi hermana miraba como yo era disfrutada por su novio.
Nos acercamos las dos a su miembro. Su pene tenia un fuerte olor. Mi hermana estaba acostumbrada seguramente, comenzó a masturbarlo mientras metía el glande en su boca. Yo lamía los testículos y el tronco, rozando los dedos de Tamara. Mi hermana me ofreció el pene; me metí el glande en la boca. Ahí cruzamos la mirada con mi hermana; nos mirábamos fijamente mientras le hacíamos el oral al chico.
- Tamara, hace que tu hermana me chupe el culo.
Mi hermana me empujo hacia el ano de Martín. Evidentemente el chico no se había higienizado desde hace días. Tamara, siempre mirándome, escupió el pene de su novio y la saliva corrió hasta mi cara. Empecé a pasarle la lengua por el esfínter, nunca le había hecho eso a un hombre.
- Venga Jessica, déme su concha
Hicimos un 69 con Martín. Le aferré los testículos y me tragaba su miembro mientras mi hermana lamía su ano. No podíamos dejar de mirarnos, pero cuando ella intentaba acercarse con su boca yo tímidamente me alejaba un poco. El chico era un maestro con su lengua, recorría mis labios vaginales y mi esfínter. me penetraba a placer con sus dedos.
Luego el chico nos coloco a mi acostada boca arriba y mi hermana en cuatro encima mío, con nuestras caras frente a frente. Yo fui la primera en ser penetrada, vaginalmente, Tamara me acariciaba los senos. Nunca había compartido una cama con otra mujer, sumado a que era mi propia hermana me llevo a sentir una gran repugnancia y mis gemidos se convirtieron en lamentos.
- Por favor Martín paremos esto.... es una locura...
Mi hermana comenzó a lamerme el cuello, vi la cara del chico: lo estaba disfrutando, pero se veía que estaba llevando el control de la situación, no estaba extasiado. Eso me hizo sentir muy sometida. Abrace a mi hermana contra mi, sentí su cuerpo de mujer y tuve un orgasmo. Martín retiro su miembro de mí y penetro a Tamara. Comencé a lamerle el cuello y acariciar su espalda, pero mi hermana siempre tomando la iniciativa me dio un beso en la boca.
Martín ahora nos coloco en un 69, yo arriba y mi hermana abajo. Tamara aparto mis nalgas para que el chico pudiera sodomizarme. Cuando Martín termino de meterme su miembro en toda su longitud, mi hermana comenzó a lamerme el clítoris. Sentía repulsión nuevamente, además del dolor que me provocaba el pene del chico en mi intestino. Tenia el sexo de mi hermana al lado de mi cara. Martín se recostó sobre mi y empujo mi cabeza contra la vulva.
- Vamos, chupe, chupe...
El sexo estaba depilado y húmedo. El chico me escupía en la mejilla, y vencí mi rechazo. Estaba totalmente empalada por el miembro de Martín. Mi hermana separaba mis nalgas permitiendo que su novio me penetrara hasta los testículos. Martín retiro su miembro y lo acerco a mi cara.
- Le toca a su hermana - me dijo.
Prepare el miembro del chico para la tarea y lubrique el ano de mi hermana con la lengua. El pene entro fácilmente; evidentemente el ano de Tamara fue muy trabajado. Mientras Martín la sodomizaba yo le lamía los testículos y lo que se podía del tronco del pene. Tamara no sentía tanta vergüenza como yo; me lamía la vulva y el ano con pasión. Yo me retorcía de placer, y acabe, acabe en la boca de mi hermana. Cuando al fin Martín acabo lo hizo sacando su miembro violentamente, dejándome ver el ano de mi hermana terriblemente dilatado. El chico no se toco el pene, eyaculó una gran cantidad de semen sobre la vulva de Tamara y cayendo sobre mi cara. Cuando lo acerco para lamérselo, vi que esta vez sí tenia materia fecal por todo el tronco; se lo limpiamos junto a mi hermana que también me lamió la cara, buscando los restos del semen de su novio. Me di cuenta que la única higiene que el chico realizaba con su pene era nuestra saliva. Le dije que tenia miedo a una infección si nos penetraba así, pero dijo
Entonces tienen que esmerarse para limpiarlo.
No te preocupes - dijo Tamara - yo nunca tuve problemas.
A partir de esa noche vivimos como un trío. A mi hermana la trato como una mujer, a Martín como nuestro amante. Estamos siempre desnudos en casa, dormimos los tres juntos. Yo seguía la relación con Roberto, ocultándole todo como podía. A Martín no le interesaba.
Cierta noche volvía a mi casa en el coche de Roberto. Habíamos tenido sexo en un hotel. El no me excitaba en nada, pero lo quería y era mi único nexo con una vida normal. Lo despedí con un beso y bajé del auto. Cuando entre a la sala vi a un hombre de raza negra sentado en el sillón, totalmente desnudo. Mi hermana estaba arrodillada en el piso haciéndole un oral, Martín entro en ese momento al salón con una botella de cerveza en la mano.
- No la esperábamos Jessica.
Mi hermana me miro sonriendo mientras masturbaba el falo negro. Martín le paso la cerveza al negro y se puso detrás mio.
- Nib es un amigo de Senegal al que le fascinan las putas blancas...
El negro me saludo levantando la botella y dando un sorbo. Martín me desnudo y manoseaba mis senos. Yo estaba dispuesta a todo, Roberto no me había satisfecho en el hotel y además siempre había tenido la fantasía de hacerlo con un hombre de color.
Fuimos sodomizadas una frente a la otra, besándonos. Nos bañaban en cerveza; ambas fuimos penetradas al mismo tiempo vaginal y analmente. Lo que mas le gustaba a Martín era ver como le hacíamos sexo oral al negro. Compartí con mi hermana el pene de 25 centímetros mientras el chico disponía a su placer de nuestros orificios.
Los dos abusaron de mi hermana y de mí toda la noche. Gozaban usando mi casa como un basural, Nib defeco en la pileta de la cocina, Martín orino dentro del refrigerador, enojado porque se había terminado la cerveza. Para solucionar esto pidió una pizza a domicilio con varias botellas. Hizo que yo recibiera el pedido desnuda y abriendo bien la puerta para que el delivery viera a mí hermana siendo penetrada por Nib en el sillón.
Nosotras debíamos orinar o defecar sobre nuestras camas, acto seguido, eramos penetradas a placer por alguno de los dos revolcándonos sobre nuestras propias mierdas. Tanta cerveza habían tomado que ya no eyaculaban semen, se orinaban dentro de nosotras. Nib lo hizo en mis intestinos, provocándome un dolor inmenso, como un enema.
Finalmente nos dispusimos a cumplir la fantasía de Martín: preñarme. Pero en su mente retorcida e inflamada por el alcohol ya tenia preparado el plan por el cual pené los 9 meses de embarazo. Tuve que recibir en mi vagina los penes de ambos sementales, al mismo tiempo, coordinados por mi hermana para que eyaculen juntos. Fui preñada frente a mi hermana, toda sucia, oliendo a alcohol, sexo y mierda. A la semana tuve que encamarme con Roberto para fingir que el bebe que esperaba era de el y así formar una pareja para alejarme del influjo de Martín.
Cuando mi panza alcanzo un tamaño considerable nos hizo prostituir a mi hermana y a mi en el sauna de su tío. Este nos probó un domingo, comprobando nuestra calidad y fijándonos la tarifa. La clientela era del mas bajo nivel de Madrid y a pesar del mínimo precio que nos hacia cobrar, la cantidad de gente que paso por nosotras les hizo ganar una fortuna.
A los 9 meses sucedió lo que mas temía: el padre del bebe era Nib, el negro. Roberto me repudio y no lo vi nunca mas, mi hermana se prostituye en el sauna y Martín continua usándonos como sus hembras y esclavas sexuales.
Algun comentario a saturna_negra@hotmail.com