Una puta sumisa

Este es mi primer relato. soy una verdadera puta porque me gusta mucho la verga y me encanta ser sumisa con los hombres (con fotos reales).

UNA PUTA SUMISA

Soy una puta, pero una puta de corazón, me encanta la verga y todo lo hago pura y meramente por placer. Me encanta tener un amo, alguien que me ordene, que me castigue, que me humille, que me degrade, pues esa es la única forma en que yo obtengo verdadero placer sexual, y ahora tengo un amo maravilloso que hace conmigo todo lo que se le da la gana y no se anda con contemplaciones para cogerme por todos lados y siempre que a el le dan ganas, que me sabe humillar y que me ha hecho que me acostumbre a satisfacer todos sus deseos sean cuales sean, inclusive me presta con sus amigos para que me cojan, y ahora ha decidido prostituirme o sea cobrar para que cualquier tipo me coja. Claro que esto yo lo acepto porque el es mi amo pero sobre todo porque yo quiero aceptarlo, porque es para mi un placer indescriptible cuando me humillan en el terreno sexual.

Ahora voy a contar algo que hizo mi amo conmigo.

Mi amo me ordena que me meta yo a un hotel de la mas baja categoría con un tipo horrible, muy viejo, panzón y sobre todo mugroso, muy mugroso, mi amo me ordena claramente que dedo de obedecer al tipo en todo y hacer todo lo que el quiera pues esta pagando buen dinero por mis nalgas. Mi amo ha decidido prostituirme y claro que yo no puedo decirle que no a nada, me tiene tan en su poder que soy capaz que el día que el quiera ponerme a que me coma su caca, yo lo voy a hacer sin chistar.

En fin, que el tipo con el que me ha vendido mi amo por una noche, no me gusta nada pero yo soy propiedad de mi amo y lo adoro y soy incapaz de desobedecerlo, de manera que mi amo me lleva en su coche al hotel en donde veré al tipo y en el camino como siempre le voy chupando la verga a mi amo además de que voy con las chiches al aire pues a el le gusta tenerme así y tengo instrucciones de que todo el tiempo que este yo con mi amo debo de estar pegada a su vergota.

Llega mi amo a la puerta del hotel y yo sigo mamando su verga, después llega el tipo y mi amo me jala las greñas para decirme que me vaya y que al otro día regresara por mi y cuidadito y el tipo se queja de algo porque me iría muy mal, yo le aseguro a mi amo que no tendrá ninguna queja mía, que seré esclava del hombre que me ha conseguido y entro al hotel de mala muerte con alguien que parece un pepenador y también parece que no se ha bañado en los últimos tres meses.

El tipo, que se llama pablo, es alto y fuerte, con una gran panza y bastante feo, es como de unos 55 años y se ve que es de los hombres con los que no se juega, que esta acostumbrado a mandar y que le obedezcan. Entramos al cuarto en donde no hay más que una cama, un buró y una silla, con un baño horrible, todo esta sucio y huele mal. El tipo de inmediato me abraza y me soba las nalgas sobre el vestido, tiene mal aliento y huele a mugre, se separa de mí, se sienta en la cama y me dice:

Así que tú eres la perra esclava que me va a complacer por esta noche?

Si señor –le contesto inclinando un poco la cabeza.

Esta bien, espero que seas tan perra, tan puta y tan obediente como me dijo tu amo que serias.

No tendrá queja de mí, le obedeceré en todo lo que me ordene.

El tipo sonrió complacido como relamiéndose por anticipado por la puta que se iba a coger y que iba a complacerlo en todo, y me ordeno a la vez que estiraba los pies

Quítame los zapatos perra.

Yo me hinco dócilmente y comienzo a quitarle los zapatos, pero en cuanto quito el primero de inmediato me llega el fuerte tufo a una pestilencia indescriptible, hago gestos y un ademán como de retirarme pero el me dice:

No hagas gestos puta que esta noche vas a hacer varias cosas que quizás no te gusten pero que a mi me vale madre porque de todas formas las vas a hacer.

Si señor- le contesto dócilmente a la vez que prosigo con el otro zapato y luego con los calcetines.

Nunca en mi vida había visto unos pies tan mugrosos y tan apestosos, con unas uñas enormes y negras y con costras de mugre por todos lados.

Ahora encuérate perra- me dice pablo.

Yo me levanto y me quito toda la ropa poniéndola en la silla, el tipo se me queda viendo con ojos lujuriosos, me ordena que me de una vuelta frente a el y luego me ordena que lo desnude, yo procedo a quitarle la ropa poco a poco mientras el me manosea todas las partes de mi cuerpo que le quedan a su alcance, así me agarra la cara, las chiches, la cintura, las nalgas, con unas manos que están casi tan mugrosas como sus pies, y cuando termino de encuerarlo me doy cuenta que el agua no ha pasado por su cuerpo durante mucho tiempo pues en verdad todo su cuerpo esta lleno de costras de mugre y el olor que despide es verdaderamente desagradable y veo su verga que esta bastante gorda pero igual de mugrosa y apestosa, yo me tengo que aguantar las ganas de volver el estomago y el se da cuenta de mi desagrado y me dice:

Tranquila puta que apenas vamos empezando y te esperan muchas cosas y mas vale que te aguantes porque si llegas a vomitarte te voy a romper la madre como nunca nadie te la ha roto, ¿esta claro?

Si señor –le contesto haciéndome a la idea de que todo esto es por el bien de mi amo, para complacerlo y a quien le debo una obediencia absoluta.

Pablo se sienta en la cama y me atrae para que me siente en sus piernas y comienza a besarme en la boca mientras me manosea mi cuerpo, su aliento es apestoso pero yo solo cierro los ojos y trato de imaginarme que es mi amo quien me esta besando y manoseando, el tipo trata de meter un dedo de su mano derecha en mi culo pero no puede hacerlo bien debido a su posición y a que sus dedos son enormes, entonces me ordena:

Párate perra con las nalgas hacia mi y ábretelas con las manos para que yo pueda meter mi dedo libremente.

Si señor –le contesto humildemente.

Me levanto y me pongo frente a el dándole las nalgas, me empino un poco y me las separo con las manos lo mas que puedo, veo como el se mete el dedo medio de la mano derecha a la boca para ensalivarlo y luego me lo comienza a clavar en el culo, siento un enorme placer y comienzo a mover mi colita como para clavármelo yo sola y sin querer suelto mis nalgas que las tenia abiertas con las manos y de repente siento un fuerte manotazo en las nalgas.

Perra pendeja, ¿en que momento te ordene que dejaras de abrirte las nalgas?

Y siento otro manotazo aun mas fuerte que el anterior y de inmediato volví a separarme las nalgas pegándome mas a el para que libremente me metiera su dedote en mi culito, al principio lo hizo lentamente y después lo empujo todo de un solo golpe. Ese dedo tenia el tamaño de una verga normal y sentí que veía yo el cielo cundo lo empezó a mover dentro de mi culo.

Ya siéntate como estabas puta.

Yo me senté de nuevo en sus piernas con mucho cuidado viendo que no se me fuera a salir su dedote.

Perfecto perra –me dijo el sin dejar de mover su dedo en mi culo y mientras con la otra mano me manoseaba mi panochita y me metía dos dedos en ella- sigue besándome en la boca.

Yo ya estaba bastante caliente y me prendí a su asquerosa boca chupando su lengua y metiendo la mía mientras con una mano le acariciaba su mugroso pitote. Y así estuvimos por un rato hasta que debido a los manoseos de sus dedos en mi panocha y en mi culito, me vino el primer orgasmo y me estremecí de placer sin poder evitarlo, el lo sintió y dejo de mover sus dedos dentro de mis hoyos y luego me los saco poco a poco. El dedote que tenia en mi culo me lo acerco a la boca y yo comprendí lo que quería y me lo metí en mi boca para limpiárselo, sentí el sabor de mi caca y de su mugre combinados y me agrado, y al verme humillada ya no vi. tan feo al tipo y ya no lo sentí tan mugroso, ya comenzaba a gustarme su olor por lo que amorosa y melosamente le agarre su vergota con mis dos manitas, estaba enorme, no muy larga pero si bastante gruesa, entonces el me empujo para que me hincara yo en el piso y yo lo hice sin soltar su pitote.

Ahora quiero que me mames la verga puta, pero antes debes limpiármela bien con la lengua –me dijo el tipo.

Si señor –le conteste yo- todo lo que usted me ordene.

Así me gustan las putas perras arrastradas como tu, que me obedezcan y que les guste mi verga. ¿a ti te gusta mi verga?

Claro que si señor –le conteste metiéndome su cabezota en la boca que apenas si me cabía con muchos trabajos- me encanta su vergota

Y me dedique a limpiársela lentamente tomándome mi tiempo para disfrutarlo lo mas posible, ya no me importaba lo apestosa que estaba esa verga, yo solo quería que el siguiera humillándome y que se sintiera a gusto conmigo, le pase la lengua por todo el tronco de su pitote saboreando la mezcla de mugre y de sudor, luego le dedique un rato a sus huevotes y finalmente me metí lo mas que pude de esa vergota en mi boquita pues era imposible que me cupiera toda, y comencé a mamarla como si fuera la única verga que quedara en el mundo, puse en esa mamada todo mi oficio y experiencia de mamadora de pitos, chaqueteándosela mientras me comía su cabezota y sobandole suavemente sus pelototas con mis dos manitas, por momentos me sacaba yo el pito de la boca y me dedicaba a besarlo aplicándole suaves chupetones con mis labios en todo su grosor pero especialmente en su cabezota.

Mi panochita ya estaba totalmente caliente y chorreando sus jugos, ya estaba ansiosa de sentir como ese pitote se enterraría dentro de mi y me haría gozar llevándome al paraíso sexual de las putas de corazón como yo, pero sabia que tendría que esperar hasta que el tipo quisiera ensartarme y que yo no debería presionarlo sino solamente obedecerlo y humillarme ante el para que de esta forma mi placer fuera mas completo, pues no hay para mi nada mas caliente, morboso y lujurioso que el hecho de que los hombres abusen de mi haciéndome su esclava y que hagan conmigo todo lo que quieran.

Así estuvimos por más de media hora hasta que el tipo me aviso que estaba a punto de venirse, yo me relamí la lengua de solo pensar en los calientes chorros de leche que se avecinaban.

Ya me voy a venir puta, quiero que te metas la cabeza en el hocico y sigas moviéndome la verga y que no la retires hasta que yo termine de venirme y que te tragues todos los mocos que me salgan, ¿entendiste?

Si señor, si entendí.

Y seguí sus instrucciones metiéndome la cabezota de su pito en mi boquita y chaqueteándosela a la vez que seguía sobandole sus huevotes, y no tardo en venirse, fueron muchos chorros de exquisita leche, casi me ahogaba al tratar de tragarlos sin desperdiciar nada, pero lo logre y me sentí en la gloria, era una leche espesa y riquísima, el alimento perfecto para una putita como yo. Y cuando termine de tragarme sus mocos, le limpie amorosamente su vergota con la lengua y seguí acariciándola.

Eres una verdadera perra, se ve que te gusta mucho la verga.

Si señor –le conteste- me gusta mucho su verga.

Me gusta que seas una perra y una esclava pues me gusta que las putas como tu me obedezcan en todo lo que les ordene y que quieran complacerme en todo.

Claro que si mi señor, yo lo complaceré en todo lo que usted me ordene.

A ver si es cierto, ¿alguna vez te has tragado los miados de algún hombre?

Solamente los de mi amo.

Que bien porque ahora vas a probar los míos y te los vas a tragar.

Si señor, será un placer tragarme sus miados.

Perfecto, tráeme el vaso que esta en el baño.

Yo iba a levantarme del piso para obedecer la orden cuando sentí una fuerte cachetada y la voz del tipo diciéndome:

No se te olvide puta que eres una perra y por lo tanto debes de comportarte como perra, para empezar debes de andar a gatas todo el tiempo, tienes prohibido levantarte para nada.

Yo entendí y a gatas y mostrándole todo mi culito me dirigí al baño para cumplir con su orden. Regrese con el vaso y se lo di.

Una parte de mis miados los voy a echar en el vaso y ya después te diré como te los tragaras y otra parte los tomaras directamente del envase o sea de la verga, ¿entendiste puta?

Si señor.

Y comenzó a miarse en el vaso llenándolo casi por completo y luego me dijo:

Ahora si perra, abre el hocico y acércalo a la punta de la verga.

Yo hice lo que me ordenaba y acerque la boca a su pitote y el de inmediato me empezó a echar sus chorros de miados, estaban deliciosos, quizás un poco fuertes para mi gusto pero de todos modos pude saborearlos y tragármelos por completo y con mucha satisfacción. Luego puso el vaso en el buró y se recostó en la cama cuidando que sus pies quedaran en la orilla de la misma, y me dijo:

Ahora putita me vas a dar un masaje en los pies, pero quiero que me des el masaje solamente con tu cara, con tu lengua y con tus chiches, pero empieza por lamerlos completos para que me los limpies, ¿entendiste perra arrastrada?

Si señor, claro que entendí y lo voy a obedecer con mucho gusto.

Y así hincada como estaba en el piso, acerque mi cara a los pies de pablo y a pesar del fuerte olor que despedían, saque mi lengua y la comencé a pasar por sus plantas, lo hice despacio, gozando grandemente de la humillación de tener que lamerle los mugrosos pies a un tipo al que prácticamente acababa de conocer, el pensar en eso me calentaba mucho, al grado que comenzó a gustarme la peste de los pies del tipo y aspiraba yo fuertemente y gozaba con el olor. Me pase un buen rato lamiéndolos sin dejar ni un solo centímetro sin pasar mi lengua, me metí a la boca sus dedos con sus uñas mugrosas uno por uno chupándolos como si fueran caramelos, que rico sentía el sabor saladito de la mugre combinada con el sudor y con el mal olor, fue tanto mi placer que estuve a punto de tener otro orgasmo con solo lamer los pies del tipo. Después de lamerlos me los pase por toda mi carita aspirando su olor y repegandome a ellos, estaban rasposos y llenos de callos pero para mi era un gozo por sentirme humillada y saber que tenia que hacerlo, tenia que obedecer al tipo en todo lo que el quisiera y en esos momentos sentí que verdaderamente yo iba a hacer cualquier cosa que el tipo quisiera, estaba yo tan cachonda que si el tipo me hubiera ordenado en esos momentos que me comiera yo su caca, creo que lo hubiera hecho, aunque no llego a tanto pero si estuvo muy cerca como verán mas adelante.

En fin, que seguí con el masaje a sus pies poniéndomelos en la cara y en las chiches y dándole algunas ricas lamidas hasta que vi. que su verga ya estaba totalmente parada de nuevo y eso me lleno de gusto y de un placer morboso pues pensé que el no tardaría en usarme de nuevo como un objeto sexual para saciar sus instintos y eso me llenaba de placer. Después de un rato mas así, el tipo me dijo:

Seguramente que has de tener la boca reseca ¿verdad perra?

Si señor –conteste- se me ha resecado al lamer sus pies.

Te voy a dar oportunidad de que te refresques el hocico perra, ve al buró y agarra el vaso.

Si señor –conteste dirigiéndome a gatas al buró y tomando en mis manos el vaso que contenía sus miados.

Tómale un par de tragos y luego has buches y gárgaras con otro trago y luego te lo pasas y así sigues hasta que te los acabes.

Yo hice lo que me ordenaba pablo me tome dos buenos trago de sus miados que me supieron deliciosos aunque ya no estaban calientitos como acabando de salir, luego hice buches y gárgaras con los siguientes tragos hasta que se termino el vaso. Este es un placer que no todas las mujeres conocen o que no a todas les gusta, a mi al principio no me gustaba mucho tomarme los miados de los hombres pero después les fui agarrando el gusto y ahora siento mi placer incompleto si el hombre no se orina en mi boca, es algo sensacional y que yo disfruto bastante. Deje el vaso sobre el buró y al momento pablo me ordeno:

Ven para acá puta y échate en la cama boca arriba.

Si señor.

Me subí a la cama y me acosté como me lo ordeno, el se puso de lado y yo aproveche para agarrarle su pitote que ya estaba duro como el hierro, comenzó a agarrarme mis chiches sobandolas y masajeándolas con dureza, luego se prendió a mis pezones con su boca y me los chupo, y los mordió y se metía en la boca lo mas que le cabía de cada una de mis chiches succionándolas con fuerza, yo ya estaba muy jariosa y ansiaba que me ensartara con su vergota pero sabia que tenia que esperar a que el hiciera lo que quisiera y mientras gozaba ampliamente con sus cachondeos y mamadas en mis pechos.

En eso se subió encima de mi y sin contemplaciones me clavo su pitote en mi panochita, lo hizo con dureza y de un solo jalón, lo que me hizo pegar un gritito de dolor y de placer, se dejo caer en mi y yo soporte todo su peso sobre mi cuerpo. Se comenzó a mover dentro de mí a la vez que seguía agarrándome los pechos y me besaba en la boca metiéndome toda su lengua casi hasta la garganta y yo gustosamente se la chupaba con cariño y con un gran placer.

En eso me empezó a lamer la cara pasando su lengua rasposa por toda mi carita en repetidas ocasiones y llenándomela toda de babas, entonces me ordeno que abriera la boca y me echó un buen chorro de su saliva, yo la recibí gustosa y la retuve por unos momentos saboreándola con deleite antes de tragármela. En eso sentí que me venia otro orgasmo y muy fuerte, le pase los brazos por el cuello al tipo y me pegue a su boca con pasión y con ardor y entonces me vino un placer interminable que me hizo gritar y retorcerme bajo su cuerpo pidiéndole que me diera mas duro y sin compasión.

Vaya puta que eres –me dijo el tipo- te vienes justo en el momento en que te escupo en el hocico.

Si papacito, si mi señor, soy una puta, soy su puta, me encanta estar ensartada con su vergota y que usted haga de mi lo que quiera.

Como veo que te gusto mucho mi saliva te voy a echar un buen gargajo, abre el hocico y quiero que lo retengas saboreándolo hasta que yo te ordene que te lo tragues.

Si mi señor –le conteste- usted es mi dueño y puede hacer con su perra lo que quiera.

Después de una media hora de bombearme sin compasión, el tipo se vino dentro de mí celebrando su orgasmo de manera ruidosa y besándome en la boca de forma casi salvaje. Yo recibí su venida de manera placentera apretando su pito con mi panochita de la mejor forma que pude. Al terminar de venirse, el tipo se quedo recostado sobre mi sin moverse y sin decir nada, simplemente descansando del inmenso placer que había sentido, yo aproveche para descansar un poco también aunque me sentía aplastada por su peso pero eso solo era una molestia secundaria después del placer recibido.

Así estuvimos por varios minutos hasta que el se bajo de mi cuerpo y se echo de espaldas sobre la cama, yo pensé que quizás eso había sido todo pues el tipo no era ningún jovencito y ya se había venido dos veces en solo tres horas, pero estaba yo muy equivocada pues todavía tenía que pasar por otra prueba, pablo me dijo:

Mientras descanso un poco puta, pon tu panocha y tu culo sobre mi cara y pásamelos por la boca, yo solo voy a sacar la lengua y tu debes de moverte para pasarla de un lado a otro.

Me levante y me senté sobre su cara, sentí su lengua rasposa en mi panochita y me moví para sentirla también en mi culito, se sentía riquísimo y así estuve por un buen rato gozando de esa lengua y embarrándomela placenteramente de mi panocha a mi culo y de mi culo a mi panocha, no tarde mucho en ponerme bien caliente de nuevo, quería yo hacer el 69 para mamar su vergota pero sabia que tenia que esperar hasta que el me lo ordenara si es que tenia ganas de hacerlo pero no lo hizo y en vez de eso me ordeno:

Quítate de aquí puta que tengo ganas de cagar y quiero que tu me acompañes.

Se levantó de la cama y fue hacia el baño y yo detrás de el a gatas. Yo no sabía para que quería que lo acompañara pero lo hice porque tenia que obedecerlo, entrando al baño se sentó en la taza y me jalo de los cabellos para que me hincara entre sus piernas acercando mi cara a su verga, yo entendí lo que quería y me metí su flácido pitote en mi boquita. El comenzó a cagar y de pronto y sin aviso sentí un fuerte chorro en mi boca, eran sus miados que salían sin previo aviso pero yo me aliste y comencé a tragar para no desperdiciar nada, eran unos ricos miados calientitos y yo pude saborearlos a gusto, en eso escuche como pujaba el tipo y vi. un grueso chorizo caer en la taza, y luego otro mas, yo seguí chupando su verga a pesar del olor a mierda que me llegaba directamente, y así pasamos unos minutos mas hasta que el tipo me jalo de los cabellos para separarme de su camote y se levanto entrando de nuevo al cuarto, yo pensé que iba a limpiarse el culo pero no lo hizo, de manera que lo seguí gateando hacia el cuarto.

Se recostó en la cama poniéndose una almohada debajo para que sus nalgas quedaran paradas y me ordeno:

Ahora si puta, límpiame el culo con la lengua y trata de que quede muy limpio pues no quiero encabronarme contigo.

A mi no me extraño su orden pues ya me esperaba algo así, de manera que me subí a la cama de rodillas detrás de el, le abrí las nalgas con las manos para separárselas lo mas que se pudiera y metí mi carita entre sus nalgas pegando mi boca a su asqueroso culo que en esos momentos estaba lleno de mierda, pero a mi me valió madres pues ya estaba decidida a hacer cualquier cosa con tal de sentir la humillación, así que saque mi lengua y me puse a limpiarle pacientemente y con mucho esmero el culo a pablo, le pasaba la lengua de arriba abajo, lo besaba, lo saboreaba y hasta le metía un cachito de mi lengua. Y así estuvimos por un buen rato y el solamente gemía por el gusto que le estaba dando mi boquita en su culo.

Después de un rato, pablo se levanto y me puso a mi en la posición que el había estado haciendo que parara bien mis nalgas, me las manoseo por unos minutos, me metió un par de dedos en el culo y después sin mas contemplaciones me dejo ir toda su vergota, yo pegue un pequeño grito de dolor pues a pesar de tantas vergas que me han entrado por mi puerta trasera, aun sigo sintiendo dolor cada que me la meten y sobre todo si la verga es tan grande como la de este tipo.

C O N T I N U A R A