Una propuestas indecorosa
Mail en el que su autor le propone a su amada madura una noche de placer.
Hola mis queridos amigos. Es un placer poder compartir con ustedes algo que me ocurrió hace no mucho tiempo atrás. A diferencia de algunos relatos que leí por acá, lo mío no es acerca de cómo fue mi experiencia sexual con una mujer madura. Sino autentica correspondencia que mantuve con una mujer madura que conocí hace un año.
Les cuento, hace un año en un programa de radio una mujer pidió de conocer un hombre de ciertas características. En ese mismo mensaje ella se describió, y lo más importante, dijo su edad; 59 años. Fue entonces que me propuse escribirle pero sin revelarle mi edad, ya que de haberla sabido de entrada seguramente no hubieran pasado las cosas que tiempo después pasaron.
Primero nos escribíamos periódicamente, pero luego, yo me atreví y le di mi numero de teléfono. Yo le había dado mi numero un viernes por la noche para que, si es que ella quería, me hablara el domingo por la mañana. Gran sorpresa fue la mía cuando la mañana del sábado mi hermosa madura estaba charlando conmigo por primera vez.
A partir de esa ocasión comenzamos a charlar por teléfono todos los fines de semana después de las doce de la noche hasta altas horas de la madrugada. Charlas que hasta el día de hoy aun las tenemos.
El caso es que estas conversaciones fueron despertando en mi un interés hacía ella que no me imaginaba. De más está decir que la curiosidad de estar con una mujer madura me roía la mente. No paraba de imaginarme junto a ella en situaciones sumamente intimas.
Pasó el tiempo y yo me volví a mi casa natal. Ahh, me olvidaba decirles que yo vivo en la ciudad de Mar del Plata durante el invierno, y en el verano vuelvo a mi casa. En fin llegó el final del ciclo de la facu y me volví a mi ciudad.
Era tanto lo que pensaba en esta interesante mujer que llegué hasta a hacerle una llamada de larga distancia por más de una hora. No saben mujeres lectoras lo mucho que me cautivan mujeres maduras como ustedes. En esa última charla le hable de lo bien que estaba y de lo mucho que me gustaría saber sus medidas. Según ella no las sabía por que hacía mucho que no se las tomaba, pero por lo que contaba es bellísima para mi gusto.
Pasaron los días y no me aguanté más las ganas de hacerle una propuesta que mucho me hubiera gustado que me contestara favorablemente. Sin más preabulos voy a compartir con todas ustedes este último mensaje que le envié. En el iba mi propuesta, que para algunos puede ser indecorosa. Como no tengo prejuicios acá comparto con todas mi mail. Mail que comienza así:
Hola mi reina, qué tal, cómo estás. Ojalá que muy bien. No tengo idea del lugar en que te encuentres, pero donde sea que fuera espero la estés pasando bien. Por las noticias vi que la ciudad esta llena de turistas. Aparentemente va a ser una gran temporada de verano.
Como hace mucho tiempo que no te escribo, decidí tomarme unos minutos para contarte cómo estoy y que ando haciendo por acá.
La pura verdad es que la ciudad quedó vacía. Todo el mundo por acá se fue para allá. Parece mentira, yo que vuelvo, y ellos que se van. Es una ironía.
Te digo que la temperatura esta haciendo estragos conmigo. Al parecer me acostumbré al frío, y ahora el calor lo sufro un montón.
En cuanto a las cuestiones familiares, las cosas por acá están bastante delicadas. Lo de mi abuela es realmente un gran problema. En fin no te voy a contar cosas feas.
Por otra parte, te cuento que extraño muchísimo nuestras charlas nocturnas. No sé qué te pase a vos, pero lo que es a mi, las anhelo mucho.
De hecho, la ultima que tuvimos fue bastante hot(caliente) No sabes lo que fue esa noche. No me dejaste dormir. Y para colmo, cuando fui a buscar tus hermosas fotos me doy con que no las habías podido enviar. Me quería morir. Por suerte después pudiste hacerlo. Desde aquella vez, tengo la casilla siempre desocupada; por las dudas, a lo mejor quieras mandar alguna otra foto.
La verdad es que no sé cómo te caen mis palabras; por ahí puedo parecerte un insolente por seducirte como lo hago, pero para mi se me hace imposible no hacerlo. Hay algo en vos que me llama mucho la atención. Yo sé que vos decís que somos amigos, y es cierto, yo también lo veo así, pero la verdad es que tengo una enorme curiosidad por saber cómo es estar con alguien como vos. ¿Vos me entendes, no?
Por otra parte, hay algo que quiero preguntarte. Ya que me conoces a través de fotos, y por las charlas que tuvimos sabes qué pienso y todo eso. Ahora, la pregunta es: ¿vos, una mujer hermosa, habiéndome conocido tanto estéticamente, como intelectualmente, estarías dispuesta a compartir conmigo esa experiencia que tanto me intriga?
A lo mejor te suene inadecuada la pregunta. Es que no es el medio para hacerla, además estas cosas no se preguntan sino que se las siente, pero como yo soy joven y un poco inexperto no me doy cuenta. Por eso es que te la hago.
Ojalá no te moleste por lo que voy a decirte, pero la pura verdad es que me gustas mucho. Me pareces una mujer muy atractiva y sensual. De sólo escribir estas líneas ya me empiezo a excitar un poco. No lo tomes a mal, pero es la verdad; me gustas y mucho. Por eso te pregunto si estarías dispuesta a compartir conmigo esa experiencia. Me da muchísima curiosidad saber cómo es estar con vos en la intimidad. Tengo la impresión de que debes ser muy dulce y tierna, pero a la vez fogosa y apasionada. Perdoná si te ofenden estas palabras, pero es muy importante saber que cosas te pasan a vos conmigo. No me gustaría hacerme ilusiones en vano, sobre todo después de tanto tiempo que nos conocemos y de lo mucho que me empezaste a gustar desde que nos conocimos.
Al principio creí que no íbamos a pegar onda, pero el tiempo pasó y ahora te estoy escribiendo estas cosas. Y no es que ahora te diga todo esto porque me mandaste las fotos, sino que desde hace ya un largo tiempo que la idea me da vueltas en la cabeza. A parte de que tenés unas piernas bellísimas, una cintura hermosa y unos voluptuosos pechos, también pienso que sos una mujer inteligente, considerada, amable y muy sincera. Por eso, con esta pregunta que te hago ahora, apelo a tu sinceridad y quiero que me contestes honestamente. A mi no me va a ofender para nada lo que puedas decirme. Todo lo que viene de vos siempre es para mi palabra sagrada.
Bueno mi diosa, espero pronto una respuesta. Ojalá no tomes a mal las cosas que te digo, pero no puedo evitarlo, son las cosas que pasan con vos. No puedo eludirlo. Me gustas mucho y a pesar de que te siento cerca quiero estarlo aun más. Quiero saber cómo es estar con vos, cómo sos en la intimidad y que cosas te gustaría que hiciéramos. Te mando un muy fuerte abrazo y muchos, muchos besos. Chau.
P.D: si este mensaje no tuviera contestación yo voy a saber entenderlo. Hasta siempre sino.
La respuesta a este mensaje la tendrán próximamente. De más está decir que les agradezco el tiempo que se tomaron en leer mi relato, y que si son mujeres maduras a las que le gustan los chicos jóvenes mi dirección de mail esta abierta para todas. A mi me intriga mucho la experiencia ya que nunca tuve la oportunidad de concretarla.
Sin mucho más que decir, y a la espera de sus comentarios, respuestas y por qué no propuestas me despido muy atentamente de todas. Besos y hasta pronto si así lo desean.
Mi dirección es: zoovoyeur@hotmail.com