Una Princesa, acosada, espiada y excitada
Me disfracé de una princesa para una fiesta infantil, el vestido me quedaba corto por que dejaba muy poco a la imaginación, unos viejos se aprovecharon de mi situación
Hola Soy Priscila, tengo 26 años, soy modelo independiente y diseñadora gráfica, para mi trabajo como modelo todo lo dejo en manos de mi amiga Nicole que a la misma ves es mi representante informal, porque no tenemos nada firmado, todo parte de la confianza. Lo que me encanta de mi cuerpo son mis senos, son grandes sin pasar a lo exagerado, sin ánimo de ser presumida, yo diría que son perfectos, pues para mi altura se ven bien, mido 1.75 m, tengo las piernas largas y las nalgas firmes, me esfuerzo mucho para mantenerme en forma, mi trabajo lo requiere, tengo el pelo rubio y la piel blanca. Soy muy caliente, mi mente casi siempre me dibuja escenas por donde vaya, simplemente reacciona a cualquier piropo o mirada. Por fuera continúo disimulando, pero por dentro mi mente hace que me excite mucho, debo llegar a mi departamento corriendo para tocarme y bajar la calentura.
Bueno, la siguiente historia me pasó hace unos meses, antes de las fiestas de fin de año: Resulta que Nicole debía pagarme lo que me correspondía de una sesión de fotos que hice para una marca de perfumes, a diferencia de otras ocasiones, esta vez necesitaba el dinero urgentemente ya que había quedado con cuentas pendientes para pagar el internet, tv cable, Netflix y principalmente mi nuevo mi sitio web (que por cierto te invito a visitarlo, lo encontrarás en mi perfil) , así que fui más insistente porque ella no se daba el tiempo para encontrarnos. Confío en ella, nunca me falló, pero la necesidad me obligaba, entonces un fin de semana me llamó para que le de encuentro en un lugar recreativo porque tenía un evento que controlar, sin pensarlo mucho accedí.
Ese día hacía mucho calor, me puse un pantalón jeans ajustado y una playera roja sin mangas, no era algo extravagante, pero sabía que por mi figura como siempre llamaría la atención de muchas personas a pesar de que no estaba con escotes o minifaldas, mis senos siempre son notorios y mis glúteos redondeados y firmes que con el pantalón jeans se denotan mucho más, simplemente no puedo evitarlo y a decir verdad, me encanta… Al llegar al lugar pude percatarme de que se festejaba una fiesta infantil, era al aire libre, la temática de princesas de Disney o algo así. Llamaba a Nicole con el móvil, pero no contestaba, fui caminando entre la gente, sentí como llamaba la atención sobre todo de personas mayores que seguramente no se esperaban encontrar tan buena vista en una fiesta infantil, había mucho ruido por la música, los niños estaban en algo así como un concursos de dos equipos, no le di mucha importancia, me alejé del ruido para seguir llamando a Nicole, estaba como a 50 metros de todo el alboroto, me tapaba con una mano la oreja derecha y con la otra tomaba mi celular llamando a Nicole una y otra vez. Me sorprendió un mozo de edad avanzada, era canoso, bajito, medio gordo, la tez blanca y ya con lagunas arrugas, pero eso no lo desanimaba, casi de inmediato me di cuenta que era uno de esos viejos verdes vulgares que intentan algo más…
- ¿Hace mucho calor no señorita? – Me dijo mientras me ofrecía un vaso de refresco
- Buenas tardes, si mucha – le sonreí, mientras pensaba “como se dio el trabajo de caminar hasta donde estaba tan solo para ofrecerme algo y más aun viéndome ocupada,” continuó con su charla…
- Es que en ésta época el Sol es más fuerte
- Sí, es por la época del año – Buscaba alguna frase para cerrar la conversación sin ser grosera
- Hay que cuidar más la piel por los rayos del Sol, ¿se puso bloqueador solar?
- Si, siempre lo uso, muchas gracias por el refresco, le agradezco– Le sonreí nuevamente como despidiéndome
- No tiene porque, es que la vi tan agotada y con éste Sol es peor – El tipo insistía en hablar, no se daba cuenta que incluso hablaba de lo mismo, solo quería mi compañía mientras fantaseaba conmigo seguramente… Por suerte ese mismo rato sonó mi cel, era Nicole
- Oh, disculpe – Me dí la vuelta y contesté, dando unos pasos más para alejarme
- ¿Hola?
- Pri, donde estás
- A un costado de la fiesta, donde hay unos arbustos.
- Ahhh ok, ¿y qué haces por ahí? Bueno, voy para allá – Colgué y me di a vuelta nuevamente, me dio un susto grande cuando vi al mozo ahí cerca mío, me había seguido, me miraba sonriendo.
- Gracias - Le dije, devolviéndole el vaso aún con refresco, a pesar de que era uno de plástico, no había necesidad de que esté esperando a que le devuelva, pero lo hice nuevamente para que se vaya.
- De nada damita, ¿sabe lo que me gusta de estas épocas?, Que las chicas visten más ligeras, es realmente agradable ver un monumento pasearse por aquí, mostrando sus atributos – Noté como sus ojos bajaban hacia mis senos, ya casi sin disimulo, también note que, al momento de hablar con Nicole, le di una espectacular vista de mis nalgas, el tipo la estaba pasando realmente bien, se había olvidado de su trabajo y de todos los demás invitados.
- Si, bueno gracias por todo, si me disculpa estoy algo ocupada – Me hice a un laod y me fuia alejando y Nicole que no aparecía por ningún lado
- Para servirle – Parecía que se estaba despidiendo, pero él mismo se obligaba a continuar la charla, me siguió los pasos, ya no podía controlarse, siguió con sus frases de doble sentido – Estoy para lo que usted quiera, si necesita algo solo me llama y estoy ahí como mascota entrenada jaja
- Jaja, ok muchas gracias
- No, enserio, si quiere agua para tomar o para mojarse, me lo pide – Era tan pesado – También tengo un bloqueador solar, le puedo ayudar a ponerse, estoy para lo que guste, ¿se lo bailo? Jaja, le hago un streeptease jajajaja
- ¿Disculpe?
- Solo bromeo jaja – Entonces vi a Nicole saliendo de la multitud… de inmediato me puse a salvo dando pasos rápidos hacia ella, llamándola “Nicoooole”
Mientras me alejaba de ese viejo mi mente me traicionaba, era obvio que el viejo mozo me miraba las nalgas con deseo mientras me alejaba moviéndolas para él y yo no podía hacer nada para evitarlo, eso extrañamente me calentaba. Por un momento imaginé ceder a sus chantajes, al final era decisión mía, eso es lo que más me prende, que yo tengo el poder de decisión con quien revolcarme, tan solo si lo hubiese querido, le diría “Ya sé lo que quieres” “Quieres verme los senos” “vamos tras los arbustos” “cógeme” Mi mente dibujó la escena claramente: “Tras los arbustos que no eran muy altos, como de 80 cm. echada, con la playera descubierta mientras el mozo me besa las tetas con desesperación tratando de quitarse el pantalón torpemente pero sin perder detalle de mis senos mientras gimo, ayudarlo a quitárselo, y luego juntos deshacernos de mis pantalones jeans, me dé la vuelta bruscamente, me jale las bragas y…” Ya basta.!! Me dije a mi misma... Todo eso lo pensé en uno segundos mientras caminaba apresurada hacia Nicole.
- Pri, como estás?
- Bien gracias
- Te noto algo agitada
- El calor
- Ven vamos te invito algo de tomar aquí adentro
- Ok
Mientras caminamos a los ambientes Nicole me fue comentando…
- Pri, cariño necesito tu ayuda
- Que pas… - Me corto desesperadamente – Nooo, me fallaron y tú eres mi salvación
- Pero a ver cuéntame
- Hay Prisci, te cuento… Estamos a 15 minutos de presentar un show con los chicos y una de mis chicas no llega
- Y??
- Es esta laaaa – Se tomó la frente para recordar – Rapunzel..!! y es la principal, no contesta la chica, ay no que voy hacer…
- Tranquila, entonces ¿quieres que la remplace?
- Por favor, vos eres linda, no necesitas maquillarte, además ya tienes el cabello rubio
- Pero no es tan largo
- Eso es lo de menos, eres modelo, te queda lo que sea
- Pero.. – Otra vez me cortaba - Solo va ser un rato, no tienes que hacer nada, la chica debía cantar, pero vos solo vas a sacarte fotos, yo les diré a los demás que cambiarán los planes, solo pondremos una música de fondo
- Amiga quisiera ayudarte, pero… - Me jaló del brazo – Te voy a pagar lo que le tocaba a la otra – Y simplemente le seguí
Mientras me llevaba con todo su equipo mi mente pensaba “¿Realmente soy tan fácil de convencer?, ¿si el mozo me insistía de esa manera me dejaría coger por pena, por plata, por puta?... otra vez la calentura y yo tratando de contenerme repitiéndole a mi mente: ya basta...!!
Al entrar a los vestidores, todo su equipo ya estaba listo, Nicole me presentó como si fuera una estrella “Ya tenemos a nuestra Rapunzel” y todo el mundo se alegró, pero de inmediato sobre todo los varones se dieron cuenta de mi figura, sus ojos saltones me comían
- Muy bien, señoritas y principalmente señoreees… a despejar el lugar que nuestra Rapunzel se va a encuerar – Tenía que ser tan descriptiva, me sonrojé. Los chicos fueron saliendo poco a poco mientras Nicole me alcanzó el vestido lila con cierre por detrás
Como el vestido era largo no me quité los jeans pero si la playera quedando cubierta solo con mi sujetador en la parte arriba. Me puse el vestido desde abajo hacia arriba, Nicole estaba en la puerta que más bien era una cortina improvisada, custodiándome, logré subirme el vestido hasta la cintura y noté como se veía parte de mis tobillos, el vestido era pequeño para mi…
- Nicole, Nicooole..!! – Se dio la vuelta – Ayúdame por favor, no me entra
- ¿Que pasó? A ver vamos a ver el cierre – Se puso detrás mío, me ayudó a ponerme las mangas del vestido pero no pudimos colocar las hombreras en su lugar, realmente el vestido era corto pero por suerte a lo ancho me quedaba bien, seguramente la chica era pequeña y medio gordita e hicieron el vestido a su medida. Afuera ya se escuchaba como el animador llamaba a los niños para presenciar el show.
- ¿Qué hacemos? – Preguntaba Nicole
- ¿Y tú no podrías hacerlo? – le pregunté
- Nooo, yo soy la relatora del cuento… Ya sé, ponte las hombreras en los brazos – Me acomodó y quedé con los hombros desnudos y por la parte del pecho donde supuestamente debía cubrirme todo hasta la parte baja del cuello, se me dibujaba un escote improvisado, dejando ver casi la mitad de mis senos, era demasiado pero poco le importó a Nicole, seguramente por la desesperación.
- Te ves bien – Me dijo poniéndose delante mío – Pero quítate el sujetador, se ve muy mal los tirantes
- ¿Esto no te parece demasiado? Le dije cubriéndome los senos con la palma derecha
- No, son niños, ni se dan cuenta, va ser solo un momento
- Y qué me dices de los adultos que.. - Me cortaba nuevamente, Nicole tiene una energía impositiva – Y quítate también los pantalones, no se ven bien… Rápido Priscila
Me subí la falda para desabrocharme los janes, me los bajé quedando en bragas y bajándome la falda rápidamente, me quité los tenis blancos porque Nicole me alcanzó unas zapatillas azules planas que eran parte del disfraz, por suerte la amiga tenia los pies más grandes, me sobraba algo espacio en los pies…. Luego me ayudó a bajar el cierre del vestido y me desabroché el sujetador, por un par de segundos quedé con el torso completamente desnudo, boté el sujetador al piso para apresurarme en subirme nuevamente el vestido, sentí como se presionaban mis senos, con el sujetador estaban bien pero ahora tenía que acomodarlos juntándolos como un sujetador push up, mientras Nicole me subía el cierre nuevamente, pero apresurada
- Esperaaaa – Le dije – Tengo que acomodarme los senos – Me volvió a bajar el cierre, me los acomodé y le di la orden para subirme le cierre
Un vestido hasta los tobillos y por arriba casi ofreciendo mis pechos al mundo, “¿y el mesero?” pensé…. “Si no se hizo ya una paja en mi honor, ahora si va explotar”
- Ya estás – Dijo Nicole y salió apresurada. Traté de jalar el vestido un poco más arriba pero el cierre no me dejaba, sentía presión en las costillas, no podía hacer nada, solo me llevé el pelo adelante para cubrir ese descarado escote que presionaba mis senos y un rato después escuché la voz de Nicole con el micrófono, todo paso muy rápido…
- Una joven encerrada por una malvada bruja en una torre – De inmediato la risa de la que hacía de bruja y el grito de los niños, decía sus líneas, yo no entendía mucho, luego Nicole seguía el cuento…
- Un día, mientras pasea por el bosque, un apuesto príncipe escucha su melodiosa voz y se enamora perdidamente de ella – Escuché una voz masculina diciendo sus líneas, yo no sabía a qué hora debía salir, me puse algo nerviosa.
Mi mente, como ya se hizo un hábito dibujaba escenas eróticas con el viejo mozo, junto algunos adultos que me observaron al llegar e incluso esos jovencitos del equipo de Nicole que se impresionaron conmigo, todos en una orgia, cogiéndome aun disfrazada de Rapunzel, con los senos al aire, uno levantándome el vestido y bajándome las bragas para penetrarme y….
- Rapunzel…!!! – los gritos de los niños me devolvieron a la realidad
- Parece que no escucha, más fuerte niños – Decía Nicole
- Rapunzeeeel…!!! – Era momento de hacer el ridículo… hice a un lado las cortinas y salí…
- Ahhh – El griterío de los niños – Rapunzel..!! – No sabía que hacer o decir, solo saludé sonriendo. Miré a los adultos con pena, estaban serios, como impresionados, debía controlarme, la música empezó a sonar… No me sabía la letra, improvisé caminando de un lado a otro, de inmediato noté varios celulares enfocándome, parecía una de esas pasarelas de modas en las cuales participé, lleno de camarógrafos. Era evidente la mayor parte de mis paparazis eran hombres, entre ellos un jovenzuelo que filmaba con la boca abierta.
Terminó la canción y volví a mi sitio inicial…
- Cuidado Rapunzel..!! – Seguían los gritos de los niños – Cuidado..!!
- Entonces la bruja malvada capturó a Rapunzel – Dijo Nicole mientras por el costado una señora me abrazaba, eso hizo que me incline ligeramente a un costado, mi cabello se hizo a un lado dejando al descubierto el escote junto a mis senos queriendo salir, rápidamente me cubrí con la palma. Apareció un niño disfrazado de camaleón
- Pascal..!! – Gritaban los niños – Ayuda a Rapunzel..!! mata a la bruja..!! – El pequeño niño con su disfraz de camaleón que hasta era grande para su talla tomó a la bruja de un pie y ésta se cayó, luego apareció el príncipe, un muchacho delgado, nada que ver con un príncipe, pero que puedo hacer, no me interesa solo quería acabar con esto… Sacó una espada de utilería y clavó a la bruja. “¿El cuento era así?” pensé “Ay, qué importa, seguramente están improvisando para que yo no actúe”
- Y así, el Príncipe rescató a Rapunzel y se mudaron al castillo y fueron felices para siempre – Dijo Nicole, consiente de la trama mal hecha. El supuesto príncipe se puso al lado mío, me llegaba a los hombros y claramente desviaba la mirada hacia mis senos, yo los había vuelto a cubrir con mi pelo.
- Ahora, niños por favor hagan una fila para que Rapunzel se tome fotos con cada uno de ustedes – Otra vez Nicole continuaba mi martirio.
Me acomodaron una silla envuelta con tela blanca, al costado derecho estaba Pascal, el niño disfrazado de camaleón, “Pobrecito” pensé, “metido en ese disfraz y con este calor… y de paso no le alcanzan ni un asiento.” A mi lado izquierdo acomodaron otra silla, el excitado príncipe se sentó, pero Nicole lo hecho graciosamente diciéndole que era para los niños que se sacarina fotos conmigo, nadie quería a los demás personajes. Inicio la sesión de fotos…
Uno a uno los niños pasaron a mi lado, al otro el fiel camaleón Pascal, “Pobrecito niño, teniendo que trabajar en una fiesta” pensaba - Alcáncele una silla a Pascal – reclamé al equipo de Nicole, varios de ellos rápidamente se movilizaron, uno entró al vestuario y salió con una silla triunfante. Ayudaron al pequeño camaleón a sentarse, pero éste se puso de pie sobre la silla, no decía una palabra… Entonces noté que en la fila también estaban algunos adultos, unos señores ¿Qué hacían ahí? ¿Querían una foto conmigo?, realmente no pueden con su calentura. Pasaron los minutos y cuando llegó el turno del primer adulto colado en la fila de los niños, se acercó junto a uno para acompañarlo, el niño tomo asiento pero el tipo se puso detrás, ya era obvio lo que hacía, solo quería verme los senos… Ya casi habían pasado la mitad, inició una música de esas zambas brasileñas. Entonces, vi al mozo viejo que se me había insinuado, parado, mirando desde la izquierda como a 3 metros, lo noté rojo, ancioso, sudoroso, excitado, no podía acercarse más… Mi mente voló, todos esos momentos de adrenalina finalmente me excitaron y ver al tipo fue como la cereza sobre el pastel, nuevamente dibujé en mi mente la escena en los arbustos, desde donde había quedado; “El viejo mozo me había volteado, ya con su miembro afuera y súper erecto, me jala las bragas y me penetra con toda su fuerza” , le decía a mi mente… ya basta..!! Pero ésta respondió continuando con la escena “El mozo me tomaba con ambas manos mis senos y los apretaba dejando los pezones entre los dedos y estos sentían el frio del pasto y con cada envestida se frotaban mientras gemía tratando de que no se me escuche. El mozo me lamia la mejilla sacando su lengua, tembloroso y jadeando… estar ahí con los jeans hasta las rodillas, las bragas a mitad de mis piernas, la playera por encima de mis senos, sin sujetador, echada de frente, mientras el viejo me penetra haciendo rebotar mis nalgas, con su pantalón quitado completamente, aun con esos zapatos ridículos, camisa y chaleco de mesero aún puestos” Sacudí la cabeza para concentrarme… A dos turnos estaba un señor feo de lentes con chompa de nerd y una camisa a cuadros, “No esto ya es demasiado” pensé… Ya muy caliente… Instintivamente me arreglé el pelo llevándolo hacia atrás, ahora si el escote se me veía descaradamente, no era natural para una fiesta de niños, ya no me importaba, noté como el Sol se reflejaba en mis pechos blancos, exuberantes, imponentes, levantados, listos para ser tomados, el vestido tenía una contextura gruesa así que no se notaba lo duro que se habían puesto mis pezones
Llegó el turno del señor con pinta de nerd, tenía la postura agachada, se acercó sonriendo como agradeciendo, haciendo ese ademán que hacen los asiáticos, como desubicado y nervioso, se puso detrás de mí, yo puse de mi parte: encorvé la espalda sacando pecho y poniendo las manos entre las piernas, por un momento, mis senos eran suyos. Así pasaron unos cuantos, estoy segura que muchos no se animaron, pero sí que tenían ganas y se morían de la envidia de los privilegiados que solo usaron a los niños para mirarme las tetas.
Sentí un olor fuerte, asqueroso, “seguramente es la excitación de mis admiradores” pensé, pero me di cuenta que era el niño disfrazado del Camaleón Pascal, seguramente sudoroso, seguía sintiendo pena por él pero que más podía hacer.
Acabada la fila, noté muchas miradas de los que no pudieron darse el festín de mis senos por estar con sus esposas o por ser menos descarados que los que se animaron, entre ellos el jovenzuelo que seguía filmando con la boca abierta y a medio sentarse queriendo levantarse de su lugar, como empujándose a pedirme una foto, pobrecito… era la oportunidad de filmarme los senos de cerca, que excitación debía llevar… Decidí colaborar con todos, para levantarme me agaché como tomando impulso pero tarde más de lo debido, como 3 segundos agachada con los senos cerca las rodillas, mostrando el escote y mis hombros desnudos a todo el mundo, en esa misma posición coloqué mis manos en mi cintura como arreglándome el vestido y di unos cuantos saltitos, noté como mis senos rebotaron mientras miraba a un costado haciéndome a la desentendida y luego me levanté, al poner la espalda recta noté como el vestido había bajado un poco más por el lado derecho, justo al borde de uno de mis pezones, mi reacción inmediata fue llevar mi mano para arreglarme, pero la excitación hizo que solo me frote delicadamente con la palma y la bajé haciéndome a la desentendida nuevamente… Nicole dio la orden de despedirse de Rapunzel, me puse de pie y levanté ambas manos, como tratando de que le vestido se me corriera para abajo, pero estaba ajustado. Las miradas de los adultos me excitaban mas, sobre todo de algunos señores mayores que no podían disimular, para terminar, me agache en forma de reverencia un par de veces, mandé besos y me di la vuelta.
Estaba como mareada, excitadísima, pedí a Nicole que me lleve al baño, al entrar y mirarme en el espejo, noté lo mujerzuela que me veía, ¡como nadie dijo nada!, era tremendo para una fiesta infantil o cualquier otro evento, solo faltaba que me pasen un tuvo, seguramente Nicole recibiría quejas… Por el morbo, en mi soledad, levanté los brazos como hacia un instante al despedirme para ver si el vestido podría haberse corrido, di unos saltos y me estiré un poco hacia la izquierda como saludando con el brazo derecho, llevándolo al centro por encima de mi cabeza y sucedió… El vestido cedió, miré al espejo y noté como todo mi pezón derecho quedaba al aire, seguí en mi fantasía saludando de un lado a otro imaginando las miradas, haciéndome a la desentendida, por un momento me arrepentí de no haber hecho realidad esa escena… Mi mente hizo lo demás: “Me imaginé al señor Nerd levantándose de su asiento, desesperado corriendo hacia mí, asaltando mi pezón descubierto, sin importarle nada, chupándolo con fuerza, yo asombrada, pidiendo ayuda mientras los miembros del equipo tratan de separarlo, pero que se apegue a mí con toda su fuerza, gemir al sentir sus labios apretando en medio de la multitud y que cuando consigan separarlo de mí, junte sus labios muy fuerte, mi seno alargándose por la presión de su boca mientras lo despegan y finalmente dejando salir un sonido de chupetón, dejándome ultrajada, chupada y denigrada, mientras lo alejan de mi él siga estirando la más manos para alcanzarme.” Volví a mi realidad, me acomodé el vestido apenas metiendo mi seno y tapando el escote con mi cabello
Rápidamente volví hacia los vestuarios, adentro estaban todos los del equipo de Nicole pero nuevamente desalojaron el lugar para que pueda cambiarme… Nicole nuevamente me ayudó primero bajándome el cierre por la espalda y luego custodiando la puerta. Me quité el vestido quedando solo en bragas, recogí mi sujetador para acomodarme los senos, de inmediato tuve que cubrirme como pude… Porque detrás de un motón de ropa vi a Pascal el niño disfrazado de camaleón, se encontraba en un montón de ropa camuflado como un verdadero camaleón.
- Oye, que haces aquí – Le reprendí, Nicole se dio la vuelta, el niño no dijo nada
- ¿Qué pasa Pri? ¿Quién está ahí?
- El niño – Le dije, mientras le señalaba el lugar con una mano y con la otra me cubría los senos con el sujetador mal acomodado
- Cual niño
- Allá, en ese montón de ropa
- ¿Victor? Que hace usted aquí – Hubo un silencio incómodo, pero como Nicole es tan autoritaria, al niño no le quedo más que hablar
- Vi.. vine a devolver el traje señora Nicole – La voz le salía ronca
- ¿Pero no me escuchó o no estaba?, todos tenían que salir del lugar para darle privacidad a Priscila
- Si, este… disculpe señorita – Definitivamente había algo raro en su voz, se dispuso a salir, pero Nicole lo detuvo
- Bueno entonces entregue el traje y espere afuera para el pago por favor – No hizo nada
- Apure..!! – le exigió Nicole y casi de inmediato todo asustado el niño ronco se quitó el traje
Fue ahí que me di cuenta que no era un niño, era un enano, todo sudoroso, me impresionó tanto porque todo el tiempo estuvo a mi lado, él se dio el gusto de observarme el escote como le dio la gana y de paso se había dado el gusto de mirarme las nalgas en bragas y peor aún, las tetas completamente desnudas por un momento. Ese olor putrefacto que sentía en la sesión de fotos era de él mezclando sudor y erección, a pesar de ponerse en evidencia no podía evitar desviar la mirada para verme, mientras entregaba el trajecito, Nicole le reprendía – ¿Que está viendo?, dese la vuelta!! - y no pudo evitar su erección que se notaba bajo el pequeño pantalón plomo, además llevaba zapatos negros grandes y una sudadera blanca semitransparente, se dirigió hacia la salida mientras yo me cubría como podía… Con el susto y la excitación rara que sentía en ese momento me cambié.
Nuevamente con mi ropa veraniega (jeans y playera roja) quise salir, pero me dio mucha pena, abrí un poco las cortinas para ver, afuera solo estaban los invitados en sus mesas y los niños jugando, correteando por ahí. Nicole entró bruscamente.
Pri, vamos a esperar a que la señora nos pague para repetir el dinero, mientras espérame afuera por favor porque los chicos se van a cambiar
Ok – Le dije, como si me hubiese regañado. Salí sin mirar a nadie, pero mi curiosidad hizo que levante la mirada por un instante, como lo había pensado… Todo el mundo me estaba mirando, caminé hasta alejarme de todos, al mismo lugar del principio, cerca a los arbustos.
Mi mente seguía imaginando al mozo cogiéndome, disfrutando de algo que no se merecía. Crucé los brazos y mis ojos lo buscaban, definitivamente quería que se me insinúe nuevamente, aunque no pensaba en llegar hasta tan lejos con él, quería sentir la adrenalina. Como no aparecía por ningún lado y nadie me estaba viendo, caminé lentamente hacia los arbustos, levanté la mirada, nadie se percataba, me metí en ese jardín detrás de los arbustos, parada, esperando a que alguien me reprenda, pero no había nadie, me senté, luego me eché de espaldas, me apoyé sobre mis codos, la gente no podía observarme… Decidí revivir la escena, tenía tantas ganas de sentir esa adrenalina. Abrí las piernas imaginando que el mozo viejo me estaba penetrando, comencé a moverme dejando que mis nalgas se froten en el pasto, de rato en rato miraba por sobre los arbustos estirando el cuello, nadie observaba, me levanté la playera dejando al descubierto mi sujetador, no me animaba a quitármelo, ahí estuve un rato, se me salía un gemido y miraba rápidamente por sobre los arbustos… Me dí la vuelta y saqué el culo lo más que pude, otra vez mis gemidos, me incorporaba para ver si alguien se acercaba, pero nada y volvía a mi posición de perra, ahora sí me bajé el sujetador y mis senos chocaron en el frio pasto, me moví más rápido imaginando al viejo y chaparro mozo penetrándome, la adrenalina de ser sorprendida me excitaba mucho más… Temerosa de ser vista, me di la vuelta nuevamente, nadie estaba cerca, eso daba rienda suelta a mi morbo, tomé un puñado de pasto frio y lo frote sobre mi pezón izquierdo como si fuera una pluma, se sintió tan rico, me puse de cuatro patas, levanté la cabeza para ver a la multitud, observando a los viejos que se habían sacado fotos conmigo para verme las tetas. Se las estaba dedicando. Me frotaba los pezones con el frio pasto mientras los observaba entre algunos vacíos de los arbustos, abrí la boca, no podía cerrarla, mientras me balanceaba de adelante hacia atrás, mis tetas colgaban y yo hacía que en el balanceo rocen con el puñado de pasto en forma de rama, luego me arrodille para poder observar mejor a la gente, mi cabeza quedó por encima de los arbustos, hice que mis tetas choquen con ellos, jadeaba, ya algo sudorosa, noté al señor nerd sentado sonriendo, hablando con sus compañeros… Se me salieron palabras que nunca las había dicho y nunca pensé que las diría:
- Ahhh, asi papito, chúpalas ahhh, papito ahhh, son tuyas mi rey, soy tu perra, dale mi macho ahhh
De inmediato me incorporé, me reí de mi misma por lo que había dicho, me eché de espaldas mirando al cielo dejando que se me baje un poco y nuevamente sentí unas tremendas ganas de sentir la misma adrenalina… Pero algo definitivamente me estrelló, nunca había sentido tanto impacto, tanta adrenalina junta, quedé como en shock, pues…
No me había dado cuenta que detrás de los arbustos, pero por el otro costado, tenía un observador… Era Víctor, el enano, que se ocultaba perfectamente tras los arbustos, me había seguido y lo había visto todo, su calentura hizo que se acerque y lo descubra… Quedé petrificada por un momento mientras temblorosa me cubría las tetas, me arreglé rápidamente, fueron segundos de mucha tensión acomodándome el sujetador, se mi hizo difícil, estaba temblando, cuando lo logré me arreglé la playera y de un salto me levanté para irme, haciendo de cuenta que nunca lo vi. Caminé a paso rápido, sabía que el enano no me alcanzaría con sus diminutas piernas, pero sentía como mis nalgas estaban siendo ultrajadas con su mirada. No quise encontrar a Nicole, solo caminé lo más rápido que pude a la salida. Cuando estuve afuera miré hacia atrás, parecía que en cualquier momento el enano aparecería para reclamar su premio… Comencé a correr hacia la avenida principal y tomar la movilidad que me ponga a salvo y nunca más en mi vida toparme con el enano. Al llegar a mi departamento me toqué como loca en la bañera, fue una de las experiencias más excitantes que tuve en mi vida.
Espero que el relato haya sido de tu agrado, si quieres contactarme escríbeme al correo. De igual forma te invito a visitar mi sitio web, donde encontraras más información mía y además el final alternativo de esta historia que, confieso es inventado pues dejo volar mi imaginación, pero es más descriptivo y sexual
Besitos… Atte: Priscila