Una primera vez para todo

Con este relato os animo a que descubráis como fue mi primera interacción en el mundo swinger

Como bien dice el titulo siempre hay una primera vez para todo, verano del 2015 agosto para ser más concretos viernes. mi marido estaba terminando de hacer una pequeña maleta para ir a nuestra segunda residencia a pasar el fin de semana y así poder dar rienda suelta a nuestra imaginación sexual.

En un par de horas estábamos en nuestra segunda residencia en Asturias una pequeña aldea donde la casa más cercana está a más de medio kilómetro por lo que la os podéis imaginar la de cosas que se pueden hacer sí que te molesten.

La tarde pasaba tranquila mi marido enfrascado con sus cosas y yo poniendo orden en la casa, por lo que llevaba ropa de andar por casa unos leggins negros y una camiseta vieja en pico que ya estaba bastante dada de si por lo que estaba muy escotada.

Para que os hagáis una idea no soy una persona que tenga un cuerpo de modelo, más bien lo contrario, 1,62 morena, ojos marrones grandes cuerpo normal no delgado, guapa de cara o eso creo yo, un buen culo y unas tetas generosas. Me gusta maquillarme y me gusta la lencería sexy y atrevida.

Enfrascada estaba con el trapo y mis pensamientos guarros que se basaban en cómo me iba a follar por la noche a mi marido el cual es moreno, 1,65 de altura cuerpo normal no atlético, ojos castaños y una mirada fascinante.

Cuando lo escuche hablar fuera, de inmediato reconocí que era el vecino de la casa más próxima un hombre de mediana edad unos 55 delgado, moreno con la piel curtida,  estatura media muy simpático y un gran amigo de mi familia, Sali a saludarle y como es costumbre saque unas cervezas y algo de picar, me senté en el banco junto a mi marido mientras él  se apoyó en la viga del porche enfrente de nosotros.

Enseguida me di cuenta de que lo estaba pasando mal ya que de vez en cuanto le pillaba mirándome el escote estaba claro que yo sentada y el de pie le estaba ofreciendo visión directa al escote, en un principio me quede un poco cohibida y no sabía qué hacer si levantarme o seguir de la misma postura, opte por la segunda opción y para ser más mala cruce los brazos por debajo para subir más el escote lo cual empezó a dar sus frutos y cada vez se le notaba más nervioso aquella situación me gustaba y enseguida mi imaginación empezó a funcionar lo que se traducida en que mi coño empezaba a humedecerse.

Cuando se marchó mi marido empezó a vacilarme y a decirme que valla miraditas y si menuda paja se iba a hacer pensando en mis tetas y cosas así, he de reconocer que la situación me puso cachonda, decidí empezar a arreglarme ya que esa noche íbamos a ir a cenar a Oviedo, por lo que me depile enterita cosa que me excita por lo que debajo de la ducha mientras el agua me caía por el cuerpo y por mis pezones duros empecé a tocarme el coño haciéndome círculos en la parte superior del clítoris mientras lo intercalaba de vez en cuando metiéndome un dedo dentro del coño, así estuve un rato sin llegar a correrme ya que la intención era esa noche desnudar a mi marido comerle la polla de rodillas mientras me sujeta la cabeza para luego tumbarle en la cama ponerme encima y follarmelo hasta que me inundara el coño de semen, he de deciros que la polla de mi marido es de un tamaño normal 17, 18cm pero es más bien gruesa de las que gusta abarca con la mano.

La cena transcurrió tranquilita, con miraditas, roces, lo normal y después fuimos a tomar una copa como hacemos habitualmente, en el local de copas empezó a besarme y a tocarme el culo, me había puesto un conjuntito interior de tanga brasileña negro con un sujetador a juego, pantalones de vestir grises, camiseta licra negra, tacones y medias de liguero de las que la banda son de silicona para que no se bajen y se queden en el muslo quietas.

Empezamos hablar de cosas picantes y guarras y enseguida salió la conversación de los locales Swingers, los cuales en ese tiempo era cuando empezábamos a tontear con ir a uno, mi marido había hecho los deberes y tenía la dirección de uno que estaba cerca de la zona de copas por lo que decimos ir.

Llegamos a la puerta y llamamos a un timbre, la parte exterior del local no tenía nada que pudiera dar a entender el tipo de local que era estaba situado en una zona residencial  donde no había tráfico de coches ni personas, debía ser cerca de 2 de mañana más o menos por lo que el lugar estaba muy tranquilo, enseguida nos abrió un señor alto, fornido, de mediana edad unos 54 o 55 años con buena planta  muy caballeroso y halagador, llevaba unos pantalones de vestir claros y un polo oscuro, el local en si no era muy grande una barra donde había una pareja en la otra parte una especie de reservados con sillones anchos de los que si hechas el culo para atrás las piernas se quedan en el aire, una segunda planta con una cama redonda, taquillas, sauna, duchas y un Jacuzzi.

Nos quedamos en la barra ya que la verdad era la primera vez que entrabamos a un local de este tipo y como seguramente os ha pasado a todos/as  yo estaba muy nerviosa y un poco contenta de las copas y el vino de la cena, creo que ese fue el detonante que hizo que me atreviera a entrar, Carlos a si se llamaba el encargado del local nos presentó a la pareja de la barra y enseguida nos vimos enfrascados en una conversación los cinco de lo más animada lo que contribuyó a que los nervios fueran desapareciendo, así estuvimos un buen rato hasta que la pareja decido marchase por lo que nos vimos solos en el local, enseguida le dije a mi marido de irnos pero Carlos saco otras copas y nos hizo quedarnos alegando que entre la fechas agosto, viernes y que ya eran cerca de 3:30 de la mañana que poco más visitas iban a aparecer, nos empezó a contar el tipo de fiestas que hacen y que la última fue una fiesta bondage donde enseñaban a hacer nudos y atar con cuerdas.

Y aquí es donde todo empezó Luis ya fuera de barra cogió una cuerda para demostrarnos tipos de nudos y amarres y el primer amarre se lo hizo a mi marido le ato las muñecas y nos llevó a la zona de los sillones donde había un gancho en el techo le dejo amarado como un preso con las manos hacia arriba, después le vendo los ojos y se puso detrás mía cogiendo mi mano y susurrándome que le tocara la polla a mi marido lo cual hice, enseguida note la dureza del pene de mi marido, los susurros de Luis casi intangibles, el alcohol junto a la excitación contenida de todo el día me llevo a empezar a excitarme note como mis pezones reaccionaban y se ponían duros, me eche hacia atrás para sentir el contacto de Luis sobre todo el contacto de su pene, Luis se dio la vuelta sin soltarme y hablo con mi marido al oído, después me llevo hacia un sillón y empezó a besarme por el cuello mientras con sus manos me agarraba de la cintura y me llevaba hacia él, notaba su polla detrás mía y sus manos  empezaron a subir lentamente hacia mis tetas, mientras subía se llevaba la camiseta de licra con ellas esta que me la saco lentamente por la cabeza, empezó a bajar hacia mis pechos y esta vez si los encontró abarco mis tetas entre sus manos mis pezones estaban duros y mi coño pedía guerra, yo miraba a mi marido el cual ya se había soltado y estaba sentado en el sillón de enfrente buscaba su mirada su aprobación pero la excitación y el deseo me estaban convirtiendo en la más perra solo pensaba en follar con Carlos.

Carlos me dio la vuelta y me soltó el sujetador, liberando mis tetas las cuales inmediatamente fueron recogidas de nuevo por sus manos, notaba la boca de Carlos los pequeños mordiscos que daba la presión de succión que ejercía, su lengua pasando por mis pezones iba de una teta a la otra, yo solo podía sujetarle la cabeza mientras gemía de placer. Al rato soltó las tetas y aunque seguía con la cabeza hundida en ellas bajo las manos hasta soltarme el botón del pantalón el cual corrió por mis piernas abajo y en dos movimientos rápidos me los saque por lo pies, no me lo podía creer allí estaba yo con mis braguitas brasileñas mis medias y mis tacones con un tío comiéndome las tetas y separando las piernas lo justo para que sus manos pudieran acceder a mi coño y sin saber nada de mi marido, ¿Qué estaba haciendo?.

Me tocaba el coño por encima de mis braguitas mojadas hasta que de un movimiento las separo hacia un lado y empezó a tocarme el coño suavemente. Notaba sus dedos en mi clítoris y como introducía el dedo de vez en cuando lo justo para arrancarme un gemido si seguía así me iba a correr y no lo podía permitir ya que soy mujer de un buen polvo o no soy multiorgásmica como muchas de vosotras relatáis, por lo que opte por la solución más socorrida le desbroche el pantalón de vestir claro que llevaba y se lo quite junto a los boxes negros dejando salir el pene, no os voy a decir que tuviera un pene enorme porque no era así era más o menos como el de mi marido pero más delgado y quizás algo más largo. Lo que si os puedo decir es que me puse en cuclillas y empecé a chuparle la polla, le agarraba los huevos mientras se la chupaba, empecé a masturbarle mientras le pasaba la lengua por el glande el cual tenía dentro de la boca, sentía sus movimientos y su respiración agitada mientras pensaba en mi marido el cual debería estar detrás de nosotros sentado en aquel sillón sin saber si entraría en juego o en que estaría pensando.

Después de dedicarle una buena mamada me puse en pie y me quite las bragas, Carlos aprovecho para ponerse un condón y me puse sobre él y baje lentamente hasta que sentí su polla en la entrada de mi coño estuve unos segundos mientras  comenzó  a comerme las tetas de nuevo, después hundí su polla en mi coño y empecé a moverme de manera suave y acompasada cada vez más rápido las manos de Carlos se instalaron en mi cintura y abrió más las piernas haciendo la penetración más profunda eche mis manos hacia atrás apoyándolas en sus rodillas liberando mis pechos de su boca notaba el movimiento de mis tetas, mis gemidos fueron en aumento hasta que llego lo inevitable me corría mis gemidos eran continuos el placer me recorría me corría encima de la polla de aquel hombre.

Me desplome encima del sillón Carlos se puso a un lado me levanto mi pierna buscaba mi coño par incrustarme la polla en él, todavía sentía los restos del placer recibido y deje que me follara.

Tumbada en el sillón tenía la pierna izquierda levantada por encima de su antebrazo la otra flexionada cogiendo entre medias su muslo derecho lo que le dejaba a Carlos una línea perfecta para que me penetrara, él estaba con la pierna izquierda flexionada debajo de suya y su otra pierna apoyada en el suelo, empezó a follarme con fuerza mis tetas se movían a cada embate de su polla yo miraba a mi marido estaba con su polla en la mano masturbándose, lo cual me tranquilizo por que le veía disfrutar, mientras mi mirada se clavaba en mi marido Carlos acelero el ritmo llegaba al orgasmo saco su polla de mi coño con rapidez, se quitó el condón y su semen empezó a salir con fuerza los primeros impactos los recibí en la parte superior del canalillo de mis tetas después fue perdiendo fuerza y su semen fue impactando por el resto de mi cuerpo  hasta que dejo su polla apoyada en mi pubis donde dejo los últimos restos de su corrida. He de decir que me gusto la sensación de sentir el semen de otro tío sobre mi cuerpo

Mi marido se levantó y vino hacia a mi yo me incorpore y me quede sentada con las piernas separadas, se puso entre ellas y me metió la polla en la boca, que ganas de sentirla gorda y dura después de chupársela se corrió en mis tetas. Me sentía sucia y a la vez poderosa estaba llena de semen, acababa de descubrir un mundo de sensaciones nuevas.

Fin.