Una potente y rica culeada por parte de mi perro

Estando lista para ir a trabajar, no contaba con que Max tenía planes para mi

Era una mañana en la que me aliste para ir a trabajar, debido a que en mi trabajo no es exigido vestir formal pues me puse unas lycra negras bastante ajustadas que se ajustaban perfecto a mi redondo y firme culo junto con una blusa de tirantes color gris que hacía notar mi delineada y delgada figura, debajo traía puesto un brasier sin varillas el cual daba la impresión de que no trajera uno, bajo la lycra traía una tanga para que no se notara algo más que mi culo.

Por lo regular salgo unos 20 minutos antes de mi hora de entrada pues mi trabajo queda cerca de donde vivo. Así que ahí estaba yo, lista ya para irme a trabajar cuando me despedí de Max “Ven hermoso dile adiós a tu mami" le dije mientras se acercaba para darle un abrazo y su beso en boca el cual respondió lamiendo mis labios; seguí mi camino hacia la puerta cuando comencé a sentir su hocico oliendo mi culo sonreí de inmediato pues era obvio que se le había antojado su hembra por una u otra razón.

Sin embargo el tiempo apremiaba y, aunque fuese tentadora la idea de ser su perra en ese momento la verdad es que yo no pretendía darle el premio que buscaba y en su lugar tenía que ir a trabajar, pero Max tenía otros planes…brincaba intentando sujetarse de mi cadera con sus patas para ponerme en el suelo y casi me tumbaba “!Ni se te ocurra!!Que se me va a hacer tarde!” le dije mientras intentaba quitármelo de encima.

Max no parecía o más bien no quería entender que no estaba dispuesta en ese momento y cada vez intentaba con más ahínco lograr su cometido el cual era cogerse a mami. Pese a estar a contratiempo no pudo evitar pasar por mi cabeza el aflojarle a mi querido perro después de todo un amante necesita de un buen sexo para seguir contento, por lo cual pese a mi negativa inicial no tarde mucho en estar excitada y mojar un poco mi lycra pues no podía ocultar lo que era más que obvio, me excita ser una perra y el hecho de que mi macho me buscase para hacerme suya no hizo más que calentarme y, a su vez que yo hiciera de lado mis obligaciones al menos una vez para así cumplir con nuestros deseos.

Entonces estando casi frente a la puerta decidí sucumbir ante mis instintos y dejarme llevar por la lujuria que sentí en esos momentos. Así pues me di la vuelta hacia mi acosador, me agache poniéndome frente a frente suya y le dije “¿Quieres cogerme verdad?¡¿Verdad?! ¡Pues vamos a coger!” mientras sacudía su cabeza molestandolo a lo cual respondía con gruñidos y leves mordiscos a mis manos, después de fastidiarlo volví a besarlo pero esta vez lengua con lengua entrelazando una con la otra pese a que el solo daba lenguazos yo procuraba hacerlo más ameno, como si fuera un beso francés perro-mujer.

Entonces habiendo hecho que se diera cuenta de que su cortejo fue efectivo y ahora su perra estaba dispuesta a dejarse montar se calmo un poco y me dio más espacio, me retiré de la puerta y me dirigí hacia el sillón de la sala mientras me daba unas nalgaditas indicándole que me siguiera a la vez que iba quitándome la blusa pues resultaría estorbosa para lo que vendría después. Tras deshacerme de la blusa se la arroje en la cara y le dije “¿A que huele? A perrita verdad, justo lo que estás buscando, pues bueno…ya te has ganado una, hora de que le muestres lo que sabes hacer" tras sacudirse la cabeza para quitarse de encima la prenda solo se puso a observarme y a su vez comenzó a jadear “¿Te gusta lo que ves? Todo es tuyo mi amor, tuyo para comer"

Entonces me fui quitando la lycra también…igual estorbaría mucho más que la blusa, me senté en el sillón y llamé a Max “Ven hermoso, ten un bocadillo” le dije mientras me quitaba la tanga y abría mis piernas para que olfateara lo que le pertenece por derecho, sabedor de ello se acercó con plena confianza oliendo su premio “Es tuya, ahora cometela, ¡Deborala!” obviamente no se lo tuve que repetir pues enseguida sentí los pelos de su hocico raspando mi entrepierna mientras su lengua comenzaba tímidamente a lamer mis labios, aunque esa timidez duro más bien poco, pues rápidamente se ensañó y comenzó a lamer más rápido y más profundo dado que sentía su áspera y rasposa lengua en el hoyo que en unos momentos albergaría algo más.

“¡Ay mi amor!¡Que delicioso!” le decía gimiendo mientras mis manos estaban vueltas locas, rasguñando todo el sillón, sosteniendo la cabeza de Max, estimulando mi clítoris, son solo unas cuantas cosas que hacían mientras mi amante me hacía gozar y lograba que tuviera mi primer orgasmo de la sesión. Extasiada le dije “Ese es mi macho…tu si sabes calentar perritas" mientras seguía lamiendo aunque apenada tuve que quitarlo ya que de no ser así el seguiría solo lamiendo y claramente no decidí llegar tarde al trabajo solo por una mamada, no…algo más tendría que hacer para que valiera la pena.

Excitada y con las piernas temblorosas me puse a un costado suyo acariciando a Max mientras que mi mano diestra se escabullia hacia lo que yo quería “¿No piensas dejarme así verdad? Toda cachonda y en espera de…ESTO" dije con una sonrisa en mi boca y trozo en mano. Comencé a jalar su verga con agresividad pues no quería esperar mucho…la quería dentro; no tardó mucho en salir de su funda peluda una delgada y roja verga que con cada movimiento de muñeca se alargaba más, hasta un punto en el que quedó totalmente descubierta aunque algo faltaba “ No tan gruesa como debería, creo que le hará falta un pequeño estímulo mi amor".

Un par de labios delicadamente curvos y definidos con labial rojo mate eran lo que le hacía falta y yo estaba más que dispuesta a brindarle ese estímulo extra, así que me acosté en el suelo debajo suyo y lista para devolverle el favor a mi amante “Que rica verga la tuya bebé, ahora tu mami te va a dar una chupadita" le dije justo antes de sostener su pene para llevarlo a mis tiernos labios. Ya con su miembro dentro de mi boca yo movía mi cabeza levemente de atrás hacia adelante mientras con mi lengua hacia círculos alrededor de su roja verga, además de darle un constante masaje a su nudo para excitarlo aún más, podía sentir como su erección iba mejorando, volviéndose más dura y larga dentro de mi boca a lo que por puro gusto aumente la velocidad de mis acciones que previamente dije, Max tan solo jadeaba sin cesar mientras su mami se la mamaba como si no hubiera un mañana hasta que el solto unos chorros de lubricante…estaba a punto de venirse.

Entonces saqué su grande verga de mi boca y le dije esbozando una sonrisa “No mi amor, esos los quiero dentro" entonces le eché una mirada a su pene y efectivamente, este había crecido tanto en su longitud como en grosor y ahora se notaba venoso, en otras palabras mi mamada había cumplido su cometido y ahora esa verga estaba lista para una buena perrita.

No cabía duda de que lo siguiente sería dejar que mi macho me montara así que no perdí el tiempo pues aún tenía prisa pese a todo e igualmente mi amante me presionaba emitiendo gruñidos y observandome mientras jadeaba excitado. “Ya se, ya se…quieres cogerte a tu mami y ella quiere ser tu perrita así que…” le dije mientras me quitaba el brasier y me acomodaba en cuatro al borde del sillón quedando mi torso en este mientras que mis rodillas estaban en el piso con el culo apuntando hacia Max “ Monta, cogeme YA " apenas le dije cuando ya lo tenía casi montado pues el no necesitaba pedirme permiso ni que se lo indicara, pues no era su dueña en ese momento, no era otra cosa más que una perra con disposición al apareamiento y el iba a doblegarme.

Ya podía sentir la enorme verga de mi pastor alemán rosando mi puchita y mi calentura no podía ser mayor “¡Ya hazme tu puta vamos…metesela a tu mami " unos segundos después hizo lo que tanto el ansiaba desde un inicio y comenzó a embestir fuertemente y sin piedad a su hembra mientras yo gemía del placer e intentaba aguantar las duras embestidas que me daba, tan duras que incluso el sillón se recorría, y yo impotente sin poder hacer nada solo rascaba el sillón mientras me deleitaba con su grueso miembro dentro mío, chocando hasta lo más profundo de mi vagina y estimulandola con ese rugor áspero que me vuelve loca.

No tarde mucho en aventar chorros a ese ritmo y me encontraba en un transe por lo que no podía hacer más que gemir y gemir, recibiendo lo que me busqué, una buena verga y le dije “ He sido mala…no quería darte lo tuyo…TUYO…MMM…¡CASTIGAME!” mientras Max con mayor rudeza me ensartaba. Me jalo de la cadera constantemente mientras arremetía contra mi, claramente buscaba abotonarme pues incluso yo sentía su nudo chocando contra mi, intentando entrar entre mis labios “Ahhh, hazlo…damelo todo metele…mmm…toda tu verga a tu puta” acto seguido se encontraba penetrando con toda su fuerza y el sillón estaba muy recorrido pues de tener mi torso en el ya solo tenía la cabeza; yo solo gemía y gritaba mientras mi macho me sometía con toda su fuerza.

Mis pequeños pechos se agitaban tras cada embestida mientras su nudo ya entraba aunque no al punto de abotonar “Vamos…ahhh…ya casi se queda adentro” le decía desesperada pues ya quería su leche dentro de mi. Después de una buena verguiza, rápida y fuerte con su verga chocando en mi húmeda puchita y sus huevos en mi culo yo me vine nuevamente y esa lubricación hizo que su nudo por fin entrara por lo que yo solte un grito y le dije “¡SIII! AHHH…así ya estás bien adentro de tu mami putita…mmm, ahora déjala preñada, DALE LECHITA" comenzó a darme con toda la fuerza que le quedaba y empujó completamente el sillón e hizo que quedara con la cara al piso, mientras sentía la deliciosa leche llenando mi interior; Max se posó sobre mi poniendo sus patas en mi espalda…erguido sobre su perra “Eso domame yo soy tu perrita" dije sometiéndome ante el.

Después del desabotonarnos solo restaba limpiarme y realistarme para trabajar pues, como gerente no puedo faltar y sin mi la tienda no abre…pero hay prioridades.

Tarde mucho en tener ganas de volver a escribir así que me harían un favor y me animaran a seguir escribiendo comentando que les pareció, seria de gran ayuda y un buen motivante saber si les gusto.

¡Bye!