Una poesía, solo eso (2)
Eso, una poesía mas, no es erótica.
Prófugo testigo
De un amor inconsciente
Que entiende lo que digo
Y no sabe porque lo siente.
Enferma mi alma
Que nunca me perteneció
Te pido por favor
Mi dulce corazón
Para que se muera en llamas
Amor de mi vida
Para no amarte tanto
Y así curar mis heridas.
Triste condena
No poder escucharte
Decir mi nombre
Incluso que te enojes
Con mi sonrisa despistada
Manejándose con rumbo a tu mirada