Una pérfida joven, cornea a su novio en su cara.
Una pareja joven, donde el novio no tiene ni idea, lo retorcida, perversa y cachonda que es su joven novia, a la que todo el mundo mira con deseo.
El trabajo me iba bien, mi vida personal también y en el terreno sexual iba como un cohete. Por eso para que el cohete no explotara, decidí poner un poco de cordura con algunas de las relaciones. Porque no es que quisieran quedar conmigo, casi me lo imponían. En parte entendía a los que tenían hijos y lograban encasquetárselos a algún familiar, pero no me gustaban las imposiciones, por lo que quise hacer un pequeño alto con esas parejas y explorar nuevos horizontes para que hubiera más diversidad. Eso sí, sin olvidarme de Sabrina y Manolo, que estaba esperando ver lo que pasaba, su siguiente movimiento y tampoco me olvidaría de Beatriz, que me gustó mucho sus ganas de pasarlo bien.
Por casualidad un día que quede con amigos para comer fuimos a un restaurante de estilo árabe. Era la primera vez que iba a uno, porque nunca me habían llamado la atención. Al llegar el primero me quedé en una barra a esperar al resto y fue cuando la vi. Una chica joven de mi edad o un poco mayor, morena de pelo largo, alta y una figura perfecta, se llamaba Khaïra, se la veía muy simpática y cuando me saludo, lo hizo con una sonrisa muy hermosa y eso dientes tan blancos. Una de las cosas que más me llamo la atención aparte de sus ojos, fueron sus labios, eran voluptuosos, grandes, si les había puesto silicona o algo, se los habían dejado perfectos.
No perdí la oportunidad y mientras le decía que esperaba a unos amigos, entable una conversación con ella, fue un día que todo lo que salía por mi boca era gracioso y ella no paraba de reírse, hasta que llegaron dos mujeres, Wahiba madre de ella, se parecían en todo y me di cuenta que lo de los labios era de herencia, la madre los tenía igual. Era tan hermosa como la hija, con ese toque de madurez que era un plus. Tendría 40 y algo, no muchos más. No estaba tan delgada como la hija pero, estaba muy bien y luego estaba Málika, más rellenita pero solo lo justo, de mirada traviesa y morena. Era la tía de ella y cuñada de la madre.
A ella le dijeron algo en su idioma sin perder una sonrisa de compromiso. No les debía de gustar que su hija se estuviera riendo conmigo. Aun así fueron muy amables y sobre todo muy profesionales. Ya que eran las dueñas del restaurante. Llegaron mis amigos y la novia de uno de ellos, saludo muy efusivamente a las tres mujeres, le había dado clases particulares a Khaïra. En ese momento me entere de la historia de esas tres mujeres. Khaïra tenía solo 20 años y yo la había echado un mínimo de 5 o 7 años más, porque se la veía muy madura.
Me enteré que en su día tuvieron que salir escopetadas de su país, cuando Khaïra tenía 2 años. El padre de Khaïra “desapareció” y no volvieron a saber nada mas de él y el marido de Málika murió en los conflictos de su país. Montaron ese restaurante, que les iba muy bien y pero según la novia de mi amigo, seguían siendo muy estrictas en sus costumbres. Como quien no quiere la cosa, le pregunte haciéndome el sorprendido a la novia de mi amigo, “¿Me estás diciendo que llevan 18 años sin estar con un hombre?” y ella me contesto, “Según Khaïra no ha habido ningún hombre. Siempre van como mínimo la madre y la cuñada juntas, eso si no va también la hija”, mi cabeza empezó a bullir.
En los días siguientes, me lleve varios patinazos con algunas mujeres que pensaba que podía haber algo. Se que algunas me dieron calabazas, no porque no quisieran, si no por miedo a que las pillaran, ya que estaban casadas o comprometidas. De la cabeza no me quitaba a esas tres mujeres del restaurante y empecé a ir con frecuencia a comer allí. Lo que me llevo a tener más amistad con Khaïra, que en el momento que podía, se escapaba y se ponía a hablar conmigo. Algo que no hacía gracia ni a su madre ni a su tía, aunque todo cambio al oír una discusión que tenía por teléfono con alguien y era por tema de cuentas, impuestos, pagos, etc. Me ofrecí a Khaïra para echarles una mano. Se lo dijo a su madre, que me miraba desconfiada, pero se la veía apurada. Me conto el problema y nos fuimos a un despacho pequeño que tenía.
Después de más de media hora, le dije que su gestor se había equivocado de medio a medio, le di la solución y lo que tenía que hacer. Le deje todo preparado diciéndole que sin falta al día siguiente lo llevara y lo pagara, para que no se le pasara de plazo. No quedo muy convencida. A los tres días regrese a comer y fueron todo alegrías, me querían invitar a comer, desde ese mismo momento, inicie una relación más amistosa con las tres mujeres y muy especialmente con Khaïra, porque la madre ya no la decía nada cuando se acercaba a mi mesa a hablar.
Puse todo mi empeño durante los siguientes días, incluso pasé de muchas llamadas que tuve para quedar. Al fin logre que quisiera tomar algo conmigo. Me pidió que no se lo dijera a nadie y nos vimos un día a la hora que se suponía que ella estaba estudiando. Porque estudiaba y echaba una mano en el restaurante. Apenas salía sin el “control” por parte de su madre o su tía. Parecía más reservada, como más precavida que los días que hablamos en el restaurante.
+ Khaïra te noto preocupada, ¿te pasa algo?
+ Es que te será difícil entender mi cultura. No debería estar contigo a solas. No está bien.
+ No estamos haciendo nada malo. Estamos tomando algo y charlando. Tu prácticamente te has criado con nuestra cultura. Las culturas deben unir no lo contrario.
+ Ya sé que no hacemos nada malo, pero es complicado.
+ Una mujer joven como tú, tan guapa y simpática, debe tener cola de tíos tratando de “conocerte”
+ Jaja, no te creas que tantos y los que ha habido unos han salido corriendo cuando han conocido a mi tía y a mi madre y otros me salieron rana.
Era raro el día que no nos veíamos y cada vez me ponía más cachondo, no es que estuviera enamorado de ella, gustar si me gustaba un montón. Si era tan estricta con su cultura lo mismo era hasta virgen. Llevábamos cerca de dos meses saliendo y con la excusa de que me había comprado un coche fuimos a probarlo. Nos volvimos “locos” junto al mar. Nos besamos, nos morreamos, nos acariciamos y nos metimos mano como dos críos que acaban de descubrir el sexo. Se tenso de pronto y me dijo de volver, no quise forzar la situación y nos fuimos, dejándola cerca de su casa. Me fui a la mía con un empalme brutal.
De camino a mi casa recibo una llamada de Karina la vecinita de mi antigua casa. Se quejaba de que la tenía muy olvidada, de que era malo y más chiquilladas, lo que pasa que como he dicho iba muy cachondo y entones la dije, “tienes razón zorrita, esta es mi dirección, estoy yendo para mi casa, te espero allí” y me contesto “precisamente ahora, que tiene que llegar Manuel en cualquier momento” más serio le dije, “déjate de excusas, pues tráetelo que vea lo zorra que es su novia y lo cornudo que es el, que es hora de que lo sepa, tráelo y te follare delante de él” ella fue a decir algo pero la colgué y las siguientes llamadas que hizo, ni la cogí.
Esa conversación me puso mucho “peor” porque sabía que vendría, lo que no sabía si sola o acompañada. Estaba en uno de esos momentos que me follaría a cualquiera. Aparqué en el garaje y me encontré a mi vecina Alicia, la nuera de Beatriz mi amante ocasional. Iba en dirección al ascensor y nos saludamos, me dijo que me esperara un momento que quería hablar conmigo. No me lo esperaba y me la quería quitar pronto de encima para irme a mi casa. Mientras llegaba desde el otro lado, me acorde del día del cumpleaños y de que tenía unas tetas muy ricas, que ahora no se le notaban pero con el escote de aquel día si se notaban bien y como vestía de forma normal, engañaba mucho.
+ Espero que no te moleste mi sinceridad y ser tan clara. (Cuando me dicen eso, sé que no me va a gustar lo que viene a continuación) ¿te estas tirando a mi suegra?
+ ¿A qué viene semejante pregunta? Porque lo lógico que le preguntaras a tu suegra, digo yo.
+ Eso quiere decir que te la tiras.
+ No he dicho eso, porque no te he contestado a tu pregunta. No lo he hecho no porque sea cierto o no cierto, es porque te entrometes en mi vida personal al pregúntame algo así y sin argumentación posible.
+ Lo mismo tienes razón, porque mi argumentación es vaga. Mi suegra va contigo a tu casa, vuelve sin medias, el pelo un poco descolocado, sin pintura de labios, con una sonrisa de recién follada y vuestras miraditas que lo decían todo, sin mencionar que en tu ropa había marcas de maquillaje, casualmente de la misma tonalidad que el de ella. Una argumentación mala, como que sé que luego otro día estuvo en tu casa. Ahora ¿Qué me dices?
+ Que en el caso de que fuera verdad, que no lo afirmo, a ti te tendría que dar igual. Aunque me extraña que seas tú la única que se diera cuenta de algo así y tu marido y tu suegro no. Un poco raro.
+ Mi suegro y mi marido son tontos de lo buenos que son, no tienen remedio. No me tiene que dar igual, no quiero ver sufrir a Francisco si se enterase y además amigo tuyo, ¿no te dan remordimientos?
+ Tu marido y yo no somos amigos, somos vecinos, como tú y yo. Si hubiera sido cierto lo que afirmas, no me daría ningún remordimiento y permíteme ahora ser directo y sincero a mí. (Una vez que dijera lo que iba a decir, se acabaría la conversación y me podría ir a mi casa) Como tampoco me causaría ningún remordimiento follarte a ti, porque seguro que Francisco no te folla como mereces, que además de tonto como tú dices, se le ve muy blandito y tú necesitas un hombre al que no puedas dominar y que si te puedan dominar a ti. Que el otro día vi que estas mucho más buena de lo que aparentas normalmente.
+ Como me he equivocado contigo, eres un atentico CABRÓN, que te da igual todo. No mereces ni que te mire.
+ Lo que tú quieras, pero un día, no sé cuándo, me estaré follando ese culo que tienes, que seguro que el buenazo de Francisco no te lo ha follado. (Se lo dije serio, con cierta socarronería, mirándola a los ojos fijamente y con una sonrisa sensual)
No siguio hablando y en vez de subir en ascensor conmigo lo hizo por las escaleras. Se había ido muy enfadada. Al poco de estar en mi casa sonó el telefonillo y era Karina. Cuando abrí la puerta del piso vi que venía con Manuel. Seguro que se le había jodido el polvo. Ella venia con un jersey ajustado que dejaban notar dos buenas protuberancias y con una falda corta y botines con un buen tacón.
Al cerrar la puerta quise empezar ya y no demorarme mucho. La cogí de una mano, la levante todo lo que pude y le dije que diera una vuelta para verla bien. Manuel abrió los ojos mucho y ella solo dijo, “¿me queda bien? ¿te gusta?” y mirando a Manuel le dije, “que suerte tienes, le queda perfecto y a la pregunta de si te queda bien, no contesto para no molestar a Manuel” y Manuel que no quiso quedar como mal me dijo, “por mí no te preocupes que no me enfado y menos contigo”, sé que él no esperaba mi contestación, lo vi en su cara cuando me oyó, “pues que tienes una novia que si de normal tiene un polvazo en todo lo alto, hoy con esa faldita y esos tacones, es para empezar y no parar, que buena zurra en ese culo, ¿no crees Manuel?” y se encogió de hombros con cara de circunstancias.
Nos pusimos a tomar un poco de alcohol y la conversación fluía dentro del buen rollo. Karina se puso a ver mi casa ella sola. Al terminar me dijo que me quedaba bastante por hacer en mi casa. Se sentó junto a su novio y mientras hablábamos la muy zorra abría sus piernas, dejándome ver sus bragas y sin que Manuel se enterara. Después dijo que tenía mucho calor y se quitó el jersey que llevaba, se quedó con una blusa blanca, ajustada y se clareaba un poco, porque se le notaban sus hermosos pezones. Manuel al verla estuvo a punto de decirla algo pero se contuvo. Aproveche para decir, “Manuel no me extraña que te mosquees, es que fíjate como esta y lo que le gusta encandilar, pero eso es bueno, mejor te lo pasaras luego, que envidia. En vez de mosquearte tenías que saber aprovecharlo” otra vez ponía cara de circunstancias. Karina se fue al aseo y Manuel quiso aprovechar que nos quedamos solos y de forma acelerada hablo conmigo.
+ Tu que parece que tienes más experiencia y no le das mucha importancia a ciertas cosas. ¿A ti no te daría celos tener una novia tan buena? ¿No te mosquearía que vistiera así o que tonteara con otros?
+ Es que te lo planteas mal. Si tienes una novia como la tuya no te puedes quejar, lo tienes que aprovechar con cabeza. Que ponga a otros cachondo en algunas personas es inevitable y entiéndeme ahora, tu novia por lo que veo es muy cachonda, muy puta y nunca se conformara con un solo rabo.
+ Oye no te pases, Karina no es ninguna puta.
+ No te lo tomes literalmente, es una expresión no un insulto. Además tú lo sabes. Sabes que es muy cachonda, porque si no, no te preocuparías. Crees que no le das lo suficiente y por eso es por lo que estas siempre tan celoso. Porque crees que buscara fuera lo que no tiene dentro. ¿O no?
+ ¿Qué puedo hacer? (No me contesto, pero dio igual)
+ Habla con ella, pregúntale de buena manera las dudas que tengas y una vez os aclaréis, pues trata de ver como lo lleváis.
+ Es que tú lo ves muy fácil, pero hay cosas que como preguntárselas a tu novia.
+ Hazlo sin miedo y con confianza que ella note que quieres saber para mejorar vuestra relación. Hoy seguro que sería un buen momento, cuando estéis solos habla con ella.
+ ¿Por qué es hoy un buen momento?
+ Porque la tienes cachonda y en ese estado se habla de estos temas mejor.
+ Eso te lo imaginas tú.
Karina había oído casi toda la conversación, porque la estuve viendo e hizo ruido para que oyéramos que llegaba en ese momento. Nos preguntó de que hablábamos y cuando Manuel le respondió que nada, hizo que se enfadaba y se puso persistente con que quería saber. Hizo aspavientos exagerados de niña pequeña y se quedó de pie con los brazos cruzados y haciéndose la enfadada. Hasta que le dije que se acercara que se lo contaríamos. Se quedo de pie a mi lado derecho. Quedando de frente a su novio. Dije mirando a Manuel, “Manuel cuéntaselo tu o si lo prefieres se lo cuento yo” se le noto muy nervioso y no me contestaba ni contaba nada, Karina insistió, “venga Manuel que ya me estoy mosqueando y sabes que cuando me mosqueo no es bueno, ¿de qué hablabais? Porque seguro que sería de mí, por tu silencio” y le dio la razón pero dijo, “vale mejor que lo cuente el”
Ya estaba todo como yo quería. “Pues le decía a tu novio que para que se le quiten los celos, lo mejor es que hablara tranquilamente contigo, porque es lo mejor teniendo una novia que esta tan buena y que es tan puta. Le decía también que hoy sería un buen día para hacerlo porque estas cachonda seguro” ella hipócritamente y como si estuviera enfadada dijo, “¿Y tú que has dicho Manuel cuando me han llamado ¡¡PUTA!! Y han dicho que estaba cachonda?” el con un hilo de voz le respondió frotándose las manos con nerviosismo, “Kari, que cuando han dicho esa palabra no era como insulto, no te lo tomes por ese lado y de lo otro ya le he dicho que eran imaginaciones suyas”, “¿¡SOLO ESO HAS DICHO!? Pero que huevos que tienes, eres un huevón”
Ese fue el momento idóneo, le di un buen azote en el culo y le dije “¿cómo le dices eso a tu novio?” ella soltó un, “¡AY! No seas así” y su novio alucinando. Luego acaricie la pierna de Karina, subiéndola y llegando al interior de sus muslos, con por debajo de la falda mientras le decía a Manolo, “ves cómo es muy puta y ves como esta cachonda, tengo la mano empapada” y su cara ahora además de alucinada estaba tensa. Deje de tocarla para meterle un par de dedos dentro de su coño y pego un gran suspiro, puso una mano en mi hombro apoyándose y hacia un leve movimiento con su cuerpo, mientras mis dedos entraban y salían.
Karina fue lista porque llamo a su novio y cuando estuvo junto a ella le morreo, moviéndose ahora con más intensidad y aprovechando para tocar a su novio por encima del pantalón. Enseguida se notó su empalme, levante su falda y azote varias veces seguidas sus nalgas, amortiguaba sus quejidos al morrearse con su novio. Solté su falda y cayó al suelo. Ella desabrocho el pantalón de su novio y una vez que lo hizo le dijo que se desnudase. Manolo actuó como un robot se fue desnudando, pero sin sacarse el slip. Hice que se sentara conmigo, Karina desnuda se arrodillo entre nosotros y nos tocaba por encima de nuestra ropa interior. La muy falsa saco el rabo de su novio, que era normal, un poco delgado y luego mi rabo. Agarro los dos y repito de manera muy falsa se hizo la sorprendida diciéndole a su novio, “mira Manolo que cosa más exagerada, ¿no te parece?”
Los ojos de ella eran todo lujuria y el miraba atentamente pero no hablaba. Nos pajeaba a los dos a la vez, hasta que se puso a lamer mi rabo mirando a su novio. La verdad que lo hacía tímidamente, hasta que Manolo acaricio su cabeza, entonces se lo metió en la boca con muchas ganas. Era toda una manipuladora, llamaba mucho más la atención con lo joven que era. No quise quedarme callado y le dije, “buena puta estas echa, ahora te voy a follar como se folla a una zorra y tu novio te follara el culo a la vez”, paro de comerme el rabo y ahora mirándome a mí, mientras le caía alguna baba me respondió, “suena muy bien, pero Manolo dice que por detrás nada, que por ahí es anti natural” me reí a carcajadas y le dije que lo haría yo, para que su novio aprendiera.
Hice que se quitara me levante y de un cajón saque un bote de lubricante, regrese y se lo empecé a untar en el culo, ella seguía fingiendo y le preguntaba a su novio, “Manolo, que miedo, ¿crees que esa cosota me entrara por algún sitio? ¿me ayudaras?”el seguía mudo y solo veía como mis dedos llenaban el culo de su novia, que de vez en cuando emitía un gemido en forma de quejido, por el “dolor” que el causaban los dedos. Karina estaba siendo divina, en otras mujeres de más edad costaba más que fueran así de zorras con sus parejas y ella lo hacía a la perfección.
Me unte bien el rabo y le dije que se diera la vuelta y que se sentara encima de mi rabo. Ella seguía haciendo el paripé de niña buena, modosita y que le pillaba toda esa situación desprevenida. La zorra se movía de tal manera para que mi rabo resbalase y no se encajase en su culo. Le apreté de los pezones y le dije que agarrara bien el rabo y lo colocase bien, con voz casi gimoteando, “uff, es que no hay manera, estoy muy nerviosa, no sé si podre, Manolo porque no me ayudas” Manolo se levantó y no sabía qué hacer, hasta que agarro sus manos como para ayudarla y ella en tono más serio, más contundente le dijo, “Manolo, así no, que torpe que eres a veces, hay que explicártelo todo. Agarra su polla y colócala en mi culito, hasta que empiece a entrar y yo te avise”
Manolo se descompuso del todo y no sabía si salir corriendo o que hacer. Karina le saco de dudas, “venga a que esperas, no te quedes parado, que no te va a morder el coger su polla, ya verás como al final te gusta agarrar semejante polla, venga, no seas tonto, que te quiero mucho” y el tímidamente garro mi rabo y lo sujeto con fuerza hasta que su novia coloco su culo.
+ Así está bien Karina.
+ Si perfecto, no la sueltes, agárrala bien.
+ Es muy grande si ves que no puedes, para y no lo intentes.
+ No te preocupes amor, lo quiero hacer para que me hagas tú también el amor, que te quiero mucho. (Le acariciaba mientras mi rabo ya entraba) Aaahhh, Manolo, Manolo.
+ ¿Qué pasa? ¿Te duele?
+ Un poco, pero que bien se nota. Qué barbaridad mi amor.
+ Ves despacio, por favor no hagas daño a Karina.
+ Calla Manolo, que ya marco yo el ritmo, cómeme mi chochito que está deseando que lo hagas.
Soltó mi rabo y se puso a comer el coño de su novia. Se termino de meter el rabo de un solo golpe y gemía en voz alta. Se corrió con unos meneos que creía que me rompería el rabo. Su novio se levantó con todos sus labios empapados. Se nos quedó mirando hasta que le dije, “a que esperas para follarte al putón de tu novia, vamos a darle bien dado” ese momento fue en el que más animado lo vi, le costó pero al final se puso a follarse a su novia conmigo. Le tuve que decir que se relajara un poco, porque estaba muy acelerado follándola a toda marcha como los conejos y así no iba a durar nada y fue lo que paso, se corrió en nada de tiempo. Mientras llamaba a su novia puta, guarra, zorra y muchas más cosas, mientras ella lo acariciaba diciéndole, “si, si, mi amor, soy muy puta, seremos la pareja perfecta, córrete, no te pares, sigue, ves como no son malos los cuernos mi amor, te has corrido como nunca”
Se salió y se sentó junto a mí, mirando como seguía follándome a su novia. Y ella se corrió nada más salirse su novio. Nos movimos e hice que se colocara de rodilla en el sillón, seguí follando su culo en esa posición y el novio podía ver su cara. Esta vez nos corrimos los dos a la vez y al salirme me fui a limpiarme al baño. Iba dispuesto a seguir y cuando llegue al salón, estaban vestidos los dos y con cara de circunstancia ella y con cara de avergonzado el, ella me dijo que se iban. Supuse que el sobre todo tenía mucho que reciclar en su mente y no hice nada para que se quedaran.
Cené un poco y me di cuenta de que tenía un destello en mi móvil. Era un wasap de Khaïra, en el que me decía que lamentaba mucho lo de esta tarde, el haberme dejado así, que la disculpase. Le conteste que no se sintiera mal y que no había que darle importancia. Era como si hubiera estado esperando la contestación, porque me contesto muy rápido. Estuvimos chateando un rato y volvió al mismo tema, “de verdad discúlpame, pero es que me da mucho miedo que me pudieran ver y aunque estábamos en el coche, estábamos a la vista de quien pasara” fui rápido y le dije, “si ese es todo el problema, tengo mi casa que nadie nos puede ver o si quieres podemos ir a un hotel, donde estés más tranquila”
Se estaba pensando que contestar porque pasaban los minutos, veía que escribía, pero no llegaba nada. Cuando me llego me decía, “se puede intentar, en un hotel no, que me puedo encontrar a cualquiera que me conozca, que por el restaurante pasa mucha gente, mejor en tu casa, pero eso sí, no te prometo nada” y no me espere más, quedamos para el día siguiente, pero tenía que ser a las cuatro de la tarde, porque era la hora de sus clases y así quedamos.
Tenía todo preparado en mi casa, solo esperaba oír el timbre de la puerta y abrir. Solo tenía seguro que ella vendría con pantalones o con un vestido largo, que era su vestuario habitual, el resto era una incógnita. Aunque no teníamos mucho tiempo, no quería forzar la situación y que se sintiera incomoda, estaría muy atento a las reacciones de ella. Una vez que sonó el timbre, me relaje y abrí la puerta tratando de que no se me notara las ganas que la tenía. Al abrir la vi, la melena suelta, bien maquillada como siempre, una cazadora vaquera, una camisa blanca y unos jeans muy ajustados. No quise ni darla dos besos en ese momento, solo le dije hola y me aparté para que pasara. Una vez lo hizo, baje mi vista para ver ese suntuoso culo.
Me lleve un leve susto, cuando al cerrar la puerta Khaïra se dio la vuelta y me beso con una desenfrenada pasión, nos metimos las lenguas hasta la garganta prácticamente. No deje de besarla y ya no había nada porque frenarse, nos fuimos moviendo de manera errática, hasta llegar a mi habitación. Nos empezamos a desnudar de forma rápida, el primero que quedo desnudo fui yo y ella hacia lo mismo dándome la espalda. Ver ese culo y no darme un infarto fue milagroso. Cuando se giró sus tetas eran de buen tamaño, parecían caídas pero no lo estaban y sus pezones estaban enormes como mirando para arriba, parecían dos misiles y lo más llamativo, nunca vi unos pezones tan oscuros. Eran una autentica belleza.
No nos decíamos nada, solo nos mirábamos, la llevé hasta la cama, se sentó en el borde y me agaché. Empecé a lamer esos muslos, acompañándome de algunos mordiscos suaves. Hasta que vi que abría sus piernas poco a poco, para dejarme subir. El coño no lo tenía depilado, era de un vello totalmente negro y muy arreglado, lo que hacía que resaltara más el rosado de su coño. Cuando mi boca llego a su coño y mi lengua empezó a lamer su clítoris, Khaïra empezó a gemir silenciosamente, lo de silenciosamente porque apretaba sus labios para tratar de que no se la oyera. Se iba soltando y ya me agarraba la cabeza para empujarla hacia ella y entonces lleve mis dedos a su coño y ella me lo impedía, es como si se le cortara todo el rollo, por lo que deje mis dedos tranquilos y hasta que ella se corrió en mi boca. Nos acostamos bien en la cama y nos besábamos mientras nos metíamos mano.
Estando los dos de lado frente a frente, coloqué mi rabo entre sus piernas y ella es como si se volviera impetuosa, porque se apretaba bien y soltaba un sonido ronco. Di un paso más y le acerque mi rabo a la entrada de su coño, ella levanto un poco su pierna y cuando parecía que le iba a meter el rabo, Khaïra en un tono serio pero dulce me dijo como avergonzada, “no puedo, perdóname, pero soy todavía pura y no puedo, me tengo que reservar, entiéndeme”, me pareció entender lo de pura, pero por si acaso le pregunte, “¿te refieres a que eres virgen?” y me respondió con un imperceptible “si”, no me podía creer que con lo buena que estaba y lo cachonda que era, pudiera estar todavía virgen.
Tenía que cambiar de plan y no le di importancia, ella se bajó a comerme el rabo y se notaba que no era su primera vez, lo hacía con delicadeza y le gustaba recrearse, sobre todo con la lengua y mirándome mientras lo hacía. Me ponía muy cachondo, ver a la que creía un poco inocente como se desenvolvía. No me apetecía quedarme quieto, por lo que la moví haciendo que quedase encima mía, para hacer un buen 69. Aunque me hubiera gustado que tuviera el coño un poco depilado no me importo y se lo comí con toda la dedicación del mundo y lo hacia bien, porque esta vez ya no se contenía los gemidos, gemía con mucho placer y no se porque, paraba de mamarme según le comía el coño, se la oía desaforada.
En algunos momentos estaba tan cachonda que me hacía daño con su boca, mi rabo se resentía cuando mas se calentaba ella. Menos mal que dejo de comerme el rabo cuando empezó a correrse, su corrida fue bestial, que manera de correrse, me lleno la cara y la cama quedo empapada. Luego se quedo muy cortada por esa corrida y no le permití que se cortase, hice que me siguiera comiendo el rabo, ella ya me había dicho que no me corriera en su boca, volvió a repetírmelo que la avisara antes y contestándola que no sabía. La acariciaba y de vez en cuando hacia que se metiera el rabo lo mas posible y ella lo hacia despacio pero muy bien. Le cogió el gusto y ya no era necesario que mi mano la ayudase.
Mi respiración iba en aumento y se me oía, ella me miraba y debía de ver mi descomposición de cara por el placer que estaba recibiendo. Nos miramos y con mi ojos y un movimiento de mi cabeza la indicaba que estaba a punto de correrme y ella se quitó, me siguio meneando el rabo y de pronto cuando ya estaba que me corría, se metió el rabo en la boca bien metido y explote con una corrida formidable. Una vez que me limpio bien el rabo, se levanto sin decir nada y se fue al baño, oí como abría el grifo y supuse que se enjuagaba la boca. Apareció con una sonrisa y se tumbó junto a mí. Sin venir a cuento me dijo, “perdóname por no hacer lo que tu querías y gracias por respetarme, pero es que no puedo porque estoy comprometida y eso tiene que ser para el que será mi marido, costumbres” no lo sabia y se lo dije, “no sabia que tenias novio y mucho menos que te ibas a casar, pero eso de la virginidad y el matrimonio esta muy anticuado” ella con una sonrisilla me respondió, “lo entiendo, ninguna de mis amigas de estudio es virgen desde hace mucho tiempo, pero, la vida es así”luego me confeso que había tenido rolletes con compañeros de clase, pero sin llegar a más, solo algún que otro toqueteo.
Mientras hablábamos la seguía acariciando y tocándole muy suavemente el coño, su clítoris estaba otra vez bien duro. Fue cuando le pregunte si su novio no había intentado nada y con cara de pena me contesto, “que va, es un hombre de 42 años muy serio y respetuoso con nuestras costumbres y lo conozco muy poco, solo lo he visto 5 o 6 veces y nunca solos, o prácticamente no solos”, al oír esto mi mente pensó lo que tenia que pensar y le dije, “joder que estamos en el siglo XXI, pero tú, ¿estas enamorada de él? ¿quieres casarte con el?” y ella no quiso contestarme diciéndome que siguiéramos con lo que estábamos. Lo que no me impidió decirle, “que esperas ¿estar como tu madre y tu tía, solas sin nadie, por vuestras costumbres?” y ella que ya empezaba a tener leves gemidos me dijo, “olvida eso y sigamos, además mi madre y mi tía están muy compenetradas entre ellas, no están tan solas”
Esas ultimas palabras y el tono sarcástico con las que las dijo me llamaron mucho la atención. Busque un bote de lubricante y ella me pregunto que era, le dije, “no seré quien te quite la virginidad, pero si seré el primero en follarte tu culito”creo que no se lo esperaba por la cara que puso. Sin decir nada mas coloque dos almohadones en el centro de la cama, luego la coloque boca abajo y ella me decía que eso no estaba bien y no sé cuántas cosas más. Mis dedos mientras ella hablaba, ya estaban en su culo y llenos de lubricante.
Coloque mi rabo en la entrada de su culo, le dije que no se preocupara y ella seguía diciéndome que no, que lo dejáramos, pero no se quitaba. En cuanto sintió mi capullo que se encajaba en la entrada de su culo, mordió la almohada. Me quede quieto, mientras la acariciaba y le iba diciendo cosas suaves, le describía como me sentía viendo a una mujer tan guapa, con un culo tan perfecto y prácticamente con movimientos lentos y muy suaves, iba metiendo mi rabo. Mi paciencia y mi buen hacer, hicieron que ella se fuera relajando, por lo que mi rabo entraba mas fácilmente. Era un culo muy apretado, lo que costaba más, pero el placer era mayor, por sentir como comprimía mi rabo.
Hubo un momento en el que me pidió que me parara, así lo hice y oía su respiración, que paso de ser muy fuerte a convertirse en un incipiente ronroneo acompañado de algún suspiro. Mientras estábamos así le decía, “cuando ese mamón te follé, estarás pensando en mí, pensaras en este momento y pensaras cuando será el día que nos veamos para follarte como mereces” Khaïra aumentaba su respiración y gemidos, seguí mi avance y le metí el rabo hasta el fondo, nuestros cuerpos se unieron y ella lanzo un pequeño grito. Ahora si empezó a mover su culo muy despacio. Acariciaba su culo mientras veía el movimiento que hacía. No me pude resistir y le di un pequeño azote, seguido de un par más. Khaïra con voz excitada me pregunto, “¿Por qué me haces eso?” y mi respuesta fue clara, “por puta y no darme tu virginidad” empezó a mover mas el culo.
Lo meneaba de tal manera, que al tenerlo tan apretado parecía que me iba a arrancar el rabo y cuanto placer me daba. Eso llevo a que azotase su culo en condiciones y a ella a gemir con mucha excitación. Quise sonsacarle algo más, ya que con el grado de excitación que tenia seria más fácil, “así que las zorras de tu madre y tu tía se consuelan entre ellas, menudas zorras” y ella solo me decía, “si son unas autenticas zorras, pero pobrecillas no tiene otra cosa”. Empecé a follarla con mas brío, la empotraba casi contra el cabecero y ya de ella solo salían gemidos, el no te pares y muchos “si, continua, mas fuerte”lo que nos llevó a corrernos juntos, llenando su culo de mi leche. Lo que me hizo gritar esa corrida, fue algo muy salvaje.
Nos quedamos tumbados y quise ahora mas tranquilos seguir sonsacándola. “Así que tu madre y tu tía… ¿ellas saben que tu lo sabes?”, muy relajada me respondió, “pero no se lo cuentes a nadie. Ellas no tienen ni idea de que lo sé. Las pille de casualidad un día que llegue antes de lo previsto a casa y las oí todas las guarradas que hacían, o eso pensé ese día. Ahora las entiendo”, “pues sigo sin entenderlas, las dos están muy bien, no tendría ninguna dificultad en encontrar a alguien”, ella moviendo con resignación la cabeza y mirándome me dijo, “es que no tienes que verlo desde tu perspectiva si no de la de ellas, entonces lo entenderías algo y en una cosa coincidís, que ellas piensan lo mismo de ti, que estas muy bueno y por eso no quieren que confraternice mucho contigo, porque eres la tentación el pecado, jaja”
Mientras se aseaba y se vestía le preguntaba si nos veríamos mas veces y ella me respondía que si no se enteraba nadie y lo guardábamos bajo secreto que sí, aunque no me tendría que enfadar si quedábamos algún día y no aparecía porque algunas veces ya fuera su madre o su tía la acompañaban y no podría. Que eran una caja de sorpresas. Cuando vio su móvil y miro la hora se asustó, se recrimino no haber puesto la alarma porque se le había echo muy tarde. La verdad que nos habíamos pasado en un poco mas de una hora. No quiso que la acompañara y se fue a toda prisa.