Una Pera muy Estimulante
Una tarde aburrida de domingo, se convierte en la excusa perfecta para dejarme llevar por el placer de la masturbación, únicamente llevado por mi imaginación...
Una tarde aburrida de domingo, se convierte en la excusa perfecta para dejarme llevar por el placer de la masturbación, únicamente llevado por mi imaginación...
De repente, sentí como un calor por mi cuerpo que no sé muy bien de dónde venía, pero me gustaba esa sensación. De pronto mi mano izquierda estaba metida dentro del pantalón. Las yemas de los dedos rozaban el tronco de mi polla y el lubricado glande y se sentía muy sensible.
Esa sensación de excitación me gustaba y quería que durase lo más posible, me senté en la silla de mi escritorio y continué con esa pera que la empezara de improviso. Mi polla estaba cogiendp dureza y cada vez estaba más y más lubricada. Desminuí el ritmo de la paja porquer personalmernte a mí no me gusta correrme pronto, sino quje todo fluya a su propio ritmo y con la ayuda de mi imaginacioón para que acabase de fluir todo eso.
Mi primera fantasía fue que una chica empezaba a besarme por el cuello, acariciaba mis `pezones que al contacto de sus llevan se ponian erectos y eso me ponía mucho tanto que casi me corro ahora al recordarlo, Mmmmm... Este calor es matador
Mi segunda fantasía fue la que yo hacía un trío con dos buenas amigas, La intensidad de la carga sexual de esta fantasía era tan bestial que no tuve más remedio que acelerar nuevamente el ritmo de la pera que decidí entregarme en cuerpo y alma a la sesión masturbatoría que me importaba muy poco que me descrubieran la gente que andaba por los pasillos de la casa y es más deseaba con todas mis fuerzas que me pillase alguien en esa situación porque para mí el morbode que me espìen y me descubran en esas situaciones tan morbosas.
en unos pocos minutos más mi cuerpo ya no pudo azguantar más el placer que tenía acumulado durante los 90 minutos de la pera/paja en un gran orgasmo que duró más de 40 segundos que fueron los 40 segundos de un placer muy intenso brutal que me dejó muy agotado. Me saqué la mano, me limpié la corrida con un Kleenex y salí de mi casa hacia la calle para pasear.