Una pequeña ciudad. (29)
Capítulos XXIX
La cena siguió con el segundo plato.
-Empezaremos por darles para invertir pequeñas cantidades, unos quinientos mil euros, pongamos que un mes y medio más tarde queremos los beneficios, si hay que esperar una semana más porque ustedes creen que vale la pena esperar, se hará. Nosotros nos llevamos los beneficios, ustedes su comisión y cada uno a su casa. Si todo va bien, la próxima vez pueden ser… digamos, cinco millones, hagamos unos cálculos rápidos, si consiguen un diez por ciento de los cinco millones, serán quinientos mil de beneficios, si ustedes cobran otro diez por ciento de comisión, se embolsarán cincuenta mil, no está mal para un mes y medio de trabajo. - Les dijo uno de los comensales más viejo.
-Si se cumple el ejemplo que os han puesto, la siguiente vez sería bastante más dinero, es decir, más comisión, calculamos que en seis o siete meses, solo contando con las comisiones que nos habrán cobrado, podrán financiar alguna cosa, sin tener que tocar nada de vuestro patrimonio. Nosotros te haremos ganar dinero, para que luego puedas invertirlo en otras cosas y ganar más dinero, os lo ponemos fácil.- Decía el más mayor de ellos.
-Sí claro, pero siempre saldréis ganando más vosotros.- Les recordaba Alba.
-Evidentemente señora, idiotas no somos.- Todos rieron a carcajadas.
Alba levantó las manos dándoles la razón disculpándose.
-Ustedes podrían dejarnos su dinero como cualquier otro cliente y sacarían un beneficio, no hacía falta esta cena ni que entremos dentro de su… ¿Club? Lo que hagan después con el dinero, como bien dicen a nosotros nos da igual.- Les reflexionaba Pol. No entendía tanto interés de aquella gente.
-Les seremos sinceros -Volvía a hablar el más joven- sabemos, que cuando les interesó, usted personalmente señor Ríos se hizo cargo de unas cuantas cuentas, lo que consiguió hacer con ellas en muy poco tiempo no lo ha hecho nadie, se lo estamos preguntando desde el principio ¿Qué podría llegar a hacer con mucho dinero durante un mes o mes y medio? Es lo que tardó en conseguirles unos estupendos beneficios a unos chavales, para que luego les trajeran el dinero de sus familias. Las familias que mueven los hilos de esta ciudad ¿Recuerda? Lo qué queremos es que haga lo mismo por nosotros, algo especial de lo que se ocupe usted personalmente.- Pol pensaba en silencio.
-¿Saben que para hacer eso hay que correr mucho riesgo? Invertir en sitios muy inestables y estar muy atento, y que nos puede salir mal, incluso perder dinero.
-Señor Ríos, nosotros no perdemos dinero nunca.- Se le escapó a alguien.
Se hizo un corto silencio.
-Tiene razón -Volvió a hablar el que presidia la cena- ni nosotros ni ustedes si deciden ayudarnos, nunca se perderá un dinero que le dejemos…
-O quedaría estancado, hasta que se recuperara la acción lo suficiente para poder vender y no perder demasiado.- Le cortó Pol.
-…y que recuperaríamos de una forma u otra, nosotros no perderíamos, bueno, en realidad a ustedes tampoco les interesan nuestras finanzas particulares. Lo importante aquí, es si ustedes, sobre todo usted personalmente señor Ríos, se haría cargo de nuestras cuentas.
-Saben, me cuesta entender lo que me están diciendo, es decir, me entregan miles o millones de euros, los invierto arriesgando mucho, si sale bien, ganamos todos, y si sale mal ¿Nadie pierde?- Preguntaba Pol extrañado.
-Ustedes no perderían, bueno sí, no cobrarían la comisión como es lógico, dejarían de ganar en todo caso. Nosotros perderíamos en el primer momento, pero después lo recuperaríamos.
-Si las acciones se han caído, hasta que no se vuelvan a levantar no se gana ni se recupera nada, y no se sabe el tiempo que puede pasar hasta que eso ocurra.- Insistía Pol.
-Señor, si no le importa deje que esos detalles los solucionemos nosotros. Ya le hemos dicho desde el principio que ustedes siempre estarían legalmente cubiertos.- Pol calló, entendió que esa gente tendría algún mecanismo, no muy legal precisamente, para recuperar su dinero.
-No se ofendan, hay maneras de hacer que unas acciones se recuperen y otras se estrellen…- Pol miraba fijamente al comensal que estaba diciendo eso.
-Sí, pero para eso se necesita…- Pol no quiso seguir hablando, tenía la sensación de que se metería en un berenjenal.
-¿Mucho poder?- Saltó riendo alguien de la mesa, contagiándole la risa a los demás.
Acabaron con el segundo plato y los postres, después se sirvieron los cafés y copas, que la gente se las tomaba de pie en corrillos y otros sentados. Alba y Pol se levantaron para estirar las piernas y aclararse la cabeza, el alcalde se juntó con ellos con su vaso de whisky en la mano.
-Señor Alcalde, yo pensaba que venía a una cena con gente de esta ciudad, con su grupo.- Comentaba Pol. El alcalde los apartó, a Pol y Alba, para hablar sin que nadie le escuchara.
-Escucharme los dos, no tenéis ni idea del poder que tiene esta gente, son lo que algunos tertulianos en las televisiones o periodistas llaman, mal llamados, las elites de este país, y digo mal llamados, porque en realidad son los putos amos, ellos lo deciden todo gobierne quien gobierne, porque el presidente de turno, sabe que si no les hace caso va a durar dos días en el cargo, y se le acaba el chollo. ¿Vosotros habéis visto cerrar un banco por mala gestión? ¿A una empresa energética? ¿A las grandes empresas de este país? Ya me respondo yo, no, no lo habéis visto, ni lo veréis. Porque cuando hacen un negocio, si no les funciona, ya está el gobierno y el país detrás para pagárselo…
-¡Joder alcalde! Pero eso lo pagamos todos coño.- Se alteraba Alba enfadándose.
El alcalde la miró con una sonrisilla de complicidad.
-Vosotros estáis en un punto buenísimo, quieren que todo lo que hagáis sea legal, porque les interesa a ellos, ya lo sé. La pregunta es sencilla ¿Queréis ser parte de la gente que nunca pierde? o ¿De los que pagan todo como corderitos? Vosotros decidís. Mirar, no soy un iluso, esta gente nunca dejará que vosotros o yo, lleguemos a tener el dinero o el poder que tienen ellos, eso lo quieren para ellos y es un circulo muy cerrado. Pero estando en su órbita, se gana muchísimo dinero, y recordar que no se pierde, en poco tiempo como os han dicho, seréis los propietarios de todo el edificio donde estáis ampliando la empresa, y si queréis invertir lo haréis en otros edificios, eso no será un problema. Tomaros unos días para pensarlo, os daré mi teléfono particular y el lunes me dais una respuesta.
Cuando el alcalde se apartó, los vinieron a buscar otras personas para integrarlos en un corrillo, parecía que estaban esperando, que todo estaba orquestado, claro que estaba orquestado, esta gente no deja nada al azar, pensó Pol. Del corrillo, unos salían y otros entraban, básicamente les explicaban las excelencias de estar de su lado y les hacían la pelota. Alba los tenía calados, sabía que les estaban dorando la píldora.
Cuando se despidieron de todos, el alcalde se quedó el último.
-Pensároslo bien chicos, en todas partes funciona igual, no creáis que es solo en este país. Tenéis una gran oportunidad, espero que no la desaprovechéis. Y no preocuparos, no tenéis instalado ningún sistema para espiaros, ni en la empresa, ni en vuestra casa, ni en ningún sitio, simplemente esta gente lo sabe todo.
Alba y Pol volvieron a su casa en el coche callados, les costaba digerir lo que habían vivido en esa cena.
…
Esa misma noche Laura y Mélani cenaban juntas en el apartamento de Laura, no pudieron salir con los chicos porque tenían trabajo acompañando al alcalde a un evento. Lo que no sabían era que en ese evento también estaban Pol y Alba como ‘Artistas invitados’.
-Sé que llevamos solo unos días saliendo con estos chicos, pero me gustaría saber tú opinión ¿Tú crees como yo que podríamos intentar tener una relación con ellos? Quiero decir…
-Algo más serio –Siguió la frase Mélani.
-Sí, no sé, dar un paso más, a mí es que Pardo me gusta mucho, es la primera vez desde hace mucho que creo que me podría enamorar.- Se explicaba Laura.
-¡Qué tía! ¿Qué te podrías enamorar o lo estás ya? Porque yo diría que ya lo estás.- Reía Mélani.
-Pues a ti con Ángel se te ve muy bien, no me dirás que te da igual.
-Es que son muy buenas personas, atentos, cariñosos…- Decía Mélani.
-¡Ja! A ti también te gustaría emparejarte.
-Pues no estaría mal la verdad, tener a alguien a quien querer, pasear de la mano, tener momentos de mimos, ya no me acuerdo cuando fue la última vez que hice todo eso.- Decía Mélani ilusionada.
Las dos se quedaron en silencio, con caritas de enamoradas pensando en ellos.
-Son muy buenos chicos, se les nota que tienen buen corazón.- Volvía a decirlo de ellos Laura.
-Esto lo tenemos que pensar bien, porque si queremos dar un paso adelante como relación, no podemos seguir haciendo lo que hacemos, que relación seria si follamos los cuatro juntos. Tenemos que empezar a salir por separado, cada pareja a su rollo y a ver cómo nos va.- Decía muy seria Mélani.
-Estoy completamente de acuerdo.
-Por cierto ¿Tu sabes algo de la cena que tenían hoy tú hermano y Alba?
-Lo mismo que tú, que era una cena de empresarios según ellos, no es de extrañar, se están convirtiendo en unos empresarios con éxito en la ciudad.
-Es que hoy nos hubiera venido bien cenar con ellos.
-Pues mira, yo creo que no, con ellos no hubiéramos hablado de los chicos como hemos hecho aquí.
-Tienes razón, eres consciente que a partir de ahora nos puede cambiar la vida
-Lo soy, y tengo ganas de tener una pareja como Pardo, es guapo, está fuerte, es cariñoso, es que no paro de encontrarle cosas buenas oye.
-Porque estás enamorada tonta.- Se cachondeaba Mélani.
-Anda que tú no lo estás de Ángel, te cambia la cara cuando lo ves.
-Que sí, que yo estoy igual que tú, se me caen las bragas cuando lo veo ¿O es que a ti no?- Confesaba Mélani.
-Sí, a mí también me pasa, lo reconozco.
Las dos reían contentas.
Alba y Pol no quisieron hablar de la cena aquel mismo día, era tarde y los inputs habían sido muchos, lo dejaron para discutirlo en la oficina, así que la siguiente mañana estuvieron en el despacho de Alba reunidos, pensando en los pros y los contras. Precisamente lo que más les preocupaba, era que no encontraban ningún ‘contra’, se lo habían vendido de una manera tan bonita que daba miedo. Tenían la idea que aquella gente, les explicó algunas cosas dando por sentado que ellos no se negarían a entrar ¿Y sí lo hacían y no aceptaban? ¿Podrían seguir trabajando como hasta ese momento? o ¿Tendrían injerencias en su trabajo para hundirlos?
Lo primero que decidieron fue que lo que les ofrecían, era demasiado importante como para dejarlo pasar, poder trabajar con el dinero de las familias o personas más importantes del país, para alguien ambicioso en su trabajo como ellos, era demasiado apetitoso.
Segundo, que tenían que protegerse de alguna manera ¿Y sí las cosas no iban como pensaban que irían y se les iba todo a la mierda? Para ello tuvieron una idea, crear una nueva empresa, les darían el gusto a algunos y le pondrían de nombre ‘Inversiones Ríos y Jiménez’. Empezar un grupo empresarial, de momento con dos empresas, tenían la idea, que el día que tuvieran que financiar algún proyecto, como les dijeron, hacerlo desde otra nueva empresa, seguramente ‘Financiera Ríos y Jiménez’, o algo parecido. Es decir, lo que buscaban era tener una empresa diferente para cada petición que les hicieron, invertir su dinero desde la inversora, y financiar desde la financiera, los clientes de siempre seguirían con la actual, las nuevas empresas solo trabajarían con ‘ellos’. Si pasaba algo desagradable, se deshacían de la empresa implicada y podrían seguir trabajando con las otras, manteniendo siempre ‘Inversiones Pol Y Alba’ fuera de todas las posibles mierdas.
Para empezar estaban de acuerdo, se levantaron y chocaron las manos, dando por acabada la reunión. Antes de que Pol saliera del despacho de Alba le sonó el móvil, un llamada desconocida. Era la voz cantante de la cena, el más joven de los asistentes.
-Hemos pensado, que antes de que nos deis una respuesta, queremos haceros llegar algún dinero para que nos lo inviertas, como muestra de buena voluntad, recuerda, a un mes y medio o dos como mucho. Guárdate este teléfono para hablar directamente conmigo, te enviaré un mail para que nos envíes la documentación necesaria para empezar. Por cierto, gracias por asistir a la cena y déjeme que le dé un consejo, yo de ustedes para vivir más tranquilos crearía otra empresa, sobre todo por su tranquilidad, y para no mezclar nuestros negocios con los que ya tienen. Buenos días señor Ríos.
Pol se había parado para escuchar a aquel tipo en la puerta del despacho de Alba, escuchar, porque no le dejó hablar, cuando colgó le hizo una señal a Alba para que saliera, le habló al oído muy flojito para que nadie se enterara.
-Ya estás tardando en encontrar al profesional que busque si hay micrófonos ocultos, aquí y en casa.
Alba le miró directamente a los ojos y él le enseñó el teléfono, se entendieron a la primera. Mientras Alba hacía las llamadas pertinentes para encontrar a alguien que pudiera hacer ese trabajo, Mélani estaba en el ayuntamiento ocupada con unas gestiones para la empresa, al salir vio un coche oficial aparcado delante de la puerta, al lado estaba Ángel distraído mirando pasar a la gente. Mélani se acercó.
-Hola, que sorpresa.- Lo saludaba una ilusionada Mélani.
-Hola ¿Qué haces por aquí?
Mélani le fue a dar un piquito y él desvió los labios dándole un beso en cada mejilla. Ella notó algo raro.
-¿Te pasa algo?- Le preguntó buscando una razón.
-Estoy en el trabajo Mélani.- Fue la respuesta seca y con prisas.
Mélani giró la cara en señal de no estar de acuerdo con él, vio a Pardo un poco más abajo, en la acera, hablando con una chica uniformada con traje como ellos, agarrados de la mano.
-¿Y eso?- Le volvió a preguntar a Ángel, girando los ojos señalándole a su compañero.
-Es una compañera, con la que tiene una relación seria…
-¿Perdona?- Le salió de la boca a Mélani de la sorpresa.
-Ella estaba de vacaciones, ahora que ha vuelto no podremos quedar como antes, y menos en su apartamento, tendremos que esperar que la compañera trabaje alguna noche…
-Espera, espera ¿Me estás diciendo que Pardo tiene una relación seria? ¿Y nosotras que somos?
Ángel se rascó la cabeza, estaba viendo llegar una tormenta.
-Creo que está muy claro, con las cosas que hacemos, oye, que están muy bien para pasar el rato pero…
-Claro, os creéis que somos unas putas, que solos servimos para pasar el rato y no se puede tener una relación ‘seria’ ¿No?- Empezaba a estar cabreada Mélani.
-¡No me jodas Mélani! ¿De verdad pensabais que podíamos llegar a algo más?
Pardo, que los vio discutir en medio de la calle, se fue alejando con su novia, se dio cuenta que algo no iba bien.
-Ahora seguro que no gilipollas. Voy a hacer una cosa, le voy a contar a la compañera cornuda, lo que habéis hecho con nosotras, a ver qué opina.
-No, no, Mélani por favor…- Le sujetaba por el brazo Ángel, al ver que Mélani hacía el gesto de caminar detrás de ellos.
-Suéltame gilipollas, si no quieres que te pegue una patada en los huevos y te desgracie, cabrón.- Se soltaba ella pegando un tirón del brazo muy enfadada.
-Mélani mujer, podemos seguir quedando de vez en cuando, nos lo pasamos bien ¿No?
-Queda con el cabrón de Pardo y su novia la cornuda, seguro que os lo pasareis muy bien los tres cabrones, o si no, quedáis vosotros y os dais por culo uno al otro, que os va a gustar gilipollas.
Mélani se fue enfurecida sin girar la vista atrás, él abría las manos como si no entendiera que estaba pasando. Cuando llegó a la oficina, fue directamente a la planta donde estaba Laura, entrando en su despacho cerrando la puerta, se sentó delante de ella, con una cara que Laura pensaba que se estaba acabando el mundo, o algo así.
-Dime algo que me estás acojonando.- Laura hablaba y la miraba fijamente.
-Que par de cabrones, vaya dos cabrones…
-¿Quiénes son unos cabrones?- Insistía Laura sin entenderla.
-¿Quiénes van a ser Laura? ¿Andy y Lucas? ¿Simon and Garfunkel? ¿Los Amaya? Si te digo que son unos cabrones ¿De quién coño te voy a estar hablando?
-¿De Pardo y Ángel?
-Claro coño, a veces pareces tonta de verdad…
-Mélani no empieces ¿Qué ha pasado?
-Me los he encontrado en la puerta del ayuntamiento ¿Sabes que Pardo tiene novia seria? ¿Y qué van con nosotras porque somos unas putas que hacemos de todo? Y claro, nosotras no somos para tener nada ‘serio’, para eso se buscan a otras, nosotras solo para follar, como no podrán hacer en su puta vida con las otras.
Laura se quedó helada en la silla, miraba a Mélani y no la veía. Hasta que reaccionó.
-Así ¿Los planes que habíamos hecho en la cena de ayer?
-A tomar por culo Laura, a tomar por culo se han ido. Al mismo sitio que he enviado a esos dos…
-Cabrones, ya lo sé.
Mélani estaba indignadísima y Laura no sabía reaccionar.
-¿Quedamos para cenar hoy y lo hablamos con más tranquilidad?- Proponía Mélani.
-¿Cenamos con Alba y Pol y se lo explicamos?- Contestaba Laura.
-Un poquito de reparo sí que me da…
-Son de la familia Mélani, con ellos podemos ser sinceras y hablarlo juntos.
-Vale, ya verás lo que nos va a decir Alba.
-Ya la conoces, nos reñirá como una madraza y ya está.
Se despidieron con una sonrisa forzada, Laura llamó por línea interna a su hermano, para confirmar la cena de aquella noche en su casa. Alba vio colgar el teléfono a Pol.
-¿Pasa algo Pol?
-Esta noche van a venir a cenar Laura y Mélani.
-¡Hostia! A esas dos ya les ha pasado algo.
-Por la voz que hacía Laura, me parece que ya la han liado.
-Esta noche lo sabremos. Por cierto.
Se acercó hablándole al oído.
-Mañana vendrán a buscar aparatos espías, por la mañana aquí, y por la tarde los acompañaré a casa para que busquen también.
-Después de comer, me iré a casa para buscar opciones interesantes para invertir con los nuevos clientes.- Le comentaba Pol a Alba.
-Mañana podremos firmar la nueva empresa y abrir la cuenta asociada.- Confirmaba Alba.
-Pues mañana mismo les pasaremos la documentación, a ver cuánto querrán invertir esos.- No se le notaba a Pol muy convencido.
-Vámonos a comer y nos vamos para casa, si pasa algo ya nos avisarán.- Acabó la conversación Alba.
Por la tarde trabajaban los dos en el despacho de su casa, uno delante del otro, los dos con los portátiles abiertos, él revisando mercados y acciones, ella buscando información de empresas por internet y en revistas o diarios. Anotaban lo que les parecía interesante en un block, comentaban algunas cosas puntuales y seguían investigando, se les pasó la tarde volando, trabajaron hasta que llamaron a la puerta, conscientes de quienes estaban llamando.
Entraron Laura y Mélani como dos corderitos, se saludaron, las chicas salieron a tomar la fresca al jardín y Pol fue a buscar cervezas. Se sentaron y se miraron los cuatro callados, Alba y Pol esperando que les explicaran algo, y ellas dudando de cómo exponerles lo ocurrido. Después de un buen trago de cerveza Mélani se decidió.
-Supongo que ya os imagináis que ha pasado algo para que vengamos a cenar, pues sí, ha pasado algo. Y lo importante es que hemos sacado dos conclusiones. Una que no se puede ser demasiado liberal sexualmente, porque la gente es gilipollas, y te confunden con una puta que solo vales para meterla. Y dos, que no tenemos ni puta idea de cómo es la gente, nosotras pensábamos que eran buenos chicos, y resulta que son los más cabrones que te puedes tirar a la cara.
Se volvieron a mirar callados otra vez. Hasta que…
-Los escoltas.- Dijo Pol tranquilamente.
-Los hijos de puta.- Levantó la voz Laura enfadada.
-Eso, eso, hijos de puta cabrones, que es lo que son.- Reafirmaba Mélani.
-A ver chicas si lo he entendido -Decía Alba relajada- con todo ese rollito que teníais de tríos y orgías entre vosotros, habéis conseguido que piensen que sois unas putas que solo servís para follar, cuando vosotras habéis querido tener una relación, os han tratado como…
-Cómo putas, tienes toda la razón.- Confirmaba Laura que se le humedecían los ojos.
-No llores Laura, que no se lo merecen.- Le daba fuerza Mélani.- con todo lo que le hemos dado nosotras…
-Es que os habéis equivocado.
-Ya lo sabemos Pol, por eso he empezado explicando nuestras conclusiones.- Se defendía Mélani.
-Pol no se refiere a eso -Volvió a hablar Alba- lo que dice es que os habéis equivocado en el orden…
Laura y Mélani abrían los ojos y las orejas poniendo toda la atención.
-…primero, tendríais que haber conseguido la relación seria, y después, ser lo putas que os hubiera dado la gana con ellos.
-¿Qué quieres decir con eso Alba?- Preguntaba interesada Laura.
-Que yo, con tú hermano soy la más puta que te puedas tirar a la cara ¿Verdad cariño?
-Sí mi amor, es verdad, es mi putita para lo que yo quiero.
-¡Joder Alba!- Se sorprendía Laura.
-¿Yo también quiero ser tú puta Pol?- Saltaba Mélani.
-Tú cállate o me levantó y te reviento la cara.- Le amenazaba Alba.
-Ya empezamos con la violencia.
Los cuatro se partían de risa.