Una peli con Marta

Historia sobre un encuentro con una amante, una feliz tarde en la que una película acabó derivando en algo más.

Hola, es mi primer relato, así que espero ir mejorando. Espero que os guste.

Para mis relatos usaré nombres inventados, por privacidad.

Llevaba varias semanas quedando con una chica de la Universidad, de mi carrera, pero varios cursos por debajo del mío. Nos habíamos conocido por unos amigos en común, y aunque de primeras no pasó nada, tiempo después había surgido la chispa.

Me describiré: Me llamo Demon ( inventado, claro), tengo 25 años, del sur. Soy moreno, mido 1,75, 70 kg, ojos oscuros, con barba, complexión normal, aunque voy al gym.

Ella, cuyo nombre será Marta, tiene 21 años, morena de pelo largo, 1,65, delgada, ojos oscuros y grandes, tetas pequeñitas pero un culazo increíble.

Quedamos una tarde de domingo en su piso, para ver una peli. Yo llevaba un par de pelis descargadas en un pen, para evitar que se quedara pillada la peli. Abrió la puerta y allí estaba Marta, con una sonrisa radiante. Nos besamos y fuimos a su habitación. Marta puso el portátil en una silla frente a la cama, y ambos nos tumbamos en la cama, yo detrás de ella. Al poco de empezar la peli empecé a besar su cuello, con suavidad. A los cinco minutos ya ninguno de los dos estaba pendiente de la peli. Pasé mi mano por su entrepierna, y noté el pantaloncito corto que llevaba ya húmedo:

-No veas, no?- gimió ella, con voz suave

Seguí frotando, con delicadeza, hasta que se dio la vuelta y empezamos a besarnos, con pasión Le quité la camiseta y el sujetador dejando sus pezones duros como rocas a mi vista, ante la cual no dudé en chupárselos, morderlos. Marta gemía ya sin pudor alguno, y yo seguí bajando, retiré el pantalón, y le quité el tanga negro que llevaba con la boca Sin dudar, empecé a lamer sus muslos, primero uno, luego el otro, pasando mi lengua por su rajita, ya empapada. Después metí dos dedos en su coño, penetrándola despacio, mientras con mi lengua jugaba ahora en su clítoris.

-Joder, cómo me lo comes….uff- gemía ella, poniendo su mano en mi cabeza.

-Te gusta eh- decía yo sin parar de darle placer.

-Sii, verás ahora cuando se cambien los papeles.

Seguí disfrutando de su sabor, de su flujo, hasta que empezó a correrse en mi boca. Qué rico.

-Me toca-dijo ella con cara de traviesa, y a continuación pasó a ponerse encima de mí. Me quitó la camiseta, recorriendo mi cuerpo con su boca, me quitó pantalones y ropa interior con rapidez, y se la metió en la boca. Cómo chupaba. Con un sube y baja continuo, con una mano agarrando mis huevos, me estaba llevando a la gloria. Tras varios minutos le avisé que me iba a correr, ante lo cual no paró, recibiendo mi corrida en su boca. Siguió chupando varios minutos más, hasta que le dije que parara.

Ella, obediente, se puso a 4 patas, y tras ponerme el condón comencé a martillear su coño, a ritmo intenso. Sus compañeros de piso, si estaban, tenían que estar oyendo todo, y los vecinos también. Seguí dándole, mientras tiraba de su pelo y le daba azotes en el culo, notaba lo mojada que estaba, y cómo le estaba reventando.

Paramos, y ella se puso encima. Colocó mi polla dentro y empezó a cabalgarme como una amazona. Menuda imagen tenía ante mis ojos, una diosa cabalgando mi polla sin descanso Tiré de ella hacia mí, comiéndole la boca, pellizcando sus pezones, y dándole caña desde abajo. Su orgasmo fue instantáneo, noté cómo se corría, las contracciones que estaba sufriendo. Pero no paramos, siguió cabalgando.

Después ella se levantó, se fue hacia su escritorio y se puso en pompa. Joder, me tenía a mil y fui tras ella, sin dudarlo. Se la metí sin compasión, y ella se recostó sobre el escritorio, disrutando de la follada. Le puse la mano en la boca y le di más fuerte, sin parar. De nuevo, contracciones en su coño. Yo veía próxima mi corrida.

-Marta, me voy a correr ya, le susurré al oído.

Ella se la sacó, se dio la vuelta, y se arrodilló ante mí. Tras quitarme el condón, se la metió en la boca y me la comió a un ritmo infernal, por lo que finalmente recibió mi corrida en su boca. Se la tragó, se levantó y  me guiñó un ojo, divertida.

No tuve más remedio que comerle la boca.

Espero que os haya gustado, para ser el primer relato.

Agradeceré los comentarios que  pongáis, y si alguien quiere ponerse en contacto, mi correo está en el perfil.

Demon.