Una pareja un poco extraña
Una compañeraa que me enseño algunas cosas.
Este relato es totalmente verídico. Ocurrió hace unos años. Y entonces tenía 26 años.
Yo trabajaba en un restaurante y venia de extra una camarera que tenia 31 años. LA verdad que estaba pero que muy bien, una cara bonita y un precioso cuerpo ha pesar de ser algo bajita. Como solo venia ella los fines de semana me costo algo mas coger un poco de confianza con ella. Pero aun así tenia un humor muy pícaro y provocador. Yo deseaba que llegara el fin de semana para verla. Al entrar entrabamos a la misma hora y yo intentaba llegar antes para poder estar con ella fuera del trabajo y ver así si podía quedar con ella. Un fin de semana la trajo un hombre de unos cincuenta tantos, bastante estropeado. Ella se bajo y vino donde yo estaba sentado. El un par de minutos mas tarde se acerco ha nosotros y tras presentárseme como Javier estuvimos hablando unos minutos. Yo creí que seria su padre y mi sorpresa fue al preguntarle ha Silvia que me contento que era su marido.
Yo me hacia cruces como una tía que estaba tan buena podía estar con un tío así de estropeado.
A la semana siguiente Silvia me dijo que tenían el coche en el taller que no sabia como se iría y yo me ofrecí a llevarla. Ella me dijo que yo plegaba antes, que le salía mal. Y yo le dije que le costaría una cerveza que la esperara. Sonriendo me dijo que por ella encantada.
Así que tras esperar algo mas de una hora fuimos ha tomar una copa y mientras hablábamos salían bromas bastante picaras y subidas de tono. Estuvimos un par de horas y la lleve así casa. Me invito ha pasar y le pregunte por Javier su marido. Dijo que le estaría esperando que como el no trabajaba se le hacia de madrugada y dormía de día. Una vez en su casa pasemos ha sentarnos en el sofá y Silvia nos puso una copa a cada uno. Tras ir al servicio aprovecho para cambiarse y ponerse cómoda. Mientras Javier y yo hablábamos de que dentro de poco se trasladaban ha otra población ha unos veinte kilómetros.
Al aparecer Silvia me quede sorprendido de cómo se había puesto cómoda. Ya que solo llevaba una camiseta vieja que dejaba adivinar que no llevaba sujetador y dependiendo de la intensidad de la luz trasparentaba levemente sus pezones. Llevaba unas braguitas tanga negras que se podían ver ha través de la camiseta.
Se sentó al lado de Javier y yo estaba de frente a ellos en un sillón. Estuvimos hablando de todo un poco y yo no podía evitar la mirada entre las piernas de Silvia que de vez en cuando me dejaba ver un poco sus braguitas. Tras un par de horas decidí irme ya ha mi casa ha descansar.
Esa misma noche no podía evitar de pensar en Silvia lo buena que estaba a pesar de tener poco pecho para mi gusto.
Llego por fin el siguiente Viernes y me ofrecí ha llevarla de nuevo. Me miro con una cara picara y sonriendo, Me dijo que venia ha buscarla Javier. Poco ha poco fuimos cogiendo bastante confianza los tres.
Javier era un tío que no le gustaba nada trabajar y pese a que tenia escusa por su espalda. Llego el día de la mudanza y Silvia me pidió si podía ayudarles que alquilaban una furgoneta grande y Javier no se atrevía a llevarla por esas calles tan estrechas Ya que mucha cosa la habían llevado con el coche. Así que quedemos para hacerlo por la noche por horarios de trabajo. Ese día fui con Silvia ha buscar la furgoneta por la tarde y nos fuimos para trabajar. Me pillo varias veces mirándole las piernas y me miraba sonriendo.
Al plegar la espere y nos fuimos directos para su piso viejo. Mientras cargábamos surgieron algunos roces. Y todo eran miraditas. Pero nada más. Al segundo viaje terminemos y una vez todo descargado. Fui ha aparcar la furgoneta y volví a su casa. Ya que me dijeron de comer algo. Al volver a su casa Silvia estaba en la ducha y mientras Javier guardaba unos papeles me senté en el sofá. A los pocos minutos apareció Silvia recién salida de la ducha, otra vez con su camiseta fina casi trasparente de tantas lavadas. Que debido a la humedad de su cuerpo se le marcaban perfectamente los pezones y llevaba unas braguitas tanga rosas. Me dijeron que como era tan tarde que me quedara a dormir en su casa y acepte ya que estaba cansado. Me dijeron de pegarme una ducha mientras preparaban algo para comer y así lo hice. Ya en la ducha Silvia pico en la puerta del baño y entro con un pantalón de deporte de Javier para que estuviera cómodo y no tener que ponerme la misma ropa. Después de picar algo sentados en el sofá Silvia puso unas copas y al sentarse pude ver como se le marcaba el coñito en sus braguitas rosas. Yo no podía evitar la mirada ya que los ojos se me iban solos. Javier se dio cuenta e iba poniendo su mano por la rodilla de Silvia subiendo por su muslo. Ella se dejaba hacer. Al cabo de un rato ya cansados decidimos ir ha la cama. Ami me dejaron la habitación de en frente ha la de ellos. Se les escuchaba susurrar pero sin escuchar nada de lo que hablaban. A los pocos minutos vino Silvia preguntando si estaba despierto y le dije que si. Me dijo si quería ir con ellos y así poder ver la tele y hablar un poco más. Les dije que si. Así que le seguí y al entrar en la habitación ella se metió en la cama. Yo me senté en un sillón que había al lado y Silvia me dijo bromeando ¿Qué si era tonto? Que me metiera en la cama con ellos que estaría más cómodo. Me metí con ellos en la cama. Estaba bastante pegado a Silvia mientras veíamos la tele y comentábamos algunas cosas.
Silvia dijo: Joder que calor me ha entrado y se quito la camiseta dejando sus tetas al descubierto y se tapo justo a la altura del pecho, se saco las bragas y nos pregunto que si no teníamos calor, le conteste que si que también me había entrado calor. Yo estaba tapado hasta la cintura solo. Y me dijo que me quitara el pantalón para estar más cómodo. Al par de minutos de quitármelo empezó ha acercar su brazo hasta rozar mi polla que ya estaba en erección. Me miro y con la sonrisa lo dijo todo.
Javier poco tardo en decir que se iba a la terraza y le pidió ha Silvia una libreta de los gastos que iban apuntando. Silvia se levanto totalmente desnuda y cogió su bolso sacando la libreta, se la dio a Javier y yo aproveche para repasar a Silvia por todo su cuerpo. Javier se fue a la terraza y ella volvió a la cama conmigo. Al subir su rodilla a la cama pude ver su rajita que tenia bastante vello dejando un triangulo muy apetitoso. Se tumbo ha mi lado bastante pegada ha mi y puso su cabeza sobre mi pecho, poco a poco acerco su mano hasta mi polla y deslizándola por encima de mi polla llego hasta mi pecho. Yo la mire y me dijo.
No veas como estas ¿no? Que tenía que tener mucho calor. Y me destapo clavando sus ojos ha mi polla y volvió ha taparme.
Me empezó ha besar por el pecho mientras deslizaba su mano por mi polla.
Le pregunte ¿Y si venia Javier?
Me contesto que Javier no vendría en un par de horas y que no me preocupara porque lo sabia ya que el no podía dar la talla con ella y tenia su permiso.
Así que se acerco mas ha mi boca y empezó ha besarme, mientras me tocaba la polla. Fue deslizando sus labios hasta llegar a mi polla y empezó ha lamerla, Yo empecé ha tocar sus tetas pellizcándole los pezones y ella se iba metiendo mi polla en su boca. Le pedí que siguiera que no parara. La verdad que lo hacia de maravilla y tenia una garganta bastante profunda ya que se la metía toda. Estuvo así hasta que le pedí que parara que me correría y ella continúo acelerando el ritmo hasta que acabe en su boca y se lo trago todo, la limpio con su lengua y estuvo unos minutos mas lamiéndola. Después fue subiendo mientras besaba mi cuerpo hasta llegar a besarme en la boca de nuevo y se sentó encima mío dejando su coño pegado a mi polla que se restregaba mientras nos besábamos.
Después la tumbe en la cama y empecé ha recorrer su cuerpo hasta llegar a su coño que coloque sus piernas sobre mis hombros y empecé ha comérselo todo mientras le pellizcaba los pezones. Empezó ha gemir pidiendo que no parara hasta que se corrió en mi boca. Después se puso encima mío haciendo el sesentainueve, y volví ha chuparle su rico clítoris y ella me lo restregaba por la boca mientras se metía mi polla en la boca.
Empecé ha frotar mi pulgar por su culo y tras lubricarlo con su propio flujo empecé ha metérselo en el culo. Que le encantaba ya que gemía mas fuerte todavía y poco tardo en volverse ha correr. Silvia salió de encima de mí y se coloco a cuatro patas pidiendo que la follara. Me coloque detrás de ella y fui introduciendo mi polla en su coño y se la clave de golpe soltó un fuerte gemido y con su mano se la saco y fue metiéndosela en su culo. Poco a poco se la iba metiendo y ella empujando hacia atrás se la metió toda. Empecé ha embestirla y ella pedía que lo hiciera mas fuerte y empecé ha follarla fuerte soltándole algún cachete en su culo y estuvimos así unos minutos que acabo corriéndose de nuevo, continúe hasta que veía que me correría y pare diciéndole que quería follar su coño y me tumbo sentándose encima mío empezó ha meterse mi polla en su coño moviéndose hasta conseguir que me corriera y le pregunte donde quería y me dijo que quería notar mi leche en su coño así que me corrí dentro de su coño. Se Movió hasta notar los últimos borbotones de leche y se salió metiéndose mi polla en su boca y limpiándomela. Me dijo que le había encantado y que había que repetirlo.
Nos fumemos un cigarro y me fui a la habitación que tenía preparada. Al rato subió Javier y poco tarde en quedarme dormido. Al día siguiente me desperté y baje al comedor que ya estaban ellos despiertos. Silvia preparo café.
Y Javier Actuaba como si no hubiera pasado nada. Silvia me miraba muy sonriente.
Después de almorzar fuimos yo y Silvia a devolver la furgoneta y Javier me dijo que cuidara de Silvia con una sonrisa en la boca y mirada cómplice.
Ese mismo día estuve hablando con Silvia de lo sucedido, que no entendía nada. Que una cosa era un trió o que el estuviera presente y otra que se fuera de la habitación. Que por mi mejor así ya que había conseguido lo que tanto esperaba. Acostarme con ella.
Silvia me conto que Javier la había introducido en el mundo liberal desde los veinte años y que en cenas de negocios montaban fiestas y en ocasiones le tocaba animarlas. Que claro se haba acostumbrado a tener mucho sexo que ahora no podía darle y para que no le dejara hicieron un pacto que mientras estuviera con el tuviera sexo con quien quisiera. Que prefirió hacer eso ha arriesgarse a que le dejara ya que había conseguido en hacerla una autentica viciosa.
Pasaron unas semanas y yo y Silvia nos íbamos viendo más de lo que Javier sabía. YA que repetir tantas veces con la misma persona, no le hacia gracia a Javier. Por eso muchas veces nos veíamos sin que lo supiera.
Poco ha poco fuimos hablando de gustos de vestir y preferencias sexuales. Y nos íbamos contando cosas personales. Que hubo un tiempo que Javier le hacia ir con faldas muy cortas sin nada debajo y chaquetas tipo americanas sin nada debajo. Y le hacia enseñar en las reuniones de negocios y cosas por el estilo. Le dije que me encantaría ver la así y en acción mas todavía. Que me encantaría depilarle el coño totalmente depilado.
Al cabo de dos días volvimos ha quedar. Me vino ha buscar al trabajo. Me espero dentro de su coche y al salir me pito. Me acerque a ella y me dijo de ir ha tomar algo. Me subí en su coche y fuimos a un hawaiano que había cerca de allí. Al bajar del coche me di cuenta de cómo iba vestida. Llevaba una americana negra sin nada debajo una minifalda muy cortita con medias de liga y zapatos de tacón. Estaba impresionante.
Entremos y nos sentemos en una mesa y tras pedir la consumición me pregunto.
¿Si así era como quería verla? Le conteste que si que estaba impresionante. Y ella me dijo pues no lo has visto todo.
Tras traernos las consumiciones ella se acomodo mas y empezó ha besarme. Poco a poco se fue abriendo la americana dejándome ver parte de sus tetas. Y estuvimos jugando un poco.
Al lado había una mesa con cuatro chicos y no apartaban la mirada de Silvia. Yo se lo comente y me dijo pues ahora van ha sufrir mas.
Se sentó de espaldas ha mi apoyándose en mis rodillas y en esa postura me volvió ha besar, yo pase mi mano por su cintura y ella enseguida me la puso en sus tetas. Se abrió ligeramente la americana dejando ver parte de sus tetas. Y nos íbamos besando.
Me pregunto ¿Si me gustaba la situación? A lo que conteste que si.
Yo me cortaba un poco pero me daba morbo la situación.
Se aseguro que no pasara el camarero y se termino de abrir la americana. Los chicos que habían frente a nosotros no paraban de mirar. Y ella sonriendo dijo ahora viene el remate. Se volvió ha acomodar flexionando las rodillas y dejando ver perfectamente su coño, poniendo mi mano en el y empecé ha tocárselo. Los chicos ya miraban con total descaro mientras hablaban entre ellos. Estuvimos así unos minutos mas y nos fuimos de hay acabemos follando en el coche como locos.
Javier se entero de que nos veíamos mas de la cuenta y freno la relación viéndonos solo en su presencia hasta que se en frio del todo.