Una paja en los baños públicos con un desconocido
Sin querer , me encuentro en una morbosa situación con un desconocido , en los baños públicos de un mall.
Tuve que ir al centro a cotizar unos autoadhesivos, y como me pillo la hora de almuerzo, decidí almorzar en un céntrico mal de la ciudad. Luego de comer (comida chatarra), que al parecer me cayó mal y me dieron ganas de ir al baño.
Como no me gusta ir a cualquier baño que no sea en mi casa, algo escrupuloso, no era habitual que lo hiciera, pero la necesidad fue más grande y entré a los baños públicos. Afortunadamente estaban muy limpios y para tener más intimidad, me dirigí al último de los habitáculos. Casi de inmediato evacué, solucionando mi problema, limpiándome y tirando la cadena. Sin embargo, me quede ahí sentado, con el culo y mi verga al aire, revisando los mensajes de mi teléfono, cómodamente ya que adentro estaba mucho más fresco que afuera.
Estaba en eso, cuando alguien ocupa el habitáculo del lado. No le presté mayor atención, hasta cuando veo la punta de su zapato traspasar la parte de abajo del habitáculo, casi tocando el mío. Había leído algún relato de lo que pasaba a veces en estos habitáculos de los baños público y pensando en eso, corrí mi pie un poco más arriba, pero bien cargado para el lado del otro habitáculo viendo que pasaba, ya que me llamó mucho la atención que traspasara tanto hacia mi lado. Al minuto, veo como el zapato del lado, sigue mi zapato, quedando muy cerca del mío.
Sin ser gay, pero algo curioso y caliente, decidí seguir el juego y ver qué pasaba, por lo que moví mí pié a escasos centímetros de mi vecino pero si tocarlo. Estaba atento, con mis pantalones en mis tobillos y con mi verga en mi mano, viendo como el pie del otro individuo, se mueve un poco más , hasta tocar el mío. Sin darme cuenta, la situación me había calentado, y decidí moverlo solo un poco, a lo que mi vecino respondió tocándome ya el talón descaradamente con su zapato. Era un zapato fino, y bastante grande por lo demás, por lo que se trataría de alguien decente y bien dotado, por lo que me llevó a continuar. Comenzamos a tocaros con los zapatos. En eso veo que el zapato desaparece, y al poco rato, aparecen unas rodillas desnudas por debajo del habitáculo. Sabía bien lo que el tipo quería, Me coloque algo nervioso, ya que uno nunca sabe quién puede estar al otro lado , o si es una broma , no sé , pero algo me llevo a agacharme un poco y vi que el tipo se había arrodillado y se estaba masturbando , esperando que mi mano pasara por debajo de la pequeña pared que nos separaba.
Estaba nervioso, pero muy excitado, no sabía que hacer , hasta que aparece la mano del tipo por debajo y me hace una señal. Con lo caliente que me había puesto la situación, no me di cuenta y estaba también de rodillas , con mi verga a pocos centímetros de la delgada pared, y en un instante, la mano del tipo vuelve aparecer y me la agarra, comenzando a jalármela.
Jamás pensé que a mí me podía pasar algo así y menos que yo reaccionaria de esa forma, pero se sentía tan rica la mano del desconocido que me deje llevar y comencé a disfrutar de la rica paja que me estaban corriendo. Pero yo también quería experimentar algo mas e imitando al tipo, pasé la mano hacia el otro lado, en busca de mi premio, y de inmediato lo encontré. Sentí como el tipo se acomodó de tal forma que mi mano le agarraba perfectamente una dura y gran verga que me quemaba la mano. No podía dar crédito a lo que estaba pasando, en esos baños públicos, con gente entrando y saliendo a cada rato, yo estaba masturbando a un desconocido y me tenía enfermo de caliente.
Que rica se sentía esa tremenda verga en mi mano, que buen tamaño se gastaba mi vecino , sus peludas bolas que se las tocaba y apretaba como a mí me hubiese gustado que me lo hicieran. Afortunadamente los habitáculos eran grandes, y nos acomodamos de tal manera, que nuestras vergas se juntaron por debajo de la pared, masturbándonos mutuamente. No pasó mas allá de dos o tres minutos, cuando el tipo junto las dos vergas con su gran mano , apretándolas fuertemente y masturbándonos al mismo tiempo, yo casi no aguantaba mi orgasmo , cuando la verga del otro tipo comenzó a botar su leche , saliendo disparada, manchándome las rodillas , la verga, mi camisa y con solo sentir como su leche salía , me hizo acabar casi al mismo tiempo , tragándome mis gemidos de placer, viendo como nuestro semen caía al piso y a nuestras rodillas. En ese momento tan delicioso no me importó nada, que nos fueran a pillar o la mancha en mi camisa , nada , me quede disfrutando de las ultimas jaladas que me hizo el desconocido y aprovechando también de darle las ultimas tocadas a esa hermosa verga ahora cubierta con mi semen.
Casi al instante, esa hermosa verga desapareció, sentí como se arreglaba el pantalón y a los segundos su puerta que se abre abandonando el habitáculo. Yo me limpié un poco, limpié los restos de semen del piso y no me pude contener de tomar la parte de debajo de mi camisa , manchada con el semen de ese desconocido y probar su sabor.
Me acomodé mi ropa, me daba mucha vergüenza salir del habitáculo , pero lo hice. Me lavé las manos, me sentía observado por todo el mundo, claro que solo eran ideas mías, aunque perfectamente el descocido podría encontrarse ahí. A las finales abandoné el baño sin saber quien había sido el dueño de esa exquisita verga, que me dejo con ganas de probarla completamente con mi boca.