Una nueva vida: marcos inicia su viaje

“Un relato ligero y más introductivo y erótico que sexual”. Un chico nuevo llega a la ciudad, una nueva vida, nuevos lugares, nuevos amigos, un jovencito guapo que le deja mudo y la oportunidad perfecta para vivir su homosexualidad recientemente aceptada.

Antes de leer:

Escribo de nuevo tras mucho tiempo sin hacerlo, así que espero no estar muy oxidado y poder haber creado un relato que les entretenga un poco. "Este inicialmente no es un relato con un alto contenido sexual, en realidad es un relato escrito con tranquilidad que intenta retratar la vida y el entorno de dos adolescentes. Podrán ver algo de erotismo (homoerotismo para ser mas exactos) en estas letras, pero si usted busca algo mas directo y sexual, no recomiendo este texto, ya que muy seguramente no va a encontrar en este relato lo que esta buscando"

UNA NUEVA VIDA

Marcos inicia su viaje

Esta historia inicia con un viaje; una transición entre un lugar y otro, entre una vieja vida y una vida nueva.

Marcos era un chico de quince años, algo delgado, desgarbado y con la actitud típica de los chicos de su edad: perezoso, considerablemente rebelde y un poco inseguro. Su tez era blanca, sus ojos verdes, su cabello castaño y su estatura promedio. Marcos era también un chico atractivo, un muchachito de esos que las chicas llegan a adorar y los chicos de su edad, con kilos de más, llegan a envidar.

El verano calentaba las enormes praderas que acompañaban el largo trayecto entre Docolta, el pueblo natal de Marcos y su madre, y Porto Belo, la pequeña ciudad donde los dos iniciarían su nueva vida, después de la dolorosa muerte de su padre y esposo.

- ¿No estas emocionado hijo? La ciudad va a estar bien para los dos, nos va a sentar el cambio, ya verás - Dijo Cristina, la madre de marcos, a su hijo.

El chico evidentemente no estaba muy entusiasmado con la idea de dejar su casa, su habitación, sus amigos y todas las cosas a las que estaba acostumbrado, era una situación que no lo hacia sentir muy bien.

- Eso espero mamá, no entiendo por que no podíamos quedarnos - respondió evidentemente contrariado.

El viaje finalizó tras siete tediosas horas en coche. La casa nueva los recibió con un agradable olor a margaritas provenientes del hermoso jardín que se ubicaba en su patio trasero y por las ventanas el sol radiante y acogedor inundaba todos los rincones del lugar. Y Marcos, muy en el fondo pensó, - creo que podre acostúmbrame a esto, después de todo no esta tan mal .

Para acostumbrase, acomodarse y darse una bienvenida propia solo tuvieron un fin de semana, las clases iniciaron tras ese periodo y Marcos debía ir al colegio, no había tiempo que perder; por otra parte su madre, que había gestionado desde Docolta un empleo como profesora de danzas, debía comenzar a la mañana siguiente.

El colegio era como todos, un lugar grande, repleto de risas, ruido, chicos corriendo, chicas hablando, olor a lápices y gente por doquier. Marcos entró al salón de clase, su profesor lo presentó ante todos y después de eso le asigno un asiento.

- Me llamo marcela y mi amiga Alma cree que eres muy guapo - Dijo su vecina de pupitre, justo antes de que una chica, que Marcos asumió era Alma, le pego un golpe en el brazo.

- Acabas de conocer a ese par de locas, será mejor que no les hagas mucho caso… viven haciéndole chistes a todo el mundo, pero ninguno es gracioso - dijo su otro compañero de pupitre, un chico particularmente atractivo, con una media melena brillante, y un par de enigmáticos ojos negros que le daban un toque misterioso, algo que sin entenderlo, dejo mudo a Marcos.

La primera mañana de clases transcurrió con normalidad, entre tangentes y sofismas, el tiempo paso y pronto llegó el descanso. Marcos no era bueno para hacer amigos, siempre se le había dificultado un poco, así que andaba solo por los pasillos del colegio cuando un grupo de chicos, evidentemente busca pleitos, lo abordaron.

-¿Así que vienes de un pueblo no? ¿Dormías entre las gallinas pueblerino?- dijo el mas gordo de ellos, haciendo soltar una carcajada unísona a los de mas.

-Dormía con tu madre, pero ella no cacareaba, ella gemía- Respondió Marcos, que no pensaba ser el hazme reír de nadie.

El chico gordinflón estalló en ira y se lanzó sobre Marcos dispuesto a darle una buena tunda, pero antes de que pudiera lograrlo este le había dado un puñetazo en la nariz, dejándolo adolorido y tumbado en el piso. Los de más chicos del grupo intervinieron y tomaron a Marcos por el cuello y le dieron un par de puños en el estomago, justo cuando pensaban golpearlo por tercera ves, se abrió paso por entre ellos el vecino de pupitre del Marcos.

-¿Pero que hacen? ¿No puedo quedarme en la cafetería un rato por que arman pleito sin mi?- vociferó mientras hacia que sus amigos soltaran a Marcos – déjenlo en paz, con el no se metan .

- Pero David, este hijo de puta quiso burlarse de nosotros y eso no lo podemos permitir - dijo el gordinflón mientras se acercaba de nuevo a Marcos.

-¡Que lo dejes! ¿No fui claro?- Dijo el chico de los enigmáticos ojos negros, en tono de orden y levantando la voz - No quiero que se metan con el y si no les gusta mi decisión ya saben que pueden hacer.

Este chico claramente era el líder del grupo, ya que todos los de más se quedaron callados y ahogaron entre miradas su ira. Mientras tanto, Marcos se levanto del piso y limpio su ropa, sin decir ni una sola palabra.

- Vámonos antes de que algún maestro pase, solo eso nos faltaría. Andando - Dijo David dándole la espalda al chico que acababa de salvar de una tunda y evitando que sus ojos negros enmudecieran a este por más tiempo.

Mientras David se alejaba, Marcos pudo disfrutar de la visión de su ancha y masculina espalda, de su delgada cintura y ese trasero firme que se podía intuír entre los pantalones. - Si que esta guapo este chico - pensó Marcos, adolorido y sobándose el abdomen.

Y así fue como entro en la vida de nuestro protagonista este jovencito. De David, por ahora, les puedo contar, que no estudia con sus compinches; un mal año y una serie de exámenes reprobados, habían conseguido que no fuera promovido al año siguiente y que se hubiera tenido que separar de sus amigos. En el salón no se la llevaba muy bien con los otros chicos y tan pronto como tenia oportunidad se reunía con la "caterva", como el mismo llamaba a su grupo

Desde que tenía trece años, la mente de Marcos comenzó a darle motivos para pensar que su atracción hacia los hombres no era del todo "normal" y que el hecho de que las mujeres no le gustaran de esa misma forma, solo podía ser efecto de algo. Tras un periodo de difícil transición, Marcos acepto su condición y decidió vivir con ella, pese al miedo que esto le producía y pese a lo dura que la sociedad solía ser al respecto.

Pero esa etapa había ocurrido a penas hace unos cuantos meses y de allí en adelante su homosexualidad no había pasado de ser el aliciente para ver pornografía gay o masturbarse por cam con otros chicos, jamás había llegado a mas, jamás había besado a otro hombre, ni siquiera había tenido el valor para contárselo a su madre todavía; Marcos era completamente inexperto.

-¡A las duchas, eso fue todo por hoy!- Grito enérgico el profesor y dio fin a la primera clase de gimnasia y al tercer día de Marcos en su nueva escuela.

Los chicos corrieron y una ves llegaron al cuarto de baño, abrieron sus casillas y se dispusieron a desnudarse. Marcos que no era nada tímido hiso lo propio y cuando solo le quedaba encima una trusa roja, muy cerca de su espalda le hablo el enigmático David.

-Espero que no te hallan golpeado muy fuerte, es que son algo salvajes cuando se meten con sus madres.

Superando el extraño estado que este chico le producía, Marcos le respondió –golpean como niñas.

-Que no te escuchen decirlo, esta ves ya no podre detenerlos- dijo David riéndose –Me llamo David, mucho gusto.

-Me llamo Marcos- dijo este volteándose y dándole la mano al chico que ahora tenia en frente.

Marcos se sonrojó cuando vio que el jovencito al que se le estaba presentando estaba complemente desnudo.

El cuerpo de David delgado pero increíblemente firme y definido, era un tributo a la belleza, un abdomen marcado, una cintura cadenciosa y mas abajo una fina capa de vello que servía de abrebocas a una polla rosada, que descansaba tentadora sobre un par de bolas sin vello, rellenas y colgantes.

-No estas acostumbrado a andar en bolas delante de todos ¿verdad?- Dijo David, sacando de su estado de embeleso a Marcos, quien noto lo arriesgado de su actitud, al quedarse viendo tan directamente la hermosas dimensiones del cuerpo de su vecino de puesto.

-Ah no mucho, en mi anterior escuela no teníamos duchas- respondió Marcos, algo sonrojado y arrepentido.

- Ya te acostumbrarás… ¿Que dices? ¿Vamos a la regadera?

- Claro, deja y me quito esto - dijo Marcos mientras se deshacía de su trusa y dejaba al descubierto la totalidad de su tierno pero definido cuerpo.

Marcos era un poco mas delgado que David y su estatura era un poco menor también. Sin embargo poseía unos abdominales formidables y tenia muy desarrollado ese musculo pélvico que conduce a la entrepierna. Por otra parte sus piernas en definitiva eran mucho más grandes que las de su vecino de pupitre, gracias las horas de futbol con sus amigos, las piernas de Marcos eran musculosas y fuertes pero también bastante lampiñas, en comparación con las de David.

-Listo- Agrego Marcos y se dirigió a las regaderas con su compañero.

Una ducha junto a un chico que tiene el poder de dejarte mudo, puede llegar a generar algo de ansiedad y si que la genero en Marcos, quien ojeaba la anatomía de David de reojo y evitaba que una erección echara a perder el momento.

- Tienes buen cuerpo - Dijo David rompiendo un incomodo silencio que se había generado durante un par de segundos – haces mucho ejercicio ¿verdad?

-He si, algo… tu también te ves muy bien… digo tienes buen cuerpo- añadió torpemente Marcos mientras subía la mirada hacia el rostro de David y notaba con estupor como el tenia sus ojos clavados en su entrepierna.

-Estas muy bien- dijo David escurriendo su cabello al darse cuenta que Marcos había notado a donde estaba dirigiendo su mirada.

-¡David apresúrate, tu novia te esta esperando! Te manda decir que quiere verte ya- Gritó el profesor generando risas en el salón y finalizando tajantemente la conversación entre Marcos y David.

Continuará