Una nueva vida, Lady llega a mi vida
La vida siempre nos da sorpresas en el momento adecuado, Lady llego ami vida y me da la oportunidad de tener nuevos momentos
Una nueva vida Lady llega a mi vida
Como todos ustedes saben hace algunos meses les conté el triste final de mi relación con mi querida Laika, debo agradecer a todos aquellos que me escribieron dando ánimos de seguir adelante y de inclusive buscar una nueva aventura, la realidad es que nunca quise buscarla, la vida misma me la dio, ese es el motivo de esta nueva narración donde les iré narrando mis nuevas vivencias.
Como todo en la vida hay un inicio y es justo narrarlo hasta llegar al día de hoy (¿No les parece?).
Pasaron 5 o 6 meses desde que me quede solo, la tristeza vivía a mi lado y no encontraba el camino a seguir, un fin de semana salí a la tienda en compra de unos cigarrillos, al ir caminando escuche una fuerte discusión en casa de unos vecinos, no preste mucha atención y seguí mi camino, al venir de regreso pude observar al hijo de mis vecinos sentado en su puerta llorando y acariciando una perrita de raza criolla que, hacia unos tres meses vivía con ellos seguí mi camino cuando escuche que me hablaban a mi espalda, era el hijo de mis vecinos, extrañado le pregunte que que se le ofrecía, el me explico que sus padres estaban muy molestos con su perrita Lady, que era muy latosa y desobediente, que la tenía que regalar o la llevarían al antirrábico a que la durmieran, fue en ese momento en que le preste más atención al animalito y a la plática de chiquillo, es una perrita blanca de pelo corto con manchas cafés, pienso que es cruza de Labrador, pues es de facciones finas, con un porte bastante imponente, le pregunte la edad de Lady (así se llama la perrita), me informo que tenía 6 meses de edad, que tenía todas las vacunas según su calendario, que le gustaban las croquetas de "x" marca, etc., etc., al final de una plática de 10 minutos acepte quedarme con Lady, el gustoso me trajo su correa, su historial de vacunas y un costal de croquetas, así mi vida iniciaba una nueva etapa.
Llegue a casa, instale a Lady en el lugar que le correspondía y continuaron los días, debo admitir que es una perrita muy inquieta, muy latosa y sobre todo destructora, desde su llegada he tenido que comprar varios pares de zapatos y babuchas (chanclas), pero es muy linda de carácter, cuida bastante bien la casa y es bastante limpia con sus necesidades, pero todo ha cambiado desde el 5 de Noviembre, pues inicio su primer celo y debo admitir que es irresistible ver cómo pasan los días y su vulva se va hinchando, solicitando hormonalmente un macho que apague el fuego que se inicia dentro de su ser.
Fue difícil esperar los días necesarios para poder tener la culminación tan ansiada, varias veces en las noches al llegar de trabajar, me sentaba en la sala a ver televisión mientras Lady se sentaba a un costado mío dándose constantes lengüetadas en su creciente he inflamada vulva, varias veces intente tocarla pero al sentir mis dedos en su contorno se levantaba y no se dejaba tocar, así pasaban los días, ella con calentura y yo con lujuria, debo admitir que después de tanto tiempo sin placer sexual de este tipo, mi lujuria estaba al máximo, mi falo se levantaba a cada momento de solo ver esa vulva inflamada y más de saber que sería mi falo el que estrenaría esa vulva y vagina, los días pasaban y siempre daban el mismo resultado, Lady al sentir mis dedos se sentaba y no permitía ser tocada, pero una tarde todo cambio.
Era miércoles, ese día llegue temprano de trabajar, sería como las cuatro de la tarde, como buena rutina, llegue a casa, me serví un vaso de soda y me senté a ver televisión, Lady se sentó a mi lado y pude observar que ese día su vulva esta mas inflamada que los días anteriores, supuse que era el momento de intentar nuevamente tocarla, le comencé a sobar su pancita para provocar que se recostara, mientras le sobaba con una mano, con la otra poco a poco le iva acariciando alrededor de su vulva, sin tocarla bruscamente, poco a poco mis caricias se enfocaban mas y mas en su vulva, Lady no hacia ningún movimiento para impedirlo, a lo sumo medio levantaba la cabeza, como para ver qué era lo que sucedía, era el momento que tanto había esperado, y no lo iva a desaprovechar, suspendí las caricias en su pancita y decidí tocar más directamente su vulva, sin introducir mi dedo en su interior vaginal mis caricias ya eran planamente sobre su inflama vulva, con mi mano libre como pude y de la forma más rápida me desabroche el pantalón para quitármelo junto con la ropa interior, tenía mucho tiempo de no tener una erección de ese tipo, mi falo estaba como roca, listo para entrar en acción, ya algunos líquidos lubricantes se veían en su punta.
Lady a estas alturas del juego se dejaba tocar sin ningún problema, decidí introducir un poco mis dedos en su vulva, sin llegar a la penetración vaginal, es indescriptible, estaba muy húmedo y caliente y sobre todo estrecho, (no olvidemos que Lady era virgen), la acariciaba suavemente de arriba abajo por esa canal húmeda y caliente, había llegado el momento, Lady lo deseaba y yo también, la hice bajar del sillón, a diferencia de mi querida Laika, Lady es un poco mas bajita y eso lo descubrí al momento de acomodarme para penetrarla, mi nueva amante se dejaba hacer todo, solo jadeaba como si estuviera corriendo un maratón, me acomode detrás de ella, su altura con la mía era perfecta, no había necesidad de cojines o almohadas, puse la cabeza de mi verga en su vulva, aun sin penetrarla solo con el contacto exterior se sentía ese calor emanante y deseoso de ser apagado, hice una poco de presión sin mucho progreso, pues Lady era muy estrecha, iva a costar trabajo penetrarla, nuevamente lo intente y fracase, recordé que en uno de los cajones de la recamara tenia lubricante para ocasiones similares con me Laika, me levante y camine rápidamente para traerlo, mi enorme sorpresa fue que Lady me siguió hasta la recamara, eso me decía que ella también deseaba continuar con ese juego tan extasiante, saque el lubricante, puse un poco en mis dedos y se lo comencé a poner a Lady, esta ocasión decidí que no fallaría ni un solo intento así que después de ponerle bastante en su vulva, unte nuevamente lubricante un mi dedo y se lo introduje en la vagina, era solo mi dedo y era impresionante la presión que ejercía las paredes vaginales de Lady sobre él, al mismo tiempo se sentía una serie de movimientos y contracciones musculares internamente como nunca antes había imaginado, era el momento Lady estaba deseosa de ser penetrada y yo de penetrarla, ya no regresamos a la sala donde habíamos iniciado nuestro juego erótico, me coloque de rodillas detrás de ella, apunte mi verga dura como el concreto a esa vulva y vagina caliente, hice presión y esta vez el lubricante hiso su labor, logre penetrarla, Lady dio un aullido y trato de zafarse, tuve que sujetarla firmemente con mis dos manos para evitarlo, solo había logrado meter la cabeza y un par de centímetros, entre los jalones que daba por zafarse y lo estrecho