Una nueva Vida (02: Mi Primera Evaluación)

El Adolescente ahora es evaluado por un macho, más que sudado y misterioso, muy lujurioso...

Una Nueva Vida

(02: Mi Primera Evaluación)

Por favor lean la primera parte de este relato para que puedan entender mejor esta parte, Y cuando acaben de leer estas dos partes tómense un momento para mandarme un mail, ya que son una buena inspiración. Mi mail es: leopoldo_relatos@hotmail.com

V. Un Extraño Visitante

Era la tarde, del día de que me violó Santiago, si se le podría decir así a un sometimiento a su voluntad. Pues bien era una tarde muy calurosa y no había nadie en mi casa, todo estaba vacío y yo me concentraba en mi tarea, pero el timbre sonó. Se me hizo raro, pues no esperaba visitas, pero igual fui a abrir y cuál fue la sorpresa al encontrarme con un hombre de aproximadamente 25 años, de expresión seria, barba de candado, pelo negro revuelto y su cuerpo sólo estaba cubierto por una bata azul marino que delineaba perfectamente su figura musculosa. Lo único que se limitó a decirme fue: "Oye puta ¿Hay alguien en tu casa?", yo anonadado por la belleza sudada frente mí, negué con la cabeza. Sonrió y entró a mi casa azotando la puerta tras de sí. Me miró fijamente y dejó caer su bata. Pude ver su cuerpo, parecía un dios griego, totalmente musculoso y de pecho marcado. Su cuerpo, incluyendo sus huevos, era totalmente lampiño y perfectamente bronceado. Con su mano acercó mi cabeza a la suya y nos fundimos en un beso profundo y delicioso. Cuando nuestras bocas se separaron apretó fuertemente mi pelo y me dijo: "Te quiero ver en tanga y medias en la sala. Si te tardas te castigo". Y como me iba a tardar con ese macho delicioso esperándome.

VI. La Primera Prueba: El Sudor

Me estaba esperando ahí parado y sudado. Él me dijo: "Bien, tu primera prueba de hoy será la prueba del sudor. Demuéstrame todo lo que te enseño Santiago". Me acerqué a él, y esta vez sin una mano poderosa que me guiara, empecé a lamer el pecho del desconocido, lamí mordisqueando un poco sus pectorales. Levanté sus brazos y lamí sus axilas, también aproveché y lamí sus brazos. También bajé un poco y lamí sus piernas y sus pies y los besé, sometiendo me a su voluntad. Luego subí para meterme su pene a la boca, pero el macho desconocido viendo esto me aventó al piso. "Si no se te ordena no debes chuparla, pero bueno como no eres más que una puta principiante, pues te lo paso esta vez.", me dijo y luego cerró los ojos por unos momentos y dijo: "Pasaste esta prueba, y me hiciste disfrutar mucho, ahora en cuanto acabes de tragar mi orina seguirá la siguiente prueba". Tomó su pene, lo sacudió un poco y se meó en mi boca, y no tuve otra opción que tragarlo. Ahora estaba listo para la siguiente prueba...

VII. Segunda Prueba: La Leche del Macho

"La Segunda Prueba es la prueba de la leche, tendrás que mamar mi pene, y luego tragarte inmediatamente toda mi leche", me informó y yo me arrastré hasta él y me metí su pene en mi boca. Inmediatamente se me ocurrió una idea para darle más placer al macho desconocido y empecé a masajear lentamente sus nalgas, mientras aumentaba yo el movimiento metisaca. Poco a poco el macho desconocido rompió su seriedad y empezó a gemir mientras decía: "Ahhh, Así puta, chúpalo todo, bien sabes que te gusta, no puedes evitar el chúpamelo, Ahhh" No pasó mucho tiempo antes de que el macho desconocido se corriera en mi boca. Ahora el hombre serio que antes me había dado órdenes, me miraba con lujuria, pude ver en sus ojos sus ganas de cogerme y acabar con todo esto.

VIII. Tercera Prueba: El Culo Penetrado

"En cuatro patas, ahora", me gritó. Y yo sabía lo que venía porque veía que su gran pedazo de carne venoso empezaba a revivir. Se hincó trás de mí y con un movimiento rápido arrancó mi tanga rompiéndola. Yo atiné a decir: "Me tienes que meter los dedos como Santiago lo hizo". Pero el macho sudado sólo dijo: "Sí, pues más te vale que tu saliva sea suficiente lubricante". Y de un movimiento brusco, me metió su pene. De nuevo, sentía que me ardía mi culo, sentí que me partían en dos, pero cuando una lágrima se me salió y el macho vio eso, aceleró de tal modo su movimiento metisaca que pudo observar un hilito de sangre correr por mi media poco antes de que se corriera.

El macho sacó su pene de mi culo y se sentó en un sillón. Lo vi todo sudado y yo me hinqué ante él y empecé chuparle los pies. Con los ojos cerrados y entre gemidos el macho me dijo" A pesar de lo que se cuenta por ahí, no eres tan mala puta. De hecho te voy a dar tu primer cliente mañana. Santiago se encargara de todo." Cuando acabó de decir esto, se paró del sillón, me tomó del pelo, me levantó a la fuerza y me besó como lo hizo cuando llegó. "Nos veremos pronto, puta", dijo antes de salir de mi casa dejándome en la sala.

Cuando fui a la puerta principal encontré la bata azul marino, completamente sudada, donde el misterioso macho la había dejado. La levante y me encontré con otra tanga roja de encaje. Me llevé la bata azul a mi cuarto y luego de tratar de chupar el sudor, me masturbé sobre ella pensando en cómo sería mi nueva vida a partir de ahora y como sería el nuevo cliente, pero el nuevo cliente es otra historia...