Una nueva experiencia

Bueno, hace unas semanas, con este tema de la cuarentena, el aburrimiento era tal que decidí ponerme de acuerdo con unos amigos para salir.

Bueno, hace unas semanas, con este tema de la cuarentena, el aburrimiento era tal que decidí ponerme de acuerdo con unos amigos para salir, teníamos pensados ir al lago a pasar la tarde. Decidimos encontrarnos en mi casa a la 1pm, ya estando todos juntos, nos montamos en el carro y nos fuimos, éramos 9 personas, de esos 9, éramos 3 mujeres y 6 hombres, pero contando, éramos 2 mujeres y media jajajaja, una es lesbiana. Siempre que estábamos juntas, tonteabamos. Era como mi mejor amiga sólo que con uno que otro beso.

Llegamos al sitio a donde íbamos, nos bañamos un rato en el lago, y escucho que me llaman de la casa a donde habíamos llegado. Era uno de los chicos, Eduardo.

-Dime Eduardo-le dije mientras me iba acercando

Me dio un trago de ron grande, no puse resistencia, ya estaba algo tomada pero muy consiente.

  • Por fin podré hacerte lo que tanto había querido, por fin podré tenerte para mi solo. - me exclamó, mientras me pegaba más a él e iba retrocediendo hasta chocar con una pared, me acercó a él y el beso se tornó más subido de tono.

Todas las personas con quien habíamos ido, estaban en la parte de abajo de la casa, en el lago, no veían lo que hacíamos, así que decidimos pasar al baño que estaba fuera de la casa, este se encontraba oscuro, en ningun momento encendimos la luz, al entrar comenzó a besarme y a quitarme la parte de arriba de mi traje de baño, me quito la parte de abajo y se quitó su short junto con su boxer, me agache y comencé a hacerle un oral, su pene era de muy buen tamaño, no alcanzaba a meterlo todo en mi boca pero metía lo más que podía, era tan excitante sentir su dura erección en mi boca, lo lamía de arriba, abajo. Se desespero e hizo que me doblara, quedando en 4 pero de pie, me penetró de una sola estocada, por lo mojada que estaba, comenzó a penetrarme fuerte, mientras más me agachaba, más profunda se hacía la penetración al llegar al punto de dolerme, en vez de sentir placer, lo hice sentarse y me posicione arriba de él, penetrandome yo solita, comencé a moverme suavemente, luego fui aumentando el ritmo mientras me besaba, me cargo y me posicionó arriba del lavabo, comenzó a penetrarme fuerte, a ese punto, la excitación era tal que no sentía dolor, sino puro placer. Me baje, me puse a una esquina con las manos en la pared y él, comenzó a penetrarme, mientras me agarraba por el cabello y tiraba fuerte de él, estaba al borde de otro orgasmo y me dio una nalgas que fue el detonante de mi orgasmo, mis gemidos se hicieron audibles y no paso mucho para que se le unieran los suyos. Llegamos al orgasmo juntos.

Nos vestimos mientras bromeabamos a causa del alcohol, salimos y estaba mi amiga, Sofía esperándome en una de las duchas. Me acerqué a ella y nos duchamos juntas entre bromas, con Eduardo Y Daniel, mi otro amigo. Estaba una cama reclinable cerca.

Corrí pasando al lado de la piscina para acostarme en la cama reclinable, pero Daniel y Sofía corrieron detrás de mi. Yo me senté de primera, Sofía se posicionó dentro mis piernas y Daniel detrás de mi. Puse mi cabeza en el pecho de Daniel, Sofía puso su cabeza en mi pecho, al estar algo oscuro, nadie lo notó, pero ella comenzó a jugar con mis pezones y me veía mientras yo le fijaba la mirada, ella se reía de una manera coqueta y pícara, yo no le ponía resistencia, comenzaba a gustarme, voltee a verle la cara a Daniel para ver si se había dado cuenta y comenzaba a reírse y yo, a sentir algo duro en mi espalda, me sonrió, y me picó el ojo, me dijo que fuese al baño al oído sin que Sofía lo notara.

-Sofi, necesito ir al baño, me acompañas?

-Claro, vamos.

Camine al baño mientras me tomaba un trago que me ofrecieron, reí en el camino, entre al baño, hice como si iba a orinar, aunque tenía ganas de hacerlo, no pude. Me paré , me acerqué a ella y sin más, comencé a besarla. El beso se hizo cada vez más intenso, luego fue ella quien me pego de la pared y comenzó a tocar mis senos, yo fui bajando mis manos por sus caderas, las subí y comencé a masajear sus senos.

-Mariaaaan- Gritaron de afuera para luego abrirse la puerta, sabía que era Daniel, lo que no sabía era que Eduardo, venía con él, a pesar de la oscuridad lo noté, en ningún momento dejamos de besarnos, no nos separamos.

Esto no termina acá.