Una Novia muy exigente

Una noche de sexo lésbico, azotes, spanking, fetichismo de globos, como me castigo Romina, esta historia contiene una segunda parte, ahora espero que les guste y mujeres espero que me escriban.

Muchas veces sin darnos cuenta, abarcamos más cosas de las que podemos hacer y luego nos sentimos culpables cuando procrastinamos. Conozco una persona que es experta en eso y cuando me dijo que iba a empezar en el club otra vez y que esta vez sería en serio, supe que solo era cuestión de tiempo para que llegara el día…

  • Hora de salir Yamila - Ppffff…déjame un ratito más que estoy cansada

  • Como te deje un rato más, no vas y ya van dos veces

  • Es que tengo sueño y me duelen las piernas

  • Ya te dije que salir de fiesta entre semana no era buena idea. Levanta y tira al gimnasio que luego te quejas…

  • Que pesadita estas Romi ¿no?

  • Señorita, esa boca porque si no aparte de dolerte las piernas te irás con el culo caliente

  • Voyyyy

Mientras yo iba al club ella iba a aprovechar la tarde para visitar una talabartería que hacía mucho tiempo que quería ver. Estuvo un par de horas entre que iba, miraba y compraba. pasó por el super y compró algo para cenar,

Le envio un mensaje………..

  • ¿Puedes venir a buscarme?

  • Claro, ¿dónde estás?

  • En la puerta del club

  • Voy

El club estaba a unas 10 cuadras  de la talabartería, cuando llegó me subí al coche y me dio un beso,

  • Nena, ¿no te has duchado hoy?

  • Eeemmm…no exactamente…

  • O te duchas o no te duchas, no hay término medio.

  • Es que cuando iba a entrar al club ha pasado Marta y como hacía tanto que no la veía…pues…

…pues… Nos hemos ido a la cafetería que hay al lado a ponernos al día. Pero no te enfades, mañana haré dos clases para compensar la de hoy.  … ¿Vale?

  • Tu misma. Creo que cuando lleguemos a casa, vas a saber qué es lo que he estado haciendo yo esta tarde.

Durante todo el viaje a casa intenté sacarle alguna información sobre lo que había estado haciendo, jugando para sacarle una sonrisa e intentar rebajar su mal humor. Lo que yo no sabía era que no estaba de mal humor, sabía perfectamente que no iría al club aquella tarde, simplemente la dejé hacer para tener la excusa perfecta. Llegamos a casa y le grité desde la habitación, que iba a ducharme antes de cenar y me llama:

  • Ven un momento por favor

  • En un rato voy que estoy ya con la toalla

  • ¿Tengo que ir a buscarte?

  • Ya voooyyy

La cara que puse al entrar al salón era para enmarcar, sobre la mesa había 3 cosas que había comprado aquella tarde. Una fusta, un rebenque y un plug metálico. Le dije que se pusiera sobre la mesa, que iba a jugar un poco antes de que me fuera a la ducha. me dijo que no podía ser que faltara tantos días al club, que luego se quejaba de que tenía que tomárselo enserio y que si me pedía que le ayudara a no faltar, tenía que aceptar las consecuencias de no hacerlo. Mientras ponía el lubricante me  iba explicándo paso a paso lo que  iba a hacerme. Embadurnó el plug de lubricante e hizo lo mismo con su cola, poco a poco fui introduciendo el plug dentro. yo movía las piernas incitándola a tocarme, pero le dije que no iba a colar

  • Ponte cara a la pared, bien pegada, que las tetas toquen la pared.

  • Está fría…

  • No te quejes porque si no vas a tumbarte en el suelo que está más frío

(Hice la señal de cerrarse la boca con cremallera y me puse como me había dicho) agarró la fusta y la dobló un poco. Era artesanal y necesitaría que la reblandeciera un poco, pero por hoy funcionaría. Empezó a explicarme que había hecho mal, empezó a azotarme con la mano un poco para que mis nalgas tomaran color. Me agarró el  culo con la mano izquierda y darme hacia arriba con la derecha así que en poco tiempo tenía el culo bien rojo. Pasó la fusta por mis nalgas para que sintiera la piel fría en el culo caliente y echó el culo hacia atrás incitando a darle cosa que hice, pero más fuerte de lo que yo esperaba y pegué un gritito.

  • ¿Pensabas que esto iba a ser un juego ligero?

-       No Romi

Empezó de nuevo y me dijo que contara hasta 20, el restallido del cuero en mi piel era maravilloso y me hacía temblar de placer, las marcas iban apareciendo al cabo de medio segundo del golpe, sabía perfectamente dónde me había dado, 13, 14, 15, me escuchaba quejarme entre golpes, pero también gemía, así que seguí. 18, 19, 20. Se acercó desde atrás y acarició mis nalgas con las dos manos, metíó sus mano entre ellas y noté lo que sabía que iba a encontrar, estaba empapada. Abrió mis piernas para que tuviera mejor acceso y yo lo aproveché. Metió dos dedos en mi sexo mientras me susurraba al oído que iba a darme 10 más con el rebenque y luego me la cogería. agarró el rebenque y empezó a darme una y otra vez, me pedió que me doblara un poco, separándome de la pared, abriendo las piernas y mostrándole bien el culo que lo llevaba lleno con el plug y una buena panorámica de mi sexo mojado. Como el rebenque tenía una tira bien larga de cuero, ésta al restallar, daba entre mis piernas vi como quedaba marcada en mis labios y sabía que eso me estaba volviendo loca y que si seguía podría correrme. 8, 9,10. Cuando acabó, estaba tan cachonda que solo me hundió  dedos en mi cuerpo y tomó el plug, mientras le decía que decía que me corriera empujaba el plug hacia dentro y lo movía al ritmo de sus dedos. Llena por delante y por detrás, me dio un globo para que lo inflé, lo até, me lo pasó por todo el cuerpo, no tardé ni medio minuto en correrme. Caí de rodillas y la miraba desde el suelo pidiendo clemencia con esa cara de felicidad, pero me agarró la mano, mientras con la otra sostenía el globo mojado por mis jugos, le pasó la lengua donde tenía mi flujo vaginal  y  lo exploto con sus uñas y me dijo

  • Nena, ahora te toca a ti

.Continuará