Una noche, una diana

Puedes creerlo o no, pero a veces el destino pone a tu alcance aquello que nunca imaginaste.

No se que me gusto mas de ella, si su forma de mirar o la forma en que movía su trasero, pero la verdad es que la primera vez que la vi sentí deseos de llevarla hasta mi cama. Estaba en una concentración de artistas, una panda de idiotas que pretendían hacer creer al mundo que eran el nuevo sentido del arte moderno, ella por lo visto era uno de ellos, así que en cuanto estaba en la recepción, pensé que seria interesante ver lo que hacia. Un segundo después un amigo me sacaba de mi pequeña fantasía:

-Hola, como que has venido al final?

-Valla, Hola Mario, pensé que podría ser interesante ver que había por aquí- a veces me veo obligado a mentir, realmente había venido por que estaba en mi casa muy aburrido.

Pasé unas tres horas hablando con tipos excéntricos y raros que no paraban de decir alguna tontería sobre Monet, pero que se le va a hacer había que aguantar el chaparrón y yo lo había decidido por mi mismo, cuando de repente veo por el rabillo del ojo un pelo moreno que desvía mi atención, miro y he aquí que veo a la preciosa niña de los ojos grandes y el trasero llamativo. Iba vestida con un vaquero muy apretado que tenia aspecto de viejo, eso le marcaba mas aun su precioso trasero y ella sabia que así era por la forma en que lo movía, su camiseta era una especie de atuendo de diseño que solo se apoyaba en un hombro y hacia que marcara sus pechos con mucho descaro, su pelo tenia unas trenzas larguísimas que me ponían frenético, en general era un bombón de 1´65 con cara de avispada y picara y con una sonrisa de las que te hace pensar que has de pagar con el infierno por tocarla. Me deshice de los idiotas que me rodeaban y me fui a seguirla para ver que era lo que ella hacia.

Cuando llegamos a un pasillo casi desierto ella se detuvo miro extrañada el suelo y se agacho, eso admito que me saco hasta un suspiro del alma, en ese momento ya me había excitado, vi como bajaba la espalda lentamente y dejaba que su trasero se le marcara mas y mas y cuando me fijo veo que su camiseta se le abre por la parte inferior y me deja ver que ella no lleva sujetador, eso ya lo había supuesto, pero ahí fue donde decidí que le diría algo para llamar su atención. Cuando se levanto siguió hasta el siguiente pasillo y se detuvo a mirar un amasijo de hierros con forma de corazón enorme y lleno de clavos y pinchos por todas partes. Me detuve a pensarlo, aquello no parecía hecho por ella, me acerque y me puse a su lado, tras mirar dije:

Que se supone que es esto?- ella me dirigió una mirada y sonrió con algo de picardía y con algo de malicia.

El sexo- respondió - es un corazón lleno de espinas representa el amor muerto, la pasión del sexo por encima del sentimiento estúpido del amor.- No se si ella sabia lo caras que le resultarían esas palabras.

No pensé que tu hubieras hecho ...... esta cosa-dije como siempre demasiado sincero.

No la hice, solo la he interpretado, lo que yo hago es mucho mas directo.

Valla y hablando de ser directo como te llamas?

Acaso te importa?- Eso admito que me hundió un poco, pero al mirarla a los ojos me di cuenta de la malicia que encerraba.

No se acabas de enseñarme tus tetas pensé que no te importaría darme tu nombre.-Ahora la que parecía desconcertada ante mi decisión fue ella, pensé que aquello podía ser una lucha de poder a poder y no estaba dispuesto a vender mi cabeza a tan bajo precio. Ella pareció aceptarlo, se recompuso ante la sorpresa inicial.

Bueno, solo te he dado lo que has venido buscando desde que me miraste la primera vez. Acaso te pareció mal?

En absoluto, pero es posible que me anime y quiera verlas aun mas de cerca.

Prueba a ver que pasa.

En ese momento no creía lo que estaba pasando, me acababa de marcar el farol mas grande de mi vida y había colado, la agarre por la cintura y la bese en la boca, metí mi lengua y ella respondió con la misma decisión, nos estábamos enrollando de una forma salvaje en medio de un pasillo de una galería de arte, ella deslizo su mano por mi pecho y la agarre por el culo y la acerque aun mas para que notara como me había puesto, ella lo notó se alejo un segundo y me sonrió con malicia, cuando escuchamos pasos de alguien que se acercaba y nos separamos muy bruscamente. Esperamos a que llegara aquel gilipollas que me acaba de cortar el mejor rollo que avía tenido en mucho tiempo. Cuando pasó ella se me acercó al odio y me dijo:

Hay arriba hay un almacén donde guardan las obras de la galería.

Vamos.- Dije sin siquiera pensármelo dos veces.

Íbamos andando muy deprisa cruzamos una sala llena de gente tomando cócteles y hablando estupideces, entramos por una puerta de emergencia y salimos a amplio pasillo, a la derecha había una puerta con una escaleras, las subimos y cuando llegamos a la puerta del almacén estaba cerrado, ella me miro con cara de bueno y ahora que hacemos, la aparte a un lado y me saque la ganzúa, era imposible que ella supiera que me dedico al allanamiento, en un santiamén la puerta estaba abierta.

Valla con el amigo del pelo largo.

Hay muchas cosas que no sabemos el uno del otro.

Entramos y en seguida cerrando la puerta me engancho por la camisa y me llevo a su lado, casi ni siquiera pude mirar el lugar donde estábamos, había poca luz, muchos trastos y mucho polvo, aquello hacia la situación aun más increíble. La agarre por las dos piernas y la levanté del suelo haciendo que me colgara. La besaba como un animal salvaje, la apoye sobre una especie de mesa de trabajo y le quite la dichosa camiseta, sus pechos firmes salieron ante mis ojos enhiestos como puntas de flecha, agarre uno de ellos como tanto había deseado y lo chupe con mucha fuerza pero con delicadeza, mordí un poco uno de ellos y ella gimió entre el placer y el dolor, me cogió la camiseta y la lanzo por lo aires, estábamos muy excitados y se nos notaba a los dos. Cogí su pantalón y lo quite de sus piernas, su carne estaba tersa y suave, sus bragas eran negras con encajes y un pequeño lazo en el centro, su cuerpo ahora medio desnudo provocaba que me excitara aun más, era una autentica belleza y yo estaba a punto de comérmela entera, mi mano se introdujo en sus bragas, y note como estaba mojada, empecé a masturbarla y ella gemía como una posesa, le gustaba mucho, metí un dedo en su coño y ella echó su cabeza sobre mi hombro, su respiración sobre mi piel me puso aun mas frenético, arranque sus bragas con fuerza y la tumbé sobre la mesa y me dispuse a comerme aquel rico manjar que ella poseía entre sus piernas, tenia una calidez exquisita, tome su clítoris entre mis labios e hice varios juegos con mi legua, ella me agarraba del pelo y gemía de una forma impresionante. Poco a poco fui metiendo también mis manos en el asunto, le metía dos dedos mientras me comía aquel delicioso fruto.

Ella pareció despertar de su éxtasis de placer y me agarro aun con mas fuerza. Yo seguía comiendo hasta que un gemido especial y un delicado liquido invadieron mis sentidos, se estaba corriendo, me levanto de un empujón y me llevo contra la pared, ahora ella se estaba poniendo al mando, parecía como loca y estaba dispuesta a hacerme pagar mi osadía, me quito los pantalones y los calzones, tomó mi pene entre sus manos y empezó a besarme el pecho con fuerzo, unas veces me lamía y otras me mordía, hasta que al final metió mi miembro en su boca y empezó a chuparmela con un descaro increíble, me estaba haciendo volar de placer, sentía como ella jugaba con su lengua y como llevaba el pene hasta el extremo de su garganta.

La calidez de sus boca me hizo sentir un placer impresionante, pero el placer de sus labios en el ir y venir de la mamada me hicieron sentirme aun mas en el paraíso, la inste a que se retuviera o me terminaría corriendo, pero ella no parecía atender a excusas, solo me podía someter a su voluntad, mi capacidad de reacción estaba mermada por su estupenda actuación. Poco a poco me llevo hasta el extremo y cuando me corrí ella no se retiro, se lo tragó, eso me dejo perplejo, la levante del suelo, y la mire a los ojos:

Por que coño has hecho eso?- Dije un poco decepcionado, pobre de mi pensé que aquello había llegado a su fin.

Tranquilo león, se que aun puedes dar algo mas de ti- y me guiño un ojo y se puso una mano sobre el pecho y lo acaricio suavemente, yo vi como se ponía duro de nuevo y como ella me sonreía ahora con mas picardía que nunca.

Eres demasiado traviesa para ser tan joven no te parece?

Hay muchas cosas que el uno no sabe del otro- eso me puso cachondo otra vez.

La agarré por el culo y me la subí como al principio y empecé a besarla con muchísimas ganas, ella se me ajusto perfectamente, y al cabo de unos minutos mi pene estaba otra vez en acción, no pude evitarlo la acerque con sumo cuidado hacia cu coño y cuando un poco de la punta estaba dentro lo metí todo de golpe, ella gimió un instante después de mi sacudida, y empecé a follarmela con muchísima fuerza, aquello se había convertido en un descontrolado polvo, ella entrecerraba sus ojos por el placer, y yo sentía como a veces me temblaban las piernas pero aun así no la solté y aceleré mi ritmo, poco después ella estaba sobre la mesa yo la coloque con el cuerpo boca abajo y me agarre a sus pechos duros como piedras y se la metí con mucha suavidad, esta vez no quería ser brusco prefería disfrutar de aquello como se merecía. Ella parecía muy como da en la postura su trabajo era mínimo y su placer máximo, solo podía agarrar la mesa con fuerza, yo sentía como gemía sin apenas levantar la voz y eso me puso aun mas cachondo. Un poco después ella me puso boca arriba en la mesa y se subió sentándose sobre mi verga, subía y bajaba como una verdadera experta y me llenaba de un placer descomunal, bajo sobre mi pecho y me mordió un pezón y eso me puso aun más cachondo.

Vas a matarme – le dije entre gemidos y gorgoteos- pero te llevaré conmigo.

Inténtalo.

La agarre de la cintura y me incorporé la subí a la mesa y la coloqué boca arriba, ella pareció extrañarse, pero cuando cogí sus piernas y las llevé sobre su pecho, se quedó perpleja, entonces me levante y me puse por el lado apuesto y metí mi pene, ella pareció comprenderlo todo de repente, por que sus dudas se habían vuelto a transformar en gemidos, mi pene estaba un poco en tensión lo cual hacia que fuese mas placentero y hacia que se pusiera aun mas duro y firme y tanto ella como yo lo notábamos. Estuvimos así un rato bastante largo, cuando me quite ella bajo sus pierna y se me puso a cuatro patas sobre la mesa, y al ver su culito firme y terso ante mi no pude evitarlo acerqué mi pene y lo empecé a meter poco a poco, el capullo fue lo pero por que le dolió y me sentí un poco culpable, pero al notar que cuando estaba ya dentro lo demás parecía gustarle empecé a darle suavemente, ella me dijo que era la primera vez que le daban por ahí, y yo no pude evitar sacar una sonrisa, aquello era maravilloso, aceleré el ritmo un poco y termine darle con la mano también por delante, eso la hizo volverse local de placer, y a mi me puso mas cachondo aun, hasta que por fin termine corriéndome en su ano. Nos tumbamos sobre la mesa y nos miramos a los ojos, ella me sonrió y me dijo:

porque te acercaste a mi en la galería?

Sentía un deseo por ti incontrolable y no pude evitarlo, estaba rodeado de imbéciles y tu eras lo único que valía la pena de toda la galería, y tu, por que me has agarrado de esta forma?

Sentí como me seguías y quería ver si eras el típico gilipollas que solo mira, una carcasa sin el mas mínimo ápice de valor.- Reímos juntos.

Nos vestimos y salimos del almacén, y justo cuando bajábamos me sobrevino la idea de si nos volveríamos a ver alguna vez, llegamos a la sala principal donde estaba todo el mundo, habíamos estado ahí arriba 1 hora y algo, cuando aparecimos llegó Mario.

Donde coño has estado?- Yo miré a mi acompañante y le dije

Contrastando ideas de arte con mi nueva amiga.

Mario miró a la chica con cara de no saber si la conocía o no, luego hizo un gesto de asentimiento hacia ella y le dio un saludo algo escueto y cortes.

Bueno te espero fuera vamos a ir unos amigos a tomar algo, lo colegas del club, viene?

Si ahora voy.

Se marchó y una vez se fue miré a la chica y le sonreí.

Bueno al final no me has dicho tu nombre. Yo me llamo Juanma y tu?

Yo soy Anaid, aunque esta noche es mas apropiado que me llames Diana- y me volvió a guiñar el ojo con esa picardía de la que es capaz.

Te volveré a ver alguna vez?

Quien sabe?

Y con esto se marchó, yo salí y Mario me esperaba impaciente y al salir me apremió porque llegábamos tarde. Nos montamos en un Taxi y Mario preguntó.

Quien era esa tía?

Diana amigo mío era Diana.