Una noche silenciosa en casa

Despues de la muerte de su esposa, el acudira a su conservadora suegra para que satisfaga sus deseos sexuales.

Una noche silenciosa en casa.

Cuando tenia 31 años, mi esposa murió de cáncer, fue muy triste para mi, y muy difícil ya que tenia tres niños a los cuales debería educar solo, viendo la situación mi suegra, una señora de 60 años, alta, con un cuerpo de señora madura muy bien conservada, decidía mudarse a nuestra casa para ayudarme con los chicos. Ella era divorciada, se había separado de su marido hace 15 años cuando este le había sido infiel en varias ocasiones, ella cansada de soportar estas situaciones decidió separarse. Era una señora muy religiosa y con una gran moral.

Así fue como mi suegra se vino a vivir con nosotros. No queriendo implicarme sentimentalmente con otra mujer después de que muriera mi esposa, yo decía mantenerme muy ocupado con el trabajo y con los niños. Sin embargo la falta de mujer me mantenía caliente muchas horas al día.

Una noche conversando con mi suegra en el mostrador de la cocina, como frecuentemente hacíamos después de que los chicos iban a la cama. Yo me sinceraba con ella y le confesaba que extrañaba mucho a mi difunta esposa en muchas cosas pero una de las que mas extrañaba era en el área del sexo marital.

Yo le confesaba que no quería tener aventuras con otras mujeres, ni comenzar nuevas relaciones sentimentales, pero que la privación sexual que tenia me estaba volviendo loco, y tomando un poco mas de valor muy respetuosa y amablemente le dije que quizás ella podía ayudarme y que pensara muy cuidadosamente la posible solución que yo le iba a dar.

Yo le preguntaba si quizás alguna noche de esas después de que ella se fuera a la cama yo podría entrar en su habitación y acostarme junto a ella, satisfacer mis necesidades sexuales, y volver a salir, yo le decía que eso no significaría que tendríamos algún tipo de relación sentimental ni marital, era meramente satisfacción sexual.

Conociendo su alta moral y carácter religioso, imagine que ante tal propuesta ella iba a dar media vuelta y dejarme solo en la cocina saliendo muy molesta e indignada de allí. Pero no ahí esta quieta y callada escuchándome, así que continué con mi proposición:

"Yo le daré algunos días para que lo piense suegra, y después yo iré a su habitación cuando los chicos duerman, si su puerta esta cerrada con llave yo sabré que su respuesta es NO, pero si no tiene llave sabré que la respuesta es SI"

Despidiéndome de ella con un "Buenas Noches" salí rumbo a mi habitación, preocupado en parte por lo que acababa de hacer.

Yo pasaba preocupado los días siguientes, y en ninguna otra ocasión tocamos ni comentamos más sobre el asunto.

Después de 15 días una noche, estando en mi habitación sin poder dormir, me levante de mi cama, cubierto únicamente con un calzoncillo pequeño que no disimulaba en absoluto mi completa erección, Salí de mi cuarto y parándome frente a la puerta de la habitación de mi suegra, imagine que estaría cerrada con llave, y que ese era el fin de la posibilidad que le había dado.

Para mi sorpresa la puerta estaba sin llave.

Entrando despacio en la habitación, sentía como mi verga se ponía aun mas dura bajo mi calzoncillo, dentro había completa oscuridad, solo podía ver la débil luz que se filtraba por la ventana, y la silueta de mi suegra sobre la cama cubierta con las sabanas y su silencioso aliento.

Yo me quitaba rápidamente mi calzoncillo dejando mi verga completamente libre, y me metía bajo las sabanas de la cama, junto a ella, aunque estaba muy excitado también tenia un poco de temor de ver como reaccionaria ella. Era una mujer mucho mayor, la abuela de mis hijos, mi suegra, y ahí estaba yo completamente desnudo a su lado.

Finalmente yo me acercaba más a ella, podía sentir el calor de su cuerpo maduro a mi lado, yo estiraba mi mano acariciando su parte media, yo la siento caliente, esto y su olor a mujer me excitan aun más, mi verga comienza a soltar líquido pre-seminal, lubricando de una manera muy ardiente mi verga.

Ella aun no hace nada mas que respirar suavemente, mi mano lentamente bajo por su abdomen, y se posa sobre la gruesa mata de pelos pubicos que salen a través de su calzón, yo procedo a correrlo a un lado y meto mi mano debajo juntamente sobre esa rica mata de pelos, ella comienza a respirar mas alto sintiendo mi mano ahí. Mientras comienzo a acariciar sus labios vaginas y su raja con mi mano, siento como su respiración empieza a aumentar más y mas. Ni una palabra ha sido dicha hasta el momento.

Mi mano sube al elástico de sus calzones y comenzaba a bajarlos lentamente, sobre sus caderas, su trasero, sus piernas y finalmente se los quito completamente. Ella suelta un gemido más alto cuando mi mano comienza de nuevo sus caricias entre el húmedo y caliente espacio entre sus piernas. Su vagina se encontraba muy mojada, seguramente por la sensación de que no había sido tocada en muchos años.

Mis dedos acarician sus labios vaginales, luego los meto dentro de su raja hasta encontrar su clítoris, que estaba muy hinchado de la excitación, Ella estaba tan lubricada como mi esposa cuando le hacia esto.

Entonces sacando mi mano de su vagina, procedía a colocarme sobre ella, acercando mi verga a su raja, pensé que en ese momento ella pararía la acción y me diría que habíamos ido demasiado lejos, pero no aun ni media palabra era dicha.

Empecé a frotar la punta de mi verga contra la resbaladiza entrada de su vagina, ella gime aun más, su respiración esta más acelerada y sus jadeos son más altos. Ella abre sus piernas extendiéndolas para aumentar mi excitación, mientras mi verga empieza a resbalar profundo dentro de esa ardiente y húmeda raja de mi suegra, era una sensación deliciosa me sentía como si estuviera en el cielo, su vagina era tan apretada y caliente como la de una mujer mas joven, yo sentía sus pezones pulsando contra mi pecho completamente erectos, bajando un poco mi cabeza puse mis labios alrededor de uno de ellos, ella lanzaba un fuerte gemido mientras metía mi verga aun mas fuerte y profundo en su raja.

Sus piernas ahora estaban sobre las mías, y con sus manos apretaba mi trasero empujándolo con mas fuerza contra ella, como queriendo meter aun mas profundo mi verga de su ser.

Esto era más de lo que podía soportar, entonces aumentando la velocidad de mis sacudidas se la metía más rápido y fuerte, sintiendo como sus gemidos subieron aun más de intensidad. Un empuje final sintiendo como mis huevos chocaban contra la entrada de su raja, ella me abrazaba firmemente, y apretaba su raja mientras yo estallaba dentro soltando mi semen en lo más profundo de su vagina, mientras ella jadeaba convulsionando y jadeando fuertemente.

Arrecostandome unos minutos a su lado, sintiendo como nuestros cuerpos se van relajando, guardamos silencio, ni una sola palabra era dicha.

Entonces levantándome desnudo de la cama, silenciosamente regresaba a mi propia habitación.

Esto era fantástico. Nosotros nunca en ese u otro momento hemos hablado de los encuentros sexuales que hemos tenido desde entonces, el hecho de que no hablemos es como si nunca realmente sucediera, y así mi suegra puede guardar y mantener su alta moral y religiosidad intacta. Y esto sinceramente es mejor para mí.