Una noche plena de complicidad... (4)

Con las sorpresas que me tenía reservado el amanecer y las increíbles vibraciones que me proporcionó el transcurso de esa mañana, estoy cierta que logre batir todas mis expectativas.

UNA NOCHE PLENA DE COMPLICIDAD IV.-

CON LAS SORPRESAS QUE ME TENÍA RESERVADO EL AMANECER Y LAS INCREÍBLES VIBRACIONES QUE ME PROPORCIONÓ EL TRANSCURSO DE ESA MAÑANA, ESTOY CIERTA QUE LOGRE BATIR TODAS MIS EXPECTATIVAS.

MELISSA:

Importante: Para entender en plenitud este relato, es necesario leer los capítulos 1,2 y 3 respectivamente.

Al día siguiente fue una locura, despertando los niños para enviarlos al colegio, preparando el desayuno para Sergio que le costo un mundo levantarse pues la resaca atacaba su cabeza con fuerza, afortunadamente su receta infalible actuó de maravilla, ella consistía en un vaso de leche y un par de analgésicos.

En la mesa y mientras tomaba su desayuno, mi marido me comentó que había pasado por el cuarto de huéspedes y que Vincent, ya se había marchado, pues no lo encontró ahí, ni en el cuarto de baño, también me dijo que nos tenía invitado para el domingo a toda la familia para almorzar junto en un restaurante camino a la costa.

Pronto pasaron a buscar a Sergio, para sus sesiones de recuperación, pese a que yo me había opuesto por estar recién convaleciente, pero él me tranquilizó que no haría nada que le significara un riesgo. También tenía considerado pasar a almorzar con su madre, por lo que lo tendrías de retorno a eso de la cuatro de la tarde. También los niños se marcharon al Colegio y no los vería hasta pasado las cinco de la tarde.

Ya cuando todo quedó en silencio y en tranquilidad, subí al segundo piso con la intención de tenderme un rato pues me encontraba agotada con mis repetidas fornicaciones y orgasmos, además de mi pérdida de costumbre de trasnochar y beber más de la cuenta me tenía un tanto abochornada. Antes quise pasar por el cuarto de huésped pues me extrañaba que Vincent se haya retirado tan temprano sin hacer ruido. Una vez en el cuarto, pude darme cuenta que se había marchado y me dio una sensación tan agradable y arrebatadora al tenderme en esa cama donde había alojado mi gran amante y se había producido esa entrega que aún me tenía excitada, olía su perfume y palpaba la tibieza de esa cama, sin pensarlo dos veces me quité la bata de levantar y desnuda como estaba me tendí en la cama y me daba vueltas en ella como sintiendo las caricias de mi Vincent.

Pronto un sobresalto me hizo despertar de mis fantasías, y sólo alcancé a decir --- ¡Vincent, tú!--- y su desnudo y tremendo cuerpo cubrió el mío y nos entregamos con ansias a amarnos desesperadamente, no tuve ningún tipo de restricciones para aceptar todo lo que él quiso hacerme con sus labios , con su lengua y tampoco reparé de llevarme a la boca ese hermoso y musculoso trofeo viril, para después fornicar como si en diez minutos más se nos acabara el mundo. El saber que estábamos solos, nos hizo liberar nuestras presiones Me lo hizo de todas formas y me volví loca con su tremendo falo, degustando con hiper sensibilidad cada empuje por tocarme a fondo en sus clavadas, fueron dos horas de intensa pasión y placer sin que nadie nos molestara.

Me había entregado con tantas ansias a Vincent, que cuando después se quiso marchar, no tuve fuerzas para ir a dejarlo a la puerta, me quedé tendida sobre la cama muerta de fatiga pero feliz por lo que me había ocurrido en las ultimas doce horas.

A todo esto, su amigo Rodrigo, el guapetón venezolano, llegó a buscarlo quince minutos después que Vincent, se había marchado. Posteriormente me él me contaría, que al llegar a la puerta de nuestra casa, donde había concurrido en busca de su amigo, iba a tocar el timbre, pero se fijó que la puerta no se encontraba bien cerrada por lo que empujo y entró, al no escuchar ningún ruido, subió al segundo piso pensando encontrarse con Vincent, al no encontrar a éste, se dio cuenta que era yo quien se estaba duchando, por lo que se escondió por un instante para darme una nueva sorpresa, aprovechando de aligerar su vestimenta.

Esperó que me metiera a la cama y al no percibir nada extraño quedó completamente desnudo y a los dos minutos casi me muero de espanto al verlo en esa facha junto a mi cama, de inmediato supe cuales eran sus intenciones pues su garrote estaba erecto como un madero. Con una rapidez asombrosa se me metió en la cama, Yo estaba sorprendida de lo que me estaba sucediendo y de la forma en que se estaban dando las cosas sin siquiera proponérmelo, mi primera intención fue rechazar a Rodrigo y hacerle ver que yo era una mujer decente, fuera que necesitaba descansar por el resto de la mañana, lo necesitaba imperiosamente, pero el sólo contacto con su formidable físico, la forma en como inició sus caricias y sus besos, anularon mi hablar, me hizo olvidar por completo mi fatiga y al minuto siguiente lo tuve entre mis piernas dando cabida en mi apetecida vagina a su bien dotada verga que me mataba en cada clavada a fondo, me sentía en el séptimo cielo con este bello ejemplar de macho que me dominaba por completo y me permitía gozar intensamente con múltiples e infatigables orgasmos, logrando extraerle su rica leche del placer y goce que también yo le entregué por mas de una hora.

Con este par de hombres me pude dar cuenta lo mucho que una mujer como yo puede gozar del buen sexo. Experimentaba un gran placer al hacerlo, diría sin mentirles que en la cama con este tipo de hombres me transformaba y pese a mis múltiples orgasmos, siempre les exigía más y más, hasta casi desmayarme de tanto placer a la que voluntariamente era impulsada.

Al quedarme nuevamente sola, no sabía si condenarme por esa verdadera proeza de infidelidad o felicitarme por que el destino me había proporcionado hacer realidad una de las fantasías mas recurrente en las cabecitas de tantas mujeres como yo, que es el poder fornicar con más de un hombre.

Saben ustedes que pensándolo mejor he decidido alabarme yo misma, pues esa noche y la mañana siguiente descubrí en mi a la verdadera hembra que soy, y fueron ellos mismos quienes me estimulaban, reconociéndome como, ardiente, sensual, fogosa, estimulante, rica y deseable. La verdad es que todavía no se de donde saqué tanta energía y vitalidad para soportar tres toros de exposición o más bien dicho potros sementales, nunca en mi vida me había sentido más deseada, más amada, y fornicada con tanto deseo que cada vez que me acuerdo de ello me caliento y me vienen unos deseos locos de participar una y otra vez de una similar velada.

Si ustedes me siguen estimulando con sus E-mail y enviándome fotos con esas cosas que me han enviado, donde muchos han incluido a sus sexys mujeres, creo que no resistiré de participar en otra placentera velada, dándole nuevos matices a mi vida..

Hasta pronto Melissa