Una noche muy agitada
Y yo no hice nada, solo me dedique a ver a la puta de mi madre, la puta de mi amiga y mis dos hermanos.
Al mes más o menos de haber tenido nuestra primera entrega Paty y yo, asistimos a una fiesta en la misma calle donde yo vivía. Era la boda de la hija de unos compadres de mis papás, por lo cual toda la familia estábamos ahí. Para dicha fiesta, habían cerrado la calle y se había armado el festejo en grande. Para ese día, ya habíamos quedado que Paty se quedaría a dormir en mi casa.
Desde que empezó la fiesta, mis hermanos Pedro y Raúl (tocayo de uno de mis amigos) estuvieron muy cerca de Paty, a ambos le gustaba y siempre que la veían le soltaban piropos. Alguna vez ella me había dicho que no eran feos mis hermanos, e incluso entre bromas me llegaba a decir cuñada.
A la hora de la cena, estuvimos toda la familia juntos, pero con el transcurso de la fiesta, nos fuimos separando, mi hermanita jugando con otros niños, mis papás platicando con sus amistades, yo me dediqué a bailar con algunos vecinos y mis hermanos acapararon a Paty, turnándose para bailar con ella o hasta haciéndolo los 3 juntos. Joaquín estuvo un rato ahí con su novia, la cual no lo soltaba para nada.
El festejo ya iba muy avanzado, pude ver a mi papá platicando con su comadre y otros dos amigos mas, muy animados con copas en mano, Paty y mis hermanos seguían en lo suyo y yo me había sentado un poco. Me quise servir refresco, pero en mi mesa ya no había, así que con la confianza que me daba la amistad de años con la familia organizadora de la fiesta, fui a su casa a pedir un poco. Una de las tías de la novia me indicó donde podía tomar y me dirigí por mi refresco metiéndome a la casa. Llegué a la cocina y me serví, tomándomelo todo de un trago ahí mismo. Me quedé recargada unos momentos sobre el fregadero, cuando sentí esas ganas de ir al baño, así que aproveché y decidí entrar ahí mismo.
Al llegar al baño, me encontré con dos personas esperando por entrar. Pasaron unos segundos y salió la novia, que era la que estaba ocupando en esos momentos el baño, la saludé y la felicité. Después de intercambiar algunas palabras, le dije lo que estaba esperando y me comentó casi en secreto que con confianza podía usar el baño de la parte de atrás, que estaba en el patio trasero, le agradecí y me dirigí para allá.
Atravesé el pequeño patio trasero, el baño estaba en un rincón. Pude ver que se veía luz y la puerta estaba entre abierta, así que me acerqué, pensando que si estuviera ocupado, la puerta la tendrían cerrada. Al irme acercando, mezclados con la música que llegaba de la fiesta, se empezaban a escuchar unos gemidos, me intrigué y me fui acercando un poco mas, pero ahora con cuidado.
Inmediatamente reconocí a la mujer a la cual estaban cogiendo, por su vestido, me di cuenta que era mi madre. Estaba parada al pie de la entrada al baño viendo, a través de la puerta que estaba entre abierta, ella estaba empinada sobre la taza, recargada con sus manos en el depósito de agua, con la parte de de abajo de su vestido levantada y recargada sobre su espalda, sus piernas y nalgas totalmente descubiertas, y detrás de el, tomándola por las caderas, estaba un hombre cogiéndola con fuerza, metiéndosela una y otra vez.
ah que rica estás
así compadre ahhhhhhh sígale ahhhhhhhhh
Gracias a esto supe quien era su amante en esos momentos, su compadre, el de mi papá, el esposo de la señora con la que mi papá estaba platicando afuera en esos momentos muy quitado de la pena y seguramente sin imaginar lo que ocurría a unos metros de ellos.
No era la primera vez que veía a mi mamá coger con alguien que no fuera mi papá, es más, tenía plena conciencia de lo puta que era y que le encantaba andar con uno y con otro. Aun así, me causó un poco de sorpresa, y una mezcla de enojo por lo que le hacían a mi papá y un poco de excitación por lo que veía y más por saber que era mi madre la que estaba ahí.
Ellos estaban tan metidos en lo suyo, que no se dieron cuenta que alguien los veía. Yo estaba como hechizada viendo las duras embestidas que le daban a mi progenitora, hasta que los avisos por parte del compadre de que iba a terminar, me hicieron reaccionar, haciéndome dar la vuelta y salir de ahí. Llegué hasta la fiesta directamente, hasta el baño se me olvidó. Fui a buscar mi lugar y me senté ahí sola, pensando en lo que acababa de ver, nuevamente esos sentimientos encontrados aparecieron en mi. Estaba ensimismada, sin pensar ni fijarme en nada de lo ocurría a mi alrededor.
Me levanté y fui a dar una vuelta por la fiesta, atravesándola y llegando a la esquina de mi casa, regresé nuevamente a mi lugar, todo sin mirar a nadie, solo pensando una y otra vez en lo que acababa de ver, y además llegaban a mi mente imágenes anteriores, también de mi madre con Joaquín. Llegué nuevamente a mi lugar. Desde ahí, localicé con mi mirada el lugar donde estaba mi padre y ahí estaba el, ya acompañado por mi mamá que se le abrazaba del brazo muy cariñosa, me sonreí pensando en como podía ser capaz de eso, estar tan tranquila después de lo que acababa de hacer. Así mismo ahí estaba el compadre con ellos también, igual con su esposa y otros amigos de ellos.
Mi cuerpo me recordó que hacía un buen rato que tenía que ir al baño, por lo cual me levanté y me dirigí a mi casa, al entrar, miré hacia el fondo y me extrañó ver la luz del cuarto que compartía con mis hermanos encendida, me asomé y no vi nada de reojo, por lo cual entré rápidamente al baño. Al salir, vi la puerta que da hacia la pequeña terraza abierta, por lo cual fui hacia allá despacio, sin hacer ruido. Me paré al lado de la puerta y pude verlos ahí sobre una colchoneta. En ella estaba acostado mi hermano Pedro, con sus pantalones hasta abajo y encima de el, estaba Paty, completamente desnuda de la cintura para abajo, estaba cabalgando a mi hermano, mientras que aun lado de ella, de pie, también con sus pantalones hasta abajo, estaba Raúl dándole su verga en la boca, lo cual acallaba sus gemidos. Mis hermanos traían puestas sus camisas, Paty igual tenía aún su blusa, pero la tenía desabotonada con las tetas al aire, las cuales le acariciaban entre los dos.
Ya me había tranquilizado un poco, pero en esos momentos, mi excitación volvió a desatarse, simplemente tomé lugar a un lado de la puerta, tratando de esconderme en la pared y me limité a ver. Pude sentir mi respiración agitada y no supe ni en que momento mi mano ya estaba dentro de mi pantalón viendo como se cogían mis hermanos a mi amiga.
Hacía años que no veía a mis hermanos desnudos, desde que éramos unos niños, y como habían cambiado en verdad, Raúl tenía una verga de tamaño normal y un poco gruesa, muy velluda, tal y como me gustan, pensé, cerrando los ojos por unos momentos e imaginando que era yo quien se la mamaba. A Pedro se la pude ver un poco después, cuando se salió de Paty y se puso frente a ella para que se la mamara, era un poco similar a la de Raúl, solo un poco mas larga. Paty se puso en la posición de perrito y ahora Raúl era el que se la metía. Fue muy poco el tiempo que la estuvo cogiendo, al menos en esa posición, pues pasó algo que ya había visto en películas, pero que no me había imaginado. Pedro le dijo unas palabras a Paty, al parecer no era la primera vez que se las decía. Fue muy poco lo que insistió, hasta que mi amiga aceptó. Me tuve que esconder para que no me vieran durante los cambios que hicieron, pero después de unos momentos, vi a Raúl acostado, Paty encima de el, con la verga de este último dentro de su vagina. Pedro estaba detrás de ella y se la empezaba a meter por el culo, despacio pero con firmeza, avanzando a cada paso, hasta que se la clavó toda. Paty estaba inmóvil, aferrándose a Raúl y casi gritando.
Mi mano que había vuelto a mi vagina, estaba empapada por mis jugos, mi excitación era inmensa viendo como mis hermanos se cogían a mi amiga al mismo tiempo, uno por atrás y otro por adelante.
Los gritos de Paty llegaban a mis oídos, eran gritos de dolor y placer, donde les pedía que siguieran y que no pararan, a lo cual ellos obedecían. Pedro que era el de más libertad de movimiento, la arremetía cada vez con más fuerza, provocando que ella gritara también en cada embestida, hasta que conociéndola bien, supe que se estaba viniendo, la podía ver como se retorcía, como queriendo salir de esa prisión en la que la tenían mis dos hermanos, pero sabía que ella no quería eso, no quería salir. En seguida, por sus gritos, Raúl indicó que el también se venía. Paty ya los acompañaba en sus movimientos, se movía de atrás hacia delante, ensartándose uno y otro. Mi mano también se movía rápidamente. No tardó mucho cuando Pedro también se vino, entre gritos y jadeos, recargando todo su cuerpo sobre Paty, la cual no paró de moverse y alcanzó un nuevo orgasmo en medio de mis hermanos.
Aun no se salía ni uno de ella, se movían suavemente, disfrutando esos momentos de relajación que vienen después de un intenso orgasmo. Yo no aguanté mas y salí de ahí, hasta la habitación principal, donde mordiéndome la mano para no gritar y frotando mi clítoris con fuerza, estaba apunto de alcanzar mi orgasmo, con las imágenes de lo que acababa de ver en mi mente, cuando escuché ruidos, por lo que me levanté en seguida, abroché mi pantalón y sin voltear a ver, salí de la casa. Fui a la de mis vecinos, y me metí directo al baño donde horas antes se habían cogido a mi mamá. Ahí, bajé mi pantalón y mi pantaleta por completo después de encerrarme y me comencé a masturbar, pensando en todo lo que había visto esa noche, desde mi madre siendo cogida, hasta mis hermanos metiéndosela al mismo tiempo a Paty. Fueron segundos, acaso un minuto los que bastaron para alcanzar mi orgasmo y sentir esa oleada de ricas sensaciones, saqué los dedos de mi vagina empapados y los chupe, pensando en Paty, en mis hermanos, en todo.
Cuando me tranquilicé y mi respiración se normalizó, salí de ahí, pasé a la cocina y tomé un poco de refresco. Al salir a la fiesta, fui a nuestra mesa y ahí estaba Paty sola, con una cara que era mezcla de satisfacción y desconcierto. Deduje el por que era esto último y la tranquilicé diciéndole que había sido yo la que estaba en la casa. Solo volteó a verme con cara de sorpresa y me reí.
ya vez como si eres más puta que yo? Jajajajaja, eso nunca lo he hecho
jajajajaja, pues de lo que te pierdes
La fiesta siguió su curso, y por ahí de las tres de la mañana, nos metimos a casa. Paty durmió conmigo, pero debido a la cercanía de todos ahí en mi pequeña casa, no hicimos nada, solo nos dimos unos besos y unas caricias cobijadas por la oscuridad.
Antes de dormir, pensé en lo que había sido esa noche, una noche muy agitada, y yo ni siquiera había hecho nada, pero creo que con lo visto, bastaba para que hubiera sido un buen día.
Al otro día y sobre todo en la semana, pasaron muchas cosas, las cuales relataré en mi siguiente entrega.
Espero sus comentarios, y gracias por leerme.
Besos y hasta la próxima.