Una noche loca la tiene cualquiera
En ese momento Jose parecía haberme leido el pensamiento, me cogío del hombre y me sacó fuera para que me diera un poco el aire, salimos por la puerta de atrás. Salimos fuera, era tarde, me dijo que cerca había un parquecito con unos bancos donde se podía estar tranquilos.
Sabía que José tenía que ser mío, no podía dejar que se escapara de mis brazos por nada de mundo, a cualquier precio...
Mi nombre es Natalia, y con mis 21 años no me puedo quejar de nada. Nunca he tenido problemas en mi casa ni con mis amigos, mis estudios siempre me han ido más o menos bien, y respecto a los chicos siempre he ido por delante, he sido una chica muy precoz, ayudada por mi físico, más bien alta de estatura, morenita, piel blanquita, muy guapita de cara y delgadita pero con todo muy bien puesto.
En mi vida hubo un antes y un despues de conocer a un chico mayor que yo, me lo presentaron unas amigas, se llamaba José A. Tenía 31 años, no demasiado guapo pero si muy atractivo, con un cuerpazo, alto y fornido. Cuando lo conocí la primera impresión es que era un poco chulo, pero que estaba para comérselo.
Nos presentaron en una disco y nos dimos 2 besitos en la cara, pero noté como me agarraba fuerte, y de como se me quedó mirando despues, me desnudo con la mirada pero yo tampoco me quedé atras.
Mis amigas me contaron sus devaneos amorosos, por lo visto era todo un D. Juan, con mucha experiencia entre las chicas. Todo eso unido a su cuerpazo y nuestro intercambio de miradas se convertió en una mexcla explosiva, lo quería tener dentro de mí, me imaginaba como me lo hacía violentamente, de cómo me hacía cosas que hasta ahora los chicos con los que había estado, casi todos de mi edad o un poco mayores, no me habían ofrecido.
Mis amigas se tenían que ir y yo también, pero en ese momento José A. se dirigió a mi, "no me digas que ya te tienes que ir, creía que tu aguantabas un poquito más", y sonrió. Mis padres son estrictos con la hora, pero sabía que de vez en cuando me podía pasar un poquito, y esa noche era una de ellas. Sonia y María me previnieron, no les gustaba la idea de que me quedara sóla, sabían que José era de confianza pero muy peligroso.
Empezamos a conversar, casi siempre de temas subidos de tono, de si teniamos pareja, de nuestros últimos ligoteos..., nos dimos un bailoteo y tomamos alguna copa más. "Estas buenísima cariño", puf, me volvía loca cada vez que me tiraba un piropo, me sentía más madura, mayor, tratada como a toda una mujer. La verdad es que esa noche me preparé bien, unos pantalones baqueros nuevos, muy bajitos de cintura y bien pegaditos a mi cuerpo, destacando mis piernas largas y esbeltas y un culito redondito. Una blusita arriba y más pintadita de la cuenta con mis labios muy rojos que destacaban en mi piel blanquita.
El estaba que se salía, los 2 estabamos un poco piripis. Yo sin darme cuenta y animado por Jose me puse a bailar super-sexy, me abrí un botón más de mi blusa, ya de por sí con mucho escote. Jose no dejaba de mirarme el sujetador que se veía sólo un poquito, a mi eso me gustaba, me ponía a 100. Empecé a mover mi cintura y mi culito, y a sonreirle, sin advertir que había más gente en la disco. Eran sus amigos, todos mayores que yo, con cara de salidos y que se estaban poniendo las botas conmigo.
Jose hablaba con sus amigos, seguro que de mi, mientras se mordía el labio y me daba su aprobación con un movimiento de cabeza. Uno de sus amigos se puso a mi lado a bailar pegadito pero eso no me gustaba, y le di un achuchón, José se echó a reir.
Ahora le tocaba a él bailar conmigo, se puso bien cerquita, detrás mía, podía sentir su aliento en mi nuca, su polla dentro de su pantalón sobre mi cuerpo, esas manos fuertes en mis brazos, en mi cintura...
Yo estaba que no podía más, no le comí la boca en ese momento porque sabía que no estaba bien delante de tanta gente, me sentía humeda, sino hubera nadie más allí me lo hubiera tirado a lo bestia, se la comería hasta el fondo, me montaría sobre él y le pondría mi conchita en su boca, para correrme encima suya...
En ese momento Jose parecía haberme leido el pensamiento, me cogío del hombre y me sacó fuera para que me diera un poco el aire, salimos por la puerta de atrás. Salimos fuera, era tarde, me dijo que cerca había un parquecito con unos bancos donde se podía estar tranquilos. Yo accedí por supuesto, hacíendome un poco la remolona para no parecer una chica fácil. Fuimos despacito, el me cogió la mano y eso me gustó, se acercaba a mi me daba un besito y se alejaba, el estaba tambien un poquito cargadito de alcohol. LLegamos al parque pero estaba cerrado, era un parquecito de niños, con sus jueguecitos. Jose me indicó un sito por donde subiendo una pequeña reja metálica podríamos entrar. No veía el problema en trepar, sino en estar en un sito solo, con un extraño, el me animó, "venga, yo te ayudo Natalia", empecé con una pierna y el me ayudó, me cogío todo el culo con sus fuertes manos, mmmmmmm, noté como apretaba, yo me hice querer, quería que me empujara más fuerte hacia arriba. Salté y a continuación lo hizo él.
Fuimos a un banco que estaba casi a oscuras, debajo de un arbol, al lado de unos columpios. Yo me senté primero y el se hizo derogar. Se puso detrás mía me dijo que me iba a dar un masaje. Con sus fuertes manos empezó a acariciarme los hombros, me bajó un poco la blusita y me echó a un lado los tirantes del sujetador.
Me gustaba, pero me daba un poco de miedo tanta oscuridad y tanto silencio. Poco a poco empezó a besarme la cabeza, mi pelo, mi nuca... y sus manos se deslizaron hacia abajo hasta meter los dedos por dentro de mi sujetador. Me abandoné a mis sensaciones, eché mi cabeza hacia atrás y el con sus dedos jugaba con mi pezoncito ya durito. Me besaba el cuello, me sobaba mis pechos, "son preciosos", mientras me los tocaba miraba por encima, "te los voy a comer Natalia", me di la vuelta, me puse de rodillas sobre el banco y el me abrió la blusa por completo de una vez, me rompió un par de botones de abajo.
Tenía la cara desencajada, empezó a chuparme los pechos, me estaba comiendo las tetas un poco bestia, me daba pequeños mordisquitos que me ponían a mil. Sus manos siguieron hacia abajo, mientras me comía la boca, yo estaba chorreando, era una mexcla de todo, me abrió el botón del pantalón, yo le paré un poco pero hizo caso omiso, me metió la mano bajo mi tanguita y se dió cuenta de que estaba chorreando. Sus dedos empezaron a moverse en mi conchita, me metió un dedo, despues otro,,,estaba tan humeda que no sentí casi nada...
Jose paró, se echó un poco hacia atrás y se quedó callado. Yo no sabía que pasaba, estaba casi desnuda en un parque publico, creía que alguien había entrado que nos habían descubierto. Jose empezó a sonrerir, "ven Marcos que hay para los 2!". No me lo podía creer, era el tío asquersoso que se puso a bailar conmigo en la disco. No sabía que cara poner, no quería parecer una cría ni una estrecha. "Oye, que estoy contigo Jose, dile que se vaya", mientras intentaba subirme el pantalón para no enseñarle el culo a ese tal marcos, que tenía una cara de salido que no podía con ella, además estaba un poquito gordito, vamos , asqueroso.
"Natalia, no me digas que estas hablando en serio", creía que eras una tía enrrollada, no me digas que no lo has hecho nunca con 2 tíos?. Me dejó fría, la miré con cara de odio, pero el ni se percató, por un momento dudé. Pero no, estaba un poco borracha, excitada por Jose, pero no loca. Terminé de ponerme bien la ropa y le dije que me iba a ir que ya era tarde.
José me cogío del brazo, me hacía daño, yo sin perder la compostura sonreí, le dije que era un chico malo. El me arrastró sobre el, empezó a besarme. Yo no sabía que hacer, así que me dejé llevar por el momento, me volvió a quitar la blusa y me abrió el pantalón, seguía si cabe más mojada, sus manos se movían rapidamente dentro de mi, me bajó los pantalones, las braguitas y me dejó medio desnuda, con tan solo las blusa medio puesta. No quería pensar en Marcos, no quería saber nada, menos mal que estaba detrás mía. Jose se abrio la camisa y yo empecé a besarle el pecho, casi no tenía bello y estaba muy fuerte, me gustaba. Con sus manos me forzó a ponerme de rodillas, a la altura de su paquete. Parecía que iba a reventar. Yo no me corté un pelo, le abrí el pantalón y le baje los slips, tenía la polla tiesa, era igual que las otras que había visto pero mucho más gorda. Empecé a lamérsela, estaba chorreando, mi lengua ya tenía alguna experiencia en estos temas, así que yo creo que le gustaba.
Poco a poco me la fui metiendo mas hacia dentro, pero me molestaba un poco, estaba muy gorda y yo la boca la tenía normalita, se me habían saltado las lágrimas. El empezó a embestirme más fuerte, me hacía un poquito de daño, "follatela por la boca Jose", Marcos seguí allí, hijo de puta. Yo me seguía dejando hacer, pero Jose dijo algo que me hundió "ven MArcos, que Natalia quiere darte algo".
Ahí terminó mi noche, me quedé fria, ya sabía lo que iba a pasar y no me gustaba. Marcos se acercó por atrás, me bajó la blusa de un tirón y empezó a sobarme el culo. Jose no paraba hasta que se vino en mi boca, fue la primera vez, siempre con los otros chicos les decía que de eso nada, pero esto era distinto, no era la misma de siempre.
"Tragatela putita, que todavía queda más", Jose había perdido los papeles y me di cuenta de que yo también, hace ya mucho rato. No me pude tragar toda su leche, estaba fuerte, se me caía por la boca, bajo la barbilla.
Jose me incorporó, me puso a 4 patas en el banco y empezó a comerme mi coñito por detrás, eso me gustaba, ahora me tocaba a mi disfrutar. PEro me olvidaba de Marcos, se puso delante mía y empezó a darme con su polla en mi cara "ahora me toca a mi Natalia, anda portate bien!", me hice la distraida hasta que José desde atrás me tiró del pelo "venga pértate bien con mi amigo, que ya te estoy dando yo lo tuyo". Me hizo daño, Marcos mientras se quedó mirando mis pechos que miraban hacia abajo balanceándose, me los agarró. Yo cerré los ojos y se la cogí, empecé a meneársela pero el quería más. Era menos gruesa que la de Jose pero más larga, me la metío de violentamente, abrí los ojos sin querer, la tenía hasta la garganta. Todo era una mexcla, porque también tengo que decir que Jose lo sabía hacer bien, me lo estaba comiendo todo, jugando con sus dedos en mi clitoris, incluso, algo nuevo para mi fue cuando me besaba el culo, mi agujerito, me gustaba.
Marcos me estaba haciendo daño en la boca y me estaba aprentando demasiado los pechos, menos mal que llegó en un momento, ahora fui más rápida y me la saqué antes, se corrió en mi cara, me llenó un ojo incluso el pelo, pero no me tragué nada.
Jose paró y empezó a buscar con su polla mi coñito, jugueteaba con su miembro ya erecto como antes. Poquito a poco me la fue mentiendo mientras Marcos le jaleaba "venga, dale caña", nunca había tenido una cosa tan gruesa dentro de mí. Notaba como costaba un poco de trabajo. Jose me la metío de una embestida y no pude remediar dar un grito. A ellos les gustó, yo me arqueé hacia abajo para que me penetrara mejor.
Empezó a embestirme violentamente, pero me gustaba, lo que no me gustó es cuando uno de sus dedos empezó a metérmelo por mi ano. Me hacía daño, nunca me lo habían hecho por ahí. Me agarraba la cintura y me llevaba contra el hasta que se corrió, fuera, sobre mi espalda. Marcos aplaudió, la imagen tenía que ser buen, una chica de 20 años con media blusa sobre los hombres a 4 patas en un banco de un parque infantil. Jose atras, dandome cachetadas al culo.
Jose se retió y yo le pedí que me alcanzara el bolso para limpiearme. En esto que Marcos se acerca por detrás y yo le separo "donde vas, no has tenido bastante". Jose se rie, me dice que sea buena pero yo me niego. Una cosa es hacerle una mamada, y otra que me folle un tio que no me gusta. Jose deja de sonrir, yo me siento en el banco, poniendo a buen recaudo mi coñito. En esto que Jose me levanta, y Marcos aprovecha para cogerme el culo, me resisto pero es para nada, me tumban boca abajo en el banco, jose me coge los brazos y Marcos intenta metérmela. "vale ya, esto no me gusta", pero no me hacen caso, Marcos me abre las piernas y va derechito resfregando su polla por mis muslos. Jose que sigue con la polla fuera me la quiere meter en la boca, pero en ese momento estaba todavía flacida, así que me río en toda su cara.
Jose se enfada aún más, me agarra más fuerte y anima a su amigo "Marcos follatela ya, anda"Marcos sigue y llega a mi conchita pero ahí no acaba todo. "Marcos abrele el culito en condiciones a esta puta". "No te atrevas maricón, dejadme ya hijos de puta", no se para que dije nada, Marcos con la polla en la mano la dirige a mi culito. Como ve que no puede entrar me mete antes un dedito, yo estoy rabiando, nunca pensé donde llegaría esta noche. Marcos insiste con su dedo hasta que lo saca y empieza con su polla, la tiene de nuevo dura, me hace daño, bruzcamente la va mentiendo poco a poco, mientras yo levanto un poco el culo, lo que por desgracia de mi facilita que me la meta entera, y de una vez. Ahhhhh, a ellos les excita, Marcos la saca y vuelve a la carga, mete y saca, yo casi por instinto abro mis piernas, mientras Jose, ya con su polla otra vez en condicones me la mete por la boca, esta todavía humeda de antes.
Marcos, en poco tiempo se corre dentro de mi, noto como su leche cae desde mi culito hacia mi coño, estoy llena de semen.
Jose paró en ese momento y se sube los pantalones. Marco le acompaña y se marchan. Yo me limpio, me visto, no lloro, no protesto, me lo tenía merecido.
Lo peor de todo es que nunca había estado tan excitada, Jose me gustaba, y sabía como hacer disfrutar a una mujer. Nunca le he contado esto a nadie, quizás porque yo me lo busqué.