Una noche lluviosa pensaba en ti

Uno corto, mientras me llega la inspiración para continuar el otro, lo tenia por ahí.

Una noche lluviosa pensaba en ti

Era una noche de miércoles como ninguna, llovía y estaba fresca.

Esa noche acostada en mi cama pensaba en ti y recordaba nuestra primera vez.

Recuerdo  que llegaba a casa después de un largo día, cansada y toda la ropa empapada después de caminar en busca documentos de una oficina a otra.

Al  abrir la puerta del pequeño apartamento me envolvió un rico aroma a comida y la tibieza del lugar siempre al llegar encontraba el apartamento solo y debía prepararme mis alimentos, no me sorprendí mucho porque el día anterior me habías pedido el duplicado porque querías prepararme una pequeña sorpresa.

Mencione tu nombre en voz alta y saliste de la pequeña cocina con un delantal y un gorro de chef el cual me dio mucha gracia. Te abalanzaste a mí dándome un abrazo y regañándome por mi ropa mojada me mandaste a cambiar no sin antes regalarme uno de tus ricos besos y diciéndome que me esperabas a comer

Cenamos entre risas y besos, una rica cena, cocinas bien, lo sabes,  es uno de tus muchos talentos.

Recordado el primer día que vi y como te invite a salir te burlabas de mi torpeza y me dices que si no te hubiera invitado, tú lo hubieras hecho

No sentamos en el sofá de la sala, traes una botella de vino en tus manos, te digo, que no bebo y tú dices que lo sabes pero, que esta noche había que celebrarla era nuestro primer mes.

Me acercas una copa y me dices que bridemos y yo te digo,¿ por qué? Te sonríes con esa sonrisa que me cautiva, no dices nada y me regalas un beso que me deja sin aliento.

Tomamos un poco más de las copas te quito tu copa y las dejo a un lado, te acerco a mí y empiezo  besarte a explorar tu boca como nunca antes.

Con tus manos inquietas y a besos empiezas a quitarme la ropa lentamente, quiero hacerlo rápido y empiezo también a desvestir, ansió el contacto con tu piel.

Me detienes y me dices, despacio tenemos toda la noche para las dos…

Te digo, que te deseo y que me muero por ti…

Me sonríes y me besas hasta calmar un poco mis ímpetus.

Lentamente retomamos el ritmo de caricias y besos que llegan…

Llego a tus  senos los cuales no dejo de besar, chupar y lamer. Te escucho gemir y suspirar despacito indicándome que voy bien.

Bajo por tu vientre con besos, me entretengo en tu ombligo y sigo bajo dejando una estela de besos con suaves mordidas mientras enredas tus manos en mi cabello

Tu aroma me llama y el sentirte estremecer me indica que debo atender esa zona. Regreso a tu boca te miro como pidiendo permiso te sonríes y me dices, tontita, y vuelvo y desciendo a tu sexo buscando tu clítoris el cual atiendo con lamidas, chupadas y besos… te penetro con mi lengua tu vagina y te siento empujarme contra ti, casi no me dejas respirar pero, sigo con la tarea, pues tú me dices en medio de jadeos que no pare mientras con el movimiento de caderas me marcas tu ritmo… te siento estremecer y caes de espalda en el sofá.

De nuevo retomo mi camino de besos hasta tu boca mientras calmas tu latidos… de nuevo sonríes me encanta tu sonrisa, me regalas un rico beso y me dices que ahora me toca a mí…

Y si, no paramos hasta el amanecer… en donde un nuevo día nos encontró desnudas y abrazadas en mi cama.

Hoy que nos estas, recuerdo que todo lo hicimos en una noche lluviosa, donde el resplandor de los rayos alumbraban tu cuerpo y golpear de la lluvia en la ventana fue nuestra música de fondo

Si, hoy que está lloviendo, lo vuelvo a recordar,  no estas a mi lado ya…