Una noche lluviosa.

Una lluvia muy especial, mmmm...

Diez menos cuarto, el telefonillo sonaba como un llamado para sentarse a comer y disfrutar bocado a bocado de un manjar exquisito que deseamos que nunca se acabe. La pequeña pantalla a color permitía a Roberto y a Luna ver el vestido negro ceñido que llevaba Cristina. ¡Sube antes que te vas empapar, madre mía la que esta cayendo! dijo Luna con una leve sonrisa nerviosa pero sexy, como si la invitada pudiera verla desde abajo.

¿Cómo estoy? Preguntaba Luna mientras se tocaba el pelo con sus pequeñas manos de niña que chocaban con el rojo intenso con el que había pintado sus uñas, Luna llevaba un vestido verde con un escote espectacular que dejaba ver de manera generosa sus preciosas tetas, y parte de la aureola que se asomaba despistada y un tanto asustada. ¿Y yo? Preguntaba Roberto, Tu bien cariño, estas estupendo.

¿Has visto que guapa es? Bueno tampoco pude ver mucho por la esa pantalla diminuta, pero si, tiene un tipo muy lindo. ¿Sabes que quiero que me hagáis las dos? Me lo puedo imaginar. ¿Una lluvia, no? ¡¡Si, una lluvia!! No se si podré, ya sabes que me cuesta mucho, pero lo intentaré, yo también tengo muchas ganas de hacértela y que me comas el coño cuando termine. ¡¡¡ufff!!! que ganas por dios.

¡¡Din- dong!!! ¡Luna, cielo abre por favor! ¡Si voy! Espera, dame un beso. ¡Te amo!

@Soytumenarca