Una noche húmeda...
Recuerdos de una noche de sexo increíble, donde una chica seduce para sentirse penetrada completamente...
Como si el tiempo no hubiera pasado, aun tengo tu aroma en mi piel. Ese olor de disfrute del sexo, que de solo sentirlo me hace vibrar. Cuando empiezo recordar tu cuerpo y tus caricias, no puedo evitar humedecer mi ropa interior y deslizar mi mano para calmar un poco ese deseo de sentirte. Mi mente vuela, y como dicen que recordar es vivir, le doy vida nueva a ese encuentro de sudor y pasion:
Esa noche me preocupe por arreglarme de una manera provocadora, con un vestido rojo a media pierna de tela suave y vaporosa y solo una tanga por ropa interior. Deje mi cabello suelto y con anterioridad puse unas gotas de rico perfume en zonas estrategicas de mi cuerpo. El escote un poco pronunciado dejaba entrever la caida natural de mi pecho que se movia ritmicamente con mi respiracion. Mis manos y pies cuidadosamente arreglados exhibian un color vinotinto en contraste con la claridad de mi piel. Llevaba aproximadamente una hora esperando que llegaras al restaurante, con hambre de ti y una habitacion reservada en el hotel, mi vulva palpitaba con vida propia pidiendo, mas bien, exigiendo atencion.
Mis senos erectos ya no consideraban suficiente la presion de la ropa y uno que otro roce que disimuladamente hacia con mi mano para que nadie en el salon lo notara. Pedi otra copa de vino intentando calmarme, pero al sentir que el efecto era contrario, con un par de movimientos rapidos y sutiles deje que mi interior se deslizara hasta mis tobillos y simulando acomodarme los tacones lo guarde cuidadosamente en mi bolso. Libre al fin, sentia como un mar de mis jugos bañaban mi entrepierna, mientras apretaba los muslos con ansia esperando que no se perdieran entre mi vestido o en la silla en que me encontraba, queria guardarlos solo para ti.
Conociendo tu puntualidad sabia que esa espera estaba calculada, querias que llegara al limite de resistencia, que el tiempo hiciera que mi deseo aumentara cada vez mas. Solo lo comprobe cuando en medio de mi desesperada busqueda visual de tu llegada, te divise en una mesa no muy lejana pero estrategicamente ubicada para verme con claridad, pero pasar desarpercibida desde mi posicion. Ignoraba si te habias dado cuenta que te habia encontrado, pero con sed de venganza me propuse provocarte para que te dieras cuenta si quiera en minimo grado de lo que pasaba por mi cuerpo.
Tome un sorbo mas de mi copa dejando una gota en mis labios que saboree delicada y juguetonamente con mi lengua. Sabiendo lo que te gusta, con un mesero le envie una nota a una chica de la barra que se encontraba aparentemente sola y la invite a acompañarme con un trago. Ella, de piel blanca, atractiva, vestia conservadoramente un juego de falda y blusa que sin embargo permitia admirar su buen cuerpo. Con una sonrisa acepto y se sento a mi lado. Pude notar una fragancia suave pero agradable y ver sus manos bien cuidadas y sus sandalias, en las que resaltaban sus bonitos pies arreglados con un ligero tono rosa. Mientras iniciaba una conversacion, note como cambiaste de posicion en tu silla animando mi juego de provocacion. Comence a coquetearle primero muy sutilmente y luego casi que de manera descarada. Le rozaba con suavidad su mano mientras hablabamos y le decia algunas cosas al oido a lo que ella reaccionaba con sorpresa pero no con disgusto. Saque mi pie del zapato y comence a jugar tocando su pantorrilla, y aprovechando un descuido le di un suave beso en el cuello.
Ella se retiro algo contrariada, explicandome que no le interesaba pues esperaba a alguien. Al verme descubierta le conte de mi venganza y acepto, solo por esa justa causa, continuar un rato mas con el juego. Ahora con su consentimiento y dejando de lado la preocupacion por los demas presentes comenzamos a hablar de nuestro gustos en el sexo para ponernos a tono. Se acerco a mi y sin excusa alguna paso su lengua por mi oreja y parte del cuello, lo que me hizo reaccionar. Me decia lo mucho que le gustaba tocarse y que disfrutaba al maximo cada relacion que tenia.
Me confeso que este juego la excitaba, cosa que comprobe deslizando mi mano suavemente entre sus piernas, notando la humedad en su ropa interior. Ambas respirabamos mas rapidamente y comenzamos a fantasear con tener un buen consolador para las dos. Ella, cada vez mas desinhibida acariciaba mi muslo y percatandose que no traia nada, paso su lengua por dos de sus dedos y se dispuso a tocarme suavemente pero con firmeza llevandome a producir pequeños gemidos que de no ser por la musica ambiental hubieran llamado la atencion de todos en el lugar. Yo sentia su respiracion entrecortada mientras su mano se perdia en el mar de mis fluidos y sensaciones. Sin importarme nada, la bese y ella me correspondio. Fue un beso no muy largo pero intenso. Ella retiro su mano lo que me permitio devolverle las caricias, al principio pense que su tanga lo haria mas dificil pero al mover mi mano la tanga rozaba otras zonas lo que la excitaba aun mas. Me susurraba lo bien que se sentia y ambas delirabamos con ser penetradas.
De pronto una voz a lejos nos volvio a la realidad, pues la cita de la chica habia llegado. Cada una, como si de un pacto se tratase chupo y saboreo los dedos con los que habiamos jugado y un rapido beso fue nuestra despedida. No supe su nombre y no fue necesario. Por otro lado mi venganza estaba consumada, sabia que te habia encantado el espectaculo y que excitado, quedabas frustrado porque no continuo. Por fin te decidiste a acercarte. No dijiste nada, solo me diste un beso que intento reconocer el sabor del lugar de mis dedos habian visitado. Note inmediantamente tu excitacion. Me tomaste de la mano, me diste un beso en el cuello y luego de pagar la cuenta nos fuimos a la habitacion. Tu olor de macho en celo me excitaba aun mas, me mirabas y me tocabas con lujuria.
Tu mano acariciaba mi pecho y bajo rapidamente donde mi humedad esperaba con ansia. En solo unos segundos te tenia desnudo frente a mi. Tu pene erecto se levantaba desafiante y solo hacia que aumentara mi deseo. Me abalance sobre el dispuesta a consumirlo, a disfrutarlo. Deslice mi lengua por toda su extension, deteniendome por momentos solo para introducirlo casi por completo en mi boca. Lo chupada desesperadamente, mientras mi vagina mas que lubricada, gozaba con dos dedos tuyos. Sonreias complacido y incluso gemias un poco lo que excitaba aun mas. Me tumbaste boca arriba y pasaste solo una vez tu lengua por mi clitoris haciendome gritar. Lo hiciste de nuevo y otra vez y otra vez, haciendome gemir y gritar y pedir mas. Necesitaba que me penetraras.
Necesitaba sentir ese pedazo tuyo que me llena. Respondiendo a mis suplicas lo metiste todo hasta el fondo lo que me hizo estremecer. Comenzaste con ese delicioso movimiento fuerte y ritmico golpeando mi pelvis, haciendome gemir de placer. Eleve mis piernas y podia sentir como me llegabas tan adentro, y tus testiculos chocaban contra mi ano causandome gran placer. Ahora me tocaba a mi disfrutarte. Te acostaste boca arriba y yo me sente introduciendo poco a poco mi objeto de placer. Se provocaban en mi una tras otra sensaciones increibles. Tu pene se movia con gran facilidad dentro de mi, me volvia loca y lo apretaba y soltada a discrecion para sentirlo mejor. De espaldas a ti, con mis manos acariciaba mi clitoris y gimiendo te expresaba lo delicioso que se sentia.
Comence a sentir como tus dedos humedos tocaban y dilataban mi ano, elevando mi placer. De la nada comenzaste a introducirme un pequeño consolador, moviendolo al ritmo que tu pene me penetraba. Era una sensacion increible, me llenabas toda, me llevabas al limite, me estabas provocando un orgasmo espectacular. Con tu pene bien profundo en mi y el consolador en mi trasero, comence a moverme gozando de cada roce, gemia y mis manos frotaban mi clitoris con frenesi, te escuchaba gemir y me excitaba mas y mas, aumente mi ritmo y me abandone a la sensacion de tenerte dentro hasta que con un grito de satisfaccion explote en un orgasmo sensacional, mientras sentia como me inundabas con tu semen y tu pene palpitante golpeaba las paredes de mi vagina. Mis piernas me temblaban, mi cuerpo sudaba y una sensacion de completo placer recorria cada celula de mi cuerpo. Me retire, te abrace y con un beso y un te amo lo dije todo. Me encantas, me llenas, me completas, me haces volar
Y lo mejor de todo es que se va a repetir
Machelo.