Una noche en la playa

ParejaBCN2 descubre las ventajas de vivir cerca de la playa, entre ellas, poder disfrutar de un baño morboso y especial bajo la luz de la luna...

UNA NOCHE EN LA PLAYA

Vivir al lado del mar tiene su encanto, claro que nunca he vivido en otro lugar y dudo que fuera capaz.

Cerca de mi casa hay una playa preciosa rodeada de acantilados, es pequeñita y solo vamos los que la conocemos, hay que acceder a ella andando cinco minutos por un caminito, en veranos voy algunas noches, el placer de bañarse con luna llena es alucinante, casi siempre estoy solo pero durante estos últimos años me han pasado varias cosas que quiero contaros:

La primera experiencia.

Como muchas cosas de la vida, mi primera experiencia subida de tono en la playa por la noche vino por casualidad, estaba con mi íntimo amigo Julio y su novia Clara de copas y salió en la conversación ir a la playa de noche, Clara dijo que nunca lo había ido a bañarse a oscuras, y señalando a su novio dijo:

-      Este, todo lo que suena a mar le da escalofríos, imagina de noche!

Es verdad, a Julio no le gustaba nada ir a la playa, algunas veces conseguíamos que viniera con toda la pandilla, pero no estaba en su ambiente, por el contrario, le gustaba hacer excursionismo, subir montañas y estas cosas que a mi tan poco me gustan. A Clara si le gustaba y algunas peleas habíamos vivido por este motivo.

Con Clara siempre hubo buen rollo, es una chica encantadora, con la que puedes mantener una conversación inteligente y físicamente está más que bien, mide 1.70, unas tetas preciosas que más de una vez me imaginé a pesar de no haberlas visto nunca y un culito que cuando luce pantalones ajustados o minifalda hace girar a los tíos, la verdad es que yo la vi primero y le lancé el anzuelo pero picó con Julio y me retiré deportivamente, claro que de esto hacía ya dos años. Algunas veces que Julio se iba a subir montañas salíamos los dos como buenos amigos y siempre me lo pasé muy bien, pero eso, como amigos.

Ella preguntó dónde iba, que tal era eso de bañarse con la luz de la luna, etc, mis respuestas estaban cargadas de pasión por el tema, incluso le propuse que algún día me acompañara, quedando así el tema.

Al cabo de un par de semanas me llamó para ir al cine, su novio estaba subiendo alguna montaña de nombre impronunciable, cuando salimos de ver la película hablando de distintas cosas me preguntó por mi afición de ir a la playa por la noche y le dije que si quería acompañarme aquella noche podríamos ir, ella enseguida me dijo que si y quedamos que pasaría a recogerme por casa a las 10, yo me encargaría de las cervezas y algo para comer.

A las 10 en punto llamó al timbre, abrí y vi que por arriba la camiseta sin mangas salían las tiras del biquini, mis escasas posibilidades de verla desnuda decaían en picado, por si acaso yo ya llevaba el bañador.

Andamos hasta la playa, cuando llegamos estábamos completamente solos y la luna llena justo encima de nosotros, dejamos las cosas, nos sacamos la ropa, ella quedó con un precioso biquini rojo que ya había visto varias veces que le realzaban las tetas. Rápidamente nos dirigimos al agua y enseguida nos pusimos a jugar como críos, cosa que era bastante habitual ya que en el agua nunca entraba su novio, eso me permitía tener algún contacto físico con ella que nunca pasaban de inocentes roces míos hacia ella.

Esta noche me aventuré un poco mas y el contacto era bastante directo, bloqueándola y agarrándola en muchos momentos, además, ella intentaba hacerme lo mismo, mas de una vez mi polla que empezaba a estar intentando romper el bañador se pegó a su culo mientras yo la agarraba fuerte por los brazos o el vientre.

Salimos del agua y a pesar de la poca luz, mi erección era evidente, intenté que no se diera cuenta pero el comentario de:

-      Veo que te alegras de verme

Dejó claro que lo notó.

Nos sentamos, abrimos las cervezas y comimos un poco, ya os dije que con ella tenemos conversaciones muy agradables y esta noche no fue distinto, La conversación derivó hacia mi afición de bañarme por la noche, ella sabía que soy un gran amante de la playa pero le dije que la noche me daba más libertad, la conversación fue en este sentido:

-      Claro, por la noche estas solo

-      No es solamente esto

-      Ah no?, entonces qué es?

-      Siempre me baño desnudo

-      Yo no lo he hecho nunca, me da corte, soy muy vergonzosa en estas cosas, ya sabes que casi nunca hago topless

-      Nunca te he visto

-      Solo lo hago cuando se que nadie me conoce, ya te he dicho que soy muy vergonzosa

-      Pues es una pena que nos impidas verlas (este tipo de comentarios en broma eran normales)

-      No son distintas a otras

-      Las otras no son las tetas de Clara, entiendes

-      Jajaja, entiendo, pero no te cortes, si quieres desnudarte, hazlo

-      Me da corte yo desnudo y tu vestida

-      No miraré, te lo aseguro

-      No te creo

-      Jajaja, yo tampoco, además, yo sé cosas de tu polla

Hay que explicar que varias veces me había acostado con su gran amiga Berta, somos buenos amigos y algunas noches de fiesta hemos acabado en la cama, claro que ambos siempre hemos tenido claro que se trata solo de sexo.

-      Y te crees que no se cosas de ti?

-      Julio es un bocazas

-      Es normal, no te preocupes

Julio, como íntimo amigo que es me contaba cosas, por ejemplo la primera vez que follaron, como era, etc.

-      Y que sabes de mí

-      Eso te lo diré si te bañas desnuda

-      De eso nada majo, jajajaja

Decidimos volver al agua, antes de entrar me dijo que no fuera tonto y si lo prefería podía sacarme el bañador, no sabía qué hacer pero me decidí y me lo bajé, a pesar de intentar disimular, Clara no pudo evitar que notara como miraba mi polla que estaba morcillona por lo que la situación, entramos en el agua y los juegos tenían el morbo que el contacto era directo, cuando al agarraba mi polla le rozaba sin impedimentos su espalda, piernas.., ella aparentemente no le daba importancia pero noté que sus contactos eran más frecuentes que antes, y cuando la cogí por la espalda, mi polla se clavaba directamente en su culo sin que se quejara.

Se separó un poco de mí donde el agua nos cubría y me di cuenta que la tira del biquini no estaba, se lo dije y simplemente rió, se había sacado la parte de arriba, alzó la mano con esta pieza de ropa cogida, me lancé hacia ella, solo me dijo:

-      Tienes que prometerme que antes de salir del agua me la dejarás poner

-      Ok, dije

Ella lanzó el sujetador a la arena, inmediatamente se lanzó encima mío, sus tetas tan duras como me había imaginado se clavaban en mi espalda, me costó encontrar alguna posición para verlas, lo conseguí fugazmente ya que cuando no estaba encima mío estaban cubiertas por el mar, eso sí, los roces de nuestros cuerpos fueron constantes.

Muy hábilmente conseguí sin que se diera cuenta deshacer los lazos que unían los laterales de la braguita, solo era cuestión de tiempo que acabaran flotando y así fue, estábamos agarrados y de repente aparece su braga, ella quedó parada pero la cogí y la lancé a la arena, simplemente rio y volvimos a los contactos y juegos, claro que ahora mi polla se apoyaba en el culo y sus pelitos del coño me hacían cosquillas en la espalda. Cada vez tomaba menos precauciones para que no la viera, sus tetas blancas redondas coronadas por dos pezones pequeñitos y oscuros estaban más fuera del agua que dentro.

Cuando por fin salimos ella se tapaba el coño y tetas con la mano, fue a recuperar las prendas pero le supliqué que no se lo pusiera, total, ya lo había visto todo (su coño no pero no lo mencioné), después de pensarlo aceptó, por fin podía verla descaradamente, como las partes de las tetas, culo y coño casi nunca habían visto el sol estaban totalmente blancas, con la luna resaltaban, tenía pocos pelos en el coño, muy bien recortado, aquella visión hizo que no se me bajara el empalme pero no le dio importancia.

Resultó extraño estar hablando con la novia de mi mejor amigo en pelotas, pero lo hicimos y un buen rato, supongo que a Clara le pasaba lo mismo, además, mi empalme no bajaba, antes de irnos Clara dijo:

-      No se te ha bajado en todo el rato, señalando mi polla

-      Es culpa tuya, además, seguro que tu también estas excitada

-      Si, claro

Puso un dedo entre sus piernas y lo sacó brillante, en aquel momento vi claramente su coño rojizo

-      Estamos igual

-      Tendrás que hacer algo para que se te baje antes de dormir

-      Claro que lo haré, dije riendo, y tu también

-      Si, y no tengo a Julio, jajajaja, deditos, ya sabes

-      Si no fueras la novia de mi amigo….

-      Guapo, si no fueras el amigo de mi novio habríamos follado hace rato.

-      Este vínculo es una pena

-      Sí, pero es así

-      Te pudo hacer una pregunta?

-      Claro

-      Si fuera un desconocido, tu teniendo novio, también te lo hubieses follado? (las cuatro cervezas cada uno permitían aquellas preguntas)

-      Sin duda, dijo.

-      Y Julio?

-      No se lo diría, jajajaja. Si no está para calmarme, algo tengo que hacer, jajajaja

-      Y ha ocurrido alguna vez?

-      Me juras que no se lo dirás?

-      Te lo juro

-      Si, dos veces, pero no se lo digas o me mata, el me deja demasiados días sola y las tentaciones son muy fuertes.

Nos vestimos, los trajes de baño estaban húmedos por lo que me puse el pantalón corto sin nada debajo y una camiseta, ella su falda corta y blusa que marcaba los pezones erectos y así nos fuimos, tenía la falsa esperanza de que se lo repensara y entrara a mi casa pero no fue así, me hizo jurar una y otra vez que de lo dicho o pasado no se lo contaría a Julio, aquella noche y varias más me maté a pajas pensando en Clara y me confesó que también lo había hecho pensando en mi.

La chica sola

Nunca me había encontrado con una chica sola en la playa a estas horas, la vi de lejos, no había nadie más, estaba vestida al borde del agua sentada en la arena, creo que ni se dio cuenta que estaba allí hasta que pasé cerca y le dije "buenas noches", ella se sobresaltó y respondió con lo mismo, le hubiese puesto entre 35 y 45 años, morena y delgadita.

Como de costumbre me desnudé y lancé al agua, después del chapuzón salí, seguía allí como una estatua, al rato oigo que sollozaba, no sabía qué hacer, nunca he soportado ver a una mujer llorando, me acerque a ella desnudo como iba y le dije si podía ayudarle, me dijo que no bastante bruscamente y me fui. A los cinco minutos se acercó a mí y me pidió perdón por su respuesta, me dijo que estaba pasando un mal momento y quería simplemente reflexionar tranquilamente y aquella playa le pareció el sitio ideal, le dije:

-      Si quieres hablar, te escucho

-      Gracias, eres un sol, pero no te interesarán mis problemas

-      Pruébalo

Dudó un momento y me dijo:

-      Voy a separarme de mi marido.

-      Lo siento

-      No lo sientas, no es culpa de nadie

-      En estos casos nunca es culpa de nadie, o lo es de los dos.

-      Bueno si, es culpa mía

-      No digas eso

-      Yo he sido la infiel, comprendes

Quedé perplejo

-      Me he enamorado de una mujer

Quedé más perplejo todavía

-      Mis sentimientos son contradictorios, amo a una mujer pero también amo y estoy casada con un hombre maravilloso al que no quiero hacerle ningún daño pero no puedo dejar de estar con ella.

-      Y ella te corresponde

-      Si

-      Y tu marido, que sabe?

-      Todo, se lo he explicado hace dos horas

-      Y como se lo ha tomado?

-      Mal, muy mal, está destrozado

-      Comprendo

Estalló a llorar otra vez, me puse a su lado y la abracé, recostó su cara en mi pecho desnudo sin dejar de sollozar, le dije:

-      Pero lo tienes claro?

-      Hace unas horas si, pero ahora no sé

-      Por lo que te ha dicho tu marido?

-      Si, el es muy bueno, me ha dicho que aceptaría cualquier cosa para no perderme

-      Cualquier cosa?

-      Si, incluso está dispuesto a compartirme

-      Pues no es mala idea.

-      Un poco complicado, no te parece

-      Porque no te das un baño, a mi me calma y verás las cosas de otro color.

-      No llevo bañador

-      Yo tampoco

Al fin se rió, me alegré

-      Supongo que por la noche no es necesario

Se levantó y sin ningún problema se sacó la ropa, todo menos las braguitas, dijo:

-      Perdona que no me acabe de desnudar, me da vergüenza

-      Tienes que sentirte cómoda

Me cogió de la mano, aquella mujer de la edad de mi madre me cogía muy fuerte, entramos en el agua, me dijo:

-      Hablar contigo ha sido muy bueno, gracias

Me abrazó, la polla se le debía clavar en el vientre pero no le importó en absoluto, la agarré por la espalda igual que me hacía ella, todo dentro del agua.

Salimos y me contó muchas cosas de su vida, como conoció a su marido, de cómo a la chica que tanto amaba, incluso explicándome la primera vez que se acostaron y sus pensamientos al descubrir la bisexualidad, se abrió totalmente a un hombre que hace un rato ni conocía, yo simplemente escuchaba, aquella mujer solo necesitaba eso, alguien anónimo a quien contarle sus problemas, se notaba en su rostro como se animaba, me propuso volver al agua ya que eso de bañarse por la noche le gustaba mucho, le dije que es mejor desnudo, intentando que se sacara aquella braguita, pero hizo como si no lo oyera.

Esta vez entramos abrazados, seguro me estaba agradeciendo mi paciencia, ella puso su mano izquierda alrededor de mi espalda y yo con mi derecha hice lo mismo, al entra bajé un poco la mano y toqué la goma de las braguitas sin que ella dijera nada. Cuando estuvimos dentro me dijo:

-      Te reto a una carrera hasta la boya (habría unos 50 metros)

-      Te ganaré, dije

-      Si lo haces me saco las bragas

-      Si te gano por más de un cuerpo te la saco yo

-      Vale, dijo empezando a nadar de improvisto.

Solo pude decir que no valía pero tenía que seguirle si no quería perderla, evidentemente ganó ella, con esta trampa era imposible atraparla, pero estuve a punto de hacerlo, agarrados los dos a la boya le dije:

-      Has hecho trampa

-      Que no sabes que las mujeres siempre lo hacemos? Dijo riendo, tú crees que sacarme las bragas es fácil?

-      Si lo hacemos bien te gano

-      Seguro que no, siempre he sido una buena nadadora

-      Casi te pillo

-      Porque no me he empleado a fondo

Las tetas se veían impresionantes, su pequeño pezón resaltaba en el pecho,

-      Está bien, hacemos otra carrera, dije

-      Y si ganas me saco las bragas

-      Y si gano por más de un cuerpo, te la saco yo

-      No ganarás.

Arrancamos esta vez los dos igual y le gané, me costó mucho y la victoria no fue ni mucho menos por un cuerpo, le dije:

-      Estoy esperando que te saques las bragas

-      Hazlo tú

Sin respirar me sumergí y se las saqué, allí abajo no veía nada por lo que tuve que tocarla bastante para saber donde estaban, ella no se quejó y salí con la prenda en la mano quiso cogerla pero no quise dársela, se tiró encima mío intentando hacerlo, los roces eran evidentes, varias veces rozó mi polla con su cuerpo y yo las tetas, evidentemente en eso la gané claramente, le dije:

-      Te las daré si las coges con la boca

-      Vamos donde toque de pie en el suelo

Nadamos hacia el punto donde podíamos apoyar los pies, allí le dije con sus bragas en la mano:

-      Estas preparada?

-      Si

Las puse enrolladlas en mi polla, ella miró con una sonrisa pícara y se sumergió, acercó la boca a la polla y muy hábilmente sin ni tan solo rozarla las sacó, eso sí, mi polla estaba a tope, salió con la prenda en la boca y me dijo:

-      Para ganarte una chupada mía necesitas algo más, y te aseguro que lo hago muy bien.

-      Como lo sabes?

-      Si le preguntas a cualquier hombre que se lo haya hecho te lo dirá.

Salimos del agua otra vez abrazados, mi polla estaba a tope y ella se cortó poco en bajar la mano y agárrame casi por el culo por lo que yo hice lo mismo, cuando llegamos a la arena bajó la mano y me agarró el culo diciendo:

-      Que culo tan firme, me gusta tocarlo, ya ni recordaba cómo eran los de tu edad.

Yo hice lo mismo con ella, también lo tenía duro, ella sonrió y dijo:

-      Si, mis carnes están firmes

Mi polla también lo estaba sin duda y ella la tenía delante.

Sin darnos cuenta volvimos a hablar de su situación lo que hizo que se me bajara el empalme, ella me dijo:

-      Lo siento, te he puesto triste

-      No, porque?

-      Se te ha bajado esto, dijo señalando mi polla

-      Jajaja, está en tus manos el que se vuelva a poner dura

-      Ya lo supongo, bueno, tengo que irme

-      Como quieras, yo estoy muy bien

-      Yo también, no puedes ni imaginarte lo a gusto que he estado contigo.

-      Me das un beso?

-      Claro que si

Acercó su labio a los míos y nos besamos, intentaba que abriera la boca pero no lo conseguí, bajé la mano y la agarré por el culo, ella hizo lo mismo pero seguía sin abrirlos, mi polla ya dura se clavaba en su vientre otra vez, separó su boca y me besaba el cuello, no sé cómo se lo montó pero se puso detrás mío sin dejar de besarme, sus manos estaban en mi vientre y poco a poco bajaban, llegó a rozarme la polla, hice una maniobra para ser yo quien estuviera detrás, mis manos estaban en su vientre mientras le besaba el cuello, poco a poco las subía sin que ella se opusiera, mi polla estaba en la raja del culo, decidí tentar la suerte y fui subiendo, cuando le rocé las tetas por abajo no dijo nada por lo que tenía el camino libre para continuar, lo hice y se las agarré, ella lo disfrutaba y empezó a gemir, después hice el camino contrario y llegué al coño, me facilitó la labor abriendo las piernas, llegué al botón que acaricié, cada vez gemía mas fuerte con mis suaves meneos y se me corrió entre mis brazos apretando muy fuerte sus piernas.

Se dio la vuelta y se arrodilló delante de mi polla, la cogió con la mano y me dijo:

-      Te voy a hacer la mejor mamada de tu vida y además me tragaré tu leche

Y lo fue, sin duda nunca nadie me había hecho algo tan perfecto, sabía en todo momento lo que necesitaba y la dejó absolutamente seca, no dejó escapar nada.

Le propuse follar pero me dijo que no y lo respeté.

Nunca más volví a ver a aquella mujer.

Ellos se pelearon y yo lo aproveché.

Recuerdo perfectamente aquella noche, estaba aburrido y no tenía sueño, mis amigos me habían dejado colgado, así que cogí la toalla y anduve por el caminito hasta la playa, la noche era despejada con un poco de luna, lo suficiente para ver que había una pareja y un grupo mixto de amigos, extendí mi toalla, me saqué el bañador y me dirigí al agua, pude ver que de la pareja él iba desnudo y ella con un vestido blanco ibicenco, el otro grupo todos estaban vestidos y cantaban, hablaban y reían.

Una de las chicas del grupo se dirigió al agua, justo en la orilla se desnudó y el resto de chicos y chicas le gritaban y silbaban, estuvo muy poco dentro, cuando salió se envolvió en la toalla mientras sus amigos seguían gritando y riendo.

Realmente no prestaba atención a la pareja, solo vi que hablaban sin que pudiera oírlos. Al rato el grupo de amigos se fueron con lo que la playa recobró la paz que buscaba. Estaba a punto de irme cuando decidí darme un último baño, entré en el agua y oí unos gritos de la chica, pude escuchar claramente que aquello era una bronca, miré hacia ellos, la oscuridad hace que puedas clavar los ojos en alguien pasando desapercibido, ella bruscamente se sacó el vestido quedando solo con una breguita blanca que destacaba en la oscuridad, se dirige hacia la orilla y se la saca, se gira hacia su compañero y le dice gritando:

-      Eso es lo que querías?, pues tendrás más.

Se arrojó al agua, yo estaba a unos 50 metros y la noche me impedía ver donde estaba ella, nadé tranquilamente y un chapoteo de agua me sobresaltó, era la chica que nadaba a pocos metros y acercándose, cuando está a mi lado se para y me dice:

-      Quiero que el cabrón de mi novio lo sea de verdad

-      Y necesitas mi ayuda?, le dije

-      Si, vamos a la orilla

Salimos del agua, yo estaba empalmado ante la posibilidad que la chica me estaba ofreciendo, me hace estirar en la toalla, divisaba su cuerpo, era perfecto, alta, morena, pechos abundantes, coño depilado. Se agacha entre mis piernas y sin mediar palabra me cogió la polla y se la puso en la boca, yo no me quedé atrás y le acariciaba los pechos, parece que mis habilidades manuales le gustaron por que gemía bastante. De reojo miraba a su novio, estaba sentado mirando impaciente como su novia me chupaba la polla, cuando notó que ya estaba suficientemente excitado se puso encima de mí y con la mano dirigió la polla en su agujero de placer cabalgándome, ella se corrió dos veces, la segunda coincidió con mi descarga.

Sin decir nada se fue con el coño lleno de leche hacia su novio, cuando llega veo que se pone el vestido, ni se molestó a recoger las bragas y le dice:

-      Has conseguido que me desnude pero yo te he hecho un cornudo

Se iba, su novio recogió las toallas y le perseguía intentando darle alcance, a partir de aquí ya los perdí, me fui a la orilla donde ella había dejado la braguita blanca, la recogí y me fui a casa, desde aquel día guardo la prenda como recuerdo de una noche inolvidable.

Mi novia y un amigo de color:

Esto sucedió ya hace unos años, por aquel tiempo yo tenía una novia muy mona, se llamaba Marta. Todo empezó cuando Rud, un amigo de la universidad me llamó por teléfono que estaba cerca de mi pueblo, fuimos muy amigos en la universidad pero al acabar regresó a su país, Senegal, el chico siempre ha atraído mucho a las mujeres, es negro, alto, fuerte….

Le invité a cenar, estábamos los tres, mi novia me dijo que Rud estaba muy bien, cosa que repetí delante de él, Marta fingió un falso enfado y dijo que no era exacto, que realmente me había dicho que alguna amiga suya estaría encantada de conocerla.

Cuando acabamos de cenar les propuse ir a la playa, plan que le encantó a Rud por que en su país era imposible hacerlo, Marta nunca había puesto problemas a desnudarse, cuando llegamos ella esperó ver que hacíamos, yo me saqué la ropa, Rud, de espaldas a nosotros también lo hizo así que Marta se sacó toda la ropa, de reojo Rud la miraba, seguro que le encantó ver aquel cuerpo tan bien formado desnudo, a pesar de ser de noche.

Nos lanzamos los tres al agua, Marta se quedó impresionada con la polla del chico y no era para menos, vaya pedazo de carme tenía entre las piernas, cuando pudimos estar algo separaros me dijo que Rud tenía la polla más grande que había visto en su vida.

Salimos los tres y hablamos sentados el las toallas, Marta era la única que se tapó, supongo que estar desnuda entre dos hombres le cortaba un poco. Entre la bebida que habíamos tomado y la intimidad de la noche me desinhibí y expliqué el comentario del tamaño de la polla que mi novia había hecho, ella fingió que se había enfadado dándome unos puñetazos en el brazo, lo que provocó risas de los tres, le dije:

-      Por que te enfadas?, seguro que nuestro amigo estará contento del comentario

-      Eres un bocazas, dijo

-      No te preocupes, hace muchos años que le conozco, dijo Rud

-      Mira, ahora la puedes ver mejor, dije

-      Si, mira sin problemas, dijo Rud estirando un poco su cuerpo

Su polla se veía, a pesar de la polca luz, impresionante, con todo aquello estaba ya morcillona, colgaba entre medio de las piernas y en este estado medía mucho mas que la mía cuando estaba al máximo

Marta me miró, entendí que quería ver mi reacción, le hice un gesto que entendió enseguida, se acercó un poco más a nuestro amigo y dijo:

-      Realmente es la mas grande y gorda que he vistió nunca

-      Acércate mas, le dijo Rud

-      Si, acércate, dije

Ella se levantó, la toalla le envolvía, de rodillas a su lado acercó los ojos a menos de un palmo de aquella polla, creo que cuanto mas cerca estaba mas alucinada se sentía

-      Cuando está crecida debe ser más impresionante todavía

-      Si quieres, la hago crecer

Todos reímos, Marta sin duda quería pero no se atrevía a decirlo

-      Háztela crecer, Rud, le dije, que la vea bien.

La cogió con la mano y mirando fijamente a mi novia empezó a acariciarla, aquello iba creciendo, en estado de excitación era descomunal, a Marta se le salían los ojos de las órbitas al mirar aquello, y seguía a un palmo, Rud le dijo:

-      Te gusta así?

-      Si, mucho

-      Quieres tocarla?

Marta me miró, le dije

-      Venga, no seas tonta, hazlo, lo mas seguro es que nunca tengas la oportunidad de tocar una así.

Tímidamente acercó la mano, los primeros contacto fueron unas caricias, lo que hacía mi novia me puso caliente, después la agarró, su mano ni mucho menos podía abarcar aquel aparato, después hizo movimientos de arriba abajo, evidentemente Rud disfrutaba con aquello.

Creo que a su pesar dejó de tocarla, dijo:

-      Ha sido una experiencia alucinante.

-      Gracias, dijo Rud

-      Pero creo que esto no cabe aquí dentro, señalando su coño

-      Si cabe, dije, el coño es muy elástico

-      Desde que regresé a mi país no ha estado en un coño blanco, pero recuerdo perfectamente que cabía, dijo riendo

-      Pero no duele?, dijo

-      No, todo lo contrario

-      Por que no lo pruebas?, le dije

-      Quieres que me ponga la polla de Rud en el coño?, quieres que me lo folle?, dijo Marta incrédula de las palabras que le había dicho.

-      Eso, que te entre en el coño, dije, seguro que Rud quiere

-      Seguro que quiere, dijo Marta.

Se quedó un momento dudando, aquello podía ser interesante, Marta miró mi polla y vio su estado lo que no le dejó dudas de mi deseo, se levantó dejando caer la toalla que la envolvía, Rud se estiró totalmente, ella se puso de pié abierta de piernas encima de su cuerpo y dijo:

-      No me dolerá?

-      No te preocupes cariño, te gustará, le dije

Despacio, muy despacio, se agachó, la cogió con la mano y apuntó el coño, vi como aquella polla iba desapareciendo dentro del agujero de mi novia, creía que la partiría en dos pero no, seguía entrando, su coño tenía que dilatarse enormemente para dar cabida a aquello, al fin su culo chocó con los huevos, se quedó quieta, nos dijo temblando:

-      Es alucinante, voy a correrme ggggggg

Y se estremeció en un orgasmo sin que Rud se hubiese movido.

-      Ya te dije que te gustaría, comentó Rud cuando cesó el orgasmo y sin sacársela, por cierto, tienes un cuerpo precioso.

-      Te gusto?, dijo Marta con cierta coquetería

-      Me encantan estos pechitos blancos

-      Tócaselas, le dije a Rud

Ella misma le cogió las manos y las puso en sus tetas, Rud los acarició, primero con suavidad pero cada vez ponía mas pasión, el cuerpo de mi novia empezó a moverse, aquello se convirtió en una follada total en pocos segundos, ambos jadeaban, el segundo orgasmos de Marta me cogió casi de improvisto, fue tan rápido que ni me lo creía, así estuvieron un buen rato, cambiaron de posiciones, Rud se la folló al estilo perro (a ella le encanta), también le comió el coño y ella la polla hasta que al final se corrieron simultáneamente descargando la leche de Rud tan adentro como pudo del coño de mi novia.

Cuando se separaron totalmente satisfechos vi como por las piernas de ella bajaba gran cantidad de leche que no cabía allí dentro, se acercó a mi y me dio el beso mas apasionado de nuestro noviazgo, bajó su cara a mi polla y se la puso dentro, chupaba como solo ella sabía hacer, le costó poco que me corriera en la boca, se tragó todo lo que pudo y el resto caía por los lados de su boca, solo dijo:

-      Ha sido maravilloso tener vuestras leches en mis agujeros.

Y mirando a Rud le dijo:

-      Nunca olvidaré tu polla, me has arrancado el mejor orgasmo de mi vida, gracias

Todo se acabó aquí, claro que ella recordaba frecuentemente a mi amigo de color.

Con mis compañeros de trabajo

Aquella noche salimos con mis compañeros de trabajo, tres chicos y dos chicas, les propuse irnos a bañar, los chicos aceptaron enseguida, las chicas se hicieron rogar un poco pero lo conseguimos, intenté que quedara claro que por la noche se bañaba desnudo pero las chicas se hicieron las distraídas con mis comentarios. Myriam era la que todos esperábamos ver desnuda, no solo por que estaba muy buena, también por que era la chica a la que toda la empresa había echado los tejos y nadie consiguió nada, tenía novio al que era absolutamente fiel.

Cuando llegamos fui el primero en quedarme en pelotas, mis compañeros también lo hicieron rápidamente, ellas se quedaron vestidas, no le dimos ninguna importancia para no presionarles a pesar de que no era lo que queríamos. Nos lanzamos al agua, ellas se sentaron en la arena viendo como jugábamos como niños, se me ocurrió salir e intentar convencerlas, me acerqué a ellas, trataban de disimular y no mirar mi polla, les dije:

-      Por que no venís, el agua está perfecta

-      Nos da corte desnudarnos

-      Venga ya!, no seáis tímidas

-      Lo somos, dijeron riendo

-      Pues dejaros las bragas y el sujetador

Me costó pero al final aceptaron, se sacaron el vestido, ambas quedaron solo con la ropa interior, parecía que la habían escogido adrede por que era blanca, el color que más resalta por la noche, se metieron en el agua y los cinco jugábamos echándonos agua unos a los otros, seguramente su ropa interior, con el agua se había hecho transparente pero la poca luz no nos permitía verlo.

Salimos del agua, ellas inmediatamente se taparon con la toalla y vimos como se sacaban las bragas y el sujetador mojado, pero la toalla lo tapaba todo.

Hicimos un ruedo, hablamos, reímos pero especialmente bebimos, Myriam se metía todo el rato con migo, no paraba de hacerme bromas, por cierto algunas bastante pasadas de tono y lo que colmó mi paciencia fue cuando dijo algo de un ligue que tuve en la oficina con una compañera, yo me hice el enfadado levantándome, ella reía y le dije que le avergonzaría también a ella, sin que se lo esperara le arranqué la toalla dejándola en pelotas, me puse a correr con la toalla en la mano, Myriam me siguió intentando recuperarla, vi como aquellas dos tetas que tanto admirábamos me seguían dando saltitos, cuando estuvimos separados del grupo dejé que me pillara y se echó encima mío intentando cogerla paro me resistí y la tumbé boca abajo cogiendo sus brazos y poniéndolos en cruz, tenía a Myriam sometida a mi voluntad, miré su cuerpo, aquellas tetitas eran impresionantes, bajé la vista hasta el coño, estaba depilado dejando una fina rayita de pelo, nos quedamos callados, ella era consciente que se exhibía totalmente a mi, bajó la mirada y pudo ver mi polla apuntando hacia ella, la poca fuerza que hacía me dejaba adivinar que la cosa no le importaba demasiado, además, el resto de la gente quedaban apartados y con la oscuridad no nos veían, me dijo:

-      Te gusto?

-      Si, mucho

-      A mi también me gustas, desde el primer día

-      Y por que nunca me dijiste nada?, me había insinuado muchas veces

-      Tengo novio

-      Ya

Pensé que aquello era el final, ella se taparía y todo habría sido unas fugaces miradas, pero continuó

-      Me arrepentiré, pero ahora quiero que me folles

No me lo pensé dos veces, me puse entre sus piernas, mientras mi polla le penetraba nos besábamos, mis manos no paraban de recorrer su cuerpo, su culo, sus tetas, sus pezones, ella también acariciaba mi espalda, pecho, culo, huevos. Tenía que ser un polvo rápido pero como los dos estábamos excitados nos costó poco corrernos, su orgasmo me apretó mucho la polla, aquel coño se comprimía a espasmos lo que estuvo a punto de hacerme correr a mi, pero ella me gritó que no lo hiciera dentro que no tomaba anticonceptivos, la saqué y con la boca me arrancó el orgasmo sin importarle que se le llenara de leche.

Rápidamente nos incorporamos, ella se tapó con la toalla y andamos para regresar con nuestros compañeros, estaba muy avergonzada, por el camino me dijo:

-      Sabes, solo había follado con mi novio

-      Y te he gustado?

-      Si, pero ahora me arrepiento

-      Será nuestro secreto

-      Además, nunca lo había hecho sin condón, tu polla ha sido la primera que ha tocado sin barreras mi coño

-      Vaya, estoy encantado, le dije

Cuando llegamos los comentarios de doble intención eran generales, Myriam les dijo:

-      Nos vamos un momento a follar y ya os ponéis así?

Era la mejor táctica, nadie se lo creyó, acalló los cometarios y fue nuestro secreto para siempre.

Mi vecina, su marido y su hija

Aquella noche estaba muy deprimido, acababa de cortar con una chica y lo que mejor me sentía es ir aquella playa por la noche, cuando llegué estaba solo, me gustaba y es lo que necesitaba, me metí en el agua y cuando salí me puse en la orilla reflexionando sobre mi ya ex novia.

Oí que por el camino alguien venía, eran tres personas que hablaban entre ellas, no les hice caso y continué ensimismado en mis pensamientos, oí que me llamaban por mi nombre, me giré, eran mi vecina Carmen, su marido Manuel y su hija Ana, nos saludamos, yo desnudo y ellos vestidos, me dijeron que si no me importaba se pondrían cerca de mí, les dije que no había problema a pesar de que realmente quería estar solo, ni la posibilidad de ver a mi vecina y su hija en pelotas me consolaba.

Ella es una mujer de unos 40 o 45 años, delgada y alta, la chica tiene unos 20, la conozco de siempre, la he visto jugar y crecer en la calle.

Sin más se sacaron el vestido, no pude evitar mirar, no llevaban nada debajo, ni una triste braguita, el marido también se denudó, solo me dijo la madre:

-      Como puedes ver, ya veníamos preparadas

-      Ya veo, así es mas fácil.

-      Y rápido, dijo Ana

Vi como se metían en el agua y al poco salieron, se dieron cuenta que no estaba precisamente de humor, mi vecina intentaba animarme mientras que Ana de pié a su lado empezaba a turbarme la vista con aquellos pechitos pequeñitos y su conejito depilado, no es que la madre estuviera mal, sus pechos también eran pequeñitos, los pezones muy salidos por el efecto del agua, les conté por encima mi preocupación, Manuel me dijo que eso era un problema pequeño y que "un clavo sacaba otro clavo".

Estuvimos un rato hablando los cuatro, estar con ellos me animaba, y a pesar de que la conversación giraba en torno a lo mala que era mi ex, no podía dejar de mirar aquellos cuerpos de las dos mujeres que, para colmo, de vez en cuando me abrazaban para consolarme y chocaba las tetitas contra mi pecho, enseguida provocaron una erección que los tres vieron enseguida, me dijo Ana:

-      Me alegro de ver esto, ya no estas mal

-      Lo siento, dije

-      Porque?, me encanta, dijo Carmen.

-      Me siento violento, vosotros tratándome de consolar y yo así

-      Solo es señal que te sientes bien, nada más, dijo Manuel.

-      Si, estoy mucho mejor.

Seguimos hablando, ellas estaban sentadas delante de mí lo que provocaba que sus piernas algo abiertas dejaran al descubierto dos chochitos preciosos e impedía que mi erección bajara, Ana dijo:

-      Sabes, estamos contentos que sigas así

-      Claro, le enseñáis el coño…., dijo Manuel

-      Lo siento, intento no mirar, pero me cuesta, dije riendo

-      Lo entendemos, dijo Carmen

-      No te preocupes, sigue así y míranos sin vergüenza, dijo Ana abriendo algo más las piernas, cosa que imitó su madre.

Aquellas mujeres no sé qué pretendían, pero propusieron irnos los cuatro al agua y acepté, saltábamos y nos echábamos agua, sus tetitas no paraban de subir y bajar y mi polla, ya sin disimulos, les apuntaba.

Salimos, se pusieron una a cada lado, Manuel delante, Carmen me dijo algo que me dejó de piedra:

-      Sabes que tienes una polla preciosa?

-      Tu cuerpo y el de tu hija sí que son muy bonitos, respondí.

-      Somos guapas, verdad, dijeron dándose vueltas.

-      Si, mucho

-      Sois preciosas, dijo Manuel

-      Nos vamos a bañar, dijo la madre, pero allí (señalando el otro extremo de la playa

-      Muy bien mama

-      Vienes Manuel?, le dijo

-      Si, claro

Y se fueron, inmediatamente Ana y yo nos agarramos, ella me besaba apasionadamente, solo separó la boca para desplazarla a mi polla, nos pusimos en posición 69, al poco rato se corrió con mis lamidas, ella iba muy lanzada, se puso en posición perro y la follé desde atrás, aquel polvo era perfecto, suerte que la playa estaba desierta por que ella gritaba mucho, se corría como una loca, de repente abro los ojos y veo que los padres han vuelto y me observan como follaba a su hija, Carmen encendió un cigarrillo y no perdían detalle de cómo hacía correr a su hija, Manuel tenía la polla crecida. Ana y yo cambiamos de posición, ahora en la del misionero lo que me permitía chuparle los pezones, ella seguía gritando hasta que me corrí dentro de su coño. Los padres ni se inmutaban, estaban encantados de la visión que le habíamos regalado, cuando Ana se salió, Carmen apagó el cigarro y se agacha, me coge la polla con la mano y me dice:

-      Te importa?

Sin darme tiempo a reaccionar se la puso dentro de la boca, estaba limpiando los restos de mi corrida y los flujos de su hija, miré a Manuel que simplemente observaba, logró que continuara dura, como no. Me hizo estirar y se sentó sobre la polla, la penetré con fuerza, le acariciaba laos pezones, me pidió que lo hiciera más fuerte y cuanto mas lo hacía mas gritaba de placer, Ana y su padre a nuestro lado miraba como me follaba a su madre y esposa hasta que nos corrimos los dos.

Volvimos al agua para limpiarse mi leche, muy contentos los cuatro abrazados regresamos, Carmen le dijo a Ana

-      No se lo digáis a papá

-      Ni a mi novio, respondió ella

-      Eh, que lo he visto todo, dijo Manuel

-      No se lo diremos al vecino, dije yo

Nos reímos mucho, habían conseguido que me olvidara de mi ex, que era lo que querían, es bueno tener unos vecinos tan serviciales.

Mi novia y su amiga

Una noche que estaba con mi novia Teresa y su amiga María se me ocurrió proponerles ir a la playa y curiosamente María aceptó enseguida, la posibilidad de verla desnuda me dejaba ya por sí caliente.

Se fueron a cambiar, lo que no era buena señal, regresaron con el típico vestido playero amplio fácil de sacar y poner y nos dirigimos a la playa.

Pensé que si no me avanzaba podía suponer que no se desnudaran así que en un abrir y cerrar de ojos me saqué la ropa, vi que se abrían los vestidos y para mi sorpresa debajo no había nada, al fin pude ver los pechos de María, muy grandes y firmes, Teresa se puso a su lado y me dijo:

-      Te gusta mi amiga?

-      Es muy guapa

-      Ya lo creo, a mi me gustaría tener sus pechos, dijo cogiéndoselos desde abajo y sopesando el volumen

-      Los tuyos tampoco están mal, dijo María haciendo lo mismo

-      Vaya, vaya, solo pude decir

-      Mira como se ha puesto tu novio, dijo María a Teresa señalando mi polla que les apuntaba

Quise no seguir y nos fuimos al agua, suerte que la temperatura hizo que aquello se bajara y cuando salimos ya estaba más calmado

Nos sentamos desnudos y hablamos un poco de todo hasta que al final el tema era el sexo y lo que nos gusta ver a los hombres como se lo montan dos mujeres.

-      Solo tienes que ver como te has puesto cuando nos hemos tocado las tetas, dijo mi novia

-      Si, es la fantasía de muchos hombres ver a dos mujeres tocándose

-      No sabía que te excitara eso, dijo Teresa

-      A todos los hombres les gusta, dijo riendo María, fíjate

Cogió a mi novia y le acercó la boca a la suya, se dieron un besito que provocó lo que quería demostrar, mi erección inmediata.

-      Y eso no ha sido nada, dijo María

-      Espera un momento, dijo mi novia

Se puso detrás de María y pasando la mano le pellizcó los pezones, evidentemente me puso a 100, mi polla palpitaba, se intercambiaron las posiciones y era Teresa la que lo hacía, ellas se reían de mi reacción.

-      Y con solo tocarnos los pezoncitos, dijo María, a este te como el coño y se corre aquí mismo

-      Lo probamos, dijo mi novia

-      Vale

María se estiró y abrió las piernas, mi novia acercó la cara a su coño y se lo chupaba mientras que con las manos le tocaba los pechos, aquello ya no era una demostración ya, María gemía y no pudo evitar correrse como una loca en pocos minutos, cuando Teresa sacó la cara de allí estaba totalmente mojada, solo pudo decir:

-      Yo también quiero esto

Se puso como antes estaba María, mi novia abrió el coño y su amiga no esperó ni un segundo a hacerle sentir el placer de una chupada de coño, yo miraba aquello incrédulo, ellas allí practicando sexo lésbico y yo disfrutándolo. Teresa se corrió dos o tres veces.

Cuando se separaron les dije:

-      Chicas, ha sido alucinante, pero como podéis ver, no me he corrido con solo mirar

Sus miradas se juntaron, ellas se entendieron, sus dos bocas se acercaron a mi polla, no dejé un solo trozo de sus cuerpos por tocar, especialmente las tetas de María que tanto me turbaron, cuando descargué lo hice dentro de las dos bocas, acabaron ellas con un morreo mientras compartían mi leche.

La despedida de soltera

Aquella noche, cuando andando divisé la playa vi que había un grupo de 9 o 10 personas alrededor de una fogata hablando y gritando, no me hizo mucha gracia ya que rompían el encanto de aquél mágico lugar. A medida que me acercaba pude divisar que era un grupo de chicas que, curiosamente todas vestían igual y de una manara bastante peculiar, llevaban un vestido completo de color verde intenso sin mangas, tipo peto con falda, debajo una blusa blanca, sin duda aquella peculiar vestimenta se debía a que estaba celebrando algo como una despedida de soltera.

Me dirigí a una parte alejada de la playa pero como es pequeñita tampoco nos distanciaban muchos metros, me desnudé y me lancé al agua, cuando salí vi que una de las chicas se acercaba y cuando estuvo a mi lado me dijo:

-      Hola, soy Rosa, como estas?

-      Bien, y tú?

Todo eso yo en pelotas y ella con el peculiar vestido, me dijo:

-      Estamos haciendo mi despedida de soltera y las locas de mis amigas quieren que nos demos un beso, te importa?

-      Encantado

Nos acercamos y nos dimos un beso en la mejilla, en este momento sus amigas aplaudían, al acabar dos de ellas se levantaron y vinieron hacia mi pidiéndome que les acompañara en la fiesta, evidentemente acepté, me vestí no sin que ellas dijeran que no lo hiciera, pero tampoco quería estar en pelotas delante de tantas mujeres.

Ya vestido nos fuimos los cuatro hacia el grupo, después de las oportunas presentaciones de sus amigas y también la madre y la suegra, me senté como uno más, enseguida me ofrecieron bebida, evidentemente para estar a su altura necesitaba bastante alcohol.

Tuvimos un rato de animada charla, donde me contaron que Rosa se casaba al día siguiente, una de ellas dijo que ya estaba bien de charlas y que tenían que hacer algunas cosas con la agasajada, todas menos Rosa estaban de acuerdo, claro que su oposición no sonó muy rotunda, ya me entendéis, así que una dijo:

-      Que le bese en los morros

Ya me temía que tendría un papel importante, ella primero dijo que no, pero cuando me levanté acercándome a donde estaba y puse mi labio al suyo no rechazó el piquito que nos dimos ante los gritos de las mujeres.

En seguida otra gritó:

-      Eso son tonterías, algo mas fuerte

-      De eso nada guapa, dijo Rosa

-      Puede ser divertido, dije

-      Eres un aprovechado, me recriminó Rosa riendo

-      Que le saque la camisa, gritó una

No estaba mal, pensé, después de convencerla, nos levantamos y puso sus dedos en los botones, uno a uno los desabrochó y me la sacó, con los correspondientes silbidos de todas, una gritó

-      Acaricia su torso, que está muy bueno

Con las palmas me lo acarició y lo hacía muy bien, las otras chicas gritaban sin parar.

-      Ahora que él se la saque a Rosa, gritaron

-      Que le saque la blusa?, dije, por mi encantado

-      De eso nada, dijo Rosa

-      Pero ni no se te verá nada, llevamos este peto por delante, es fácil, dijo una que resultó ser la suegra

-      Si, solo enseñaras las tiras del sujetador, dijo otra

En realidad así era, el peto cubría perfectamente el pecho, lo único que quedaría descubierto el la espalda y los costados, claro que la maniobra de sacarla no era fácil sin enseñarme más de lo que quería, entonces su madre dijo:

-      Anda hija, que no pasa nada

Muy contrariada aceptó, pero puso las condiciones, desabrochó las tiras del peto y me dijo aguantándose la blusa:

-      Toca solo los botones, pero nada mas

Así lo hice, con cuidado fui desabrochándolos, ella la agarraba impidiendo que se abriera, claro que por la parte del pecho no pudo evitar que le viera en gran parte su sujetador blanco, cuando acabé se subió el peto y le saqué la blusa, estaba muy sexy vestida así hasta que la suegra dijo:

-      Quedas muy fea, que te saque el sujetador

-      Si, si, gritaron todas

Ella no le importó demasiado porque sin él vería lo mismo de sus pechos, ósea, nada, se puso de espaldas y desabroché los corchetes, después bajé la tira de las mangas quedando totalmente suelto, cuando intenté entrar la mano por el peto para acabar la operación ella se negó, con las correspondientes quejas de sus amigas, al final accedió pero con la advertencia que de tocar, nada de nada, entré los dedos y alcancé el centro de las copas subiéndolos y quedando enteritos en mis manos ante los aplausos de todas.

-      Que le saqué las bragas también, dijo su suegra

Vaya como iba la señora, pensé, la madre y la suegra las más atrevidas, pero no sería yo la que se lo dijera si quería que le sacara las bragas a la novia de su hijo, encantado, evidentemente el resto de mujeres también querían, Rosa no, se oponía totalmente, intervine:

-      Venga guapa, no pasa nada

-      Como que no pasa nada?, dijo

-      Pongo las manos por dentro y zas, las saco

-      Que espabilado has salido

Las demás gritaban, que lo haga, que lo haga…., al final la que le convenció fue su madre, le decía que eran cosas típicas de las despedidas y tenía que aguantarse, cedió, la hice poner de pié y me arrodillé delante suyo, muy despacio introduje las manos por los lados de la falda, cuando estaba en el punto en que calculé que estarían acerque los dedos a la piel buscando los laterales, cogí las gomas y poco a poco las bajé, tardaron poco las amigas en ver como se deslizaban por las piernas aquel tanga blanco que acabé sacando por los pies, en este momento ella dijo:

-      Ya se ha acabado, solo me queda el vestido y no pienso sacármelo

-      Ni te imaginas la de cosas que podemos hacerte hacer sin sacarlo, dijo una amiga

-      Basta ya, dijo, no sigáis, por favor

Consiguió calmarlas, claro que la conversación no es que fuera precisamente suave, allí delante de su madre y suegra descubrieron muchas cosas de Rosa que no creo le hiciera mucha gracia, por ejemplo contaron, con todo lujo de detalles como follaba Rosa con un ex novio en el asiento de atrás del coche de una amiga, ella dijo:

-      Callaros de una vez y hablemos de otra cosa

Su madre dijo:

-      O hablamos o hacemos algo, hija.

-      Yo quiero saber que hacías antes de conocer a mi hijo, dijo la suegra

-      Yo propongo una cosa, dijo una amiga, porque este chico tan mono no le hace un striptease?,

-      Es costumbre en las despedidas, dijo la suegra

Desnudarme para ellas?, por que no, pensé, pero no tan fácil!

-      Si ella colabora, si lo hago, dije

-      Que quieres decir que colabore?, dijo Rosa

-      Yo ha visto lo que hacen estos boys, y la chica les ayuda, ya me entiendes

-      Mientras no me toques

-      Un poco si

-      Bueno, no me toques las tetas

-      El culo y el coño siiiiiii, dijo una amiga gritando

-      El culo y el coño tampoco, dijo Rosa, que bestias que sois.

Rápidamente pusieron música de "Oficial y Caballero", me contornaba alrededor de Rosa, esta estaba inmóvil, cuando la rozaba con mi cuerpo ni se inmutaba, poco a poco desabroché los botones del pantalón y muy despacio me lo saqué, en calzoncillos me puse detrás de ella y agarrándola por la cintura simulaba una follada por atrás, mi polla reaccionaba y tenía que notar aquello duro clavado en el culo, me di cuenta que podía hacerlo mejor, en lugar de agarrarla por la cintura por encima del vestido podía hacerlo tocando directamente la piel, al ser un peto era fácil, lo hice, ella se sobresaltó pero no había infringido la norma, seguí así como si me la follara por atrás pero mis manos allí dentro subían lo suficiente para rozar la parte baja de las tetas y bajaban hasta llegar a casi notar el cosquilleo de los pelos del coño. Cambié de posición y le obligué a estar detrás abrazándome, cogí sus manos con las mías y conseguí que las dejara muertas, me acariciaba mi pecho pero de golpe se las bajé y quedaron encima de mi polla tapada por los calzoncillos, ella rápidamente las sacó ante la  risa de todas.

Las amigas gritaban que me sacara los calzoncillos, me puse delante de Rosa y le coloqué los dedos en la goma para que lo bajara, se lo pensó un momento, me coloque dando la espalda al grupo y ella delante, se agachó y zas, lo bajó, mi polla dura quedaba delante de sus narices que casi le golpea la cara, pero el resto no veían mas que mi culo, gritaban que me girara, le dije a Rosa:

-      Ponte detrás mío, me tapas la polla con la mano y me giro

-      No pondré las nanos sobre tu polla

-      No mujer, hazlo sin tocar

Lo hizo, puso sus manos abiertas a unos centímetros de la polla y nos giramos, las chicas le gritaban que sacara la mano y lo hizo dejándome expuesto, con la polla a tope ante 10 mujeres.

Rápidamente busqué los calzoncillos pero Rosa los tenía en la mano, yo corría detrás de ella, se reía, cuando le di alcance la hice caer en la arena y me puse encima, la tenía agarrada por los brazos, me puse encima de su vientre, mi polla chocaba con sus tetas, las otras chicas reían y gritaban, le dije:

-      Y ahora que hago contigo?

-      Bájale el peto, dijo una amiga

-      Si si si, gritaban las demás

Nunca forzaría a una mujer pero vi que realmente no le importaba mucho, agarré las dos manos con una mía y con la otra deshice las tiras que se lo aguantaban en el cuello y lo bajé, sus dos tetas quedaron al fin desnudas para que todos las viéramos, pero mi polla dura se paseaba por encima golpeándolas algunas veces.

-      Que la acabe de desnudar, dijeron entre risas

-      Eso, quiero ver a mi nuera en pelotas, dijo la suegra

Realmente creo que ella lo deseaba mas que yo, en unos segundos la mano de su madre deshacía el cinturón del vestido sin importarle rozarme mi culo, después me dijo que me levantara un poco y tiró de él, quedó totalmente desnuda sobre la arena pero en mi posición, sentado sobre su vientre no la veía, bajé y me puse entre sus piernas obligándole a abrirlas, ahora si veía claramente el coño abierto, sus labios estaban rojos, ella ya no hacía nada de fuerza por lo que le solté las manos, ella no se movía de aquella posición, mi  polla apuntaba peligrosamente el coño de Rosa, las chicas estaban calladas en espera de acontecimientos, su suegra se acercó a mi y me dijo:

-      A que esperas guapo, no ves como está?

-      Que se la folle, que se la folle, gritaban todas, pero la que más lo hacía era su madre.

Ella solo miraba mis ojos, sus pezones duros apuntaban hacia mí, deslice mis manos a los pechos que recibió con un ligero suspiro, cuando ya se los pellizqué se movía para acentuar el placer, estaba disfrutando de lo que le hacía mientras las otras mujeres callaban para no romper aquél momento. Apunté la polla a su coño, se oyó una voz que dijo:

-      No lo hagas así.

Era su madre, separé inmediatamente la polla asustado, simplemente dijo:

-      No te folles a mi hija sin condón.

Buscaron uno y la suegra me lo dio, me lo puse y la penetré, como gritaba aquella chica, rodeada de sus amigas, suegra y madre, que cantidad de orgasmos tuvo, cuando pensó que ya no podía más se la saco de dentro, me hizo estirar y me sacó el condón para hacerme una de las mejores mamadas de mi vida y no tuvo el menor problema en dejarme correr en su boca.

Nos separamos, creo que todos nos dimos cuenta en aquel momento de lo que acabábamos de hacer, su madre se acercó a ella abrazándola, su suegra al lado le dijo:

-      Te lo has pasado bien y es lo que cuenta, será nuestro secreto.

Como podéis ver, ir a la playa por la noche promete muchas sensaciones que he vivido y os cuento para vuestro placer.