Una noche diferente

Saliendo de una discoteca, que quedaba a las afueras de la ciudad, me preparaba para llevar a cualquier chica, que era habitual, que hiciesen dedo, para llegar a la ciudad, ya que la locomoción era pésima.

Varios grupos de mujeres me hicieron dedo, pero o eran muchas o venían acompañadas de hombres, por lo que no me detuve.

Sin embargo, casi a un kilómetro de esta, veo una chica que caminaba sola, con los brazos cruzados lentamente. Tenía un físico espectacular, un jeans que alojaba un hermoso, grande y perfecto culo. En seguida bajé el vidrió y me acerque a ella. Le pregunte si quería que la llevara, pero esta morena, de pelo largo, me dijo que no, muchas gracias, que prefería caminar.

Haciendo uso de mis dotes de galán, manejando muy despacio a su lado, le dije que era un buen tipo, que me portaría muy bien, que solo quería llevarla para no conducir solo y al cabo de unas cuantas bromas, logre sacarle una sonrisa y aceptó que la llevara.

Sin embargo, al subirse a mi auto, me di cuenta el error que había cometido, el perfecto culo que me había deslumbrado, no era el de una chica, si no el de un hombre. Pero ya era tarde, el travestí se había sentado a mi lado, y me agradecía mi gentileza.

Ella (o el), noto mi cambio, y me dijo que si le molestaba que fuera travestí, que no tenía ningún problema en bajarse. La verdad nunca había conocido ni conversado con ninguno, y debo reconocer que me daba un poco de vergüenza que alguien me viera con ella, pero ya estábamos en marcha, decidí seguir adelante.

Le confesé en el trayecto, que su físico era espectacular, y que de verdad había pensado que era mujer, y que por favor disculpara mi reacción, pero que era mi primera conversación o encuentro de cerca con alguien como ella, que por favor me entendiera.

Ella rió y me dijo que me entendía perfectamente y que no era la primera vez que le pasaba, que incluso muchas veces la habían insultado y bajado del auto, a si que no me preocupara, que estaba acostumbrada.

La verdad ella era muy agradable, simpática y su físico, era realmente espectacular, aparte que sus movimientos eran muy femeninos y sensuales. A si que mientras viajábamos fuimos conversando de nuestras vidas y me enteré que trabajaba de peluquera en el mejor salón de belleza de la ciudad, y los mas interesante, es que vivía sola en un departamento.

Muchas veces había fantaseado con estar con alguien como ella, pero nunca había tenido la oportunidad o la valentía de hacerlo, y me di cuenta que esta oportunidad, y con alguien tan atractiva como ella, no se me presentaría otra vez.

El trayecto hasta su departamento se hizo muy corto, y no alcance a avanzar mucho. Ya ella se encontraba con la puerta abierta y me agradecía lo amable y caballero que había sido al traerla. Pensé en decirle algo, para continuar la conversación, pero nada vino a mi mente, ya con la puerta cerrada, y apoyada en la ventana de mi auto, mostrándome un hermoso par de tetas , nuevamente se despidió y con una sonrisa, comenzó a camina hacia su departamento, mostrándome nuevamente el hermoso culo que me dejo deslumbrado.

Ya casi entraba a su departamento y yo no avanzaba. Me dio una última mirada antes de entrar, y perder de vista su precioso culo. Me recriminaba a mi mismo haber sido tan tonto, de no haberle pedido el teléfono o haberle metido mas conversación, cuando de repente, vuelve aparecer y me hace una señal que vaya hacia donde estaba ella. Rápidamente me bajé y fui hasta la entrada del edificio. Me preguntó si no me gustaría pasar a su departamento a beber algo, antes de marcharme.

Entramos, me mostró donde guardaba el trago y me dijo que preparara dos, mientras ella se podría algo mas comodo. Preparé dos tragos y entré a la cocina a buscar algo de hielo. Al salir, casi se me salen los ojos. Estaba casi desnuda, solo tapada por unos calzones negros muy sensuales, y un peto negro, que apenas tapaban sus hermosas tetas.

Se acerco a mi y me apoyo los brazos en el cuello. Nos comenzamos a besar desesperadamente y mientras yo por fin tenía entre mis manos ese perfecto culo, tal cual me lo imaginaba, ella me desnudaba rápidamente.

Lo primero que hizo, fue bajar hasta mi verga y darme una chupada de toda una profesional. Era fabulosa la forma como la hacía, seguramente sabía muy bien lo que me estaba haciendo sentir.

No pienses nada ……solo déjate llevar

Mmmmm eres exquisita

Lo deseabas ¿verdad?

No sabes cuanto

Pues ahora soy toda tuya ….. para que me hagas lo que quieras …..

Aunque su mamada era espectacular, y me hubiese gustado que no parase hasta hacerme terminar en su boca, quería sentir el cuerpo de ese hombre junto al mío. Siempre tuve la curiosidad de que se sentiría tocar un pene que no fuera el mío, probar sensaciones nuevas.

La levante y la bese. Su boca tenia el sabor de mi verga, era algo morboso, sucio, pero exquisito, ocultos antes los ojos de la sociedad, era mi fantasía y quería probarlo todo.

Besándola baje mi mano hasta toparme con su erecto miembro. Lotote con mi mano y se lo acaricie. Estaba muy caliente, sentía como su sangre corría a través de el. Su tamaño era muy parecido al mío y aun besándola, hice que nuestras vergas se encontraran tomando a ambas con una sola mano.

¿Te gusta?

Si … me encanta!

Ya sabes …. Todo lo que quieras

Lo se

Además , solo quedará entre nosotros, nadie tiene que saberlo.

Déjame míratelo

Sin soltarlo, me acomodé a verlo en todo su esplendor. Sentía una sensación muy extraña al tener una verga que no fuera la mía en mi mano, me fijaba en cada uno de sus pliegues, en su dureza, masturbándolo suavemente.

Cuando me di cuneta, ese hermoso pedazo de carne, ya estaba en mi boca.

Tal cual como ella me lo había echo, comencé a chupar esa verga una y otra vez, sintiendo como ella lo hacía crecer mas aun estando al fondo de mi boca. El sabor era extraño, muy extraño, nunca antes había sentido algo así, pero la sensación era exquisita y no pare, hasta que ella estuvo a punto de venirse en mi boca.

Ella me hizo parar y me dijo que ya era su turno. Se acostó y comenzó nuevamente a darme un excelente trabajo oral, mientras yo admiraba su cuerpo, y jugaba con sus tetas.

Me dijo que ya estaba muy caliente y me pidió que por favor la penetrara. Me coloque tras de ella y colocando mi pene a la entrada de su culo, comencé a presionar. Al principio no entraba muy fácil, pero en un relajo de su ano, mi verga entró de un golpe, sacándole un gran quejido.

Lleno de calentura, comencé a perforarle el culo una y otra vez, mientras ella me pedía más y mas. Nunca nadie me había entregado el culo, y la verdad la sensación era muy diferente, mas apretado, menos mojado, relamente el cielo, y mas aun con delicioso culo como ese.

Estuvimos follando por mucho rato, ambos calmábamos al otro cuando estaba apunto de acabar. El sexo era fabuloso, era una mujer con pene , la que me estaba haciendo disfrutar de una manera impresionante. Estaba abierta a todas mis peticiones, las que no fueron tantas , pero si, todas nuevas, al menos para mi.

Comenzamos a masturbarnos mutuamente y cuando me dijo que ya acababa, le pedí que me echara su leche sobe mi. Arrodillándose a mi lado, comenzó a masturbarse de una forma muy sensual. Con leves quejidos comenzó a derramar su semen caliente sobre mi vientre casi al mismo tiempo que yo acababa, juntándose ambos semen sobre mi estomago.

Ella era una diosa, continuó dándome pequeños besos entre mis genitales, hasta terminar chupándome la verga hasta dejármela completamente limpia, mientras mezclaba el semen de mi vientre y se lo esparcía por sus tetas.

En ese momento, me di cuenta que estaba amaneciendo, despidiéndome de ella, con un fuerte beso y caricias que casi se transforman un segundo encuentro.

David800210@hotmail.com