Una noche de verano I
Una velada de verano disfrutando del cuerpo de mi pareja
Hacia poco que nos habíamos comprado la casa.
Muy poco, justo antes del verano. Asi que decidimos pasar el verano amueblando y arreglandola para vivir en ella después del verano y pasar el verano en el chalet de una hermana.
Un verano anodino, sin apenas tiempo para nosotros y disfrutar de los placeres del cuerpo. Un coñazo, en fin.
Terminando agosto, invite a mi chica a una velada "tranquila", una cena, un paseo y dormir en nuestra casa, lo cual acepto. Yo me alegre un montón, hacia tiempo que no tenia la sensación de disponibilidad plena de ella y fui organizando la casa para pasar alli la noche.
A última hora del día señalado, nos arreglamos para ir a un restaurante que no conociamos y que tenia buena pinta. Le pedí que se pusiera mi collar favorito, uno de cuencas redondeadas e hilo fino y nos despedimos de su hermana.
Cogimos el coche y en un sitio tranquilo, pare un momento. La bese, le mordi en el cuello mientras le manoseaba encima de la ropa.
Ella no dejaba de jadear y retorcerse en el asiento. Pare lo justo para pedirle que se quitara el collar. A estas alturas, mi chica sabia que iba a hacer con el.
Lo meti en un condon y empecé a restregarselo por la entrada de su coño, para que se mojara lo justo para poder meterselo dentro.
Ya una vez dentro de su coño, se volvio a poner las braguitas sonriendo y seguimos camino al restaurante. De vez en cuando, pasabamos por algun bache o resalte, lo que hacia que soltara un gemido de placer, otras directamente le pasaba la mano para masturbarla mientras conducia.
Aparcamos cerca del restaurante y le manosee un poco de camino al mismo. Ciertamente ir a cenar juntos ha sido algo muy excitante.
Durante la cena, la pasamos riendo y hablando, una gran velada.
De vuelta al coche, volvi a meterle mano, estaba muy mojada y cuando apretaba con intensidad se le bajaban un tanto las piernas del placer y del dolor de tener la bolsa dentro, ya que más de 1 hora con ella me había confesado que le provocaba mas dolor que placer.
Cuando llegamos al coche, le dije que le había comprado un par de regalos. Mi chica se quedo asombrada.
Le saque el collar de su coño y lo deje en la guantera del coche.
Le di una primera bolsa para abrir, era un antifaz con unas imágenes eroticas de bondage. La segunda bolsa era una mascarilla del mismo corte que el antifaz. Le pedí que se lo pusiera y asi fuimos hasta el parking de nuestra nueva casa.
Por el camino aproveche para seguir metiéndole mano.
Una vez dentro del parking, la baje del coche, le puse unas esposas en las muñecas y le saque las tetas fuera de su vestido.
Ella estaba nerviosa, ya que era nuestra futura casa y no queria que nuestros nuevos vecinos pudieran vernos pero siendo tan tarde y en pleno verano estaba casi seguro que no iba a pasar. De todos modos, en estas situaciones lo mejor es seguir adelante y quitarle los miedos por lo que le meti un par de dedos en su jugoso coño y empece a jugar con el. Empezo a excitarse y a jadear de placer.
Empece a hacerla andar con los ojos tapados, la boca tapada, las manos atadas delante suya y con las tetas al aire por el parking, hasta llegar al pilar donde tenia mi cadena para atar la moto. Le quite el antifaz y pegada como estaba al pilar, le metia 3 dedos dentro de su boquita profundamente y le decia lo puta que era, a la vez que le seguia masturbando. De vez en cuando los sacaba de la boca y le daba un bofeton en la cara y se la sacudia.
Estuvimos asi un rato, solo un momento. Despues cogi la cadena de la moto y le ate con ella por los tobillos.
Le deje asi medio minuto para recrearme en su imagen. Atada con el vestido abierto por arriba, asomando sus piernas, sus piernas ligeramente abiertas, respirando.
Me acerque nuevamente a ella y empece a morderla en sus pechos con fruicion, le tenia unas ganas locas de saborearlas a mi gusto. Tirar de sus pezones con mis dedos como si fueran pinzas y darle con la palma abierta. Todo ellos mientras le masturbaba con dos dedos, metiendoselos fuertemente en su mojado coño.
En esta situación, empezo a gemir mas fuerte y a echarse hacia delante jadeando y doblandose del placer de sentirse usada.
Notaba que poco a poco iba llegando a un orgasmo, por lo que acelere el ritmo mientras le cogia de la cabeza.
-Que! Perra! Lo disfrutas? Te gusta? Eh, so puta!
De repente, pare.