Una noche de verano con mi novia.

Este relato esta inspirado en mis dias de campamento.

El despertador marcaba las 8 de la mañana, estaba desvelado, así que decidí encender el ordenador, revisar mis correos y ver CuantoCabrón.com.

Habia recibido un correo de mi novia, me mandaba un mail desde tenerife, habia ido a pasar las vacaciones con su familia, noté una punzada de tristeza al saber que no la vería hasta dentro de 3 dias.

Estube jugando un rato al ordenador cuando decidí que tenía más hambre que vagancia, bajé las escaleras que conducian al comedor silenciosamente, ya que mis compañeros de piso estaban acabando la carrera y estudiaban hasta muy tarde, yo, por otra parte, venía de una família acomodada, y nunca tuve problemas para encontrar trabajo ya que en la empresa familiar siempre había algo para mí.

Los siguientes tres dias los pasé solo jugando al ordenador, el dia que volvió fui a recogerla al aeropuerto, saludé a toda su família, y les dije que iba a pasar el fin de semana en un campamento, mi novia dijo que queria ir, y así empezó esta historia.

Al llegar del aeropuerto, y despues de las vacaciones, mi novia estaba reventada, así que se echó a dormir en la cama grande que dominaba el bungalow, yo me acosté a su lado y me intenté dormir.

Una hora después, seguia sin dormirme, mi novia, en cambio, roncaba como un tronco, en cuanto me aburrí, mis pensamientos se hicieron cada vez mas lascivos hacia mi novia, hasta que, con una considerable erección, le metí la mano por el camisón, lo primero que noté era que no llevaba sujetador, manosee un poco más aquellas dos maravillas, jugando con sus pezones erectos a causa del contacto con mi mano algo fria, tenia los pechos perfectos, ni muy grandes ni muy pequeños, con unos pezones coronando la cima, esa era la parte hacia la que sentía mayor predilección cuando lo haciamos, pero cuando mi livido estaba controlado, me maravillava con sus ojos castaños, su preciosa melena rizada cayendo en cascada hasta sus hombros, esos labios finos y tersos, esa preciosa curva de su espalda que solo era visible cuando estaba acostada de lado, la forma en que sus piernas se entrelazaban entre sí, con una elegancia casi divina.

Después de sus maravillosos pechos, le pasé la mano por el abdomen hasta que se despertó, me miró y dijo:

-Lo siento cielo, pero esque estoy reventada, mañana te lo compensaré- Dijo con una pícara sonrisa.

Después de esa promesa, me fue más fácil conciliar el sueño.

A la mañana siguiente, decidimos ir un rato a la piscina de el club del camping, yo me fuí a ducharme, y mi novia se metió conmigo, me alegré de no haberlo echo anoche, ya que tanto ella como yo teníamos ganas de sexo después de 4 semanas sin vernos.

La besé suavemente y fui bajando por su cuello despacio, mis manos jugueteaban con sus pechos, ella tenía las manos en mi pene, el cual masajeaba suavemente.

mientras seguiamos magreandonos en la ducha, la intensidad del masaje ganó ritmo, hasta que noté como la electricidad recorria mi pene, con un gemido, los chorros de lefa le acertaron en el estomago, ella se los limpió con el agua de la ducha.

-Ya has acabado? No me dejes a medias anda...

Yo sonreí y, besando suavemente sus piernas, me abrí paso hasta su coño, el cual empezé a lamer y a juguetear con el clítoris, ella no dejaba de gemir, hasta que con un gemido de placer, se corrió.

En todo el tiempo que estuve haciendole sexo oral, mi pene se recargó, y, con energias renovadas, lo cogí y lo situé en la entrada de su coño, la primera penetración fue suave, pero constante, hasta que todo mi pene desapareció, lo mantuve así unos 10 segundos, notando las paredes vaginales, entonces ella me dijo:

-Tumbate, hoy soy yo la que controlo.

Hice caso de sus indicaciones, me tumbe en el suelo de la bañera, ella me cogió la polla y la introdujo en la entrada de su vagina, empezó con lentas penetraciones que iban subiendo de intensidad, hasta que iba tan rapido que las tetas le botaban con cada embestida, noté que me iba a correr por segunda vez en la mañana y la avisé, ella hizo caso omiso.

Con un gemido por parte de los dos, nos corrimos mutuamente, los chorros de lefa chocando conta las paredes vaginales hizo que tuviera otro orgasmo, con el coño manando semen, nos sentamos los dos en la ducha y nos besamos apasionadamente.

Espero que les haya gustado, también espero que critiquen, pero recuerden, por muchas faltas que tenga de otrografia, hay relatos que hacen que los ojos sangren, este no es uno de ellos.

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