Una noche de primavera - por Dani

Un grupo de autores de TR hemos decidido escribir una serie de microrelatos como ejercicio. Esperamos que sean del agrado de los lectores.

Fiesta de primavera en el pueblo ¡Cuántas hembras de buen ver y cómo lucen después de los fríos! La temperatura sube dentro de la carpa. La de los mirones como yo, también. Hay lolitas, amigas de siempre y hembras inalcanzables.

Alba es un mito inalcanzable. Baila sola cerca de mí. Trempo solo con verla. Larga cabellera rubia, blusa escotada que transparenta un sujetador que cubre sus pechos prietos. Luce falda corta y largas piernas de piel ya bronceada.

Parece ajena a todo. Tanto, que no me da miedo. Hoy no la acompaña un maromo de esos que siempre pululan a su alrededor con el aire de quien posee algo exclusivo.

Entro a bailar con ella. Sus ojos azules me reciben con una mirada vidriosa. Su sonrisa se amplía y sus ojos recuperan un poco de brillo. Me reconoce.

Nuestros cuerpos se acercan. Casi hacemos el amor en una danza ritual. Su boca encuentra mis labios y mi lengua encuentra la suya.

Termina la canción. Nuestro beso termina más tarde. Sin hablar me coge de la mano y me hace seguirla. Salimos de la carpa. Pasamos el descampado lleno de coches aparcados y desaparecemos tras una zona arbolada.

Vuelve a besarme y mis manos recorren sus pechos. Me detiene y se separa. "¿Tienes algo?" me dice ansiosa con sus ojos vidriosos y mordiéndose los labios. No tengo nada, solo ganas de tenerla a ella. Su decepción es tan evidente que me aparto. Mira hacia la carpa donde sigue la fiesta. Se mordisquea los labios con gestos nerviosos.

"¿Tienes 50 euros?". Los tengo. "Dámelos y yo consigo algo". "No". Su mirada se endurece un instante. "Dámelos y te la chupo", su mirada ansiosa quiere ser dulce y lasciva. Se los doy. El mito cae tragando hasta la última gota de semen.