Una noche de placer:

Se detuvo en la orilla de la carretera para poder disfrutar de lo que venia y desabotonó su pantalón y saca su miembro, lo tomo en mis manos, empiezo a frotarlo poco a poco va creciendo y luego lo llevo a la boca, muy despacio se va empapando mientras entra y sale de la boca, succiono lo mas que puedo.

Una noche de placer:

El relato que hoy les escribo ocurrió hace 5 años, hay tantos que se iniciaron conociendo gente en un Chat, desde una página de Amigos o simplemente desde una de encuentros sexuales, el poder conocer gente de distintos países, ciudades o desde la propia para algún encuentro o simplemente amistad.

Pues resulta que una noche que no me apetecía hacer nada entre a una sala de Chat que una amiga me había dicho que podía conocer gente de donde vivíamos, ella había conocido a su actual novio en ese Chat y yo veía que se la pasaban muy bien. Me dije pues nada pierdo sirve que conozco a alguien interesante por aquí. Después de pasarme dos horas frente a la computadora sin ninguna suerte, me saluda por fin un chico y empezamos a conversar, después de hacer la presentación de rigor, empezamos a platicar de nuestras cosas, era nuevo para mí el poder estar ahí conversando con alguien que no conocía.

Bueno pues para no aburrirlos les diré que a partir de entonces empezamos a conversar, me pidió mi teléfono y después de muchas invitaciones por fin aceptaba salir con el, la típica cita a ciegas, nadie sabia mas allá de la descripción física que nos habíamos dicho.

Me llamo Liz, tenia 26 años y mido 1.68, blanca, pechos grandes, ojos miel (me cambian con la intensidad de la luz) y cabello largo ondulado oscuro, el en cambio se había dicho que se llamaba Alfredo, tenia 30 años, media 1.79, blanco, delgado, ojos verdes y cabello castaño claro.

Quedamos de vernos en un café en el centro de la ciudad, iba nerviosa, me vestí con una falda un poco arriba de las rodillas, blusa sencilla pero con un escote discreto y sin faltar mi ropa interior sexy de puro encaje en color blanco que tanto me gustaba, al entrar al lugar, lo vi y me quede sorprendida pues se había quedado corto en su descripción, mas guapo de lo que esperaba y con ese aire varonil que me encantaba. Se sorprendió al verme al parecer también le había agradado. Tomamos un café, platicamos de varias cosas y me llevo a mi casa, todo era nuevo para mi y me gustaba sentirme admirada por el.

Salimos varias veces mas, pero íbamos al cine, comer, cenar o algún baile, ya que en la ciudad donde vivo los hacen seguido y se distingue mi tierra por su música de banda, por ser muy alegre. no pasaba de besos y caricias, pero una noche regresando de un baile a las afueras de la ciudad el traía su mano en mi pierna mientras regresábamos, se me ocurrió también poner mi mano en su pierna y no dijo nada, solo volteo a verme y me sonrió, seguí avanzando a tocar su entrepierna, pero me dice – si sigues tocando me voy a poner mal y no responderé de mi, a lo que le respondí que el siguiera manejando con cuidado de no voltearnos que me dejara continuar. se detuvo en la orilla de la carretera para poder disfrutar de lo que venia y desabotonó su pantalón y saca el miembro, lo tomo en mis manos, empiezo a frotarlo poco a poco va creciendo y luego lo llevo a la boca, muy despacio se va empapando mientras entra y sale de la boca, succiono lo mas que puedo, el estaba excitadísimo, recuerdo que gemía y pedía que siguiera haciéndoselo, yo en cambio me encontraba empapadísima y excitada, ya su mano estaba bajo mi falda haciendo a un lado mis braguitas con sus dedos buscando mi clítoris, ya estaba mas que húmeda, así que tuvo mucha facilidad para frotar, de pronto sentí como mete y saca su dedo de mi cuquita unas sensación fantástica, luego frotaba el clítoris lo mas rápido que podía, sentía que ya no podía mas, le dije que me y termine en orgasmo largo. Me recupere un poco y continué con mi tarea, metí de nuevo lo mas que pude su pene a mi boca una y otra vez lo mas rápido que podía, mordía sus testículos y los jalaba despacio con mis dientes para que sintiera rico, eso se veía que le gustaba y me dice que si continuaba mamándosela así terminaría en mi boca, asentí con la cabeza y no tardaron en salir chorros de semen que apenas pude atrapar en mi boca procurando no hacer un reguero en el carro, nunca los había probado, no me desagrado el sabor y con mi lengua termine de limpiarla, nos besamos y me dice de ir a otro lugar, se mete a un hotel que nos quedaba de regreso, cuando llegamos al cuarto, me empieza a besar y nos desvestimos con unas ansias locas.

Nos metimos a bañarnos bajo el agua tibia, nos besamos y nos vamos a la cama, se encuentra boca arriba y me acerco a el, beso su boca, bajando despacio a su miembro que se encuentra erecto de nuevo, tomo un preservativo y se lo puse, me dice - ponte de posición de perrito y siento como me penetra poco a poco, va empujando una y otra vez, primero despacio y luego las embestidas se hacen mas fuertes, como dicen en mi pueblo ya no sentía lo duro sino lo tupido, acariciaba mis pechos, luego se acuesta en la cama y empiezo a montarlo subo y bajo fuerte sintiendo su pene dentro una y otra vez mas fuerte, mientras acercaba mis pechos a su boca, el los besaba, los mordía como desesperado, así seguí montándolo una y otra vez por un largo rato hasta que le dije que estaba por venirme al igual que el, que había aguantado un poco su venida ya que esperaba que termináramos juntos, entonces acelero mis movimientos y terminamos con un riquísimo orgasmo, (ya que la única forma de terminar que tengo es estando arriba, siempre tardo mucho, no se porque, siempre ha sido así), terminamos abrazados descansando de una gran noche de placer.

Al final de la noche cuando vamos de regreso a mi casa, me dice:

-Nunca espere que esta noche seria así, me has sorprendido y vaya que bastante.

Solo le dije - Esta es la primera de muchas noches ya lo veras.

Me despedí de el sellando nuestro encuentro con un beso.

Espero que les haya gustado, si es así espero sus comentarios y calificación.

Pronto tendrán noticias mías.

Liz Y.