Una noche de pasión en la cochera
Fui a llevarle un postre a mi nuevo vecino, me dio la mejor follada
Como creo que ya saben me llamó Camila y este es mi primer relato, les voy a contar esta gran experiencia.
Hace poco llego una nueva familia a mi vecindario esta conformado por un señor que está bastante guapo 1,90 de estatura supongo, de tez blanca, y bastante fornido, diría que tiene unos 45 años. Está acompañado de sus hijos de aproximadamente 17 y 10 años que son igual de guapos y su esposa una mujer muy atractiva.
Yo soy una chica de 1.65 de tez blanca, tengo unas tetas medianas pero, bien redonditas, tengo piernas gruesas y un gran culo.
Preparé unos brownies para llevarle a mis vecinos pero, casualmente estaba solo mi vecino, estaba sin camisa se le notaba ese fuerte abdomen de solo verlo e imaginarme lo que me gustaría hacerle me puse muy cachonda y moje un poco las braguitas que tenía, él me notó nerviosa y me dejó pasar se sirvió un poco y empezó a verme de una forma extraña, yo quería que viera la corta falda que tenía puesta y que no traía short lo cual me hice que "accidentalmente" se cayera una pinza de cabello y me arrodille mostrandole todo mi culo, me lavante y le empece a preguntar en que trabajaba y que hacía, él me respondía pero estaba bastante nervioso, descubrí que su nombre era Carlos. me di cuenta que desviaba la mirada hacia mi busto, pero ahora venía mi jugada final, me lo quería follar y haría lo posible para lograrlo.
Me levanté y me despedí con un beso en la mejilla permití que mi vagina se rozara con su pene por un momento y me fui hacia la puerta justo cuando iba llegando a la puerta sentí su mano en mi enorme culo y él diciendome al oído:
-De aquí no te vas putita, a mí no me dejas con las ganas.
A decir verdad si me puse nerviosa pero, no perdería la oprtunidad, me voltee y me tomo del cuello y me orillo a una pared, naide nunca me había besado con tanta pasión, me quito la blusa que tenía, desabrocho mi brasier y dejo al aire mis senos, y mientras me los chupaba bajo sus manos y me quito mis braguitas, notó que estaba bastante mojada y bruscamente me metió sus dedos y me empezó a masturbar energicamente. luego, sostuvo mi cabeza y me hizo arrodillarme saco su enorme polla larga y gruesa me la metió a mi boca y le hice un oral.
-Sé que te gusta putita.
Luego, me recosto en una silla de su sala y me hizo un oral metía su lengua en mi vagina sentía mucho placer.
-Que rica vagina tienes, jugosa y suave.
-Le dije entre gemidos- No pares, me voy a venir
-Ah sí? Voy hacer que te vengas como nunca antes, ahora disfruta...
Inmediatamente me pasaba su lengua mucho más rápido y metía sus dedos, así hasta que salieron todos mis jugos.
No paraba de decirme que con su esposa no se sentía así y que haber llegado a este vecindario fue una gran desición.
-Ahora ponte en cuatro
Soy tan sumisa que le hice caso y le mostré mis gran culo, me dio nalgadas y dejaba marcadas sus manos en mi culo, cada vez me excitaba más. Justo cuando menos lo espere me metió su polla hasta el fondo, me cogía muy fuerte y me agarraba las tetas.
Entre gemidos me dijo que me iba a llenar de leche, yo asentí y sentí su leche caliente dentro de mi vagina, definitivamente la mejor cogida de mi vida.
Nos vestimos, y ahora si me despedí, me acompaño a la puerta me hizo quitarme de nuevo las braguitas y me dijo que se las quedaría...
Al otro día lo volví a ver pero, esta vez había alguien más...