Una noche de insomnio
El estaba, en vaqueros, pero sin camiseta, aun conservaba un buen pecho y aunque esta entrado en carne su figura me gustaba. La verdad es que no me di cuenta, pero llevaba unos slips blancos traslucidos, que aunque no eran transparentes, si que se intuía, toda la polla y los huevos, y si me daba la vuelta la raja del culo se apreciaba considerablemente.
Noté un ruido y me desperté, no era nada, la puerta vieja de la ventana había golpeado la pared. Eso era todo. Intente nuevamente quedarme dormido. No pude. Decidí a la terraza para refrescarme. Iba solo con los slips, era verano, y hacía mucho calor. Toda la avenida estaba en la penumbra de la noche. Solo algunas luces en alguna ventana. Deberían ser las 5 de la mañana, o algo menos, aun no había amanecido.
Me estaba fumando un cigarro, cuando, oigo, un ey, sssssssss, no hay sueño. Me sorprendí. Provenía de la terraza de al lado. Me pasas un cigarro, me dijo. Claro tío, le dije. Lo vi más cerca. Seguramente acaba de mudarse, ya que no lo conocía. Me dijo que no que pasaba unos días por que le habían prestado el piso. Era un hombre corpulento, que de joven debió tener una esplendida figura, aunque ya no tanto, pero aun estaba de buen ver.
Que no puedes dormir, me dijo, no me desvele, le conteste. A mí me pasa igual. Si quieres te invito a una copa. Ok perfecto. Espera y me pongo algo. Entonces, el me dijo, no para que así estas bien. Me sorprendió esa respuesta suya. No tenia apariencia de que le fueran los tíos, tampoco tenía por qué no irle. Pero esa contestación suya, me choco rara.
La verdad es que su piso daba puerta con puerta así, que le hice caso, y tal como estaba me fui a tomar esa copa. Al día siguiente no trabajaba, así que igual luego podría dormir un rato más.
El estaba, en vaqueros, pero sin camiseta, aun conservaba un buen pecho y aunque esta entrado en carne su figura me gustaba. La verdad es que no me di cuenta, pero llevaba unos slips blancos traslucidos, que aunque no eran transparentes, si que se intuía, toda la polla y los huevos, y si me daba la vuelta la raja del culo se apreciaba considerablemente.
Que quieres, pues lo que tengas le dije yo. Va bien un whisky, perfecto. Sabes, mola un huevo tus slips, me dijo. La verdad es que ante esa observación no tuve dudas de que algo podría pasar. Si, no están mal, un regalo, le conteste.
Que tela es, ni corto ni perezo, me lo cogió y introdujo levemente sus dedos para aprecia la tela. Son suaves, dijo. Yo no sabia que hacer, o decir. Me ruborice un poco. Si son muy comodos. Ademas te sienta como un guante. Si, y mas que mi polla se empezaba a poner morcillona de tanto halago, que hacían que mi entrepierna resaltara, además con la presión de la excitación lo que había dentro se transparentaba más.
Entonces, sin darme cuenta, me agarro el paquete, y me soltó, esto también ha de estar bien rico. Jope tío, tranqui, me asuste un poco. El no dejaba de masajear suavemente mi paquete con su mano. Acaso no te gusta, sí, claro que me gusta. Estoy un poco sorprendido.
Desde que te he visto en la terraza me has puesto burro, tío, además creo que yo a ti también te voy, he visto como te has fijado en mi. La verdad es que decía la verdad, y mi polla así lo demostrabas, esa no miente.
Con la otra, mano que le quedaba libre, me la introdujo por detrás, y empezó a masajearme el culo. Estaba a su merced por delante y por detrás. Sus poderosas manos cubrían todo mi culo y cogían toda mi polla y huevos.
He de decir, que pese a todo me sentia a gusto. Y él lo notó. Parece que a mi chico, le gusta esto. No mentía, mi polla cada vez se ponía más grande en sus manos.
Su mano masajeaba mi culo y sus dedos inspeccionaban mi orificio. Entonces me dijo, que bien. Le conteste, que bien que. Me dijo, me alegro que hayan entrado aquí antes que yo. No me gustan los vírgenes. No lo era, y seguramente con la excitación mi culo se habría abierto a sus dedos sí que lo pudiera evitar.
Sin soltarme, me empezó a comer la boca, suavemente, a la par que sus manos no paraban quietas ni por delante ni por detrás. Me resistía, pero aquello me estaba matando de placer. El cabronazo sabía como hacerlo.
Bajo de la boca a los pezones, y entonces, me morí de gusto, mi cuerpo empezó a temblar de placer, mi culo buscaba a sus dedos y mi polla quería explotar en su otra mano. Anda, pero que tenemos aquí, me dijo, si se me va a correr sí que pruebe lo que tengo para él.
Aguante como pude la eyaculación, sobre todo porque paro de comerme los pezones. Se quito los vaqueros, y vi que no llevaba nada de bajo, su polla salió impresionante .Babeaba ya , y lucia explendida. Mi nene se va a tomar el biberón para poder dormir, me dijo. Si quería biberón de ese, uff, como lo quería. Empecé a comer la polla con desesperación. Tranquilo, que no se acaba.
Se sentó en el sofá y yo me arrodillé a comer aquel caramelo. Después de un rato en que mientras yo comía el me follaba el culo con sus dedos. Me dijo, ven siéntate aquí.
Me senté, y él me inclino un poco para poder introducir su polla que ya estaba que iba a explotar. Empezó a follarme suavemente, yo notaba su palo duro en mi interior. Entonces me dijo ahora veras la estrella. Cogió y empezó a comerme los pezones, mientras me follaba. uff, como vi las estrellas. Mi cuerpo se estremecía en cada embestida suya. No pude mas, explote, y mi polla chorreaba semen por todos lados, En la saco y empezó a tírame el suyo en mi vientre y pubis. Quedamos rendidos. Me levante y le pedí que si me podía dar una ducha.
Me seque y cogí, los slips para ponérmelos. Me cogió la mano, y me dijo, regálamelos, por los servicios prestado, será un recuerdo tuyo. Ante esa forma de pedirlo, no me pude negar. Menos mal que no había nadie en el rellano pero volvía a casa desnudo, sin mis slips preferidos, pero a cambio con una follada de campeonato que me relajo de tal manera que pude dormir hasta mediodía.