Una noche de estudio movidita

Relato sobre como una aburrida noche de estudio en la facultad se puede convertir en una inolvidable noche de sexo.

UNA NOCHE DE ESTUDIO MOVIDITA

Hola a todos, mi nombre es Khatia y tras pensármelo mucho he decidido contaros una pequeña juerga que me tocó vivir hace tan solo unos meses.

Para empezar, comenzaré mi relato describiéndome. Tengo 19 años y soy, se podría decir, la típica andaluza, morena con grandes ojos verdes. Mi cuerpo no es el de ninguna modelo, pero estoy orgullosa de él, tengo unos bonitos pechos y unas piernas bien formadas a causa del deporte, ya que llevo desde los 9 años practicando el voleybol.

Mi vida cambió cuando termine el bachillerato en mi ciudad y tuve que trasladarme a 500 km para poder estudiar lo que quería. Al principio me preocupaba mucho la idea de trasladarme sola a otra ciudad pero poco a poco me fue atrayendo mas la idea al pensar en la cantidad de gente nueva que conocería. Finalmente llegó octubre y tuve que marcharme, y aunque he de reconocer que las primeras semanas fueron bastante duras, al cabo de un par de meses ya me sentía como pez en el agua pues había congeniado muy bien con mi compañera de habitación de la residencia y además había conocido a una gran cantidad de gente en la facultad.

Una noche, poco después de Navidad, decidí pasar la noche en la biblioteca de la facultad para preparar mis exámenes y le comente a mi compañera de habitación mi idea, aunque ella prefirió quedarse en la residencia, así que a eso de las 21.30 me marché para la facultad, y cuando llegué me quedé realmente sorprendida pues había bastante mas gente de la que esperaba, tanto que tuve dificultad para encontrar un sitio libre. Finalmente me senté en una mesa del fondo llevándome una grata sorpresa puesto que al lado mío estaba sentado Daniel, un compañero de clase con el que alguna noche había tenido unos cuantos achuchones sin llegar a mas, eso si, no por falta de ganas. Al verme, Dani se alegró tanto como yo, ya que él también se había quedado solo para estudiar toda la noche. Tras charlar un rato y tomar un café para despejarnos nos dispusimos a estudiar sin percatarnos de poco a poco la sala había quedado casi vacía, apenas quedaban una pareja y un par de chicos.

Habían pasado tres horas y yo necesitaba un nuevo descanso porque ya las letras se confundían, le comenté a Dani que me salía fuera y me contestó que venía conmigo. Nos sentamos en un banco del campus y empezamos a charlar sobre algunas fiestas que nos habíamos corrido con los demás chavales de clase, y claro, salió el tema de nuestros encuentros en la playa. Tengo que decir que Dani es uno de los niños más codiciados de mi clase, era todo un bomboncito, alto, moreno, con unos ojazos azules que se clavaban hasta casi hacerte derretir y joder, eran las 2 de la madrugada y estábamos en la facultad, uno de los sitios donde mas morbo me daba la idea de montármelo con un tío.

Tras unos cuantos besos y sobamientos en toda regla nos volvimos a meter en la sala de la biblioteca con un importante calentón, aunque eso no impidió que nos pusiésemos de nuevo con la tarea, o al menos a intentarlo porque Dani ya no quería seguir estudiando, y yo realmente tampoco. Dani se cambió de sitio esta vez y se colocó en el asiento que había frente a mi y empezó a pasear su pie de una forma muy sugerente por mis piernas. De repente se quedó quieto y se levantó, pasó por mi lado y me susurró al oído : "Te espero en dos minutos en el servicio de chicas", al oír esto un escalofrío me recorrió todo el cuerpo y con un leve roze en su paquete le contesté.

No tengo idea de porque, pero el muy cabrón me había puesto mojadísima y sin pensármelo me fui directa para el servicio. Cuando entré, estaban todas las puertas abiertas excepto una, así que no me fue muy difícil deducir en cual estaba. Entré en silencio, y nada más cerrar la puerta me aprisionó contra ella y empezó a besarme.

Tenía una lengua deliciosa que pronto abandonó mi boca para, tras quitarme el fino jersey que llevaba, saborear todo mi cuerpo, empezando por el cuello, pasando luego a mi barriga y subir hasta mis pezones que apuntaban al cielo. Me estaba comiendo literalmente, mientras yo intentaba ahogar mis gemidos, ya que estaba disfrutando como una auténtica zorra. Dani volvió de nuevo a mi boca y yo aproveché para quitarle la camiseta y ahora era yo la que me lo comía, besé hasta el último rincón de su torso y poco a poco le fui bajando la bragueta hasta que apareció ante mi su enorme polla, que estaba dura como un palo, parecía que le iba a estallar y tan solo con acariciarla se ponía más y más dura. Sentía unos deseos salvajes de metérmela en la boca pero no creía que me entrase toda, así que empezé a lamerla como si fuese un chupa-chups (siempre me han encantado), la recorrí entera con mi lengua. Dani se deshacía de gusto y en un momento que pensé sus gemidos se estarían oyendo hasta en la última sala de la biblioteca pero poco me importaba pues estaba casi totalmente descontrolada, solo quería que aquella enorme verga se vaciara en mi, en mi pecho y en mi boca. Esto no tardó mucho en ocurrir, ya que mi amigo me soltó un chorro de leche en mi boquita que yo intenté tragarme, pero tal fue su corrida que no pude y se me derramó por la comisura de los labios, cosa que me excitó aún más.

Pero la noche no había acabado allí ni mucho menos, yo aún tenía un calentón encima de la hostia y a mi amigo la polla no se le desinchó ni por asomo. Ahora cambiamos de postura, puesto que ahora me tocaba a mi disfrutar según dijo, y "menos mal" pensé yo. Dani se sentó en el inodoro y tras bajarme la falda vaquera que llevaba con un movimiento muy sensual por su parte, me hizo que me sentara sobre su verga. Empezé un suave mete-saca que me daba un placer indescriptible, mi amiguito sabía muy bien lo que hacía porque el ritmo que me obligaba a tener era realmente exquisito.

Así estuve cabalgándome a mi amigo durante al menos quince minutos en los cuales tuve al menos tres orgasmos y cuando estaba apunto de llegar al cuarto de la noche Dani paró en seco dejándome totalmente descontrolada: había parado en el mejor momento de la noche y yo me volví loca buscando de nuevo su polla o algo con lo que restregarme, me comportaba realmente como una puta y aquello me encantaba.

No tengo ni que decir que no me dejó alcanzar mi orgasmo perdido, pero me tranquilizó diciéndome que no me preocupase, que no había terminado todavía conmigo, y la sensualidad de sus palabras casi me hicieron correrme de nuevo.

Cambiamos otra vez de postura y estaba vez me colocó con las manas apoyadas en el WC (en la tapa)y me obligó a ponerle el culito a su disposición. Aquella situación me asustó un poco, porque solo me habían follado el culo una vez y me dolió bastante, pero me dije para mi que esta noche tenía que ser inolvidable así que nada de miedos. Dani empezó a lamerme los cachetes y a acariciarme el agujerito que poco a poco fui notando como se abría. Mi chico tampoco abandonó al exhausto de mi coñito que suplicaba por ser penetrado otra vez, aunque no me dejo aún recuperar aquel orgasmo perdido.

De pronto me olvidé de que me estaba preparando para ser enculada y pronto noté la enome verga de mi amigo a la entrada de mi culito. Dani hizo una breve presión en mi ano y este se abrió como yo nunca había imaginado y de una sola sacudida me la metió entera. Al principio sentí que me quemaba pero ese ardor pronto se convirtió en un placer exquisito que se me escapaba por la boca en forma de gemidos y frases pidiéndole que me follara mas y mas. Al cabo de los pocos minutos Dani aceleró el ritmo y deduje que se iba a correr pronto, pero para mi sorpresa una de sus manos se apoderó de mi coño y empezó un leve mete-saca que cada vez era mas profundo. La sensación que me recorría era increíble, ya que estaba disfrutando de una enorme polla en mi culo y un dedito maravilloso en mi coño. Noté como Dani se corría en mi culo y me arrastró hasta el orgasmo mas intenso que jamás he experimentado. Tras esto nos quedamos allí los dos exhaustos, sin poder decir una palabra pero, eso si, sin dejar de acariciarnos.

Pronto me di cuenta en que situación estaba, ya que me había olvidado completamente de que estaba en los lavabos de la biblioteca de mi facultad y que seguramente nos habrían oído en toda la sala, así que me vestí, y me limpie y, tras darle un húmedo beso en los labios le dije a Dani que lo esperaba en la mesa. Cuando salí noté como los ojos de los dos chicos que quedaban en la biblioteca se clavaban en mi. Me senté y esperé que mi amigo saliera muerta de vergüenza. Cuando lo hizo me comentó que su piso estaba solo, que si quería podíamos terminar nuestra noche de estudio allí. Adivináis cual fue mi respuesta? Otro día os la contaré.

Si quereis hacer algún comentario no lo dudeis y mandarlo a mi email. Hasta otra