Una noche de espera
De cuando decidí esperar una noche en una ciudad extraña para mí. Estando solo en mi coche, por si quedaba con alguien. (Minirelatos)
Buenas me llamo Oli, soy un joven de 22 años. Para situaros, os explico: soy joven, de aspecto varonil, alto de 1,80cm y bastante grande y corpulento, no musculado más bien gordito y con bastante pelo en todo el cuerpo. Un Cub podríamos decir. Soy estudiante de último año de fisioterapia, la cual estudio cerca de una capital de provincia, en España. Normalmente, nuestro horario en la universidad es de mañana, por lo que normalmente nunca llego a estar más tarde de las 16:00 de la tarde en mi universidad. Pero hay días especiales, los cuales varios compañeros organizabamos varias fiestas en un pub cercano a la universidad. Aquel día era uno de ellos. Así que decidí ir en coche aquella noche al pub, para así volverse pronto, ya que tenía muy pocas ganas de beber y de estar allí.
La noche transcurrió con total normalidad, mis colegas y yo divirtiendonos de buen rollo sin tener ningún problema. Todos mis colegas empezaron a beber sin parar, evidentemente yo no bebí nada de alcohol, lo que provocó que personalmente me sintiera un poco aislado de la fiesta. Así que decidí irme de allí. Me despedí de todos y fuí a coger el coche. Me senté en el asiento del conductor y cogí el teléfono, empecé a descargarme todas las aplicaciones gays que podía para ver si conseguía algo aquella noche. Lo intenté en la zona en la que estaba pero al no dar resultado ninguno, me moví a la capital de provincia. Mi pensamiento fue, cuanto más grande la ciudad, más chicos.
Así que, pillé el coche y salí dirección capital para ver que sucedía esa noche, tenía claro que sin quedar con alguien no me volvía a casa y me ponía a cien la sensación de quedar con alguien sin conocerlo de nada, satisfacerlo de la forma que quisiera e irme a mi a mi casa, sin apenas conocer al tío, ni su nombre. Llegué a la capital y estacione el coche cerca de la autovía por la que había llegado y empecé a investigar por todas las apps que me había descargado. Fueron pasando las horas y no salía nada real, normalmente tíos de alguna forma se interesaban pero no se concretaba nada y yo estaba muy caliente como para volver otro día. Me cambié todos los nombres dejando claro que buscaba para ya y ahora, con quien fuera, sin problema, algo así como "Joven oso para ya". Me da muchísimo morbo no saber con quien quedo, no tener ni idea con quien me voy a encontrar, pero he de admitir que me da un pelín de mal rollo, aunque ahí radica el propio morbo.
De repente, rozando las 4 de la mañana, un tío de nombre "tengo sitio", me habla interesado en quedar conmigo. Estaba relativamente cerca de mí, pero cómo podía movilizarme con el coche le dí rollo para ver cómo acababa el asunto. El tío llevaba toda la noche solo en casa y le apetecía quedar con alguien. Me dijo directamente que se había hecho varias pajas durante la noche pero le sabía muy poco y necesitaba a alguien para desfogarse. Me preguntó, que me molaba, yo contesté como siempre, de todo, no me pongo límites y me mola experimentar. Evidentemente, yo más caliente no podía estar y como parecía que iba en serio, accedí a ir.
Llegué al sitio en el que habíamos quedado entre nosotros dos. Allí estaba un tío delgadito, con pelo medio-largo, oscuro. Vestido con una camisa semi abierta y unos vaqueros marrones. Yo estaba super nervioso, la primera impresión fue buena, se le veía un tío muy seguro de sí mismo. Cosa que descubrí cuando habló, hablaba de forma muy segura y directa, sabía lo que quería, pero aún me guardaba una sorpresa. Empezó a mandarme de forma sutil, que necesitaba una cosa antes de quedar, si lo podía acercar. Evidentemente acepté, fue ha casa de un colega. Durante el viaje hablamos de todo un poco, realmente el sitio estaba cerca pero se me hizo muy largo. Durante el viaje no paraba de mandar indirectas, muy directas, como tienes pinta de mamar muy bien o vas a flipar con lo que te tengo preparado. Mientras iba conduciendo me habló sobre su bisexualidad y que él se definía como un tío dominante en el ámbito sexual, como le comenté que me molaba experimentar, el comenzó a tener las riendas de la situación.
Me pidió que le sobara la polla mientras conducía hasta que llegáramos al lugar. Evidentemente, así lo hice y disfruté muchísimo la sensación, empecé a tocarla despacio para que fuera empalmándose poco a poco. Pero el tío no tardó nada en empalmarse, se la sacó directamente y me dijo que se la pajeara mientras conducía. Fue una situación muy morbosa, yo le estaba pajeando al tío, mientras íbamos a por una cosa que necesitaba. Y si, tenía el cabrón una buena polla, unos 17 no se los quitaba nadie, delgadita, pero tenía unas ganas enormes de metermela en la boca y creo que el tío se dio cuenta.
Llegamos al sitio y el tío se bajó, me avisó que no tardaría nada y que enseguida volvía así que allí esperé. Hasta que apareció con una pequeña botellita amarilla, me explicó lo que era y me dijo que esta noche iba a probarla, a ver si me molaba tanto experimentar, como yo decía. De vuelta a su casa, mantuvo el juego sexual de estar pajeandole. Hicimos la vuelta y antes de llegar a su casa me dijo directamente, que parara en un descampado que hay cerca de donde estabamos. Paré exactamente en la zona que me había dicho y allí empezó el tío a decirme que tenía que hacer. Ven, ponte aquí de rodillas, acercate sin vergüenza, empieza despacio a mamarmela. El mientras aspiraba el bote amarillo, veo su reacción y me flipa, me pone mas cachondo si cabe como lo estaba disfrutando el tío. Yo cada vez seguía mamando con más ganas, motivado por la reacción que tenía.
En un momento de la mamada, me para y me hace aspirar de la botellita. Y me manda continuar, siento un calentón inmediato y me flipa la sensación de estar haciéndole esa mamada. Como me cogía de la cabeza para que cada vez entrara más y como yo a cada embestida en mi boca, me atragantaba que tenía que parar en ciertos momentos. Al tío le flipaba como lo estaba haciendo y se notaba, me pedía que quería hacer con él y a mi realmente me daba igual, llegados a ese momento que estaba disfrutando a tope, solo le decía que hiciera lo que quisiera. Al tío le ponía el triple y en una de esas me contesta, no me digas más que haga lo que quiera, por que te bajo los pantalones en este mismo instante y te violo aquí en medio de todo el descampado. Cosa que si él quisiera hacer, acataría sin problema.
Así que allí estaba a las 5 de la mañana con un desconocido, mamandole en medio de un descampado de la capital, el tío cogiéndome de la cabeza para tragarme su polla a tope y yo disfrutando del momento y de hacerle disfrutar al tío. En un momento me saca de su polla y me dice, bájate los pantalones que me voy a correr. Yo me los bajé directamente sin preguntar que iba ha hacer, me cogió los calzoncillos y se corrió en ellos. El cabrón me dijo que quería que me fuera con su corrida hasta casa y así fue. Nos subimos de nuevo al coche, le lleve hasta su casa. Y se despidió, el tio se notaba que lo había gozado y quería repetir próximamente. Yo directamente me fui a mi casa y me tiré a mi cama con su corrida en mis calzones, para dormir.
A la semana siguiente me habló dos días, para ver si quería quedar de nuevo. Me hubiera molado quedar con él de nuevo sin ninguna duda, pero creo que me pudo el miedo y la vergüenza, antes que volver a disfrutar. Esto me sucedió hace relativamente poco, y hoy en día me gustaría volver a quedar con él, pero borré su teléfono y todo. Además de perder su pista por apps. Pero siempre me acordaré de esa noche tan morbosa.