Una noche de calentura
Tras masturbarme, decidó salir a buscar acción. Una nueva foto para mis lectores calientes.
Holis y antes de seguir con los relatos de mi historia. Voy a contar algo que me paso las otras noches. Sigan escribiéndome, a cada mail me mojo toda. Besos
Las otras noches tenía mucho calor y estaba muy aburrida. Recién llegaba de trabajar, sentía mi cuerpo caliente, transpirado, por lo que me desnude lentamente. Me pare ante el espejo y fui acariciando mis pechos, agarre mis pezones entre mis dedos y los fui apretando, manoseé mis tetas, primero dulce y suave y luego fuertemente. Con tanto calor que sentía, llevé un pezón a mi boca y le pase mi lengua. Estaba totalmente caliente. Abandone esa tarea y termine de desnudar la parte de abajo, ahora si, me veía mi figura, la fui recorriendo y acariciándome cada parte de mi ser. Recorriendo mi concha mojada, metiendo mis dedos en mi interior y tocándome el clítoris frenéticamente. De esa manera mi flujo se deslizó por mis muslos, dejándome parcialmente satisfecha.
Me fui a bañar, jugué largamente bajo la ducha. Luego más relajada salí y me dirigí a mi habitación. mi vagina instintivamente comenzó a humedecerse mientras que mi boca se me hacia también agua. En mi mente visualicé una pija dura grande, muy grande, dura, poderosa, preciosa y muy bien flanqueada por dos estupendos testículos redonditos, solo pensaba en esa maravilla, todo mi cuerpo pedía guerra, mi boca solo quería besarla, recorrer toda su longitud con la lengua desde la punta hasta los huevos, meterla en mi boca, chuparla y chuparla hasta exprimir la ultima gota de semen. Estaba cachondisima, mi concha otra vez mojada y mis pezones parados a full. A la vez, mi cabeza estaba ausente, solo pensaba en ser penetrada por esa poderosa polla, penetrada por delante, por detrás, tenerla entre mis grandiosas tetas hasta regarme con su leche. Tuve un orgasmo de campeonato. Me tocaba el clítoris, estaba caliente, pese a mis dos orgasmos anteriores.
Decidí salir a la calle, pero salir a buscar un palo grande que me penetrará. Me puse un vestido corto, que dejara ver mis esplendorosas piernas. Decidí que además debía ser medio transparente, así podía provocar más. Aloje esa maravilla sobre mi cuerpo desnudo, me mire nuevamente al espejo. Mis pechos al aire, se bamboleaban al ritmo de mis movimientos, mis piernas bien formadas, y el nacimiento de mi colita se veía, lo que hizo que me ponga más caliente aún.
Fui a una plaza cercana a mi casa, me senté bajo la luz de una lámpara, esperando que un macho caliente se dirigiera a mí. Así fue, un hombre se acercó a mi lado, tras hablar un poco me invito a su casa. Al llegar nos besamos un poco y sacó su palo totalmente flácido, me hizo arrodillar frente a él y me la metió en la boca, Una vez adentro comienzo a saborear su verga como si fuese un dulce y grande caramelo.
Tras un buen rato chupando y jugando con la lengua, comienza a ganar tamaño. Cuando está ya semi erecta inicio un movimiento de mete y saca de mi boca. Por fin, tras sus buenos minutos y cuando ya me duele la lengua del cansancio, alcanza todo su tamaño, que no es poco. Sólo me trago la mitad aproximadamente. Él se recuesta sobre el sillón para ponerse más cómodo y ofrecer mejor su instrumento, a la par que con ambas manos me agarra del pelo y comienza a empujar mi cabeza arriba y abajo haciéndomela tragar entera. Las arcadas comienzan inmediatamente, al tocar el fondo de la garganta, y me hacen saltar las lágrimas.
Comienzo un frenético subir y bajar de cabeza. En cada movimiento me introduzco entero su palo y a continuación me lo saco haciendo succión como puedo y depositando finalmente un beso y un lengüetazo en la punta, antes de volver a metérmelo entero. De repente, casi sin previo aviso, comienza descargar en mi garganta. En cuanto lo noto me la meto a fondo, aplastando literalmente mi cara contra los pelos de su pubis, hasta que termina y me lo trago todo.
Levanto mi cara, lo miro a los ojos con mi cara de puta glotona, le susurró al oído que me encantó su pija y saborear su lechita. Me pide que me ponga en cuatro sobre el sillón, antes me saca el vestido y lo arroja a un lado. Dejo mi colita a su merced, pasa una mano y me dice Mmm, ¡sí que estás mojadita...!. Era verdad, chupar ese gran palo me hizo mojar mucho. Mete un dedo y lo chupa lascivamente. Vuelves a mi conchita y empieza a penetrarme con su dedo índice... Totalmente caliente le pido que me meta otro dedo, así lo hace, me pajea rápidamente, mientras que con la otra mano masajea mi clítoris. Comienzo a jadear, mi cuerpo se calienta, mis pezones se ponen duros, tengo un orgasmo inigualable, pero pese a ello, el no para. Sigue con su mete y saca. De repente me dice que ya vuelve, se retira de la habitación, y yo continuó tocándome el clítoris. Vuelve con un consolador. Me chupa el ano y mete su lengua lo más adentro que puede. Mientras sigue jugando con mi clítoris, mi colita necesita una pija que la haga gozar. Metió el juguete en mi colita, mmmm, siiiii, que gozó, le pedí que me diera más, que lo metiera más adentro. Ahhh, Ahhhh, eso me enloquecía. Le pedí que lo sacará, que metiera su verga y me diera sin parar. Así lo hizo.
Si el consolador me había echo gozar, su pija aún más. Toque mientras mi clítoris. El chupo dos dedos y los metió en mi mojada concha.
Ahh, Ahh, Ahh, no podía parar de gritar como una perra. Mientras que me daba me decía que era una rica puta, siiiiii, afirmaba yo. Soy una puta, pero dame pija le decía.
Ahh, Ahh, Ahh, grito y me corro. El saca sus manos de mi concha y con el flujo entre sus dedos los chupa, y me comparte mi miel.
Sigue con su bombeo, fuerte, cada vez más fuerte, hasta que me inunda mi colita con su suave leche. La deja un rato más adentro mío, hasta que baja con su boca recorriendo mi espalda, llega a mi ano y chupa sus jugos. Me da vuelta y sellamos nuestro encuentro.
Me reincorporo tras tomar algo, me visto y le dejo mi teléfono. Quedamos en otro caliente encuentro.
Una fotito, para los que quería de mi colita abierta.
Besos Marianita