Una noche de billares

Relato con fotos de una agradable noche en la mesa de billar entre tres chicos que saben bien como se disfruta de este juego.

Yo soy Julián, tengo 20 años y esto me paso hace poco. Soy empresario y por herencia, llevo un pub gay que es muy conocido por esta zona, de jueves a domingo siempre está a tope, cosa que no ocurre los demás días de la semana.

Fue justamente un martes (que es un día en el que estoy solo en la barra pues como ya digo suele haber muy poca clientela) que cuando iba ya a cerrar llegaron dos chicos, me pidieron que por favor les sirviera unas copas, yo les dije que se las serviría si no les importaba que fuera a puerta cerrada para yo poder limpiar un poco antes de irme.

Mientras ellos tomaban y hablaban, yo limpiaba, me daba cuenta de que no me quitaban ojo de encima, y eso (como no) me gustó y les respondía también con miradas fugaces pero deseosas.

Fui a limpiar el baño y al volver me encontré con una escena irrepetible a mis ojos. Uno de ellos tumbado en la mesa de billar mientras el otro prácticamente desnudo intentaba subirse a la mesa, no dude ni un segundo me y me acerqué a ellos mientras me quitaba mi camiseta, sabía que era lo que querían

Desvestimos al que estaba sobre la mesa y mientras yo me entretuve con el que tenía mas cerca, saboreando y oliendo su espalda mientras mi polla iba creciendo al notar esas nalgas tan firmes, a punto debí de estar de salirse de mi tanga

Encaramé ese lindo culito a la mesa y le saqué el pantalón para poder gozar lo que ya intuía, un culito respingón y apetitoso bajo un minúsculo tanga,

Mientras ellos pareciera que estaban jugando y entre risas desapareció todo vestigio de ropa que hubiera sobre la mesa, comenzamos a hacernos cosquillas, a manosearnos de una forma divertida, estábamos jugando, divirtiéndonos como tres crios, con la diferencia de que estábamos desnudos y con las pollas calientes.

Yo seguí su juego, pero la calentura podía mas y ya me entraban ganas de terminar ese para comenzar otra clase de juego mas "placentero". No dudé un segundo y sin que hubiera tiempo a reaccionar por parte de ninguno de ellos encañoné mi arma hacía el agujero que tenía a mano y de un golpe entró casi toda ella. Tanto el follado como yo gritamos al unísono, uno por dolor, el otro por placer.

Estaría un minuto con media polla dentro de el, sacándola suavemente para volver a dentro, notaba el culito pidiendo mas, moviéndose cadenciosamente al ritmo, y apretándose contra mi. Entonces una segunda brutal embestida hizo que mi polla penetrara por completo en ese orto que tan caliente me tenía

Menos mal que el bar está insonorizado que si no los gritos que pegamos hubieran alertado a más de un vecino. Tremendo culo que tenía el chaval, entraba y salía mi verga casi por completo de el.

Pero claro, en esta historia hay un tercero y también quería participar, así es que se sentó en la mesa obligándome así a sacar mi pene de tan grato sitio en el que estaba, para quedarme de pie al borde de la mesa. Pero fue lo mejor que pudo hacer el chico. Acercó su boca al oido de su amigo y le susurró: "no seas acaparador, yo también quiero probar polla, la tuya la conozco mas, así que…" me miro a los ojos y me pregunjtó: "¿quieres probar mi culo tambien? Tiene hambre.

No contesté, me limité a quitar al ya follado de delante y agarrarle las piernas al otro para abrírselas bien para observar el agujero de su culo y de un certero golpe meterla toda, provocando de nuevo gemidos de placer.

El otro colocó su polla en la boca de su amigo y este no dudo un segundo en tragarsela al igual que su culo hacía con la mia

Sin sacar mi aprato de tan apetecibles nalgas nos íbamos moviendo y buscando posiciones diferentes, mas cómodas, eso si, el follado nunca dejo de serlo por la boca y por el culo.

Miento, nunca no, yo estaba tan entusiasmado viendo como mi polla entraba y salía, que no me percaté de que la boca a la que pertenecía ese culo estaba ya cerrada. Mi mente estaba a tope viendo esas nalgas que no cesaba de masajear y de admirar. Y casi sin darme tiempo a reaccionar sentí como me tocaban las nalgas, me las abrían y un dedo húmedo entraba en mi interior. Sentí unos pectorales contra mi espalda, y una polla bastante grande entre mis muslos, y por último sentí el dolor de una polla que mi culo engulló de una sola arremetida.

Era la primera vez que me follaban y el dolor se me hizo inmenso, pero de repente el placer doblegó al dolor, y comenzé a disfrutar de mi polla follando y de mi culo follado.

Tanto lo estaba disfrutando que tuve que pedirles que pararan porque si no podría correrme de un momento a otro. Intenté relajarme pero me fue difícil viendo esos dos cuerpos besándose, sobándose, lamiéndose, viendo esas pollas empalmadas, ese culito pidiendo mas guerra. Y ya estaba yo dispuesto a insertar mi polla en el cuando me pararon y me voltearon rudamente

Y de igual manera, bruscamente, sentí como mi culo era de nuevo invadido por un pollón

Ahora si que disfrutaba del rol de pasivo que hasta ahora jamas había tenido, me gustó tanto la sensación de sentirme penetrado, de sentir ese cacho de carne en mis entrañas que les rogé que me follarán una y otra vez, lo que nunca pensé, yo abriéndome y suplicando que me rompan el culo,

Cuando se cansaron de usar mi culo para su placer (y el mio), y cuando nuestras pollas estaban a punto de reventar dos de ellas (y una era la mia) comenzaron a sentir una lengua húmeda y una boca tragona. Mi lengua sentía como era engullida por otra boca, como se rozaba con otra lengua

El roce de mi pene con otro, y el follarme una boca hicieron que en poco, muy poco tiempo me corriera

Rematé la faena agradeciendo la noche que me habían hecho pasar los chavales, y lo hice de la mejor forma que se me ocurrió, chupándoles las pollas con mi mas depurada técnica, y mal no lo debí de hacer cuando en menos de lo que pensé comencé a sentir correr el semen por toda mi cara, resbalando por mis pechos

Espero le haya gustado este relato, si es así háganmelo saber que intentaré complacerles con otro.

Gracias

Un beso húmedo a todos.