Una noche con mi rockstar favorito.

Una noche con Till Lindemann, vocalista de Rammstein, llena de pasión y sexo. Deja volar tu imaginación.

Eran las nueve de la noche y acababa de llegar a Alemania, hacia bastante frío, mucho mas al invierno del que estoy acostumbrada en España. En el aeropuerto un tío raro me recibio y me llevo a lo que sería mi nuevo hogar durante los proximos 3 meses o más si el trabajo lo requería.

Era un apartamento, ni muy grande ni muy chico, una sala con chimenea perfecta para el frío que aguantaría, una cocina, un baño y una habitación, al entrar solte mi maleta en la sala y me fui directo a la habitación, me eche cual vaca en la cama pensando en lo bien que la pasaría acá, prendi la tele sin importar que no entendía mucho tal idioma, fui a la cocina me hice un sandwich, tome una lata de coca-cola que había en la nevera y me fui a la cama, terminado el sandwich me dispuse a dormir, cuando depronto una llamada de lo que sería mi jefe me interrumpió.

-¿Si Diga?

  • Elle Black, habla con Hank el gerente del Magazine Metal!, le damos la bienvenida a nuestro equipo de trabajo y esperamos que con sus entrevistas nos complasca a todos, su presencia en esta empresa es muy valiosa, y ya le tenemos asignado un trabajo.

Yo seguia muda, aparte de que el tipo este hablaba muy rápido y con un desgarrador acento alemán, tenia miedo de inmutarlo, su presencia ya sea por telefono se hacia notar, ¿Un trabajo? -Pero si acabo de llegar tíos... pero bueno al fin y al cabo para eso estaba allí...eso y conocer alemanes jaja. Me dije a mi misma.

  • ¿Un trabajo? ¿De quien se trata?

-Bueno en estos días se celebrara un festival de Metal cerca a la ciudad y necesitamos que nos haga un reportaje del evento y preferiblemente una entrevista a algun artísta, estarán bandas como Kiss, Lamb of god, Rage against, Muse, RAMMSTEIN, entre otras.

-Claro que sí mañana mismo alisto mis cosas y paso por la oficina a recojer la credencial de prensa y el boleto.

-Vale, pero queremos que viaje lo mas pronto posible y se ubique en un buen lugar, por la credencial no se preocupe que allá bastara con que diga su nombre y se la darán, en cuanto al boleto se lo mandaremos por correo y mañana a primera hora llegara.

El tío me dío instrucciones de donde me quedaria a dormir y donde estarían ubicados ellos y todo ese cuento, la llamada finalizo y yo solo pensaba ¿RAMMSTEIN? Como me ponen esos tíos, ya no podía esperar para ír hacer mi reportaje y porque no entrevistarlos a ellos, la emoción me invadia, y no podía dejar de pensar en el sexteto teuton, por mi mente paso aquel video de rammstein, Bück Dich y no pude dejar de fantasear con el vocalista y paso lo innevitable.

Despertando con mis manos entre mis pantys y con una sonrisa en mi cara, me dirigí a alistar mi maleta, metí mi laptop, una libreta y esfero y ademas cinco playeras de algunas bandas, mi chamarra de cuero, unas botas y dos jeans...un pequeño vestido por si la ocasión lo necesitara y por supuesto ropa interior, no podía salir de allí sin algún recuerdo,...

2 días después...

Ya estaba a punto de terminar mi reportaje y el festival a punto de terminar, y pense ¡Cielos! La puta entrevista. Todo había sido color de rosa, lindos mechudos por doquier, buenas bandas en el escenario y yo aún sin la puta entrevista y por supuesto ¡sexo!. Tendría que salir de allí por lo menos con una de dos, estaba en el camping y una llamada diciendome que rammstein estaba en un hotel a los alrededores, eso definitivamente encendio mi imaginación. fui al trailer me bañe, me puse mi tanga favorita, un liguero, el único vestido que habiá empacado uno negro que dejaba ver una parte de mi espalda, me arregle el escote, y dije ¡Diablos! No empaque zapatos para este, solo me quedo ponerme mis botas punteras militares.

Al llegar al hotel vi a Paul y a Richard, les hice unas cuantas preguntas acerca de un nuevo video y listo, aún seguia sin ver a Till, después de batallar entre la multitud salí del lobby del hotel y decidí tomarme un respiro, así que me fuí al bar, me sente en la barra, y pedí un martini, me lo termine rápido, saque mi billetera y saque unos cuantos billetes, los puse en la mesa, y me iba a parar cuando de repente una voz varonil vino por mi espalda y dijo -No hará falta, guarda tu dinero. Me gire de repente y vi unos ojos verdes que practicamente me violaron con su mirada, era el, era Till Lindemann, de repente unas manos grandes y masculinas se movieron al rededor de mi brazo derecho dejando un billete de 50 euros en la mesa luego me miro y me dijo

-Guarda tu dinero, una mujer tan bella como tu merece ser invitada.

Se me solto una sonrísa idiota, de esas que averguenzan, me mordí el labio para dejar de hacerlo. De mi boca salio un un saludo cordial, y le extendí la mano, diciendo:

-Soy Elle...¿Y usted? .

Pero que pregunta tan idiota acababa de hacer por supuesto que era Till Lindemann, el machorro con el que en mi juventud había soñado, y bueno ni estaba tan vieja pero eso fue ya algunos años. El de inmediato tomo mi mano y la beso, creo que estaba roja como un maldito tomate, sentía sudor frío en mi frente. Respondio

-Un placer, soy Till Lindemann, si gusta digame Till...Nunca la había visto por estos lados, y eso que llevo varios días aquí.

-Un gusto Till,es mi primer día aca, estoy por el festival y trabajo...

Se sento al lado mío, y sus pantalones se ajustaron a la altura de su entrepierna, me dirán pervertida, pero que gloriosas curvas se levantaron allí.

-¿En que trabaja?

-Soy reportera del magazine Metal!... no se si lo conozca.

Note que su expresión de intriga se hizo mas grande.

  • ¿Pasa algo? dije.

-No nada, es que no pensé que fuera periodista, no parece mas bien jajaja.

-Ah, ¿Y entonces que parezco? jaja.

-No se, modelo.

Creo que me volvi a sonrojar, me sentía hirviendo por dentro, y al mismo tiempo no podía dejar de ver las bellas curvas que su pantalon tenia, trate de disimular y concentre mis ojos en su mirada, aquellos ojos verdes que me incitaban sexo por todas partes, no sabía que era peor si ver tal miembro reposando en su pierna o esos ojos lujuriosos que me hacian pensar en maravillas. Volvi a mis cabales y le dije algo con suma arrogancia, sabiendo el vestido que llevaba y lo que este mostraba.

-No creo... que yo pueda serlo.

-Pues creálo, tiene usted un cuerpo muy...

¡LINDO!¡SEXY!¡LUJURIOSO!¡Dígalo de una buena vez! cruzo por mi morbida mente.

-Muy... dije con acento intrigado.

-Escultural.

Fue como si todos mis pensamientos morbidos se callarán, quería escuchar algo mas de esos labios rosados que a mi lado se encontraban, quería conocer su cuerpo, sus piernas, su pecho, se veía tan ''Escultural'' como el lo diría.

Después de una charla de mas o menos una hora le dije que tenía que irme a documentar el cierre del festival, y conseguir un reportaje algo que por supuesto era en parte cierto, documentar el cierre del festival no me imortaba en lo absoluto, ya que allí estaba mas gente de la revista que lo podía cubrir y el reportaje era lo que mas me afanaba, me estaba arriesgando quería hacer algo con el aparte de charlar, así que me pare de la silla y le dije que muchas gracias por los tragos, esperando a que el me propusiera algo.

-Espera. Me tomo del brazo con su mano masculina, sentí que algo me ardía.

-¿Por que no me haces el reportaje a mí?

-¿Harías eso por mi? Le dije, sabiendo la obvia respuesta.

-Así es señorita.

Dejo unos billetes en la mesa, se paro, de un sorbo acabo su trago y con un gesto me invito a seguirlo.

Llegamos a su habitación, me invitó a sentarme en el sofa y me ofrecio un vino y me dijo...

-¿Sabías que el vino tinto es afrodisíaco? Lo dijo con una sonrisa lujuriosa en su boca, gran parte de mi quería besarlo, pero otra parte no quería parecer como una cualquiera.

Le sonreí, tome la copa de vino y lo deguste despacio, imaginándome que eran sus labios, su fino elixir, el se sento en el sofa y se acerco un poco a mí, recosto su brazo derecho en la espaldera del sofa y apoyó su cabeza en sus dedos indice y corazon, me miraba con convicción, pero con convicción de follar. Sabía lo que el quería hacer, así que me termine lo que faltaba del vino y lo puse en la mesa que al frente se encontraba.

-¿Te gusto?

Muchas cosas pasaron por mi mente pero me limite a un ''Exquisito''. El me empezó a hablar de la procedencia del vino, sin pensarlo me abalance sobre el y puse mi dedo indice en su boca, el lo beso, se acerco un poco mas a mí y lo bese sin dudarlo.

-Al fin te tengo como quería.

Sonreí, el se inclino y volvimos a besarnos, que beso tan largo y tan exquisito, el mejor de toda mi vida, empezó a jugetear con sus manos por mi espalda las bajaba y volvía a subir, puso sus manos en mis hombros, nos separamos y me miro diciendo ...¿Seguimos?, me mordí el labio, entonces el me empezó a besar mi cuello, olía mi pelo, daba finos lenguetazos a mi oreja, sentía como mi entrepierna se mojaba, entonces el con sus grandes manos deslizo el vestido, haciéndolo caer por mis hombros y dejando mi torso completamente desnudo, se tomo un momento para admirarlo, para ver mi pálida piel, mis redondos senos, mi abdomen plano, con sus manos tomo uno de mis senos y empezo a besarlo, chuparlo, hacérlo suyo, mientras la otra la subio a mi boca y puso su dedo gordo en mis labios haciendo que lo lamiera, con mis manos le baje la cremallera del pantalon y saque saque su miembro, baje mi mano y empecé a masturbarlo lentamente, sentía como se empalmaba en mi mano, sentía que estaba muy caliente, a punto de estallar, de estallar su contenido en mi.

De repente, el se paro del sofa, me tomo las piernas haciendo que las aprisionara contra su torso me tomo por la espalda y me alzo, era evidente que no pesaba nada para el, me besaba el cuello y me empujo llevo a una pared ya cerca a la cama, me dejo allí sosteniendome entre su torso y la fría pared que estaba detrás, se empezo a desabotonar los botones de la camisa y por fin, sentimos nuestros pechos juntos, que bello era sentir esos pectorales macizos en mis senos, sin dudarlo me tendio en la cama y me saco por completo el vestido, así era como quería que el me tuviera, desnuda y entregandome a el por completo. Se arrodillo al rededor de mis piernas y se quito la camisa, mientras yo me inclinaba hacía adelante bajandole su pantalón, nos empezamos a besar, a lamernos, a sentir nuestro sabor sexual, yo me incline aún mas y baje la cremallera de mis botas y me las quite con ayuda de mis pies, luego el me volvio a acostar sin romper el beso, con su mano derecha empezo a masturbarme por encima de mi tanga, que rico se sentía, que lindo era tener esa mano en mi entrepierna. Mando la tanga hacía un lado y metio un dedo con facilidad, empezé a menear mis caderas a ritmo de esos dedos, llegando a mi primer orgasmo, mis gemidos se tuvo que comer Till, no quería hacer mucho ruido y despertar a todo el hotel, si así eran sus dedos no me podría imaginar lo que vendría después.

Me quito la tanga y la deslizo por mis piernas, en un movimiento rápido se quito su pantalón y su ropa interior, me introdujo su firme miembro y allí empezo lo mejor, me follaba con fuerza, duro, que sexo tan delicioso y sumamente placentero, me besaba mis pezones, yo le arañaba la espalda, nos meneamos como si ambos tubieramos la canción Bück Dich en mente, me volteo y me puse en sus piernas y cabalge como puta, sentía que ya iba a llegar mi segundo orgasmo y el lo sabía, después de unos minutos ambos nos corrimos al tiempo, que sinfonía de sensaciones fue esa, bajábamos y subiamos la velocidad, miraba la cara de Till y era la mayor expresión de felicidad que he visto, eso si por debajo de la mia aquella noche, estabamos sudados debido al sexo tan intenso que acababamos de tener, que follada tan salvaje me había dado y como la había disfrutado. Lo mire y le sonreí a mismo tiempo que me mordia el labio, me respondio la sonrisa, me baje de el y me acoste a su lado, apoyandome en su pecho, descansamos un rato y lo hicimos otras dos veces en diferentes posciciones.

Por la mañana mientras Till dormia, me levante y busque mis prendas por toda la habitación, estragos de la faena que acababa de ocurrir, encontré mi vestido, amarre mis botas, y cuando iba a salir de la habitación una voz masculina se levanta y dice...

-¿No se te olvida algo?

Me voltee a el lo mire y le dije.. - ¿Enserio? lo dije con una sonrisa incredula.

-Sí, tu reportaje.


Este va a ser el primer capitulo de unos cuantos que escribire, espero os guste.